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Por: . | Fuente: patria-nazarena.blogspot.com

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En diversos lugares de España, Beatos Jaime Puig Mirosa y 18 compañeros de la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, además de Sebastián Lorens Telarroja, laico, asesinados por odio a la fe. ( 1936-1937)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Hijo de Juan y de Iluminada, nació el día 14 de abril de 1910 en Camprodón (Girona). Era el mayor de tres hijos y el único varón. Quedando huérfano de padre y en una difícil situación económica, le fue concedido el ingreso en el Colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta a los 11 años por petición de su abuela. Allí completó la enseñanza primaria y fue cultivando una vocación religiosa y sacerdotal que unos años más tarde, con su ingreso al colegio Nazareno de Blanes el 25 de julio de 1925, asumiría en nuestro Instituto de Hijos de la Sagrada Familia. Vistió el hábito el 25 de septiembre de 1927 en el colegio Sagrada Familia de Les Corts, a manos del P. Luis Tallada, Superior General, e inició el año de noviciado junto con Pedro Ruiz, Francisco Saborit, Ramón Jordà y Bernardo Serra, entre otros. El día 26 de septiembre de 1928 hizo su primera profesión, frecuentando en los años siguientes sus estudios eclesiásticos en el escolasticado de Les Corts y siendo su prefecto el P. Ramón Oromí, Maestro suyo también durante el noviciado.

Profesó perpetuamente el 20 de septiembre de 1935. En Barcelona recibió la tonsura y las primeras órdenes y fue promovido sucesivamente el diaconado, que tuvo fecha el 17 de diciembre de 1935. El 7 de marzo de 1936 fue ordenado sacerdote, en Girona, junto con los padres Mariano Ruiz, Roberto Montserrat y José Pairó. Cantó su primera misa en la capilla del colegio de Loreto de Les Corts. Como minorista, había hecho las prácticas de enseñanza en los colegios de Huérfanos de Sant Julià y Santa María de Blanes. En los pocos años de su ministerio sacerdotal, manifestó una gran estima y gravedad en su porte, en el modo de hablar y, sobre todo, en la celebración de la eucaristía.

La revolución de 1936 le sorprendió haciendo las veces de superior y prefecto de escolares de 12 filósofos en la residencia de Mas Loreto, Mosqueroles, con el teólogo Pedro Ruiz como viceprefecto y el coadjutor Domingo García. Por el párroco del lugar y la radio se enteraron de lo que sucedía en varios puntos de la península. El día jueves, 22 de julio, por la mañana, tras el aviso de la llegada de un grupo de comunistas en el pueblo para saquear las casas y quemar la parroquia y la residencia, la mayoría se dispersó por el bosque, permaneciendo escondidos en casas amigas durante dos semanas. El padre Vila tuvo que proveer, en aquellas graves circunstancias y sin poder comunicarse con el P. Samá, Superior General por aquel entonces, a la seguridad y alojamiento de todos. Fue el último en abandonar la residencia cuando ya se habían dispersado los otros, estando dispuesto a ofrecerse el primero con tal de poner a salvo a los demás. El único pase que logró conseguir lo cedió al hermano Juan Sierra para que pudiera llegar hasta Barcelona y ampararse en el consulado norteamericano.

En la madrugada del 2 de agosto, el padre Vila, con los hermanos Casimiro Roca y Pedro Ruiz, emprendió viaje, a pie, hacia Vic. Allí se hospedaron en casa de su hermana Isabel, mientras les obtuvo nuevos pases y pasaje hasta Manresa, quedando el padre Vila en su casa hasta el día 20 de septiembre, en que fue detenido. Desde primeros de aquel mes, había acudido también a refugiarse allí el padre Buenaventura Belart, escolapio, pariente suyo, que también fue detenido aquel mismo día. Días más tarde, luego de haber sido informada del desenlace, su hermana misma precisó que ambos sacerdotes habían sido asesinados en la noche del 21 al 22 del mismo mes de septiembre. El padre Vila contaba con 26 años de edad y 8 de profesión religiosa. En 1942, en el Juzgado de Barcelona, se inscribió su desaparición.

