09/25/14

11:54 p.m.
Martirologio Romano: Santos Cosme y Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, de Augusta Eufratense (hoy Siria), no pidiendo nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos (c. s. III).

Etimología: Cosme = ”adornado, bello,” de la lengua griega;

Damián = “domador”, también del griego.



SANTOS COSME Y DAMIÁN(c. 300). San Gregorio de Tours, en su libro De gloria martyrium, escribe:

"Los dos hermanos gemelos Cosme y Damián, médicos de profesión, después que se hicieron cristianos, espantaban las enfermedades por el solo mérito de sus virtudes y la intervención de sus oraciones... Coronados tras diversos martirios, se juntaron en el cielo y hacen a favor de sus compatriotas numerosos milagros. Porque, si algún enfermo acude lleno de fe a orar sobre su tumba, al momento obtiene curación.


Muchos refieren también que estos Santos se aparecen en sueños a los enfermos indicándoles lo que deben hacer, y luego que lo ejecutan, se encuentran curados. Sobre esto yo he oído referir muchas cosas que sería demasiado largo de contar, estimando que con lo dicho es suficiente".-


A pesar de las referencias del martirologio y el breviario, parece más seguro que ambos hermanos fueron martirizados y están enterrados en Cyro, ciudad de Siria no lejos de Alepo. Teodoreto, que fue obispo de Cyro en el siglo V, hace alusión a la suntuosa basílica que ambos Santos poseían allí.


Desde la primera mitad del siglo V existían dos iglesias en honor suyo en Constantinopla, habiéndoles sido dedicadas otras dos en tiempos de Justiniano. También este emperador les edificó otra en Panfilia.


En Capadocia, en Matalasca, San Sabas († 531) transformó en basílica de San Cosme y San Damián la casa de sus padres. En Jerusalén y en Mesopotamia tuvieron igualmente templos. En Edesa eran patronos de un hospital levantado en 457, y se decía que los dos Santos estaban enterrados en dos iglesias diferentes de esta ciudad monacal.-


En Egipto, el calendario de Oxyrhyrico del 535 anota que San Cosme posee templo propio. La devoción copta a ambos Santos siempre fue muy ferviente.


En San Jorge de Tesalónica aparecen en un mosaico con el calificativo de mártires y médicos. En Bizona, en Escitia, se halla también una iglesia que les levantara el diácono Estéfano.


Pero tal vez el más célebre de los santuarios orientales era el de Egea, en Cilicia, donde nació la leyenda llamada "árabe", relatada en dos pasiones, y es la que recogen nuestros actuales libros litúrgicos.


Estos Santos, que a lo largo del siglo V y VI habían conquistado el Oriente, penetraron también triunfalmente en Occidente. Ya hemos referido el testimonio de San Gregorio de Tours. Tenemos testimonios de su culto en Cagliari (Cerdeña), promovido por San Fulgencio, fugitivo de los bárbaros. En Ravena hay mosaicos suyos del siglo VI y VII. El oracional visigótico de Verona los incluye en el calendario de santos que festejaba la Iglesia de España.-


Mas donde gozaron de una popularidad excepcional fue en la propia Roma, llegando a tener dedicadas más de diez iglesias. El papa Símaco (498-514) les consagró un oratorio en el Esquilino, que posteriormente se convirtió en abadía. San Félix IV, hacía el año 527, transformó para uso eclesiástico dos célebres edificios antiguos, la basílica de Rómulo y el templum sacrum Urbis, con el archivo civil a ellos anejo, situados en la vía Sacra, en el Foro, dedicándoselo a los dos médicos anárgiros.-


Tan magnífico desarrollo alcanzó su culto, por influjo sobre todo de los bizantinos, que, además de esta fecha del 26 de septiembre, se les asignó por obra del papa Gregorio II la estación coincidente con el jueves de la tercera semana de Cuaresma, cuando ocurre la fecha exacta de la mitad de este tiempo de penitencia, lo que daba lugar a numerosa asistencia de fieles, que acudían a los celestiales médicos para implorar la salud de alma y cuerpo.-


