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Nace en Mántua en 1168.

No obstante su apellido, que es una abreviación de Buonomini, Juan no se distinguió por su piedad en la juventud.


Cuando murió su padre, teniendo Juan apenas 16 años, partió de Mántua y empezó a ganarse la vida como actor en las cortes y palacios de Italia.


No obstante las oraciones de su devota madre, Juan llevaba una vida licenciosa y alocada. En 1208, cuando tenía cerca de cuarenta años, una peligrosa enfermedad le puso a las puertas de la muerte. Interpretó aquello como una señal del cielo y cambió de vida en cuanto recobró la salud, como lo había prometido.


Tales promesas son fáciles de hacer, pero menos fáciles de guardar. Juan abrió su corazón al obispo de Mántua, quien le aconsejó la vida eremítica. En un paraje de las cercanías de Cesena el beato se dedicó a domeñar su cuerpo en la soledad y a adquirir los hábitos de la devoción y la virtud.


Pronto adquirió gran fama de santidad y se le reunieron algunos discípulos. Durante algún tiempo, el Beato Juan los dirigió según la inspiración del momento. Más tarde, construyeron una iglesia y la comunidad tomó una forma más definida. Inocencio IV les impuso la regla de San Agustín al aprobar la congregación.


El Beato Juan recibió numerosas ilustraciones sobrenaturales en la oración y obró muchos milagros extraordinarios.


Ni siquiera en su ancianidad aflojó en la mortificación: observaba tres cuaresmas cada año, en lo más crudo del invierno se vestía con telas muy ligeras, en su celda había tres lechos, de los cuales uno era malo, otro peor y el tercero pésimo.


El demonio siguió tentándole violentamente hasta el fin de su vida. Por otra parte, no faltó quien le calumniase, pero la vida que llevaba el beato desmentía todas las acusaciones. El número de penitentes y personas que acudían a visitarle aumentó de tal modo, que Juan decidió huir secretamente. Después de haber caminado toda la noche, se encontró nuevamente, al amanecer, ante la puerta de su celda, en lo cual vio una manifestación de que la voluntad de Dios era que permaneciese allí.


Murió en Mántua en 1249. Dios honró su sepulcro con numerosos milagros. La oongregación que había fundado no conservó mucho tiempo la independencia. Los "Boniti", como los llamaba el pueblo, llegaron a tener once conventos a los pocos años de la muerte de su fundador; pero en 1256 el Papa Alejandro IV los fundió con otras congregaciones en la orden de los ermitaños de San Agustín. Los frailes agustinos y los agustinos de la Asunción celebran la fiesta del Beato Juan Buoni, cuyo nombre fue incluido en el Martirologio Romano en 1672.



Martirologio Romano: En la isla de Chipre, san Hilarión, abad, que, siguiendo las huellas de san Antonio Abad , primero llevó vida solitaria cerca de la ciudad de Gaza y después fue fundador y ejemplo de la vida eremítica en esta región (c. 371).

Etimología: Hilarión = Aquel que sonríe, viene de la lengua latina.


Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.



Conocemos su vida por el testimonio de muy antiguos escritores, sobre todo por San Jerónimo, en su Vita Patrum.

Nació en Tabatha, cerca de Gaza, en Palestina, de familia pagana y rica. Como había muchos bienes, fue a estudiar a Alejandría, emporio del saber humano del tiempo. Allí, entre la vida blanda pagana, el eclecticismo en las doctrinas, el lujo de los palacios, las diatribas en el foro y el bullicio de los mercados, conoció a los cristianos de la comunidad fundada por San Marcos, cuna del gran orador San Atanasio, su contemporáneo. Recibió el don de la fe y se bautizó, sin duda ayudado por la influencia y ejemplo de los buenos discípulos de Jesucristo.


Toma la fe recibida con todas las consecuencias. Esta es la diferencia entre los mediocres y los santos. Cuando oyó hablar del abad Antonio, lo busca en el delta del Nilo, en la Arcadia, convive un tiempo con él y se siente llamado por Dios a imitarle en la vida de oración, cabalgando con la soledad y la penitencia por amor a Jesucristo. Por eso, a su vuelta al hogar paterno, cuando sus padres han muerto y es dueño de una pingüe herencia, nada dificulta el arranque de su nuevo proyecto de vida.


Es la hora de «vender» lo que se tiene y de «darlo» a los pobres para tener un «tesoro en el cielo». Pobreza extrema en el retiro de Majuma, oración profunda, penitencia grande, ayunos, consejos a quien lo pide y servicio amplio al necesitado hasta el milagro.

Tiene deseos de huir del aura popular que lo rodea, ansía la soledad y la busca, embarcándose para Sicilia; pero allí también sus milagros le delatan.


El retorno a Alejandría es inútil porque la persecución de Juliano el Apóstata ha destruido, en el año 362, el monasterio de Majuma. Se traslada a Dalmacia donde se le une Hesiquio. Vivió sus últimos cinco años en Chipre entre paganos que no le facilitan en nada la existencia, pero le respetan por su virtud y por curar al jefe con un milagro. Sintiéndose morir, deja escrito al discípulo Hesiquio que le entrega sus bienes en herencia: el Evangelio, su túnica, su cogulla y un pequeño manto.

¿Se valora hoy la herencia de quien fue rico y es santo?



Martirologio Romano: En la ciudad de Colonia, en Germania, conmemoración de las santas vírgenes que entregaron su vida por Cristo, en el lugar de la ciudad donde después se levantó una basílica dedicada a santa Úrsula, virgen inocente, considerada como la principal del grupo (c. s. IV).

