08/11/20

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: Religiòn en Libertad

Obispo auxiliar de Tarragona

Martirologio Romano: En Tarragona, España, Beatos Manuel Borrás Ferré Obispo Auxiliar de Tarragona, Agapito Modesto religioso lasallista y 145 compañeros, asesinados por odio a la fe. ( 1936-39)

Fecha de beatificación: 13 de octubrer de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Breve Biografía


Nació en la Canonja (Tarragona) el 9 de septiembre de 1880. A los veintitrés años recibió el presbiterado y poco tiempo después fue notario de la curia eclesiástica y del tribunal metropolitano de Tarragona. Desde 1905 fue subdirector diocesano del Apostolado de la Oración y en 1910 se le nombró confesor del Seminario Pontificio, y cuatro años más tarde, al posesionarse de la diócesis de Solsona el doctor Vidal y Barraquer, nombra a Borrás secretario de cámara y gobierno y poco después vicario general.

El 2 de julio de 1934, el cardenal Francisco Vidal y Barraquer le confería la consagración episcopal a su gran colaborador, primero en la sede de Solsona y luego en la tarraconense, y la Santa Sede le asignó la diócesis titular de Bísica. Hombre muy piadoso dejaba por doquier un halo de espiritualidad. Puso en marcha en Tarragona la Adoración Nocturna y la obra de Ejercicios Parroquiales y la Acción Católica tuvieron gran apoyo en el obispo auxiliar de Tarragona.

Los días 19 y 20 de julio de 1936 los jefes y oficiales de la escasa guarnición, que se hallaban comprometidos con el alzamiento, esperaron a ver como se desarrollaban los acontecimientos en Barcelona. Tras el fracaso del general Goded en la Ciudad Condal, el teniente coronel de Infantería Ángel Martínez-Peñalver Ferrer, procuró mantener el orden y abortar cualquier intento de levantamiento, con lo cual la ciudad, dominada por el Frente Popular, recobró aparentemente la tranquilidad, que duró poco, pues días después, siguió una ola de crímenes, incendios, profanaciones de iglesias y asesinatos de sacerdotes, militares no adictos y civiles de derecha.

A las once de la noche del día 21, entraron en el palacio unos agentes del comisario de la Generalidad con orden de conducir al cardenal y al obispo al punto que ellos eligieran, con tal que no fuese en Tarragona capital. El cardenal aceptó decidiendo como destino el monasterio de Poblet. A los dos prelados se les acondicionó en la residencia del presidente del Patronato de Poblet.

El 23 por la tardeun coche con matrícula de Barcelona paró a la puerta del Patronato. Sus ocupantes reclamaron al cardenal Vidal y Barraquer. Con su secretario Juan Villadich partió el coche de los patrulleros. El vecino de Poblet, Guitert, telefoneó al Gobierno de la Generalidad para prevenirles del desaguisado cometido con su eminencia. Barcelona tomó medidas urgentes confiando al diputado Soler y Pla, con un policía a su servicio, la recuperación del cardenal y del obispo auxiliar. Antes de llegar a Montblanch, el coche de los patrulleros se cruzó con el del diputado.

Cumpliendo con la consigna del Gobierno catalán, salvaron al cardenal y a su acompañante, aunque aún tuvieron que luchar con los comités de Vimbodí y Montblanch, ya que no querían dejarse arrebatar esa importante presa. Monseñor Borrás, desde su despedida del cardenal sufrió una odisea. Se acordó en el Patronato de Poblet buscarle un escondrijo más seguro, habilitándole en un molino de la Casa Girona. El que hasta entonces había sido valedor del prelado, el señor Todá, llamó el día 24 de madrugada al jefe del comité de Espluga para informarle de la presencia del obispo en su casa. El coche de milicianos llegó a los pocos minutos, trasladando al obispo desde Poblet a Montblanch, recluyéndolo en una celda de la cárcel de este último pueblo.

Curiosamente el día 24 de julio la cárcel de Montblanch abrió una celda por la mañana para el cardenal y para Villadrich y otra por la tarde para el obispo auxiliar. Pero a la madrugada siguiente los emisarios de la Generalidad sacaron a Vidal y Barraquer, pidiendo éste que le permitiesen llevar consigo a su gran colaborador monseñor Borrás, pero no lo consintieron. El cardenal, una vez en Barcelona marchó a Italia merced a una intervención de la Santa Sede. Intentaron varias veces llevarse a Tarragona al obispo Borrás para deshacerse de él.

