Inés de Bohemia -de Praga-, Santa
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Chad (Ceada o Ceades), Santo |
Cuando Wilfrido fue elegido obispo de York, sentía más aún en su corazón de apóstol la necesidad de extender el reino de Dios por otros sitios que no hubieran sido ya hollados o trillados antes.
Fue entonces cuando le vino la idea de enviar a Chad como obispo a Nortthumbria. Aquí, como hacían los apóstoles de Jesús, se entregó plenamente a su trabajo.
Recorría a pie todos los lugares que pertenecían a su diócesis. Sembraba en los corazones la calma; ayudaba a los pobres, les predicaba la Palabra de Dios, sin excluir nunca a los nobles y ricos. Dios ha venido para la salvación de todos.
Eran tan tiernas las entrañas de Chad que a todo el mundo los consideraba como a sus hijos. Si llegaban los días lluviosos o las tormentas, hacía mucha oración por todos y porque sus cosechas fueran buenas.
También solía, con el mal tiempo, encerrarse horas y horas en la iglesia para recitar los Salmos de la Biblia.
Estuvo misionando, esa es la palabra, durante dos años. Tras ellos, había ocupado el primado de Inglaterra, que está en York, un tal Teodoro.
No tenía buenas intenciones para con el incansable misionero Chad. Y apenas pudo, le exigió que renunciara a ser obispo.
Chad dijo que estaba siempre a disposición de lo que Dios le pidiere en cada instante. Así pues, dejó su cargo.
Transcurrieron solamente algunos meses. Tiempo suficiente para que Teodoro recapacitase en la injusticia que había cometido con Chad.
Para compensar lo mal que se comportó con él, le nombró canónicamente –esta vez sí según él – obispo de Lichfield.
Igualmente llevó a cabo un gran apostolado duran te tres años, hasta que la plaga de la peste le llevó a la eternidad. Era el año 672, tal día como hoy.
Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com
Ángela de la Cruz, Santa |
Etimológicamente: Ángela = Aquella que trae el mensaje de Dios, es de origen griego.
Fecha de canonización: 4 de mayo de 2003 por S. S. Juan Pablo II.
Con humildad y sencillez, esta mujer, que apenas sabe escribir, pondrá por escrito, a petición del P. Torres, lo que siente: narra una contemplación que ha tenido de la Santa Cruz, a partir de la cual se llamará Ángela de la Cruz; o cómo concibe ese Calvario que quiere que sea su vida: sólo tiene 27 años. El 2 de agosto de 1875 nace la “Compañía de Hermanas de la Cruz” , con el fin de ayudar y atender a los pobres y a los enfermos, y limpiar de miserias sus casas. Las religiosas viven en conventos que son un como un “Calvario”, con una imagen preciosa de la Virgen María en el Oratorio; con una existencia austera, en silencio casi absoluto, de oración y meditación continua. Las vocaciones aumentan, así como las peticiones de ayuda de los más pobres y necesitados, incluso de los ricos, y se suceden las fundaciones. La Madre Ángela de la Cruz, que morirá en 1932, estará toda su vida pendiente de todas y cada una de sus hijas, y de cuantos acuden buscando su consejo y su apoyo.
¿Qué podemos aprender de Sor Ángela de la Cruz?
Sor Ángela de la Cruz fue pobre: su máxima era vivir la pobreza evangélica, como Jesucristo, porque sólo desde la pobreza podrá comprender y ayudar a los pobres. Dedica su comida y las limosnas que recibe para los pobres del barrio. Su atención a los pobres le lleva a ‘chupar’ la supuración de las llagas de una enferma a punto de morir, y que sana al poco tiempo. Ese desprendimiento la lleva a concebir una Compañía en la que sus monjas estén al servicio de los pobres, desprendidas de todo, sin más ropa que la puesta, con un régimen de comidas austero, dormir en tarimas de madera… sus religiosas son mendigas, y todo lo reciben de limosna. Con un objetivo cristiano: llevar todas las almas a Dios.
Humilde: ser ‘nada’ en la voluntad de Dios; obedecer continuamente; vivir en una actitud continua de recogimiento; aceptar las reprimendas y no justificarlas cuando son injustas. Humildad que se plasma en sus Hijas: piden limosna, visitan y ayudan a los enfermos.
Madre: madre para los pobres, a quienes da todo lo que tiene, y sobre todo su amor. Madre para sus Hijas, a quienes quiere y cuida, a quienes dirige cartas circulares, y cartas personales; a quienes exhorta a vivir muy unidas, con paz y tranquilidad, siendo ángeles de paz, con un testimonio de pobreza evangélica y de alegría. Madre que creará internados para las hijas huérfanas de los enfermos que asisten las Hermanas, y escuelas para las niñas humildes, incluso escuelas nocturnas para las obreras. Pobreza sí, miseria no. Confianza: en la divina Providencia y en las personas que la Divina Providencia ponía a su lado.
Amor a la Cruz: las casas de las Hermanas son como un Calvario, y en el dormitorio hay un altar con una Cruz.