Etimología: Úrsula = aquella que es como una osita. Viene de la lengua latina.


Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.



En el siglo IX se descubrió en Colonia, Alemania, en una iglesia del siglo VI, un epígrafe enrollado que comienza así:" Martirio de Ursula y 11.000 vírgenes".

Es un documento que engloba el martirio de estas vírgenes en el lugar sobre el que se construyó una preciosa iglesia.


En la “Pasión” teatral inventada para narrar su historia, se puede ver que ellas provenían de Inglaterra con Ursula, hija del rey, escapando de los sajones paganos que estaban invadiendo el país.


Cuando su barco llegó a Colonia, Atila el terrible estaba por entonces allí con los Hunos.


Atila, duro, fuerte, de mal carácter y muy pasional quiso casarse con la bella joven Ursula. Las otras se las entregaría a sus soldados para que las violaran o hicieran lo que quisieran con ellas.


Pero el fanfarrón no esperaba la respuesta de estas chicas. Cuando se les acercó y les hizo sus proposiciones, éstas respondieron todas al unísono con la negativa más rotunda que se puede imaginar.


Enfurecido Atila, las mandó matar de la manera más dura posible.


Durante toda la Edad Media corría de pueblo en pueblo un romance en el que se contaba la historia de estas mártires. Tuvo un éxito increíble.


El Instituto de Angela de Mérici, ursulinas, la tomó como patrona de sus obras de apostolado.

Gracias a un cementerio descubierto en Colonia, se pudieron ver los restos de estas valientes chicas que prefirieron la muerte antes que ofender al Señor. Sus reliquias abundan en muchos templos.


El culto a santa Ursula y a sus compañeras se extendió muy pronto, y se levantaron muchas iglesia en su honor.


En el siglo XIII la Sorbona la adoptó como patrona y lo mismo ocurrió en las universidades de Coimbra y de Viena.


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com



Etimología: Bertoldo = El jefe explendido. Viene de la lengua alemana.

Fue un hermano lego del siglo XII.


Lego es aquel miembro de una Orden religiosa que no es sacerdote.


Entre los nombres grandes de este día, están santa Ursula y compañeras muertas en Colonia por defender su virginidad.


Bertoldo provenía de una familia extranjera que se había establecido en Parma, en la que nació y murió en el año 1106.


El padre era inglés y la madre bretona. Vivían en Italia como pobres artesanos en el trabaja que les salía.


Llegaron a Italia huyendo de las invasiones normandas que hacían estragos en Inglaterra.

Al principio se establecieron en Milán. El padre comenzó a trabajar de zapatero.


La vida era dura. Entonces emigraron a Parma en donde nació Bertoldo en el 1072.


A los siete años trabajaba ayudando a su padre arreglando zapatos. A los 12 sintió que Dios le llamaba para vivir en una Orden religiosa entregado plenamente a Dios.


El padre le ponía dificultades, pues había puesto grandes esperanzas en su amado hijo.


Bertoldo tenía una idea clara de su vocación y al mismo tiempo muy firme. Se fue al convento de los monjes benedictinos. Vivió la Regla con puntualidad y celo. Era obediente y humilde. Fue como peregrino a Roma y a Francia. Hizo numerosas curaciones.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com



Fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras

de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena

(Misioneras de María)


Martirologio Romano: En el lugar de Belencito, cerca de Medellín, en Colombia, Santa Laura de Santa Catalina de Siena Montoya y Upeguí, virgen, que, con notable suceso, se dedicó a anunciar el Evangelio entre los pueblos indígenas que aún desconocían la fe en Cristo y fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras de María

Etimología: Laura = Aquella que triunfa, viene de la lengua latina


Fecha de beatificación: 25 de abril de 2004, por el Beato Juan Pablo II.


Fecha de canonización: 12 de mayo de 2013, por el Papa Francisco.



La Madre Laura de Santa Catalina de Siena (Laura Montoya Upegui), estando aquí, en la Basílica de San Pedro en el mes de noviembre del año 1930, después de una viva oración eucarística escribe: «Tuve fuerte deseo de tener tres largas vidas: La una para dedicarla a la adoración, la otra para pasarla en las humillaciones y la tercera para las misiones; pero al ofrecerle al Señor estos imposibles deseos, me pareció demasiado poco una vida para las misiones y le ofrecí el deseo de tener un millón de vidas para sacrificarlas en las misiones entre infieles! Mas, ¡he quedado muy triste! y le he repetido mucho al Señor de mi alma esta saetilla: ¡Ay! Que yo me muero al ver que nada soy y que te quiero!».

Esta gran mujer que así escribe, la Madre Laura Montoya, maestra de misión en América Latina, servidora de la verdad y de la luz del Evangelio, nació en Jericó, Antioquia, pequeña población colombiana, el 26 de Mayo de 1874, en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una familia profundamente cristiana. Recibió las aguas regeneradoras del Bautismo cuatro horas después de su nacimiento. El sacerdote le dio el nombre de María Laura de Jesús. Dos años tenía Laura cuando su padre fue asesinado, en cruenta guerra fratricida por defender la religión y la patria. Dejó a su esposa y sus tres hijos en orfandad y dura pobreza, a causa de la confiscación de los bienes por parte de sus enemigos. De labios de su madre, Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos sentimientos.


Desde sus primeros años, su vida fue de incomprensiones y dolores. Supo lo que es sufrir como pobre huérfana, mendigando cariño entre sus mismos familiares. Aceptando con amor el sacrificio, fue dominando las dificultades del camino. La acción del Espíritu de Dios y la lectura espiritual especialmente de la Sagrada Escritura, la llevaron por los caminos de la oración contemplativa, penitencia y el deseo de hacerse religiosa en el claustro carmelitano. Tenía sed de Dios y quería ir a El “como bala de cañón ”.