Al final, el 12 de agosto de 1936 bajo el pretexto de tener que declarar ante un tribunal de Tarragona, hicieron subir al obispo auxiliar en la caja de un camión, partiendo en dirección a Valls. Tras avanzar tres kilómetros y medio se detuvieron antes del Coll de Lilla. Le obligaron bajar a tierra y un par de descargas de fusil acabó con su vida. Recogieron entre todos un montón de leña seca, colocaron sobre él el cadáver boca abajo y le prendieron fuego.

S.S. Benedicto XVI firmó el 28 de junio de 2012 el decreto con el cual se reconoce el martirio de los Siervos de Dios Manuel Borrás Ferré Obispo Auxiliar de Tarragona, Agapito Modesto religioso lasallista y 145 compañeros.
 

Integran este grupo de mártires:

1.- Manuel Borrás Ferré, Obispo Auxiliar de Tarragona

66 sacerdotes diocesanos y 2 seminaristas

2.- Magín Albaigés Escoda, sacerdote diocesano;
3.- Ramón Artiga Aragonés, sacerdote diocesano;
4.- Josep Badía Minguella, sacerdote diocesano;
5.- Joaquim Balcells Bosch, sacerdote diocesano;
6.- Pablo Bertrán Mercadé, sacerdote diocesano;
7.- Jocund Bonet Mercadé, sacerdote diocesano;
8.- Josep Bru Boronat, sacerdote diocesano;
9.- Josep María Bru Ralduà, sacerdote diocesano;
10.- Tomás Capdevila Miquel, sacerdote diocesano;
11.- Joan Ceró Cedó, sacerdote diocesano;
12.- Magín Civit Roca, sacerdote diocesano;
13.- Josep Civit Timoneda, sacerdote diocesano;
14.- Josep Colom Alsina, sacerdote diocesano;
15.- Francisco Company Torrelles, sacerdote diocesano;
16.- Lluìs Domingo Mariné, sacerdote diocesano;
17.- Jerónimo Fábregas Camí, sacerdote diocesano;
18.- Isidre Fàbregas Gils, sacerdote diocesano;
19.- Pere Farrés Valls, sacerdote diocesano;
20.- Joan Farriol Sabaté, sacerdote diocesano;
21.- Narcís Feliu Costa, sacerdote diocesano;

22.- Pau Figuerola Rovira, sacerdote diocesano;
23.- Josep Garriga Ferrer, sacerdote diocesano;
24.- Josep Gassol Montseny, seminarista;
25.- Joan Gibert Galofré, sacerdote diocesano;
26.- Pau Gili Pedrós, sacerdote diocesano;
27.- Enric Gispert Domènech, sacerdote diocesano;
28.- Josep Gomis Martorell, sacerdote diocesano;
29.- Agapito Gorgues Manresa, sacerdote diocesano;
30.- Miguel Grau Antolí, sacerdote diocesano;
31.- Agustí Ibarra Anguela, sacerdote diocesano;
32.- Lluís Janer Riba, sacerdote diocesano;
33.- Dalmau Llebaria Torné, sacerdote diocesano;
34.- Josep Mañé March; sacerdote diocesano;
35.- Ramon Martí Amenós, sacerdote diocesano;
36.- Rafael Martí Fugueras, sacerdote diocesano;
37.- Josep Masquef Ferré, sacerdote diocesano;
38.- Francesc Mercader Randé, sacerdote diocesano;
39.- Josep Mestre Escoda, sacerdote diocesano;
40.- Aleix Miquel Rossell, sacerdote diocesano;
41.- Joan Montpeó Masip, seminarista;

42.- Antoni Nogués Martí, sacerdote diocesano;
43.- Josep M. Panadés Tarré, sacerdote diocesano;
44.- Josep Padrell Navarro, sacerdote diocesano;
45.- Antoni Pedro Minguella, sacerdote diocesano;
46.- Eladi Peres Bori, sacerdote diocesano;
47.- Andreu Prats Barrufet, sacerdote diocesano;
48.- Antoni Prenafeta Soler, sacerdote diocesano;
49.- Joan Roca Vilardell, sacerdote diocesano;
50.- Pere Rofes Llauradó, sacerdote diocesano;
51.- Joan Rofes Sancho, sacerdote diocesano;
52.- Pau Roselló Borgueres, sacerdote diocesano;
53.- Josep Roselló Sans, sacerdote diocesano;
54.- Miquel Rué Gené, sacerdote diocesano;
55.- Miquel Saludes Ciuret, sacerdote diocesano;
56.- Pio Salvans Corominas, sacerdote diocesano;
57.- Josep M. Sancho Toda, sacerdote diocesano;
58.- Jaume Sanromà Solé, sacerdote diocesano;
59.- Estanislau Sans Hortoneda, sacerdote diocesano;
60.- Lluís Sans Viñas, sacerdote diocesano;
61.- Sebastià Tarragó Cabré, sacerdote diocesano;