Caso realmente insólito, el texto de la misa cuaresmal se refiere preferentemente a los dichos Santos, que son mencionados en la colecta, secreta y poscomunión, jugándose en los textos litúrgicos con la palabra salus en el introito y ofertorio y estando destinada la lectura evangélica a narrar la curación de la suegra de San Pedro y otras muchas curaciones milagrosas que obró el Señor en Cafarnaúm aquel mismo día, así como la liberación de muchos posesos. Esta escena de compasión era como un reflejo de la que se repetía en Roma, en el santuario de los anárgiros, con los prodigios que realizaban entre los enfermos que se encomendaban a ellos.-


Cabría preguntarse: ¿Por qué hoy estos Santos gloriosos no obran las maravillas de las antiguas edades? Tal vez la contestación podría formularse a través de otra pregunta: ¿Por qué hoy no nos encomendamos a ellos con la misma fe, con esa fe que arranca los milagros?.-


Pero lo que conviene es que no se apague la fe, que la mano del Señor "no se ha contraído". Y si San Cosme y San Damián continúan siendo patronos de médicos y farmacéuticos, bien podemos seguirles invocando con una oración como ésta, de la antigua liturgia hispana:


"¡Oh Dios, nuestro médico y remediador eterno, que hiciste a Cosme y Damián inquebrantables en su fe, invencibles en su heroísmo, para llevar salud por sus heridas a las dolencias humanas haz que por ellos sea curada nuestra enfermedad, y que por ellos también la curación sea sin recaída".-


Santos Cosme y Damián


ORACIÓN


Al recordar hoy el triunfo de tus mártires San Cosme y San Damián, tu Iglesia, Señor, te glorifica y te da gracias, porque, en tu admirable providencia, a ellos les has dado el premio merecido de la gloria eterna y a nosotros la ayuda de su valiosa intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.-


¡Felicidades a quienes lleven este nombre!


En corazones.org encontrarás más acerca de Cosme y Damián.


Consulta también Cosme, Mártir



11:54 p.m.
Martirologio Romano: En la ciudad de Los Reyes, en Perú, beato Luis Tezza, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos, que, para servir a Dios junto a los enfermos, fundó la Congregación de las Hijas de San Camilo, a las que dirigió para llevar a cabo muchas obras de caridad (1923)

El Padre LUIS TEZZA nace en Conegliano (Treviso) el 1 de Noviembre de 1841, siendo sus padres el médico Augusto y Catalina Nedwiedt. Hijo único, huérfano de padre a la edad de nueve años, va a vivir, junto con su madre, a Padua, donde contiúa sus estudios.


A la edad de 15 años entra en la Orden de los religiosos “camilos” (Ministros de los Enfermos de San Camilo de Lellis). La madre, después de haberlo confiado al noviciado de los camilos de Verona, convencida de la perseverancia del hijo, entra en el monasterio de la Visitación de Padua, dejando Fama de mujer y religiosa excepcional.


Ordenado de sacerdote, se le confía la dirección de los religiosos jóvenes. Después de cuatro años se le presenta la posibilidad de ir a las misiones africanas, que le atraían intensamente desde hacía tiempo, pero renuncia a ello por obediencia a sus legítimos superiores.En vez de ello es trasladado a Roma como vicemaestro de novicios.


Innovador y fundador


En 1871 el Padre Luis es enviado a Francia como maestro de novicios de la nueva provincia religiosa, de la cual llegará a ser el primer superior provincial. Con su celo y su empeño logra establecer la vida común dentro la comunidad y, hacia fuera, el específico ministerio camiliano: la asistencia corporal y espiritual de los enfermos.Después de la supresión de las órdenes religiosas, en 1880, es expulsado de Francia como extranjero, pero retorna clandestinamente después de algunos meses, logrando reunir a los religiosos entonces dispersos.De esa manera, la joven provincia pudo no sólo resistir la represión sino también poner las bases para su ulterior desarrollo.


Elegido procurador y vicario general, retorna a Roma, donde, en 1891, tiene un encuentro provincial: conoce a Josefina Vannini (beatificada el 16 de octubre de 1994). Propone a esta joven un proyecto que lleva en su corazón desde hace algún tiempo: constituir un grupo de mujeres consagrado a Dios en el servicio a los enfermos según el espíritu y el carisma de San Camilo de Lellis.