Esta mujer admirable crece sin estudios, por las dificultades de pobreza e itinerancia a causa de su orfandad, hasta la edad de 16 años cuando ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín, para ser maestra elemental y de esta manera ganarse el sustento diario. Sin embargo, llega a ser una erudita en su tiempo, una pedagoga connotada, formadora de cristianas generaciones, escritora castiza de alto vuelo y sabroso estilo, mística profunda por su experiencia de oración contemplativa.


En 1914, apoyada por monseñor Maximiliano Crespo, obispo de Santa Fe de Antioquia, funda una familia religiosa: Las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena, obra religiosa que rompe moldes y estructuras insuficientes para llevar a cabo su ideal misionero según lo expresa en su Autobiografía: Necesitaba mujeres intrépidas, valientes, inflamadas en el amor de Dios, que pudieran asimilar su vida a la de los pobres habitantes de la selva, para levantarlos hacia Dios


MAESTRA CATEQUISTA DE LOS INDIOS


Su profesión de maestra la llevó por varias poblaciones de Antioquia y luego al Colegio de La Inmaculada en Medellín. En su magisterio no se contenta con el saber humano sino que expone magistralmente la doctrina del Evangelio. Forma con la palabra y el ejemplo el corazón de sus discípulas, en el amor a la Eucaristía y en los valores cristianos. En un momento de su trayectoria como maestra, se siente llamada a realizar lo que ella llamaba “la Obra de los indios”: En 1907 estando en la población de Marinilla, escribe: “me vi en Dios y como que me arropaba con su paternidad haciéndome madre, del modo más intenso, de los infieles. Me dolían como verdaderos hijos”. Este fuego de amor la impulsa a un trabajo heroico al servicio de los indígenas de las selvas de América.


Busca recursos humanos, fomenta el celo misionero entre sus discípulas, escoge cinco compañeras a quienes prende el fuego apostólico de su propia alma. Aceptando de antemano los sacrificios, humillaciones, pruebas y contradicciones que se ven venir, acompañadas por su madre Doloritas Upegui, el grupo de “Misioneras catequistas de los indios” sale de Medellín hacia Dabeiba el 5 de Mayo de 1914. Parten hacia lo desconocido, para abrirse paso en la tupida selva. Van, no con la fuerza de las armas, sino con la debilidad femenina apoyada en el Crucifijo y sostenida por un gran amor a María la Madre y Maestra de esta Obra misionera. “Ella, la Señora Inmaculada me atrajo de tal modo, que ya me es imposible pensar siquiera en que no sea Ella como el centro de mi vida”. La celda carmelitana, objeto de sus ansias en el tiempo de su juventud, le pareció demasiado fría ante aquellas selvas pobladas de seres humanos sumidos en la infidelidad, pero amados tiernamente por Dios. “Siento la suprema impotencia de mi nada y el supremo dolor de verte desconocido, como un peso que me agobia”.


Comprende la dignidad humana y la vocación divina del indígena. Quiere insertarse en su cultura, vivir como ellos en pobreza, sencillez y humildad y de esta manera derribar el muro de discriminación racial que mantenían algunos líderes civiles y religiosos de su tiempo. La solidez de su virtud fue probada y purificada por la incomprensión y el desprecio de los que la rodeaban, por los prejuicios y las acusaciones de algunos prelados de la iglesia que no comprendieron en su momento, aquel estilo de ser “religiosas cabras”, según su expresión, llevadas por el anhelo de extender la fe y el conocimiento de Dios hasta los más remotos e inaccesibles lugares, brindando una catequesis vivencial del Evangelio. Su Obra misionera rompió esquemas, para lanzar a la mujer como misionera en la vanguardia de la evangelización en América latina. El quemante “SITIO”- Tengo sed- de Cristo en la Cruz , la impulsa a saciar esta sed del crucificado :”¡Cuánta sed tengo! ¡Sed de saciar la vuestra Señor! Al comulgar nos hemos juntado dos sedientos: Vos de la gloria de vuestro Padre y yo de la de vuestro corazón Eucarístico! Vos de venir a mí, y yo de ir a Vos”


Mujer de avanzada, elige como celda la selva enmarañada y como sagrario la naturaleza andina, los bosques y cañadas, la exuberante vegetación en donde encuentra a Dios. Escribe a las Hermanas: ”No tienen sagrario pero tienen naturaleza; aunque la presencia de Dios es distinta, en las dos partes está y el amor debe saber buscarlo y hallarlo en donde quiera que se encuentre.”


Redacta para ellas las “Voces Místicas”, inspirada en la contemplación de la naturaleza, y otros libros como el Directorio o guía de perfección, que ayudan a las Hermanas a vivir en armonía entre la vida apostólica y la contemplativa. Su Autobiografía es su obra cumbre, libro de confidencias íntimas, experiencia de sus angustias, desolaciones e ideales, vibraciones de su alma al contacto con la divinidad, vivencias de su lucha titánica por llevar a cabo su vocación misionera. Allí muestra su “pedagogía del amor”, pedagogía acomodada a la mente del indígena, que le permite adentrarse en la cultura y el corazón del indio y del negro de nuestro continente.


La Madre Laura centra su Eclesiología en el amor y la obediencia a la Iglesia. Vive para la Iglesia a quien ama entrañablemente, y para extender sus fronteras no mide dificultades, sacrificios, humillaciones y calumnias.