62.- Jaume Tarragó Iglesias, sacerdote diocesano;
63.- Joan Tomàs Gibert, sacerdote diocesano;
64.- Isidre Torres Balsells, sacerdote diocesano;
65.- Joan Vernet Masip, sacerdote diocesano;
66.- Francesc Vidal Sanuy, sacerdote diocesano,
67.- Miquel Vilatimó Costa, sacerdote diocesano;
68.- Pau Virgili Monfà, sacerdote diocesano;
69.- Francesc Vives Antich, sacerdote diocesano;

2 sacerdotes y 5 religiosos claretianos

70.- Jaume Mir Vime, sacerdote claretiano;
71.- Frederíc Vila Bartolì, sacerdote claretiano;
72.- Antoni Capdevilla Balsells, religioso claretiano;
73.- Sebastián Balcells Tonijuan, religioso claretiano;
74.- Antoni Vilamassana Carulla, religioso claretiano;
75.- Pau Castellá Barberá, religioso claretiano;
76.- Andreu Felíu Bartomeu, religioso claretiano;

3 sacerdotes y 4 religiosos carmelitas descalzos

77.- Vicente Gallen Ibañez (Vicente de la Cruz), sacerdote carmelita descalzo;
78.- Felipe Arce Fernández (Elipio de Santa Rosa), sacerdote carmelita descalzo;
79.- Pedro De Eriz Eguiluz (Pedro de San Elías), sacerdote carmelita descalzo;
80.- Joan Fort Rius (Àngel de San José), religioso carmelita descalzo;
81.- Carles Barrufet Tost (Carles de Jesús María), religioso carmelita descalzo;
82.- José Alberich Lluch (José Cecilio de Jesús María), religioso carmelita descalzo;
83.- Damián Rodríguez Pablo (Damián de la Santísima Trinidad), religioso carmelita descalzo;

12 sacerdotes, 3 clérigos y 5 religiosos benedictinos

84.- Àngel Maria Rodamilans Canals, sacerdote benedictino;
85.- Joan Costa Canal (Odiló Maria), sacerdote benedictino;
86.- Josep Maria Fontseré Masdeú, sacerdote benedictino;
87.- Cipriano González Millán (Domingo), sacerdote benedictino;
88.- Joan Roca Bosch, sacerdote benedictino;
89.- Agustí Busquets Creixell (Ambrosio Maria), sacerdote benedictino;
90.- Càndid Feliu Soler (Placido Maria), sacerdote benedictino;
91.- León Alesanco Maestro (Luis Gonzaga), sacerdote benedictino;
92.- Luis Palacios Lozano, sacerdote benedictino;
93.- Josep Albareda Ramoneda (Fulgencio), sacerdote benedictino;
94.- Joan Grau Bullich (Robert), sacerdote benedictino;
95.- Pere Vallmitjana Abarca, sacerdote benedictino;
96.- Pere Vilar Espona (Narcíso Maria), clérigo benedictino;
97.- Lluis Casanovas Vila (Hildebrand Maria), clérigo benedictino;
98.- Francesc Maria De Paula Sánchez Solé, clérigo benedictino;
99.- Aleix Civil Castellví (Ildefonso), religioso benedictino;
100.- Josep Maria Jordá y Jordá, religioso benedictino;
101.- José Erausquin Aramburu (Eugenio María), religioso benedictino;
102.- Ignasi Guilà Ximenes (Emiliano María), religioso benedictino;
103.-Jaume Vendrell Olivella (Bernat), religioso benedictino;