Integran el grupo:
(Nombre, Lugar y fecha del martirio)


01.- Jaime (Jaume) Puig Mirosa, Sacerdote- Blanes (Girona) el día 30 VII 1936;
02.- Sebastián Llorens Telarroja, Apóstol Laico- Blanes (Girona) el día 30 VII 1936;
03.- Narciso Sitjà Basté, Sacerdote- Barcelona el 9 VIII 1936;
04.- Juan Cuscó Oliver, Sacerdote- Lérida el 21 VIII 1936;
05.- Pedro Sadurní Raventós, Sacerdote- Lérida el 21 VIII 1936;
06.- Fermín Martorell Víes, Sacerdote- Vila-rodona, Tarragona, 25 VIII 1936;
07.- Francisco Llach Candell, Sacerdote- Vila-rodona, Tarragona, 25 VIII 1936;
08.- Eduardo Cabanach Majem, Sacerdote- Vila-rodona, Tarragona, 25 VIII 1936;
09.- Ramón Cabanach Majem, Sacerdote- Vila-rodona, Tarragona, 25 VIII 1936;
10.- Juan Franquesa Costa, Sacerdote- Cerveza, Lleida, 2 IX 1936;
11.- Segismundo Sagalés Vilà, Religioso Coadjutor- Múnter, Barcelona, 8 IX 1936;
12.- José Vila Barri, Sacerdote- Gurb de la Plana, Barcelona, 21 IX 1936;
13.- Pedro Verdaguer Saurina, Sacerdote- Barcelona, 15 X 1936;
14.- Roberto Montserrat Beliart, Sacerdote- Barcelona, 13 XI 1936;
15.- Antonio Mascaró Colomina, Religioso Escolar- Barcelona, 27 I 1937;
16.- Pedro Ruiz Ortega, Religioso Escolar- Barcelona, 4 IV 1937;
17.- Pedro Roca Toscas, Religioso Escolar- Barcelona, 4 IV 1937;
18.- Ramón Llach Candell, Sacerdote- Barcelona, 19 IV 1937;
19.- Jaime Llach Candell, Sacerdote- Barcelona, 19 IV 1937;
20.- Ramón Oromí Sullà, Sacerdote- Barcelona, 26 IV 1937.

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Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Virgen

Martirologio Romano: En Troyes, a orillas del Sena, en la Galia Lugdunense (hoy Francia), santa Maura, virgen, dedicada a obras de piedad y caridad (c. 850).

Etimología: Maura = oscura. Viene de la lengua latina.

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Breve Biografía


Estamos hoy ante la historia de una virgen del siglo IX.

Era hija de un noble llamado Mariano y de la rica Sedulia, y hermana de Eutropioo, el eminente prelado de Troyes.

Fue aquí en donde ella vivió. Su padre llevaba una vida disipada. Gracias a las advertencias de su hija, cambió de vida y se convirtió en un padre honrado y virtuoso.

Su hermano, que era sacerdote, había renunciado ya a su herencia. De esta manera, Maura disponía de una dote increíble.

Prefirió entregarse al Señor antes que un hombre.

Decía tener cuatro novios: san Pedro, san Pablo, san Gervasio y san Protasio.

Les rezaba a menudo. Mantenía y sostenía las iglesias a ellos dedicadas.

Socorría a los monjes y monjas en la diversas misiones que llevaban a cabo.

Iba los martes y los viernes descalza y de rodillas a sus iglesias. Y esos días tomaba solamente agua.

Prudencio, obispo y biógrafo de Maura, afirma que era muy querida porque hacía muchas curaciones de la vista.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com

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Presbíteros y Mártires

Martirologio Romano: En Sai-Nam-Hte, en Corea, pasión de los santos mártires Lorenzo Imbert, obispo, Pedro Maubant y Jacobo Chastan, presbíteros de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, los cuales, por salvar la vida de sus cristianos, se ofrecieron a los soldados de guardia hasta ser asesinados a espada ( 1839).

Fecha de canonización: Los tres forman parte de 103 mártires canonizados por S.S. Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984, en Seúl, Corea.