Nace así el 2 de febrero de 1892 la Congregación de las Hijas de San Camilo que, dentro del carisma camiliano, pone en evidencia características típicamente femeninas como la ternura, la acogida, la capacidad de escucha y la intuición.Cualidades de sensibilidad y de corazón que San Camilo quería para sus religiosos en la asistencia a los enfermos.Aprovado en 1931 por la Santa Sede, el Instituto ha tenido una rápida y constante expansión.


El apóstol de Lima


Parecía ahora que la actividad del Padre Luis hubiese llegado a su fin. Sin embargo, le esperaban otros trabajos. A la edad de 59 años es enviado a Perú como visitador para reformar la comunidad camiliana de Lima, que había estado separada durante más de un siglo de la casa central de Roma y corría peligro de ser cerrada. Debía ser una breve estancia, pero su presencia en esta cuidad fue tenida como indispensable por el Arzobispo y por el Delegado Apostólico, Monseñor Pedro Gasparri, que lo definía como un “hombre inspirado por Dios y providencial para Lima”. Él acepta la voluntad de Dios y se entrega confiadamente a la Providencia. Así estará 23 años en Lima hasta su muerte.


Durante estos años derrama en su entorno tesoros de caridad y de amor de Dios, a través de un intenso apostolado. Además de trabajar por el restablecimiento de la disciplina regular en su comunidad, se dedica a la asistencia de los enfermos particularmente pobres tanto en las casas privadas y en los hospitales como en las cárceles. Es confesor y director espiritual del seminario de la archidiócesis y de diversas congregaciones religiosas; es buscado como apreciado consejero por la Nunciatura apostólica y la diócesis. Ayuda con éxito a otra fundadora, la sierva de Dios Teresa Candamo, que tenía dificultades con su Institución recién fundada. Tanto su trabajo discreto, inteligente y lleno de amor, como su carácter firme y dulce, contribuyeron a darlo a conocer como “el santo de Lima”. Aquí fue donde murió el Padre Luis Tezza el 23 de septiembre de 1923. Una persona anónima escribió en el cemento de la parte posterior de su piedra sepulcral las “el apóstol de Lima”.


Considerado como “el sacerdote más santo de la diócesis de Lima”, según las palabras del cardenal Lauri, a la hora de su muerte los fieles difundieron un significativo recordatorio que revela los trazos de su santidad: “fue querido como Padre y venerado como Santo. Él no existe, pero desde su tumba nos hace oir sus enseñanzas. Su figura y continente era la de un ángel; su palabra era siempre la de un ministro del Evangelio; su corazón era depósito de nobilísimos afectos; su amistad fue cadena de oro que aprisionó sin violencia miles de corazones y su misión fue siempre salvadora. Pasó por en medio de nosotros como una visión celestial, siempre bondadoso y humilde, siempre cariñoso y caritativo. La fe era el principio de sus obras y la bondad le servía como de manto y de diadema”.


Sus restos mortales reposan en la casa general de las Hijas de San Camilo de Vía Anagnina e Grottaferrata (Roma) al lado de la Cofundadora, la Beata Josefina Vannini.


Reproducido con autorización de Vatican.va



3:07 a.m.
Dos veces aparece este nombre en los Evangelios. Una en San Lucas cuando habla de los dos discípulos que marchaban a Emaús (cfr San Lucas 24; 13, ss) y la otra en San Juan cuando habla de una "María, la mujer de Cleofás" que estaba presente en el Calvario, acompañando a la Virgen, la tarde en que fue crucificado y moría Jesús (cfr San Juan 19; 25,ss).-

Sin que pueda establecerse con certeza que estos dos personajes fueran marido y mujer, ya que varones llamados Cleofás debía haber bastantes en Jerusalén, sí parece que el esposo de esa María del Calvario debía ser un cristiano bastante conocido entre los discípulos, cuando San Juan escribe su evangelio y también que ambos estuvieron muy cerca de los acontecimientos que hoy narramos.-


Es la alborada del Domingo. Unas mujeres, quieren envolver en lienzos el cuerpo y poner perfumes preciosos, a la usanza judía, en el cuerpo de Jesús, ya que no pudo prepararse con finura el viernes por la tarde cuando lo pusieron en el sepulcro.-


El sepulcro está vacío, no tiene cuerpo dentro. Unos ángeles avisan que está vivo el Señor Jesús . Las mujeres, locas de alegría, nerviosas, corren y transmiten la nueva a los discípulos. Pedro y los demás no pueden creer ese inusitado acaecimiento.-