39 religiosos lasallistas

104.- Modesto Pamplona Falguera (Agapito Modesto), religioso del Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle (FSC);
105.- Alejandro Arraya Caballero (Alejandro Antonio), religioso de FSC La Salle;
106.- Bernabé Núñez Alonso (Alfeo Bernabé), religioso de FSC La Salle;
107.- Joan Baptista Urgell Coma (Benet Joan), religioso de FSC La Salle;
108.- Jaume Jardí Vernet (Fulbert Jaume), religioso de FSC La Salle;
109.- Pedro José Cano Cebrían (Arístides Marcos), religioso de FSC La Salle;
110.- Gabriel Albiol Plou (Justí Gabriel), religioso de FSC La Salle;
111.- Ildefonso Alberto Flos (Luis Alberto), religioso de FSC La Salle;
112.- Miguel Alberto Flos (Exuperio), religioso de FSC La Salle;
113.- Clemente Vea Balaguer (Clemente Adolfo), religioso de FSC La Salle;
114.- Patricio Gellida Llorach (Rafaél José), religioso de FSC La Salle;
115.- Fermín Gellida Cornelles (Alejandro Juan), religioso de FSC La Salle;
116.- Pascual Escuin Ferrer (Marciano Pascual), religioso de FSC La Salle;
117.- Andrés Pradas Lahoz (Andrés Sergio), religioso de FSC La Salle;
118.- Francesc Casademunt Ribas (Benild Josep), religioso de FSC La Salle;
119.- Pere Sisterna Torrent (Elm Miquel), religioso de FSC La Salle;
120.- Josep Maria Tolaguera Oliva (Faust Lluís), religioso de FSC La Salle;
121.- Josep Camprubí Corrubí (Jacint Jordi), religioso de FSC La Salle;
122.- Cesáreo España Ortiz (Eladio Vicente), religioso de FSC La Salle;
123.- Modest Godo Buscato (Anselmo Fèlix), religioso de FSC La Salle;

124.- Javier Pradas Vidal (Elías Paulino), religioso de FSC La Salle;
125.- Nicolás Rueda Barriocanal (Daniel Antonino), religioso de FSC La Salle;
126.- Manuel Mateo Calvo (Claudio José), religioso de FSC La Salle;
127.- Maximiano Fierro Pérez (Ángel Amado), religioso de FSC La Salle;
128.- Pio Ruiz De La Torre (Buenaventura Pio), religioso de FSC La Salle;
129.- Joaquim Pallerola Feu (Leonci Joaquim), religioso de FSC La Salle;
130.- Francesc Trullen Gilisbarts (Hugo Bernabé), religioso de FSC La Salle;
131.- Herman José Fernández Sáenz (Clemente Faustino), religioso de FSC La Salle;
132.- Lucas Martín Puente (Anastasio Lucas), religioso de FSC La Salle;
133.- Sebastián Obeso Alario (Honorio Sebastián), religioso de FSC La Salle;
134.- Juan Pérez Rodrigo (Nicolás Adriano), religioso de FSC La Salle;
135.- Antonio Gil Monforte (Antonio Gil), religioso de FSC La Salle:
136.- Francisco Vicente Edo (Félix Adriano), religioso de FSC La Salle;
137.- Arsenio Merino Miguel (Augusto María), religioso de FSC La Salle;
138.- Mariano Navarro Blasco (Jenaro), religioso de FSC La Salle;
139.- Josep Boschdemont Mitjavila (Gilberto De Jesús), religioso de FSC La Salle;
140.- Joan Font Taulat (Arnau Ciril), religioso de FSC La Salle;
141.- Alberto Linares De La Pinta (Alberto Joaquín), religioso de FSC La Salle;
142.- Francesc Salla Saltó (Pere Magí), religioso de FSC La Salle;

4 terciarios carmelitas de la enseñanza

143.- Julio Alameda Camarero, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);
144.- Lluís Domingo Oliva, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);
145.- Isidre Tarsá Giribets, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);
146.- Bonaventura Toldrà Rodon, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);

1 religioso capuchino

147.- Enric Salvà Menescal (Carmelo de Colomers), Religioso Capuchino.

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Por: . | Fuente: camineo.info

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Monzón, Huesca (España), Beatos José Nadal y Guiu y José Jordán y Blecua, sacerdotes diocesanos, asesinados por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco

El humilde Beato, mosén José Jordán Blecua, nació en Azlor, provincia de Huesca y diócesis de Lérida, el 27 de mayo de 1906, hijo de Domingo Jordán Latorre y Crescencia Blecua Subias, fue el penúltimo de doce hermanos. (Mosén: Título que reciben los clérigos en tierras del antiguo reino de Aragón)

Sintiendo desde muy niño la vocación sacerdotal, ingresó a los doce años en el Seminario de Barbastro, trasladándose al de Lérida al comienzo de la Filosofía "donde fue muy apreciado por su buen comportamiento y fervorosa actitud. Su ideal es el sacerdocio". Recibió las Órdenes Menores y poco después el diaconado, "otro paso gigante para acercarse al altar".