Breve Biografía


Lorenzo José Mario Imbert. Su nombre es el primero y el más destacado de la larga relación de mártires cuya fiesta se celebra hoy. Había nacido en la diócesis de Aix-en-Provence. Su familia residía en Calas, y era harto pobre. Es conmovedor saber cómo aprendió a leer: un día encontró un centimillo en la calle, con el compró un alfabeto y rogó a una vecina que le enseñara las letras. Así, a fuerza de perseverancia, consiguió la preparación suficiente para poder ingresar, en 1818, en el seminario de Misiones Extranjeras. Después de dos años de estudios se embarca en Burdeos y marcha a trabajar a China.

En plena tarea apostólica le sorprende el nombramiento de vicario apostólico de Corea y su elevación al episcopado. En mayo de 1837 es consagrado en Seu-Tchouen, y al terminar el año llega a Corea.

No era el primero en llegar. Le habían precedido ya otros dos misioneros, llamados a compartir el martirio con él. Los dos franceses: Pedro Filiberto Maubant, nacido en la diócesis de Bayeux, y Jacobo Chastan (Santiago Honorato Castán), nacido en la diócesis de Digne. El primero había venido directamente de Francia. El segundo había trabajado anteriormente en Siam.

Inmediatamente pusieron manos a la obra. Ante todo fue necesario aprender la lengua coreana, tributaria del chino, pero con muchas analogías con los dialectos siberianos. Después pudieron ya ponerse de lleno al trabajo apostólico.

Escuchemos a monseñor Imbert lo que era su vida: "No permanezco mas que dos días en cada casa que reúno los cristianos, y antes de que amanezca el tercer día paso a otra casa. Me toca sufrir mucha hambre, porque después de haberme levantado a las dos y media de la madrugada, esperar hasta el mediodía y recibir entonces una comida mala y floja, bajo un clima bajo y seco, no es cosa fácil. Después de comer reposo un poco, y a continuación doy clase de teología a mis seminaristas; después oigo confesiones hasta la noche. Me acuesto a las nueve sobre la tierra cubierta de una lona y un tapiz de lana de Tartaria, porque en Corea no hay ni camas ni mantas. He tenido, siempre un cuerpo débil y enfermizo, y a pesar de todo he llevado adelante una vida laboriosa y bien ocupada; pero aquí pienso haber llegado a lo superlativo y al nec plus ultra de trabajo. Ya os imaginaréis que con una vida tan penosa no tengamos miedo al golpe de sable que debe terminarla."

Todo esto había que hacerlo con el mayor secreto. Las quince o veinte personas a las que había atendido cada día: confesiones, bautismos, confirmaciones, matrimonios, etcétera, tenían que retirarse antes de la aurora. Aun así, aquella vida no pudo prolongarse mucho tiempo. Dos años después de su llegada, el 11 de agosto de 1839, monseñor Imbert era detenido por los perseguidores.

San Pedro Filiberto MaubantPedro Filiberto Maubant nació la diócesis francesa de Bayeux en 1803. Sintió la vocación misionera e ingresó en la Sociedad de Misiones Extranjeras. Ordenado sacerdote, fue enviado a China, donde se le dijo que pasara a la misión coreana. Llegó a ella junto con el padre Jacobo Chastan y trabajó dos años hasta que llegó el vicario apostólico Lorenzo Imbert. Como misionero tenía la orden, junto con el padre Jaime Honorato, de formar el clero nativo. De esta forma fue ordenado sacerdote a Andrés Kim Taegón, el cual, como sacerdote, quedaría al frente de la misión cuando los tres misioneros fueron martirizados.

Cuando recibió orden de sus superiores de entregarse lo hizo obedeciendo de forma heroica y quitando así problemas a sus cristianos. Murió en el tormento, junto con Lorenzo Imbert y Jacobo Chastán.