La distancia de Jerusalén a Emaús es de algo más de diez kilómetros. Hacia Emaús caminan ese mismo día dos discípulos del Maestro. Uno de ellos responde al nombre de Cleofás. Van comentando entre ellos los acontecimientos del fracaso de Jesús en los días pasados. –


Las pisadas son pesadas porque llevan la amargura en el pecho. Son tantos años juntos, tantas ilusiones truncadas, tantas promesas secas, tantas alegrías cegadas... hasta los proyectos del Reino se esfumaron con los clavos, la cruz y la lanza. Con Jesús muerto mal se anda.-


Se les unió un caminante como compañero de camino. Ellos temían "ofuscada la mirada". Al preguntar qué les pasa, Cleofás con tono enojado casi le regañó por no estar al día de lo que ha pasado en la Ciudad Santa. Cuando resumen los hechos tan trágicos e impresionantes, el viajero les recordó que ya estaba previsto por los profetas.-


Al acercarse a la aldea, el caminante hace intención de proseguir. Cleofás y su amigo le insistieron: "Quédate con nosotros, que el día ya declina". El caminante accedió, entró con ellos en la casa, se sentó a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió en trozos, y se lo dio. En este instante le reconocieron.-


Ahora, desandar lo andado para decirle a los hermanos que las mujeres mañaneras tenían razón no es pesado, es alegría; avanzan en la noche tan seguros como a pleno día porque lucen mucho las estrellas, los pasos se han tornado ágiles y firmes, el corazón late con fuerza, el gozo se ha hecho vida. Notan la vehemencia de decir pronto a los otros que Jesús sí es el Mesías.Con Jesús Vivo bien se camina.-


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San Cleofás


Oración


Confesamos, Señor, que sólo tú eres santo y que sin ti nadie es bueno, y humildemente te pedimos que la intercesión de San Cleofás venga en nuestra ayuda para que de tal forma vivamos en el mundo que merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.-


Otras celebraciones de hoy: Nuestra Señora de la Fuencisla. Santos: Alberto de Jerusalén, Atanasio, Irene, Baldovino, Sergio, Aurelia, Neomisia, confesores; Arnolfo, Fermín, Solemnio, Lupo, Cástor, obispos; Antila, Bardomiano, Eucarpo, Herculano, mártires; Ermenfredo, abad; Pafnucio, monje; Cleofás, discípulo del Señor.


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com



3:07 a.m.
La llamada a la santidad es universal, es para todos, desde la eternidad, es decir desde el seno materno. Es una llamada a la vida y a la salvación. En este breve resumen de la vida de S. Vicente Maria Strambi, no se investigarán las señales de la llamada divina, que, por cierto, existieron, sino sobre todo el fúlgido ejemplo de respuesta a la acción de la gracia. Nació en Civitavecchia, Italia el 1º de enero de 1745 del farmacéutico Giuseppe y de Eleonora Gori; el joven habría podido adherirse a los proyectos del padre y disfrutar ventajas de una familia acomodada. Pero la santidad consiste en una respuesta radical, total, absoluta. El sentido común, el hacer aquello que hacen todos no se sienta bien a los santos; se requiere, ante todo, la abnegación, la negación de la misma naturaleza, de la misma voluntad para uniformarla a la de Cristo.

Vicente elige el sacerdocio y es ordenado el 29 de diciembre de 1767. Con esto no queremos decir que el estado laical sea una condición inferior de santidad, sino indudablemente diferente. ¡Ojalá que los laicos fueran todo santos y lo mismo pueda decirse de los sacerdotes y de los religiosos!


Pero su deseo de consagrarse a Cristo no se detuvo en el sacerdocio. Quiso hacerse religioso, primero pidió entrar con los padres de la Misión y después con los Capuchinos. Hasta que encontró a Pablo de la Cruz y quedó conquistado por su personalidad y santidad; en el 1768 fue acogido entre los Pasionistas por el mismo Pablo. Pero para vencer la oposición del padre, tuvo que huir de casa. El padre le escribió a S. Pablo de la Cruz, pidiéndole que mandara a Vicente de vuelta a su familia. El Fundador contestó con una carta igualmente clara y decidida, haciendo una profecía: "Debería alegrarse sumamente al ver que el Señor elige a su hijo para hacerlo un gran Santo". Fue fácil para San Pablo ser profeta.


