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12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Sangüesa (Navarra), el 6 de febrero de 1864. Sus padres Francisco y Javiera, agricultores y muy buenos cristianos, la llevaron al Colegio de la Inmaculada, regido por las Hijas de la Caridad. Se distinguió por su inteligencia, obediencia y laboriosidad. En el Colegio formó parte de la Asociación de Hijas de María y en ella experimentó la llamada de Dios.

En casa manifestó obediencia, respeto, responsabilidad en el trabajo, y amor a Dios y a los pobres. Su conducta era ejemplar para sus hermanos. Su padre no acababa de acceder al deseo de su hija de ser Hija de la Caridad, pero un día tuvo la desgracia de caerse de un árbol y herirse gravemente y, poco antes de morir, le encargó a su esposa que diera el consentimiento a su hija.


Trayectoria de su vocación


Ingresó en la Compañía el 18 de marzo de 1881, después de cumplidos los 17 años; y realizó la prueba en el Hospital la Princesa de Madrid. Su primer destino fue el Hospicio de Cuenca, durante 19 años. Estuvo con los niños, y siempre demostró cariño y dedicación para todos los acogidos.


En julio de 1900 fue destinada como superiora al Colegio-Asilo de Bétera (Valencia). La gente la admiraba por el amor y acogida con que atendía tanto a los niños como a los ancianos, pobres y enfermos.


En 1911 fue destinada, con el mismo cargo, al Hospital de Murcia, pero le pesaba mucho la responsabilidad de aquel Hospital grande y complicado. Además, estaba mal de la vista y a los pocos meses le mandaron regresar a Bétera, donde continuo de Superiora. Fue recibida con grandes muestras de cariño por todos: el Ayuntamiento, la Junta de Yerbas (ahora de Montes), que era la que sostenía el Asilo, y el pueblo. Hasta la banda de música la acompañó desde la estación hasta el Asilo.


Sor Josefa fue una auténtica Hija de la Caridad, humilde, caritativa, amante los pobres. Repartía limosnas con gran discreción y, si veía llegar a los niños a la escuela necesitados de alguna prenda de vestir, enseguida lo remediaba. El P. Taboada, misionero paúl que la conoció y la trató, dijo de ella, que sus principales dotes se pueden resumir en tres palabras: Comprensión, ternura y prudencia. Trataba a los Hermanas con cariño y bondad maternal, y extremaba su delicadeza con las Hermanas mayores y enfermas. Sentía una especial estima por la vida comunitaria, hasta llegó a expresar su deseo: “Si nos toca morir, que sea todas juntas, todas en Comunidad”. (No tardaría mucho en cumplirse esta premonición).


El 21 julio de 1936, la casa fue asaltada y la Comunidad despedida. Ellas se resisten a abandonar a tanto niño necesitado y dicen: “¿Cómo es posible que nos hagan esto?”.


Al final, el comité se incautó del Asilo-Castillo y de todo lo que poseían las Hermanas y las despacharon. Se refugiaron en casa de una alumna, pero dos días después, el 21 de agosto, localizadas, las obligaron a dejar aquel refugio. Previamente, el alcalde había ordenado, con un bando público, que nadie saliera a la calle para dar cobijo a las Hermanas. Marchan a Valencia y, sin saber a dónde ir, pasan la noche en una cochera. De mañana, van a la pensión “El Gallo”, y la Sra. las coloca en el piso 2º. Paro había quien seguía la pista a las que iban a llevarles alguna cosa y pronto son apresadas, y las llevaron a la checa, ubicada en el Seminario de Moncada.


Sor Josefa, en los momentos cruciales de la prisión, se sentía responsable de todas y las animaba en todo. Mientras las iban nombrando para darles el paseo de la muerte, ella les decía:”Vamos a padecer por Dios. Estamos ahora en el Huerto de Getsemaní”. Y quiso que la fusilaran la última para así poder apoyar a las demás Hermanas y a Dolores Broseta, Hija de María, seglar, que murió con ellas. Sor Josefa murió perdonando a los enemigos y poniendo su vida en manos de Dios. Fueron fusiladas, por su condición de religiosas, el 9 de diciembre de 1936, en el Picadero de Paterna.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Cea (Orense) el 26 de abril de 1877. Sus padres Francisco y Rosa, la educaron cristianamente y le proporcionaron una educación básica de cultura general en la escuela de la villa. A los 20 años ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad, el 16 de agosto de 1897, después de realizar la prueba en el Hospital de mujeres incurables de Madrid. Su padre, que era Guardia Civil y buen cristiano, facilitó su entrada en la Compañía.