Su primera Misa la celebró en Azlor, su pueblo de nacimiento, que se vistió de fiesta y de sus mejores galas para esta celebración. Estaban junto a Mosén Jordán, su padre Domingo, siete hermanos, cuatro hermanos políticos además de muchos familiares y amigos, pero faltaban dos hermanas religiosas Hijas de la Caridad. Como privilegio obtenido en su visita a Roma pudo impartir la Bendición Papal en aquel día de gloria "con una unción extraordinaria.

Su vida fue siempre ejemplar, tanto de niño como de mayor, desbordándose sus ansias de perfección al verse hecho sacerdote; obediente a sus superiores, deferente con sus iguales, de carácter sencillo, dulce y angelical para con todos.

El obispo lo destinó a Monzón como vicario a las órdenes del párroco Mosén Mariano Ferrer, y pasó a residir como huésped en casa de la señora Dolores (Lola), coincidiendo con Mosén Nadal que también había sido destinado, como vicario organista a la parroquia de Santa María del Romeral. Fueron llamados por los vecinos de Monzón "Los Curetas".

Durante su corta vida sacerdotal de cuatro años en la Parroquia de Monzón, dio grandes ejemplos de abnegación y de gran caridad con los pobres. En su alma sentía vivos y crecientes deseos de morir por Cristo, cumpliéndose éstos el día 12 de agosto del año 1936, perdonando generosamente a sus verdugos, a imitación de nuestro Divino Salvador.

Al estallar la guerra civil y las noticias que llegaban de otras regiones y de la propia Diócesis, las personas a ellos allegadas dejaron testimonios que "con las manos tocaban ya la palma del martirio en aquellos momentos tan difíciles".

"Ninguno de los dos puso resistencia cuando fueron a buscarles a la casa de la señora Lola donde estaban hospedados. Los llevan a la cárcel. Poco tiempo están en ella. Su sentencia está decretada. Son sacerdotes".

La señora Lola, ignoraba su paradero pues se lo habían ocultado para que no padeciera pues los llevaba en su corazón. Fue la señora Marieta, la lechera, a quien le pregunto cuando le llevó la leche acostumbrada. "Están en la cárcel".

El día 12 de agosto de 1936, al sacarles de su encierro, solicitaron compartir unos minutos a solas, "quizá para recibir entre sí el sacramento de la reconciliación". Cuentan que el carcelero se emocionó al ver tanta entereza y valentía.

El fusilamiento tuvo lugar en una finca a las afueras de Monzón, a escasa distancia del cementerio, en la partida de "Sierra de Sierra Mediana". Mosén Jordan "cayó a los primeros disparos; y Mosén Nadal se mantenía en pie después de recibir varios disparos. No le hacían blanco, hasta que se sacó el Crucifijo que llevaba y dejándolo en el suelo dijo "Ahora ya me podréis matar". Esta vez sí que las balas dieron en el blanco.

Fue testigo, la señora Juaneta "La Avisadora" de la familia Lamarca.

“Estoy muy contento de padecer este martirio por la causa de Cristo ... sentiría mucho no poder morir por El”. Mosén Jordán daba gracias a su "buen padre porque le ha dejado llegar al sacerdocio", y siente "gozo inmenso de poder dar la vida por Cristo". (De su última carta, despidiéndose de su padre)

El levantamiento de los restos se realizó varios años después, trasladándolos al Cementerio de Azlor (ya de la Diócesis de Huesca). El 27 de septiembre de 1994 fueron trasladados a la Iglesia de la parroquial de Santa María del Romeral de Monzón donde actualmente reposan.
Su proceso de beatificación y canonización se ha realizado junto al del venerable Josep Nadal Guiu, de Bell-lloc de’Urgell, pues ambos eran en aquel momento sacerdotes destinados a la parroquia de Monzón.

S.S. Benedicto XVI firmó el 10 de diciembre de 2010 el decreto con el cual se reconoce el martirio de los Siervos de Dios José Nadal y Guiu, español y José Jordán y Blecua, lo cual permitirá su próxima beatificación.