Vicente no dejó de negociar los propios talentos naturales. Estaba dotado de una vivísima inteligencia, unida a gran sentido práctico; a solo 21 años recibió del Obispo de Montefiascone el encargo de prefecto del seminario y a los 22, todavía sin ser sacerdote, lo nombró rector del seminario de Bagnoregio.


Fue un hábil predicador popular, dirigió ejercicios espirituales al clero y predicó en varias iglesias de Roma. Fue eminente director espiritual y entre sus hijos cuenta varios santos, entre los cuales se encuentra S. Gaspar del Búfalo. En la Congregación Pasionista fue revestido con los cargos de profesor de teología, de superior, de provincial y de consultor general; fue estimado por todos especialmente por S. Pablo de la Cruz. como verdadero pasionista, fue devotísimo de la preciosísima Sangre de Jesús. Escribió su primer libro sobre el mes de julio dedicado a la Preciosísima Sangre de Jesús.


Otra característica de la santidad es la perseverancia. El padre Vicente que había soñado con la quietud de los retiros pasionistas, en 1801 fue nombrado por Pio VII obispo de Macerata y Tolentino. Es un pastor diligente. Soporta con dignidad y paciencia el exilio a que es condenado por Napoleón de 1808 a 1814, por su fidelidad al Papa. Pero no se burocratiza, no accede al formalismo. No olvida a los enfermos y sobre todo escucha el clamor de los pobres. "Los pobres, decía, gritan, gritan". Una vida gastada desde el principio por la Iglesia, los fieles y por el Papa. En el 1823 Leon XII lo quiere en su residencia como su consejero y como su confesor. Pero Vicente quiere imitar hasta el final a Cristo y ofrece su vida por la salud del Pontífice y es escuchado: el Papa se cura y él muere imprevistamente.


De las cartas de dirección espiritual de San Vicente Maria Strambi


- "¡Humildad, humildad, humildad. Oh preciosa virtud, cuantos tesoros nos das y nos conservas! Cuánto nuevos estímulos Dios pone en el corazón, porque lo amamos sin reserva alguna."


- "Oh cuánto le gusta a Dios que tengamos un concepto altísimo de su bondad y que caminemos en verdadera sencillez de corazón. Caminemos en una humildad generosa; tomemos nuevas fuerzas de la esperanza, que consigue cuánto espera. El santo amor sea el alma de toda la vida interior. ¡Oh amor, oh amor, tú transformas la tierra en el paraíso!"


- "Nuestros queridos amigos nos preceden y van al cielo; ¿y nosotros que hacemos en este destierro? El único consuelo al permanecer en esta tierra es hacer la santa voluntad de Dios. Con humildad pacífica y generosa busquemos unirnos cada vez más estrechamente a Dios y comenzaremos así la vida bienaventurada del cielo."


- "Conserve su corazón en gran paz. Proceda sin cumplidos con Dios: no se examine demasiado a sí misma. Nuestro Dios es bueno y no hace caso a ciertas minucias, de que algunas almas hacen demasiado caso."


- "Quisiera que su ejercicio más frecuente fuera el amor de Dios: la escuela para encenderse de este amor es el Monte Calvario, santificado por la gran efusión de la preciosa Sangre de Jesús."



3:07 a.m.
Martirologio Romano: En la sierra de las Alpujarras, cerca de la ciudad de Granada, beato Marcos Criado, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de cautivos, y mártir, víctima de los moriscos (1569).

Fue un valiente misionero declarado Beato por dejarse hasta su vida como misionero anunciando “la Palabra”, la de Cristo, la de la vida, sin mas medio ni arma que la palabra. Tan potente fue esta arma que suscitó la fe en unos y en otros el rechazo. Como respuesta encontró la violencia, y hostilidad hasta la muerte. Pero la violencia venció, y la Palabra con-venció. La fe y su testimonio siguen vivos.


Inicios y vocación Este trinitario nació en un lugar cercano, Andujar, y una fecha lejana, en 1522. Como es natural tenía una gran devoción a la Virgen de la Cabeza. De hecho pierde a su madre siendo niño y ante este dolor acude a su madre del cielo, a la Virgen de la Cabeza. A ella le hablaría de su soledad y de ella sentiría su abrazo de madre, que siempre está ahí, atenta a sus hijos. Marcos, aquel día se encomendó a la madre de Dios y madre nuestra y se consagró a ella.