Ilusionada hace realidad su llamada


Una vez terminada su formación inicial, fue destinada al Colegio-Asilo de Bétera (Valencia) donde ejerció su ministerio como maestra de párvulos, también daba clase a muchachas mayores, les enseñaba a bordar y zurcir, tocaba el armonium y dirigía el coro en la capilla. Piadosa, observante y trabajadora, preparaba con esmero las clases y catequesis que daba. También ayudaba a algunas familias en sus casas. Cuando se enteraba de que la enfermedad postraba en cama a la madre de la casa, se hacía presente en ella y se ofrecía para ayudar. Lo primero que hacía era asear a los hijos pequeños y se los llevaba al Asilo.


En 1935 fue nombrada superiora de la Comunidad y al año siguiente, al estallar la revolución, sufrió el asedio y persecución en las mismas circunstancias que su compañera


Sor Carmen Rodriguez y demás Hermanas. Fue martirizada en la misma fecha y lugar. Murió a los 59 años, rezando y perdonando a los que la iban a matar.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: somos.vicencianos.org



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació el 26 de diciembre de 1878 en Peralta, (Navarra), en el seno de una familia dedicada a la agricultura. Sus padres, Ildefonso y Juana, muy buenos cristianos, la educaron cristianamente. Para completar su educación, en su adolescencia, la enviaron a Palencia, con una tía suya, Hija de la Caridad. Allí completó sus estudios primarios en las Escuelas de La Milagrosa, anexas al Hospital.

En contacto con las Hermanas, ingresó en la Asociación de Hijas de María, muy pujante entonces en la capital palentina. Como miembro de la Asociación cultivó la vida de oración y el servicio a los pobres, guiada por sus educadoras. En este ambiente percibió la llamada de Dios para ser Hija de la Caridad. Realizó la prueba y Postulantado en el Hospital de San Bernabé de Palencia, acompañada por su tía.


Maestra de párvulos muy querida


Ingreso en la Compañía el 21 de noviembre de 1896. Pasado el tiempo de formación fue enviada a Bétera (Valencia). Éste fue su único destino en el que ejerció de maestra de párvulos durante 39 años.


Sor Estefanía era una hermana de gran abnegación, paciencia, bondad y un exquisito amor a los más pobres por los que tenía verdadera debilidad. En Comunidad, fue ejemplo de muchas virtudes, particularmente de las propias de las Hijas de la Caridad: humildad, sencillez y caridad. Su acogida era excepcional y siempre se manifestaba contenta y cordial, compasiva y disponible.


Durante la recogida de la naranja, las mamás le dejaban a sus pequeños, sabiendo que iban a estar muy bien atendidos. Su cara expresaba la santidad de su corazón, dicen algunos de los testigos que la conocieron y trataron. Cuidaba también del lavadero y hasta tenía el encargo del Ayuntamiento de dar cuerda al reloj del Castillo.


Valoró de nuevo el calor de la comunidad


Llegado el momento de la persecución, marcho a Concentaina (Alicante), con otra Hermana, a casa de unos primos, pero viendo que era un compromiso para aquella familia, regresó a Valencia a unirse con la Comunidad. A su llegada a la capital, se vio obligada a pasar la noche en un banco de la Alameda, donde los comunistas la cogieron y la llevaron a la comisaría. Aunque iba vestida de seglar, la delató el rosario grande del hábito que llevaban entonces las Hermanas. Lo llevaba colgado de la cintura debajo de la falda. Llevar un signo religioso en aquellos tiempos era un gran delito. Por eso fue detenida. Pero al llevarla a la Comisaría, la vieron tan buena persona, que una señora miliciana de las presentes la dijo: “Váyase y rece cuanto quiera”. Dolores Broseta le llevó con las otras Hermanas a la pensión donde estaban refugiadas. Al verla, sus compañeras la abrazaron y todas se echaron a llorar de emoción. Al preguntarle cual era el motivo de su regreso, contestó que quería ser mártir como Sta. Estefanía (su santa patrona), pues tenía el presentimiento de que la Comunidad de Bétera iba a ser una Comunidad mártir.