Jacobo Honorato Chastan nació en la diócesis de Digne (Francia) en 1803. Sintió la vocación misionera, e ingreso en la Sociedad de Misiones Extranjeras donde fue ordenado sacerdote, que le envió a Tailandia, donde trabajó activamente. Inició la misión de Corea junto con el padre Pedro Filiberto Maubant y allí trabajó durante dos años, hasta que cuando se inició la persecución recibió la orden de su superior el padre Lorenzo Imbert, de permanecer en su puesto, así lo hizo obedeciendo de manera heroica y sufrió el martirio junto con los dos misioneros citados.

El martirio

Comprendió bien que había llegado el final de su vida. Y creyó un deber, para evitar apostasías a los fieles seguidores, invitar a sus dos compañeros a entregarse. La tarjeta enviada por el obispo, que era una invitación al martirio, llegó primero al padre Maubant, quien la transmitió a su compañero el padre Castán. Ambos obedecieron sin vacilar. Cada uno redactó una instrucción para uso de sus fieles y luego en común unas líneas dirigidas a toda la cristiandad coreana. Escribieron una breve memoria para el Cardenal Prefecto de Propaganda Fide y una carta a sus hermanos de las Misiones Extranjeras para encomendarles a sus neófitos. En esta carta es donde alegremente, como si quisieran aliviarles la pena, dicen que "el primer ministro Ni, actualmente gran perseguidor, ha hecho fabricar tres grandes sables para cortar cabezas".

Todo esto llevaba la fecha del 6 de septiembre. Y una vez terminados los preparativos, los dos misioneros se unieron a su obispo. Los tres europeos comparecieron ante el prefecto y confesaron noblemente su fe: "Por salvar las almas de muchos, no hemos vacilado ante una distancia de diez millares de lys. Denunciar a nuestras gentes, y hacerles daño, olvidando los diez mandamientos, no lo haremos jamás, preferimos morir." Aquel mismo día 15 de septiembre recibieron la primera paliza, con bastones. Otra nueva les esperaba, después de un interrogatorio similar, el día 16. Por fin, el día 21 tuvo lugar el suplicio final.

Les desnudaron hasta la cintura, y les asaetearon cruelmente, de arriba a abajo, a través de las orejas, les colmaron de heridas y, por fin, los rociaron de cal viva. Después de obligarles a dar por tres veces la vuelta a la plaza, mostrándose al público que se burlaba de ellos, se les hizo arrodillarse. Los soldados empezaron a correr en su derredor y al pasar les golpeaban con su sable. El padre Castán se puso instintivamente de pie al recibir el primer golpe. Después se arrodilló junto a sus dos compañeros, que estaban inmóviles. Al poco tiempo, los tres habían muerto.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

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SAN MATEO 

APÓSTOL Y EVANGELISTA



PALABRA DE DIOS DIARIA

Fiesta de san Mateo, apóstol y evangelista, llamado antes Leví, que al ser invitado por Jesús para seguirle, dejó su oficio de publicano o recaudador de impuestos y, elegido entre los apóstoles, escribió un evangelio en que se proclama principalmente que Jesucristo es hijo de David, hijo de Abrahám, dando plenitud al Antiguo Testamento.

Mateo significa: "regalo de Dios".

Se llamaba también Leví, y era hijo de Alfeo.

Su oficio era el de recaudador de impuestos, un cargo muy odiado por los judíos, porque esos impuestos se recolectaban para una nación extranjera. Los publicanos o recaudadores de impuestos se enriquecían fácilmente. Y quizás a Mateo le atraía la idea de hacerse rico prontamente, pero una vez que se encontró con Jesucristo ya dejó para siempre su ambición de dinero y se dedicó por completo a buscar la salvación de las almas y el Reino de Dios.

Como ejercía su oficio en Cafarnaúm, y en esa ciudad pasaba Jesús muchos días y obraba milagros maravillosos, ya seguramente Mateo lo había escuchado varias veces y le había impresionado el modo de ser y de hablar de este Maestro formidable. Y un día, estando él en su oficina de cobranzas, quizás pensando acerca de lo que debería hacer en el futuro, vio aparecer frente a él nada menos que al Divino Maestro el cual le hizo una propuesta totalmente inesperada: "Ven y sígueme".