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Obispo y Mártir

Martirologio Romano:En España, Manuel Basulto Jiménez, obispo de Jaén (España), y de cinco compañeros sacerdotes, asesinados por odio a la fe. ( 1936-1937)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Manuel Basulto Jiménez nació en Aduanero, Ávila (España), el 17 de mayo de 1869, su padre era molinero.

Realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Ávila y recibió la ordenación sacerdotal el 15 de marzo de 1892. Luego estudiaría derecho en la Universidad de Valladolid.

Fue canónigo magistral de León y lectoral de Madrid. En 1909 fue elegido obispo de Lugo, y consagrado el 16 de enero de 1910 por el nuncio Antonio Cardenal Vico en la iglesia de los paúles de Madrid. En 1919 Benedicto XV lo nombró obispo de Jaén, diócesis de la que tomó posesión por poderes el 14 de junio de 1920, celebrando su primera misa el 29 de junio. En su escudo rezaba el lema: "Quien a Dios tiene, nada le falta".

En los días primeros de la guerra civil, ante las revueltas y persecuciones a la Iglesia, al Obispo le ofrecen la posibilidad de huir. El propio gobernador civil intervino para aconsejar y facilitar su marcha a Ávila, donde podría salvar su vida. Estas gestiones las hizo el gobernador civil en reiteradas ocasiones a través de sacerdotes o él mismo por teléfono, pero don Manuel rechazó tales gestiones de forma tajante pues prefería quedar al lado de sus feligreses, corriendo sus mismos riesgos.

Pocos días después, el 2 de agosto de 1936, una masa de milicianos asaltaron las dependencias del Obispado. Invadieron el Obispado con hachas y palos, preguntando: "¿Dónde está el Obispo? Porque le vamos a dar un tiro". Estas circunstancias las preveía ya el Obispo en los meses anteriores. Uno de los testigos, ordenado sacerdote por Basulto el 6 de junio de 1936, recuerda la homilía que en tal ocasión les predicaba dedicada especialmente a los seis sacerdotes que ordenó: "Os envío como ovejas en medio de lobos".

Los milicianos entraron en el Obispado buscando armas que lógicamente no encontraron, pero sí encontraron algunos títulos del tesoro, que correspondían a la Delegación de Fundaciones y Capellanías que había en el Obispado para atender las necesidades de clero y conventos. El Obispo fue obligado a trasladarse a vivir a las oficinas de la planta baja. Se formó una comisión del Frente Popular, presidida por el alcalde, José Campos Perabá, para detener al Obispo. Cuando fue a ser trasladado el Obispo a la Catedral, que hacía de cárcel, pidió subir a la Capilla para consumir el Santísimo Sacramento, el jefe de los milicianos se negó y comenzó a blasfemar. A las 11 de la noche, el Obispo fue llevado a la Catedral, acompañado del Vicario general, Félix Pérez Portela. Al día siguiente la radio difundía la mentira que el Obispo de Jaén había sido sorprendido cuando intentaba huir con nueve millones de pesetas.

Don Manuel estaba encerrado con su familia en la primera habitación de la Catedral, entrando a la derecha; le acompañaban su hermana y cuñado y el Vicario general, D. Félix. En aquellos días de prisión, estuvo atento a los problemas de gobierno, encomendando a uno de los sacerdotes allí detenidos (D. Juan Montijano, que luego narrará todo lo ocurrido) que transmitiera a D. Juan Aragón su nombramiento como gobernador eclesiástico, por lo que pudiera pasar.

El Director general de prisiones, Pedro Villar, ordena que se haga un traslado de presos desde la Catedral de Jaén hasta Alcalá de Henares. En la Catedral los presos estaban hacinados en un número que superaba toda posibilidad de pervivencia. Se organizan dos traslados en dos noches sucesivas: el 11 y 12 de agosto de 1936. El total de presos que se sacan de la Catedral fue de 325 en la primera noche y 300 en la segunda. La narración del sacerdote D. Juan Montijano desciende a detalles de estos dos viajes. Los prisioneros trasladados en la primera noche también sufrieron vejaciones en el camino y once de ellos, dos de los cuales eran sacerdotes, fueron asesinados en el trayecto.