Esta infatigable misionera, pasó nueve años en silla de ruedas sin dejar su apostolado de la palabra y de la pluma. Después de una larga y penosa agonía, murió en Medellín el 21 de octubre de 1949. A su muerte dejó extendida su Congregación de Misioneras en 90 casas distribuidas en tres países, con un número de 467 religiosas. En la actualidad las Misioneras trabajan en 19 países distribuidas en América, África y Europa.


Por todo lo que vivió hizo y significo la Madre Laura en su época y por todo lo que seguirá significando para la sociedad, la Congregación y la Iglesia, hoy la Congregación por ella fundada se llena de alegría al ver concretizado y culminado su proceso de Beatificación, abierto el 4 de julio de 1963, en la capilla de la Curia Arquidiocesana de Medellín, en el cual se nombró el tribunal eclesiástico para buscar diligentemente los escritos de la Sierva de Dios Laura Montoya Upegui, instruir el proceso informativo sobre su fama de santidad, virtudes en general y posibles milagros realizados por la Sierva de Dios. Hoy este proceso que duro cuarenta años ha llegado a su culminación, cuando el 25 de abril de 2004, S.S. Juan Pablo II la proclamara beata de la Iglesia.


Reproducido con autorización de Vatican.va


Canonización S.S. Benedicto XVI firmó el 20 de diciembre de 2012 el decreto con el cual se reconocía un milagro gracias a la intercesión de la entonces Beata Laura de Santa Catalina de Siena, lo cual permitió la canonizacion de quien pasó así a ser la primera colombiana en llegar a la gloria de los altares de la Iglesia Católica.


El milagro realizado por intercesión de la hasta entonces beata fue la curación del Dr. Carlos Eduardo Restrepo quien se encontraba convaleciente y que, aquejado por una especie de lupus, daño renal y una atrofia muscular, se encomendó una noche a ella y amaneció completamente curado.


Esa noche, el Dr. Restrepo recuerda que "le dije: ‘madre Laura, si me saca de estas, yo me encargo de contarle al mundo su milagro para que la eleven a los altares’".


"Tengo una laguna. No sé si tuve una experiencia extracorpórea o si lo imaginé, o si fue el subconsciente, pero cuando me encomendé a la beata sentí una paz maravillosa", dijo.


El médico sanado por la intercesión de la santa colombiana expresó: "si esto no es un milagro, entonces qué es... Cuando sabes que no tienes ninguna posibilidad y quedas intacto, entonces es un milagro", señaló.



Martirologio Romano: En Laon, ciudad de la Galia, santa Cilina, madre de los santos obispos Principio de Soissons y Remigio de Reims (post 458).

Etimología: Celina = que viene del cielo, viene de la lengua latina



Lo mismo que Santa Silvia, madre del Papa Gregorio el Grande, y muchas otras madres de santos que también alcanzaron la santidad, Celina fue famosa a causa de su hijo, puesto que dio al mundo ese gran santo, Remigio o Remi, obispo de Reims.

De acuerdo con el pseudo Venancio Fortunato, Celina y su esposo pertenecían a la nobleza. En cierta ocasión, un monje llamado Montano, que tres veces consecutivas había recibido un aviso celestial en sueños, vaticinó a Celina que daría a luz un hijo que llegaría a ser un hombre de grandísimos méritos. A su debido tiempo, Remigio vino al mundo.


Hinemar de Reims complementó estos datos tan escasos en el siglo nueve: Celina y Emilio, su marido, habían tenido dos hijos: Principio, quien llegó a ser obispo de Soissons, y su hermano Emilio, quien a su vez tuvo un hijo, Lupo, sucesor de su tío Principio en la sede de Soissons, a la que gobernó hasta la muerte de Remigio (Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. III, 1915, pp. 89-90).


Cuando el monje Montano anunció el nacimiento del niño, Celina quedó desconcertada, puesto que tanto ella como su marido ya eran entrados en años. Pero Montano, que era ciego, reiteró su profecía y aun agregó estas palabras: "Cuando hayas parido al niño cuyo nacimiento te anuncio, me frotarás los ojos con unas gotas de la leche de tus pechos y así recuperaré la vista". Fue el propio Remigio, a los pocos días de nacido, quien puso su manecita mojada con la leche del pecho de su madre, en los ojos de Montano, y éste obtuvo la gracia de volver a ver. Hinemar hace la advertencia de que, al nacer, Remigio quedó limpio de toda culpa por obra del Espíritu Santo. Había sido concebido "en la iniquidad, como todo hombre", pero contrariamente a lo que sucede en la condición humana, "su madre no lo parió en los delitos de la prevaricación, sino en la gracia de la remisión". Por esa razón, Remigio se asemejaba a San Juan Bautista (Luc. 1, 15) y a Isaac (Gen. XVII, .Nació en el país de Laon y se le impuso el nombre de Remigio porque estaba destinado a regir, a dirigir la nave de su Iglesia a merced de las olas tempestuosas y también sería el "Remedio" (otro significado de su nombre) tconra la justa cólera de Dios o bien contra la ferocidad de los paganos.


Luego de cursar breves estudios en los que destacó sobremanera, Remigio tuvo deseos de imitar el ejemplo del monje Montano, se retiró al convento y se separó para siempre de Celina. De acuerdo con uno de los párrafos del testamento de San Remigio, su madre había sido sepultada en Labrinacum (Lavergny), cerca de Laon, en el Aisne. La traslación de sus restos a Laon, según Molanus y Vermeulen, los editores del Martirologio de Usuardo (ed. Du Sollier, Anvers, 1714, p. 194) tuvo lugar un 5 de abril.