Años más tarde, aún muy joven pide entrar en la comunidad de Trinitarios de su ciudad, quizá como respuesta a su consagración de niño. Tras un año de noviciado realizó su profesión religiosa como trinitario. Después realizó los estudios teológicos hasta que fue ordenado sacerdote.


El trinitario de la Palabra. La lectura del Evangelio y de los libros de teología le hacían escuchar la Palabra de Jesús que lo llamaba a seguirlo dejándolo todo en pobreza, obediencia y castidad. Aquellas palabras le hicieron encontrarse con la Palabra hecha carne en la realidad y el sufrimiento humano. También él quería anunciar la palabra de vida y esperanza. Marcos destacó por ser un gran predicador, de hecho pasó por diversas comunidades –Andujar, Ronda, Jaén y finalmente Úbeda- con el ministerio de predicador mayor. También en el confesionario su palabra trasmitía la acogida y el perdón de Dios Padre, destacando como confesor.


Misión. Marcos leía la Biblia y meditaba sobre la obediencia de Jesús a la voluntad del Padre. Se encontraba en la comunidad de Úbeda. Aquella tarde tenían capítulo, el Ministro Local lo había convocado de forma extraordinaria, le intrigaba pensar que nuevas tenía que comunicarles. Tras una oración comenzaron la reunión, en el orden del día sólo un punto. Los Obispos de Guadix y Almería pedían a los trinitarios tres o cuatro misioneros para afianzar la fe de los moriscos en la zona de las Alpujarras. La mayoría de los moriscos se habían bautizado para evitar ser expulsados y sólo habían recibido una superficial evangelización. Los obispos querían consolidar la fe de aquellos pueblos apartados y aislados por la abrupta Sierra Nevada. Junto a las palabras de los obispos el provincial añadió que esta empresa se equiparaba a la redención de cautivos, por la redención de almas. Al pedir voluntarios llenos de Espíritu se ofrecen el P. Pedro de San Martin y el P. Marcos Criado. Era el momento de encarnar la Palabra.


Como los apóstoles, de dos en dos, parten nuestros hermanos. Pedro iría a Almería, mientras que Marcos a Guadix. Repentinamente el P. Pedro enferma y tras varios días muere. Marcos se encuentra sólo en su misión, pero de nuevo siente como la Virgen de la Cabeza, le dice que está con él, y que le acompaña en su encomienda. Tras presidir el funeral se pone en camino, había sido nombrado vicario del párroco de la Peza (Granada).


Misionero en las Alpujarras. Desde la Peza va visitando los distintos pueblos de la Alpujarra. Sus dotes de predicador movilizaban a los cristianos y sus palabras en el confesionario trasmitían el amor de Dios. Lo mismo impartía catequesis a los niños en la calle que visitaba a enfermos. Su fama corrió por la sierra, las autoridades civiles y religiosas le facilitaban su trabajo y le pedían a los vecinos que lo acogiesen como a un apóstol. Sin embargo esta fama también le ganó detractores, en la Peza recibe una paliza para que deje su actividad. Un clima de hostilidad se levantaba contra los cristianos, Marcos recibe una nueva paliza en la sierra de Filabres, lo dan por muerto, pero sorprendentemente se recupera. Algunos pueblos cristianos son arrasados y profanados sus templos.


Palabra contra violencia. Nuestro misionero sufre en este contexto de conforntación por lo que decide hablar con Abencotha, líder de los moriscos. Le pide que respete y deje tranquilos a los cristianos y lo invita a cambiar de actitud en nombre de Jesús. Tan insultante le pareció a Abencotha el encuentro que a las palabras responde con violencia. Lo prenden con una soga y lo atan a un caballo arrastrándolo por abruptos caminos. Lo abandonaron como muerto.


De nuevo se recupera y continúa su misión, predicando, visitando a los cristianos acosados. Sus milagrosas recuperaciones, su fidelidad a su misión, y predicaciones producen conversiones, hasta de “renegados de la fe”; al mismo tiempo que la persecución se hace más hostil contra los cristianos. Son asesinados los primeros sacerdotes en Vera y Marcos estando en Cadiar se ve obligado a huir para evitar su muerte. Vuelve a la Peza.