El día 12 de agosto de 1936 se forma una segunda expedición. En ella va incluido el Obispo, el Vicario general, la hermana del Obispo y el esposo de ésta. Las escenas de aquel trayecto en tren las cuentan los supervivientes y lo horrible de aquella matanza se recoge en un expediente del Archivo Nacional de España: A1 llegar a Vallecas, cerca de Madrid, el tren fue dejado a merced de las turbas. Los pormenores de la muerte del Siervo de Dios nos son conocidos por los testimonios de los supervivientes o de los mismos participantes en la matanza. Unos y otros dicen que colocados en grupos de veinticinco sobre un repecho de un paraje, muy cercano al cerro de Santa Catalina, iban dando cuenta de ellos tres ametralladoras apostadas frente por frente a muy pocos metros.

Su muerte ha sido valorada por los Teólogos vaticanos como un verdadero martirio porque la actuación de quienes intervinieron fue claramente "in odium fidei". El Obispo fue detenido publicándose calumnias contra él: Que se iba a escapar con nueve millones; se le impidió ir a la capilla para consumir el Santísimo Sacramento, dándole como respuesta las voces de unas blasfemias; pasó por la nave de la Catedral bendiciendo camino del martirio y también en esos momentos recibe las burlas de los milicianos; en el camino del tren pidieron la cabeza del Obispo en Alcázar de San Juan y Vallecas y en otras estaciones del trayecto. Por otro lado, los testigos refieren la serenidad de Don Manuel en tales momentos y la aceptación cuando le dan la noticia de que va a ser trasladado a aquel tren que le llevaría a la muerte: "Todo sea por Dios" dijo serenamente.

El 28 de marzo de 2013 S.S. Francisco firmó el decreto reconociemdo el martirio de este grupo de mártires lo cual permitirá su próxima beatificación que se realizará, Dios mediante, el 13 de octubre de 2013.

Este grupo de mártires está integrado por:

1. MANUEL ARANDA ESPEJO, seminarista de la diócesis de Jaén
nacimiento: 22 Marzo 1916 en Monte Lope Alvarez, Jaén (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Monte Lope Alvarez, Jaén (España)

2. MANUEL BASULTO JIMÉNEZ, Obispo de Jaén
nacimiento: 17 Mayo 1860 en Adanero, Ávila (España)
martirio: 12 Agosto 1936 en Vallecas, Madrid (España)

3. FÉLIX PÉREZ PORTELA, sacerdote de la diócesis de Jaén
nacimiento: 21 Febrero 1895 en Adanero, Ávila (España)
martirio: 12 Agosto 1936 en Vallecas, Madrid (España)

4. FRANCISCO LÓPEZ NAVARRETE, sacerdote de la diócesis de Jaén
nacimiento: 02 Marzo 1892 en Villanueva del Arzobispo, Jaén (España)
martirio: 28 Agosto 1936 en Villanueva del Arzobispo, Jaén (España)

5. JOSÉ MARÍA POYATOS RUIZ, joven laico de la diócesis de Jaén
nacimiento: 20 Octubre 1914 en Vilches, Jaén (España)
martirio: 03 Octubre 1936 en Úbeda, Jaén (España)

6. FRANCISCO SOLÍS PEDRAJAS, sacerdote de la diócesis de Jaén
nacimiento: 09 Julio 1877 en Marmolejo, Jaén (España)
martirio: 03 Abril 1937 en Mancha Real, Jaén (España)

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SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL

RELIGIOSA




Co-Fundadora de la Orden de la Visitación de Santa María.

Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal, religiosa, que siendo primero madre de familia, tuvo como fruto de su cristiano matrimonio seis hijos, a los que educó piadosamente, y muerto su esposo, bajo la dirección de san Francisco de Sales abrazó con decisión el camino de la perfección y realizó obras de caridad, en especial para con los pobres y enfermos. Dio comienzo a la Orden de la Visitación de santa María, que dirigió también prudentemente, y su muerte tuvo lugar en Moulins, junto al Aller, cerca de Nevers, en Francia, el día trece de diciembre (1641).

Santa Juana Francisca Fremiot nació en Dijon, Francia, el 23 de enero, de 1572, nueve años después de finalizado el Concilio de Trento. De esta manera, estaba destinada a ser uno de los grandes santos que el Señor levantó para defender y renovar a la Iglesia después del caos causado por la división de los protestantes. Santa Juana fue contemporánea de S. Carlos Borromeo de Italia, de Sta. Teresa de Ávila y S. Juan de la Cruz de España, de S. Juan Eudes y de sus compatriotas, el Cardenal de Berulle, el Padre Olier y sus dos renombrados directores espirituales, San Francisco de Sales y San Vicente de Paúl. En el mundo secular, fue contemporánea de Catalina de Medici, del Rey Luis XIII, Richelieu, Mary Stuart, la Reina Isabel y Shakespeare. Murió en Moulins el 13 de diciembre, de 1641.