Actualmente, en la diócesis de Reims se conmemora a Santa Celina el 22 de octubre.



Fregenal de la Sierra (Badajoz) remonta sus orígenes hacia el 580 antes de Cristo, cuando la poblaron los celtas de la Lusitania, llamándola Nertóbriga.

Inscripciones romanas confirman la presencia del Nuevo Imperio del Lacio. Fue sede episcopal, que en el reinado de Wamba ya había sido extinguida. Después fue villa de los templarios con su castillo como plaza fuerte y con las encomiendas de Higuera y Bodonal.


Uno de los cuatro santos que figuran en su historia cristiana fue san Honorio, abad. En una lápida hallada en la ermita de San Miguel se lee la siguiente inscripción: "In nomine Domini respicis augustum praeciosa rupe supulcrum. Hospitium Beatissimi Honorii abbatis caelestia tenentis regna. In saecula saeculorum amen. Hic tumullus Honorii abbatis".


Así, sabemos de su vida ejemplar, de sus oraciones y penitencias, del testimonio ante los cristianos de la primera época. Nos queda el deseo de darle a Dios, siguiendo sus pasos, lo mejor de nuestro tiempo.



Etimología: Irene = Aquella que trae la paz. Viene de la lengua griega.

La historia nos dice que esta joven era muy bella y piadosa. Sin orgullo por los dones físicos que Dios le había concedido, ella se dedicó a darle gracias por ellos y a vivir una intimidad muy estrecha con el Señor.


No le apetecía presentarse a un concurso de “mises”. Su mejor cualidad residía en su fuerza interior, sí esa que mueve el Espíritu Santo en los corazones.


Nació en el lejano siglo VII en la región de Tancor que, más tarde, se llamaría Portugal.


La época no le fue muy propicia para vivir en paz. Los musulmanes dominaban ampliamente toda la zona. Ella, sin en embargo, hija de padres cristianos, recibió una esmerada educación en el monasterio.


Una vez que hubo terminado sus estudios, volvió a casa con la intención clara de dedicarse a la vida religiosa.


Dicen sus biografías que rezaba mucho en casa. Apenas salía. Eso sí, la única salida que hacía era para ir a la Misa.


Un apuesto joven puso los ojos en ella y se enamoró locamente de sus encantos.


Cuando ella le comunicó que había hecho voto de virginidad, sintió el joven una gran pena en su corazón enamorado.


Al principio lo aceptó más o menos bien. Pero a medida que pasaban los días, su mente y su vida entera maquinaban lo peor.


Y efectivamente, el chico le pagó a un criminal una cantidad de dinero para que le diese muerte. Cuando su cuerpo joven cayó a tierra sin vida, lo arrojó al río Tajo.


Un tío de Irene se enteró del vil asesinato. Fue corriendo a las riberas del río para encontrar su cadáver y llevarlo en procesión al monasterio.


Hoy se conoce esta ciudad con el nombre de Santarén (Santa Irene). Es un nombre muy popular en España y Portugal. Murió en el año 653.


¡Felicidades a quienes lleven este nombre!


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com











María Bertila, Santa
María Bertila, Santa

Octubre 20




Etimológicamente significa “ princesa de las aguas”, en lengua siria; “espejo” en lengua hebrea.


Muchos cristianos que viven la fe desde fuera, sólo hacen una cosa: criticar a la Iglesia y, sin embargo, no se mojan nada por mejorarla y por ser santos. Ella n o tiene necesidad de criticones baratos, sino de personas que crezcan en los valores evangélicos.


Este joven nació en 1888 en Vicenza, Italia, y murió en Treviso el 20 de octubre de 1922.

Tuvo un infancia desgraciada. Su padre era violento, celoso, borracho. Cuando no tenía clases, trabajaba de empleada en una familia cercana..


Cansada de esta vida, pidió entrar en el convento de las “Hermanas del sagrado Corazón”.


Nada más que entrar le dijo a su maestra de novicias que ella quería ser santa.


La pusieron a trabajar en la cocina y en el lavadero. Al año siguiente la enviaron a estudiar enfermería en el hospital, pero no le prestó atención su nueva superiora, y le mandó otra vez a la cocina.


En 1907 le dieron un nuevo trabajo: ayudar a los niños que tuviesen la difteria. Los cuidó con amor a ellos y a muchos enfermos más.


Llamaba la atención de todo el mundo, empezando por el capellán por lo bien que trató a los soldados heridos.


Y de nuevo la enviaron al lavadero para humillarla. Menos mal que entró una Superiora General nueva y la entendió muy bien.


Pero, con tanto trabajo, su salud se resquebrajó en 1922. Su trabajo y su devoción, su amor a todos y su entrega ilimitada a la obediencia, le granjearon el cariño de todos los que la trataban. Alguien dijo de ella:"Era un alma elegida y de una bondad heroica, un ángel consolador del sufrimiento humano".


Su tumba se convirtió en un lugar de peregrinaciones y milagros.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!












Leopardo, Santo
Leopardo, Santo

Octubre 20

Obispo




Etimológicamente significa “ león atrevido”. Viene de la lengua alemana.


Jesús dice: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá”.


Leopardo fue obispo en el siglo V.

Hay dos santos con el nombre de Leopardo y otro con el de Leopardino.


El primer Leopardo importante fue aquel que estuvo relacionado con la ciudad encantadora de Aquisgrán, capital de Carlomagno y en la que fue coronado.


