03/31/20

10:31 p.m.

Por: . | Fuente: Dominicani.it

Sacerdote y Mártir

José (Giuseppe) Girotti nació en Alba (Piamonte, Italaia) el 19 de julio de 1905. Entró en el seminario Dominico a los trece años. En 1923 emitió la profesión y 3 de agosto de 1930 fue ordenado sacerdote en Chieri.

Se especializó en la famosa "Escuela Bíblica" de Jerusalén, y se dedicó a la enseñanza de la Sagrada Escritura en el Seminario Teológico Dominico de Turín (S. Maria delle Rose).

Respetado por su amplia cultura, amaba a ejercer el ministerio sacerdotal entre los humildes y pobres, sobre todo en el Hospicio "Real Instituto para Ancianos" (conocido popularmente como "Casa de los pobres viejos") vecino a su convento. Pero vinieron los años de sufrimiento y de prueba, que él aceptó con humildad: se le privó de la enseñanza y fue trasladado a otra comunidad en el centro histórico de Turín. Sin embargo, él continuó sus estudios bíblicos e intensificó el ejercicio de sus actividades caritativas.

"Todo lo que hago es por caridad", dijo una vez, revelando su continuo progreso en la virtud de la caridad.

Cuando estalló la guerra, hizo todo lo posible para ayudar a los necesitados y no dudó en socorrer especialmente a los judíos perseguidos. Por este motivo fue detenido el 29 de agosto de 1944, las etapas principales de su tremendo Via Crucis fueron: Le Nuove (Turín), San Vittore (Milán), Bolzano y, finalmente, Dachau, en Alemania.

Pese a las dificultades del campo de exterminio, en él se observaba lo siguiente: humildad, sencillez, oración, consuelo para con los demás, abnegación y gran altruismo, frutos de su inexorable caridad; obtenía la fuerza y vigor de la Eucaristía y de las Sagradas Escrituras que el padre Girotti siguió profundizando y compartiendo con sus compañeros de prisión.

Su salud se deteriora y fue ingresado en la enfermería, donde el 01 de abril de 1945 (Domingo de Pascua), fue asesinado con una inyección de gasolina.

El 28 de marzo de 2013 S.S. Francisco firmó el decreto reconociemdo el martirio de este Siervo de Dios, la fecha de la ceremonia de beatificación aún no ha sido señalada.

responsable de la traducción: Xavier Villalta

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10:31 p.m.

Fundadora de la Congregación de las Vírgenes
de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María

Martirologio Romano: En Cracovia, Polonia, Beata Sofía Czeska-Maciejowska, fundadora de la Congregación de las Virgenes de la Presentación de la Bienaventturada Virgen María ( 1650)

Fecha de beatificación: 9 de junio de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Sofía Czeska-Maciejowska nació en 1584. Sus padres, Matthew y Catherine Maciejowski Lubowiecka, pertenecían a la “Nobleza Media”1 de Małopolska (Pequeña Polonia). Tenían bienes cerca de Cracovia y dos casas en la calle Szpitalna en Cracovia. Era una familia numerosa -cinco varones y cuatro mujeres- criados todos en un ambiente religioso. Sofía fue la tercera.

A los 16 años, se casó con Jana Czeskiego, y se mudó a Slomniki, cerca de la República Checa. Después de seis años de matrimonio –en los que no tuvo hijos- quedó viuda. A pesar de su corta edad, su belleza, riqueza y varios pretendientes, no se volvió a casar. Dedicó su vida a la realización de obras de caridad, incluyendo la renovación de la vida religiosa en Polonia a través de la labor de formación y educación de la nueva generación.

En aquellos tiempos ella fue testigo de la guerra, las epidemias, las inundaciones, las malas cosechas, el hambre, por lo tanto presenció la muerte de muchas personas. Sofía decidió hacerse cargo de las niñas, especialmente los huérfanas y de familias pobres. Cedió su casa en la calle Szpitalna para ellas, donde no sólo podían vivir y recibir atención médica, sino también estudiar. Entre los años 1621-1627 allí funcionó un internado y un lugar llamado la Casa de las Vírgenes de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María. Era la primera vez que formalmente se había organizado una escuela para niñas en Polonia, institución que además contaba con estructuras orgánicas adecuadas, en esos tiempos tan sólo los varones iban a la escuela.

Para garantizar la durabilidad de su obra, Sofía Czeska fundó una nueva congregación religiosa: las Hermanas de la Presentación de la Santísima Virgen María, la Presentación de la Virgen María fue tomado como ejemplo y carisma para el trabajo de esta nueva congregación, ya que veía en este hecho el modelo más perfecto de la devoción y entrega total a Dios.

La Madre Sofía Czeska murió el 1 de abril de 1650, a la edad de 66 años. Fue enterrada en la iglesia de Santa María en Cracovia, pero sus restos mortales se encuentran actualmente en la capilla lateral en la iglesia de San Juan (de las Hermanas de la Presentación) en Cracovia.

S.S. Benedicto XVI firmó el 20 de diciembre de 2012 el decreto con el cual se reconoce un milagro gracias a la intercesión de la Venerable Sofía Czeska-Maciejowska, lo cual permitirá su próxima beatificación.

NOTAS PIE DE PÁGINA
1 Nobleza Media era una de las categorías en que se dividía la nobleza polaca, a este grupo pertenecían familias con bienes de cierta importancia, eran propietarios tanto de tierras como de siervos.

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10:31 p.m.

Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com

Obispo

Martirologio Romano: En el lugar llamado Ardpatrick, en la región de Munster, en Irlanda, san Celso, obispo de Armagh, que promovió intensamente la restauración de la Iglesia. († 1129)

Breve Biografía

Como sus ocho predecesores, Celso era laico, al asumir la sede en 1105, a los veintiséis años de edad. Consagrado obispo, fue un excelente pastor. Fue muy asiduo en las visitas pastorales, administró sabiamente las posesiones de su diócesis y restauró la disciplina eclesiástica. Con este último punto se relaciona su presencia en el gran sínodo de Rath Breasail, al que asistieron no menos de cincuenta obispos, bajo la presidencia del legado pontificio Gilberto de Limerick.

El pueblo no recibió de buen grado ni las reformas que llevó al cabo el sínodo, ni la nueva división de las diócesis. Los anales de Four Masters cuentan que San Celso recontruyó la catedral de Armagh. La época en que vivió fue muy agitada; tuvo que ejercer el oficio de mediador en las discordias de los príncipes irlandeses y sufrió las invasiones de los O´Rourke y los O´Brien. En todas sus dificultades le asistió San Malaquías, quien fue primero archidiácono suyo y después obispo de Connor. Poco antes de su muerte, ocurrida en Ardpatrick de Munster, en 1129, el santo acabó con la costumbre de la sucesión hereditaria, nombrando por sucesor a Malaquías. Según su deseo, fue enterrado en Lismore.

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4:03 p.m.

SAN HUGO DE GRENOBLE

Obispo



En Grenoble, en Burgundia, san Hugo, obispo, que se esforzó en la reforma de las costumbres del clero y del pueblo, y siendo amante de la soledad, durante su episcopado ofreció a san Bruno, maestro suyo en otro tiempo, y a sus compañeros, el lugar de la Cartuja, que presidió cual primer abad, rigiendo durante cuarenta años esta Iglesia con esmerado ejemplo de caridad (1132). 

Etimológicamente: Hugo = Aquel de Inteligencia Clara, es de origen germano.

Fecha de canonización: 22 de abril de 1134 por el Papa Inocencio II.

El obispo que nunca quiso serlo y que se santificó siéndolo.Nació en Valence, a orillas del Isar, en el Delfinado, en el año 1053. Casi todo en su vida se sucede de forma poco frecuente. Su padre Odilón, después de cumplir con sus obligaciones patrias, se retiró con el consentimiento de su esposa a la Cartuja y al final de sus días recibió de mano de su hijo los últimos sacramentos. Así que el hijo fue educado en exclusiva por su madre. 

Aún joven obtiene la prebenda de un canonicato y su carrera eclesiástica se promete feliz por su amistad con el legado del papa. Como es bueno y lo ven piadoso, lo hacen obispo a los veintisiete años muy en contra de su voluntad por no considerarse con cualidades para el oficio -y parece ser que tenía toda la razón-, pero una vez consagrado ya no había remedio; siempre atribuyeron su negativa a una humildad excesiva. Lo consagró obispo para Grenoble el papa Gregorio VII, en el año 1080, y costeó los gastos la condesa Matilde.

Al llegar a su diócesis se la encuentra en un estado deprimente: impera la usura, se compran y venden los bienes eclesiásticos (simonía), abundan los clérigos concubinarios, la moralidad de los fieles está bajo mínimos con los ejemplos de los clérigos, y sólo hay deudas por la mala administración del obispado. El escándalo entre todos es un hecho. Hugo -entre llantos y rezos- quiere poner remedio a todo, pero ni las penitencias, ni las visitas y exhortaciones a un pueblo rudo y grosero surten efecto. Después de dos años todo sigue en desorden y desconcierto. Termina el obispo por marcharse a la abadía de la Maison-Dieu en Clermont (Auvernia) y por vestir el hábito de san Benito. Pero el papa le manda taxativamente volver a tomar las riendas de su iglesia en Grenoble. 

Con repugnancia obedece. Se entrega a cumplir fielmente y con desagrado su sagrado ministerio. La salud no le acompaña y las tentaciones más aviesas le atormentan por dentro. Inútil es insistir a los papas que se suceden le liberen de sus obligaciones, nombren otro obispo y acepten su dimisión. Erre que erre ha de seguir en el tajo de obispo sacando adelante la parcela de la Iglesia que tiene bajo su pastoreo. Vendió las mulas de su carro para ayudar a los pobres porque no había de dónde sacar cuartos ni alimentos, visita la diócesis andando por los caminos, estuvo presente en concilios y excomulgó al antipapa Anacleto; recibió al papa Inocencio II -que tampoco quiso aceptar su renuncia- cuando huía del cismático Pedro de Lyon y contribuyó a eliminar el cisma de Francia.

Ayudó a san Bruno y sus seis compañeros a establecerse en la Cartuja que para él fue siempre remanso de paz y un consuelo; frecuentemente la visita y pasa allí temporadas viviendo como el más fraile de todos los frailes.

Como él fue fiel y Dios es bueno, dio resultado su labor en Grenoble a la vuelta de más de medio siglo de trabajo de obispo. Se reformaron los clérigos, las costumbres cambiaron, se ordenaron los nobles y los pobres tuvieron hospital para los males del cuerpo y sosiego de las almas. Al final de su vida, atormentado por tentaciones que le llevaban a dudar de la Divina Providencia, aseguran que perdió la memoria hasta el extremo de no reconocer a sus amigos, pero manteniendo lucidez para lo que se refería al bien de las almas. Su vida fue ejemplar para todos, tanto que, muerto el 1 de abril de 1132, fue canonizado solo a los dos años, en el concilio que celebraba en Pisa el papa Inocencio.

No tuvo vocación de obispo nunca, pero fue sincero, honrado en el trabajo, piadoso, y obediente. La fuerza de Dios es así. Es modelo de obispos y de los más santos de todos los tiempos.

Hermanos Franciscanos

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