Su madre murió cuando tenía tan solo dieciocho meses de vida. Su padre, hombre distinguido, de recia personalidad y una gran fe, se convirtió así en la mayor influencia de su niñez. A los veintiún años se casó con el Barón Christophe de Rabutin-Chantal, de quien tuvo seis hijos. Dos de ellos murieron en la temprana niñez. Un varón y tres niñas sobrevivieron. Tras siete años de matrimonio ideal, su esposo murió en un accidente de cacería. Ella educó a sus hijos cristianamente. 

En el otoño de 1602, el suegro de Juana la forzó a vivir en su castillo de Monthelon, amenazándola con desheredar a sus hijos si se rehusaba. Ella pasó unos siete años bajo su errática y dominante custodia, aguantando malos tratos y humillaciones. En 1604, en una visita a su padre, conoció a San Francisco de Sales. Con esto comenzó un nuevo capítulo en su vida.

Bajo la brillante dirección espiritual de San Francisco de Sales, nuestra Santa creció en sabiduría espiritual y auténtica santidad. Trabajando juntos, fundaron la Orden de la Visitación de Annecy en 1610. Su plan al principio fue el de establecer un instituto religioso muy práctico algo similar al de las Hijas de la Caridad, de S. V. de Paúl. No obstante, bajo el consejo enérgico e incluso imperativo del Cardenal de Marquemont de Lyons, los santos se vieron obligados a renunciar al cuidado de los enfermos, de los pobres y de los presos y otros apostolados para establecer una vida de claustro riguroso. El título oficial de la Orden fue la Visitación de Santa María.

Sabemos que cuando la Santa, bajo la guía espiritual de S. Francisco de Sales, tomó la decisión de dedicarse por completo a Dios y a la vida religiosa, repartió sus joyas valiosas y sus pertenencias entre sus allegados y seres queridos con abandono amoroso. De allí en adelante, estos preciosos regalos se conocieron como "las Joyas de nuestra Santa." Gracias a Dios que ella dejó para la posteridad joyas aún más preciosas de sabiduría espiritual y edificación religiosa. 

A diferencia de Sta. Teresa de Ávila y de otros santos, Juana no escribió sus exhortaciones, conferencias e instrucciones, sino que fueron anotadas y entregadas a la posteridad gracias a muchas monjas fieles y admiradoras de su Orden. 

Uno de los factores providenciales en la vida de Sta. Juana fue el hecho de que su vida espiritual fuera dirigida por dos de los más grandes santos todas las épocas, S. Francisco de Sales y S. Vicente de Paúl. Todos los escritos de la Santa revelan la inspiración del Espíritu Santo y de estos grandiosos hombres. Ellos, a su vez, deben haberla guiado a los escritos de otros grandes santos, ya que vemos que ella les indicaba a sus Maestras de Novicias que se aseguraran de que los escritos de Sta. Teresa de Ávila se leyeran y estudiaran en los Noviciados de la Orden. 

Santa Juana fue una auténtica contemplativa. Al igual que Sta. Brígida de Suecia y otros místicos, era una persona muy activa, llena de múltiples proyectos para la gloria de Dios y la santificación de las almas. Estableció no menos de ochenta y seis casas de la Orden. Se estima que escribió no menos de once mil cartas, que son verdaderas gemas de profunda espiritualidad. Más de dos mil de éstas se conservan todavía. La fundación de tantas casas en tan pocos años, la forzó a viajar mucho, cuando los viajes eran un verdadero trabajo.

Sta. Juana le escribió muchas cartas a S. Francisco de Sales, en búsqueda de guía espiritual. Desafortunadamente, después de la muerte de S. Francisco la mayoría de las cartas le fueron devueltas a Sta. Juana por uno de los miembros de la familia de Sales. Como era de esperarse, ella las destruyó, a causa de su naturaleza personal sagrada. De este modo, el mundo quedó privado de lo que pudo haber sido una de las mejores colecciones de escritos espirituales de esta naturaleza.



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