El segundo Leopardo es el patrono de la ciudad de Osimo, y a él está dedicada la catedral, románica aunque con reminiscencias antiguas del siglo VII.


Es probable que la catedral ocupe ahora el lugar que antes ocupaba el Capitolio de la antigua Auximium romana con las termas y el templo dedicados a Igea y Esculapio, las dos divinidades paganas encargadas de la salud delos habitantes.


El culto a san Leopeardo de Osimo es antiguo. Se remonta al menos al año mil.


Vivió en el siglo V en tiempos del Papa Inocencio I y de los emperadores Valentinaino y Teodosio.


Aunque hoy sea muy raro este nombre y nadie , en la práctica, lo lleve, sin embargo, en aquellos tiempos era la cosa más normal del mundo que se pusiera a los hijos en la región de Osimo, Italia.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!




Octubre 20




Etimológicamente significa “ “brillante”. Viene de la lengua latina y tiene un origen indo-europeo.


Muchas veces es importante buscar la vida de los santos. Cuando se está en sintonía con ellos y ellas, los proyectos de nuestra vida adquieren un matiz nuevo y hasta un bello encanto.


Ellos no son seres lejanos, sino muy cercanos. Con el ejemplo de sus virtudes nos animan cada día a proseguir nuestro camino por la conquista de la santidad que, al fin y al cabo, es la mejor carta de identidad, la mejor credencial para presentarse ante Dios, cuando al final de nuestra existencia, él nos juzgue por el amor y la entrega.


Y justamente la fiesta de santa Aurora o Orora se celebra el día 20 de octubre según consta en los diversos santorales que he consultado. Un mes bello del otoño en que quizá el brillo del sol adquiere una belleza distinta.


La fecha y o el origen de esta santa permanece desconocido.


Lo que sí se sabe es que muy venerada en la preciosa Isla le Man ( en sur de Inglaterra).


Es una pena que su historia se haya perdido por causa de las invasiones y la guerras..


No obstante, lo que hay de cierto es que el Obispo Mark de Sodor celebró un sínodo en la iglesia de san Bradan y Aurora en el año 1291.


Más tarde, en el siglo XVI, los benedictinos escribieron notas acerca de la bella iglesia situada en la sin par Isla le Man, con el fin de que todo el mundo supiese algo de la historia de esta joven y de la gran devoción que por ella sentían los habitantes de es lugar paradisíaco.


¡Felicidades a quien lleve el nombre de Aurora!


“Todo lo humano, si no avanza, debe retroceder” ( Gibbon).




Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos. Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (1775)

Etimológicamente: Pablo = Aquel que es pequeño o débil, es de origen latino.





El día 3 de enero de 1694 en la pequeña ciudad Ovada, cerca de Alejandría. al norte de Italia, nació Pablo Francisco Danei Massari. Es el siglo XVIII, también llamado "siglo de las luces" pues, en general, se pensaba que la inteligencia humana es la única autoridad y que la fe y la revelación son un obstáculo al desarrollo de la humanidad.

Pablo vivió su niñez en un hogar auténticamente cristiano, desde el cual experimentó las alegrías y los sufrimientos de la vida: de 16 hijos del matrimonio Lucas Danei y Ana María Massari sólo sobrevivieron 6. No faltaron también las dificultades económicas, por lo que la familia tuvo que cambiar continuamente de domicilio en busca del trabajo. Pablo, quien desde muy pronto debió ayudar a su padre, no pudo asistir con regularidad a la escuela.


El gran testimonio de la fe cristiana de Ana Maria -su madre- ejerció gran influencia en la educación religiosa de Pablo, a la que éste correspondió con una respuesta generosa.


A los 19 años, en 1713, el joven Pablo tomó la primera gran decisión de su vida. La predicación de un sacerdote o una charla espiritual con él le impresionó de tal forma que, profundamente emocionado y arrepentido, hizo confesión general de sus pecados y decidió consagrar su vida a Dios de un modo más radical y absoluto. Él mismo llamará después a este momento su "conversión a penitencia ".


Años más tarde, cuando en 1716 el Papa Clemente XI invitó a la cristiandad a una cruzada contra los turcos, Pablo creyó oír en esto la voz de Dios, pues quería morir mártir y se alistó voluntario, pasando algún tiempo en cuarteles y campamentos. Convencido de que éste no era el servicio que Dios le pedía, regresó a la casa de sus padres a quienes siguió ayudando en sus necesidades, dedicaba muchas horas a la oración, participaba diariamente en la misa y se entregaba a duras penitencias.


Pablo Francisco tenía 26 años sus hermanos habían crecido y sus padres no necesitaban tanto de su de ayuda. Por este tiempo, sintió la llamada de Dios a fundar una orden religiosa: "... sentí mi corazón movido por el deseo de retirarme a la soledad; ... me vino la inspiración de llevar una túnica, de andar descalzo, vivir en estrechísima pobreza y llevar, con la gracia de Dios, vida de penitencia; ...me vino la inspiración de reunir compañeros para vivir con ellos promoviendo en las almas el santo temor de Dios; me vi en espíritu vestido de una túnica negra, con una cruz blanca sobre el pecho, y bajo la cruz escrito el nombre santísimo de Jesús con

letras blancas...


El 22 de noviembre de 1720 Pablo se despidió de su familia y se dirigió a su obispo, Mons. Gattinara, en Alejandría. Este, en una ceremonia sencilla y en su capilla privada, revistió a Pablo de la Cruz con el hábito negro de ermitaño. Las seis semanas siguientes del 23 de noviembre de 1720 al 1 de 1721, las vivió en el trastero de la sacristía de la Iglesia de San Carlos, de Castellazzo, en las más precarias condiciones de alojamiento. Son como los ejercicios espirituales preparatorios para su misión de ermitaño y fundador . En adelante su apellido será "de la Cruz".