Las autoridades civiles publican el “Edicto del Primero de Mayo” para reprimir a los moriscos. Este documento consigue el efecto contrario, los moriscos se quieren vengar de la opresión y obligaciones impuestas por el edicto atacando a la población cristiana. En la noche de Navidad de 1568 comienza el levantamiento de las Alpujarras. Aben Humeya capitanea una revuelta contra los critianos que irá recorriendo todos los pueblos de la zona, acabando con sacerdotes y cristianos. Año y medio más tarde llegan a la Peza atemorizando a la comunidad cristiana que se refugia en el castillo, junto a sus pastores. El párroco que increpó a los agresores encontró allí su muerte. El P. Marcos celebró sus funerales y desde aquel momento se instala en la Iglesia presintiendo su fin violento. El 22 de septiembre de 1569 tras celebrar la Eucaristía se dirigió a los fieles manifestando su deseo de dar la vida por Cristo.


¿Vence la violencia?. De repente un grupo de moriscos entra violentamente en el templo, les habla pero la respuesta es violencia sorda. Los fanáticos lo sacan a golpes y puntapiés y lo llevan hasta a las afueras del pueblo. Allí un grupo mayor le esperaba. Le torturaron para que renegara de Cristo, y de su boca ensangrentada emergió una clara palabra: - ¡Jamás! Entre golpes e insultos lo amarraron a una encina con los pies al aire, esperando contemplar su agonía y muerte. El día 23 aún estaba vivo y de repente comenzó a cantar salmos, palabras de confianza, de perdón, de alabanza, por lo que apedrearon hasta que ellos creían que estaba muerto. El 24 comprobaron que aún vivía, intentaba balbucear alguna palabra. Aquel día murió, o nació a la vida definitiva. Permaneció en el árbol hasta el 25 y para verificar su muerte un morisco cruel le abrió el pecho y le sacó el corazón.


Los testigos de aquel macabro espectáculo estaban conmovidos tras tres días de violencia y agonía, aceptada en fidelidad y amor ¿Quién le daba aquella fuerza? Al sacarle el corazón todos los presentes quedaron admirados y cayeron en tierra. En el corazón aparecía estar escrita una palabra: “Jesús”, el nombre que apasionó aquel corazón y que le hizo dar la vida por amor.


Triunfo de la Palabra. Habían terminado con su vida, pero la palabra triunfó, venció la fe. Todos fueron a anunciar el hecho prodigioso, los cristianos recogieron el cuerpo y el corazón de su mártir. Comenzaron a llamarlo el Santo Marcos. La sangre de los mártires fue semilla de auténticos cristianos y de generación en generación contaban como el Santo Marcos encarnó la Palabra de Dios en el Pueblo de la Peza y fue signo de su amor.


Debido al culto y veneración que recibió durante siglos en este pueblo y comarca se comienza el proceso de beatificación hasta que en 1899 el Papa León XIII lo elevó a los altares como mártir.



3:07 a.m.
Nació en Palermo, Sicilia, Italia el 15 de agosto de 1818, en una familia aristocrática.

Fue monje y abad benedictino, y muchos acudían a él para pedirle consejo y para su dirección espiritual. Su caridad para con los pobres fue extraordinaria y acudía presuroso donde quiera que hubiera una calamidad.


Fue preconizado obispo de Catania y se entregó plenamente a todos, pero de modo especial a los más necesitados. Tuvo un cuidado y esmero especial para los sacerdotes, y promovió la vida parroquial con gran intensidad.


A pesar de su oposición, fue nombrado cardenal por el papa León XIII, pero no duró mucho en su cargo, pues su salud se deterioró rápidamente y murió dos años después el 4 de abril de 1894.


Los que lo amortajaron no encontraron en el ropero ni una sola pieza para cambiarle de ropa. Todo lo había dado para los pobres, hasta su propio pectoral y anillo..


Su pueblo lo lloró como a un padre bueno y lo veneró como a un santo.


Fue beatificado por el papa Juan Pablo II, el 25 de septiembre de 1988.


El Martirologio Romano lo festeja el 4 de Abril, pero en Catania se lo recuerda el 25 de Septiembre.



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