Mateo aceptó sin más la invitación de Jesús y renunciando a su empleo tan productivo, se fue con El, no ya a ganar dinero, sino almas. No ya a conseguir altos empleos en la tierra, sino un puesto de primera clase en el cielo. San Jerónimo dice que la llamada de Jesús a Mateo es una lección para que todos los pecadores del mundo sepan que, sea cual fuere la vida que han llevado hasta el momento, en cualquier día y en cualquier hora pueden dedicarse a servir a Cristo, y El los acepta con gusto.

Mateo dispuso despedirse de su vida de empleado público dando un gran almuerzo a todos sus amigos, y el invitado de honor era nada menos que Jesús. Y con Él, sus apóstoles. Y como allí se reunió la flor y nata de los pecadores y publicanos, los fariseos se escandalizaron horriblemente y llamaron a varios de los apóstoles para protestarles por semejante actuación de su jefe. "¿Cómo es que su maestro se atreve a comer con publicanos y pecadores?"

Jesús respondió a estas protestas de los fariseos con una noticia que a todos nos debe llenar de alegría: "No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a buscar santos sino pecadores. Y a salvar lo que estaba perdido". Probablemente mientras decía estas bellas palabras estaba pensando en varios de nosotros.

Desde entonces Mateo va siempre al lado de Jesús. Presencia sus milagros, oye sus sabios sermones y le colabora predicando y catequizando por los pueblos y organizando las multitudes cuando siguen ansiosas de oír al gran profeta de Nazaret. Jesús lo nombra como uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles (o enviados, o embajadores) y en Pentecostés recibe el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado (y lo mismo hicieron con los otros apóstoles) y cuando estalló la terrible persecución contra los cristianos en Jerusalén, Mateo se fue al extranjero a evangelizar, y dicen que predicó en Etiopía y que allá murió martirizado.

En todo el mundo es conocido este santo, y lo será por siempre, a causa del maravilloso librito que él escribió: "El evangelio según San Mateo". Este corto escrito de sólo 28 capítulos y 50 páginas, ha sido la delicia de predicadores y catequistas durante 20 siglos en todos los continentes. San Mateo en su evangelio (palabra que significa: "Buenas Noticias") copia sermones muy famosos de Jesús, como por ej. El Sermón de la Montaña (el sermón más bello pronunciado en esta tierra), el sermón de las Parábolas, y el que les dijo a sus apóstoles cuando los iba mandar a su primera predicación. Narra milagros muy interesantes, y describe de manera impresionante la Pasión y Muerte de Jesús. Termina contando su resurrección gloriosa.

El fin del evangelio de San Mateo es probar que Jesucristo sí es el Mesías o Salvador anunciado por los profetas y por el Antiguo Testamento. Este evangelio fue escrito especialmente para los judíos que se convertían al cristianismo, y por eso fue redactado en el idioma de ellos, el arameo.

Quizás no haya en el mundo otro libro que haya convertido más pecadores y que haya entusiasmado a más personas por Jesucristo y su doctrina, que el evangelio según San Mateo. No dejemos de leerlo y meditarlo.

A cada uno de los 4 evangelistas se les representa por medio de uno de los 4 seres vivientes que, según el profeta, acompañan al Hijo del hombre (un león: el valor. El toro: la fuerza. El águila: los altos vuelos. Y el hombre: la inteligencia). A San Marcos se le representa con un león. A San Lucas con un toro (porque empieza su evangelio narrando el sacrifico de una res que estaban ofreciendo en el templo). A San Juan por medio del águila, porque este evangelio es el que más alto se ha elevado en sus pensamientos y escritos. Y a San Mateo lo pintan teniendo al lado a un ángel en forma de hombre, porque su evangelio comienza haciendo la lista de los antepasados de Jesús como hombre, y narrando la aparición de un ángel a San José.

Que San Mateo, gran evangelizador, le pida a Jesús que nos conceda un gran entusiasmo por leer, meditar y practicar siempre su santo evangelio.

Decía Jesús "Convertíos y creed en el evangelio" (Mc. 1, 15). 

Hermanos Franciscanos

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