Por orden de su obispo, Pablo de la Cruz consigna por escrito los sentimientos y vivencias interiores de esos días en un "Diario espiritual". En él vemos a qué grado de oración ha llegado ya, así como las grandes líneas de la doctrina espiritual que vivirá y enseñará durante los 55 años siguientes. En las anotaciones del primer día aparece ya la idea fundamental y programática de toda su vida: "No deseo saber otra cosa ni quiero gustar consuelo alguno; sólo deseo estar crucificado con Jesús ".


Acabados estos días el Pablo de la Cruz pasó los meses siguientes en distintas ermitas de las cercanías viviendo en soledad; daba catecismo a los niños en los lugares vecinos, predicaba los domingos e incluso dio una misión. Quiso ir a Roma para pedir personalmente al Papa le aprobara las Reglas de la nueva Orden religiosa, misma que escribió durante los 40 días de Castellazzo. En Septiembre de 1721 se dirigió a Roma, pero sufrió una gran desilusión. Es rechazado por los guardias de Papa con palabras no muy amables. Aunque profundamente decepcionado, no se desanimó. En la Basílica María la Mayor hizo un voto especial: “dedicarse a promover en los fieles la devoción a la Pasión de Cristo y empeñarse en reunir compañeros para hacer esto mismo”.


A su vuelta a Castellazzo, se les unió su hermano Juan Bautista que, lleno de los mismos ideales, fue hasta su muerte en 1765 el compañero fiel de Pablo. Durante los años siguientes vemos a los dos experimentar la Regla pasionista en diferentes ermitas y colaborando con las parroquias vecinas mediante el catecismo y la predicación.


Tras la etapa eremítica Pablo de la Cruz creyó necesario que él y su hermano vivieran en Roma para conseguir de la Santa Sede la aprobación de las Reglas; por eso prestaron sus servicios en el Hospital de San Gallicano cuyo Director les aconsejó hacerse sacerdotes. Después de un breve curso de Teología pastoral, en junio de 1727 los dos hermanos Danei fueron ordenados sacerdotes en la Basílica de San Pedro por el Papa Benedicto XIII.


Siguiendo su gran impulso a vivir en la soledad y a reunir más compañeros formando la primera comunidad los dos hermanos se dirigieron al Monte Argentario, unos 150 Kilómetros al norte de Roma, junto a la costa. Ahí vivieron en una pequeña ermita. El aumento de candidatos hizo pequeño el local, y construyeron el primer convento de la naciente Congregación, el cual, por innumerables dificultades, fue inaugurado hasta 1737.


Pero faltaba todavía la aprobación de las Reglas o Una comisión de cardenales nombrada para su estudio suavizó algo su gran austeridad, y en mayo de 1741 fueron aprobadas por Benedicto XIV; habían transcurrido 21 años desde que fueron escritas el nombre de la nueva orden religiosa sería: ”Congregación de la Santísima cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, título que expresaba claramente su peculiaridad en la Iglesia. Los Religiosos Pasionistas anunciarán por todas partes el misterio de la Cruz y Pasión de Jesucristo a lo cual se obligarían por el voto específico.


Pablo de la Cruz encontró el sentido completo de su existencia en la Memoria de Jesús Crucificado, quien dio su vida por todos nosotros (Jn 3,16). En su asidua contemplación del crucificado, Pablo encontró un camino de acceso al misterio de Dios que es vida y amor, y que desea destruir el peso del pecado y del sufrimiento. Él descubrió que Dios está más cerca de los pobres, de los que no tienen nada, y sintió la urgencia de salir a su encuentro para esto: voz anunciarles al Dios de la vida.


Fundó la Congregación de la Pasión con la esperanza de que continuara haciendo presente al Crucificado, que pronuncia su juicio sobre el pecado del mundo, que es la causa de la injusticia y del sufrimiento de muchos hermanos y hermanas, y hace al hombre capaz de amar de un modo nuevo. Quiso que la Congregación fuera un signo humilde del grande Amor de Dios.


A lo largo de su vida -murió a los 82 años-, Pablo de la Cruz fundó 11 conventos. En 1771, el santo, ya anciano, inauguró el primer monasterio de religiosas pasionistas de clausura, que vivirían el mismo espíritu según la Regla escrita también por él.


Además de fundador, Pablo de la Cruz, fue predicador de misiones populares y gran director espiritual. Poseía cualidades muy especiales para esto: voz potente, agradable presencia física, dotes retóricas extraordinarias. Pero lo que más impactaba de él era su testimonio de íntima unión con Dios, su devoción y su santidad.


Por su gran actividad apostólica -200 misiones y 80 tandas de ejercicios espirituales- mantuvo contacto con gran número de personas que solicitaban su consejo en la vida espiritual, a quienes él sirvió especialmente por correspondencia.


El 18 de octubre de 1775 pasó Pablo a la Casa del Padre con una muerte tranquila y santa en el convento de los Santos Juan y Pablo en Roma. Así terminaba su larga vida de trabajos y sufrimientos por Cristo y por el prójimo. Fue beatificado por Pío IX el 1 de mayo de 1853; fue canonizado por el Papa el 29 de junio de 1867.


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Antonio Daniel, Santo
Antonio Daniel, Santo

Nacido a Dieppe, en Normanía, el 27 de mayo de 1601.

Después de estudiar dos años de filosofía y un año de ley, ingresó en la Sociedad de Jesús en Roma, 1, Octubre, 1621.




Enviado a Canadá en 1633 él se acantonó primero en el Cabo Bretón, donde su hermano Captain Daniel había establecido un fuerte francés en 1629. Durante dos años él tubo a cargo en Quebec una escuela para los niños indios

En el verano de 1648, los Iroquis hicieron un súbito ataque a la misión mientras la mayoría de los braves de Hurón estaban ausentes. El Padre Daniel hizo todo lo posible por ayudar a su gente. Antes que las murallas sean escaladas él sea había apresurado a la capilla, donde mujeres, niños, y ancianos se reunieron para recibir la absolución general y se bautizó a los catecúmenos. El propio Daniel no hizo ningún esfuerzo por escapar, más bien esperó serenamente al enemigo. Capturado por los salvajes fue ejecutado bajo una lluvia de flechas.


Esto ocurrio en Teanaostae, cerca de Hillsdale, en el Condado de Limcoe, Ontario, Canadá, el 4 julio de 1648.


San Antonio Daniel fue canonizado el 26 de junio de 1930, conjuntamente con Juan de Brébeuf, Isaac Jogues, René Goupil, Juan de La Lande, Natal Chabanel, Gabriel Lalement y Carlos Garnier. Un grupo de "amigos en el Señor", en la tierra y en el cielo.


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Martirologio Romano: Santos mártires Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros de la Compañía de Jesús, en el día en que san Juan de la Lande, religioso, fue asesinado por los paganos en el lugar llamado Ossernenon, entonces en territorio del Canadá (hoy Auriesville, estado de Nueva York), el mismo lugar donde algunos años antes había conseguido la corona del martirio san Renato Goupil. Son venerados conjuntamente sus santos compañeros Gabriel Lalemant, Antonio Daniel, Carlos Garnier y Natal Chabanel, que en la región canadiense, en días distintos, después de fatigar en la misión del pueblo de los hurones para anunciar el evangelio de Cristo a aquellos pueblos, terminaron muriendo mártires (1642-1649).

Ocho fueron los santos mártires de Canadá, que a comienzos del siglo XVII dieron sus vidas por la evangelización de las poblaciones indígenas que habitaban las regiones donde hoy se encuentran las ciudades de Quebec y Montreal.


Los primeros en llegar fueron misioneros franciscanos, pero en 1623 llegaron a Canadá los jesuitas, quienes se dedicaron con entusiasmo a la misión entre los indios hurones y a la fundación de los poblados de San José, San Ignacio, San Luis y Santa María.


En 1642, estas misiones fueron atacadas por los temibles iroqueses, que vivían al sur de los lagos San Lorenzo y del Ontario y se desencadenó una guerra implacable durante la cual fueron hechos prisioneros el Padre Isaac Jogues, y el hermano Renato Goupil, que fue muerto por un indio, enfurecido por verlo predicar a los verdugos. El padre Jogues, después de trece meses de cautiverio fue bárbaramente mutilado y perdió la vida en el martirio junto con otro sacerdote jesuita, el Padre Juan Ladande.


Después de un período de paz, los iroqueses ocuparon nuevamente el país hurón y arrasaron la misión de San José, dando muerte al Padre Antonio Daniel. Más tarde desbastaron San Ignacio, San Luis y Santa María, dando muerte en martirio a los Padres Juan Brébeuf y Daniel Lalemant.


Después fue desbastada la misión de San Juan Bautista, matando al Padre Carlos Garnier. También murió el Padre Natal Chabanel, quien poco antes había dicho: "Esta vida vale poco; en cambio, la felicidad del cielo no me la podrán arrebatar los iroqueses".


La lista de estos 8 santos es la siguiente:

Natal Chabanel;

Juan Brébeuf;

Isaac Jogues;

Renato o René Goupil;

Juan de La Lande:

Antonio Daniel;

Gabriel Lalement y

Carlos Garnier.











Felipe Howard, Santo
Felipe Howard, Santo

Octubre 19




Etimológicamente significa “amante de los caballos”. Viene de la lengua griega.


Los Padres de la Iglesia captaron perfectamente bien todo el engranaje interior de las primeras comunidades cristianas. Donde estaba la Iglesia, también estaba el Espíritu de Dios, y allí donde está el Espíritu de Dios, también está la Iglesia y toda gracia.


No importa mucho la categoría social de este joven y sus enlaces con reyes y reinas.


Lo que importa más es su dimensión de creyente.


Nació en 1557 y murió en 1595. Los 38 años que vivió lo constituyeron en uno de los cuarenta mártires de la Iglesia de Inglaterra y de Gales.


Lo bautizaron como católico y lo educaron como protestante. Durante algunos años fue indiferente a la fe.


A la edad de 12 ó 14 años lo casaron con Ana Dacre. Estudió en Cambridge.


La reina Isabel mandó que mataran a su padre, él se convirtió en uno de sus favoritos.


Llevó una vida disipada y frívola en la corte.


Años después, se dio cuenta de que necesitaba reformar sus costumbres. Cuando la reina se enteró, puso bajo arresto a su mujer Ana Dacre y a Felipe lo envió a la prisión de la Torre de Londres.


Tras esta dura experiencia, volvió con mucho fervor a la Iglesia católica.


En 1585 intentó huir de Inglaterra por el Canal de la Mancha hacia Flandes con su familia, amigos y muchos católicos.


El capitán del barco lo traicionó y fue derecho a la Torre de Londres de nuevo. Murió seis meses más tarde envenenado.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!



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