También sufrió el martirio el 9 de diciembre de 1936, a los 58 años, en las mismas circunstancias y lugar que sus compañeras de Comunidad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Algodonales (Cádiz), el 24 de mayo de 1871, fue bautizada con los nombres de Mª Pilar de la Sma. Trinidad y de San Robustiano. Sus padres, Manuel (médico) y su madre, Josefa, dedicada a las labores del hogar, acogieron como regalo de Dios el nacimiento de su hija Pilar. Educada cristianamente, conoció a las Hijas de la Caridad a través de la Asociación de las Hijas de María. En el ambiente de oración y compromiso cristiano de la Asociación escuchó la llamada de Dios y la siguió. Quería ser continuadora de la misión de Jesucristo entre los pobres, tal como lo hacían las Hermanas de la Compañía de las Hijas de la Caridad.

Realizó la prueba en el Hospital de Santa Isabel de Jerez de la Frontera y seguidamente ingresó en el Seminario, el 6 de octubre de 1889, cumplidos los 18 años. Tuvo como formadora a la Sierva de Dios Sor Justa Domínguez de Vidaurreta, en las clases de Cultura General y Pedagogía.


Sus primeros pasos como Hija de la Caridad


Terminada la formación inicial, fue destinada al Hospital de Mondoñedo y, unos años después, pasó al Hospital Psiquiátrico de Leganés. Ya en 1900, cuando se amplió la Escolaridad obligatoria a las Escuelas de párvulos, cursó estudios de maestra parvulista y fue destinada al ministerio de la enseñanza en las Escuelas Católicas de Cádiz y, seguidamente, en las Escuelas de Dos Hermanas (Sevilla). En 1906 ya la encontramos en Bétera (Valencia).


Sor Pilar fue una hermana abnegada y amante de los pobres, que desempeñó su misión como maestra de Párvulos con gran dedicación y entrega. En su vida de comunidad era muy observante y cumplidora de sus deberes. Era de carácter alegre y campechano y su simpatía atraía a todos. Su cálida acogida y entrega fueron cauces de evangelización. Atraía a las adolescentes y jóvenes a quienes se acercaba con las actividades extraescolares, para las que tenía un especial ingenio y creatividad. Después de las clases de párvulos daba clase a niñas mayores con las que preparaba teatro, dirigía bailes regionales y cantos, pues estaba muy bien dotada para la música.


Sufrió el martirio el 9 de diciembre de 1936, en el Picadero de Paterna, en las mismas condiciones que sus compañeras de Comunidad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Páramo del Arroyo (Burgos) el 2 de enero de 1885. Sus padres, Esteban y Felícitas, eran labradores, de hondas raíces cristianas. Desde niña la educaron cristianamente y se preocuparon de buscar para sus hijas un buen colegio.

Junto con su hermana Irene, que también fue Hija de la Caridad, estudió en el Colegio La Milagrosa de Rabé de las Calzadas (Burgos), como alumna interna. En él recibió una formación esmerada a todos los niveles y, en contacto con las Hermanas, percibió la llamada. Desde muy joven se siente llamada por Dios y decide seguirle. Realiza la prueba en el Hospital San Juan de Burgos y llegó a Madrid, al Seminario de la calle Jesús, para ingresar en la Compañía, el 15 de octubre de 1901.


Bétera, su primer lugar de servicio


Terminado este periodo de formación, es enviada al Asilo de Párvulos de Bétera (Valencia). Sor Isidora era de conducta ejemplar: observante, piadosa, sencilla, consagrada por entero a servir a los pobres y ayudar en todo a sus Hermanas. Como buena maestra de párvulos, acogía a los niños con cariño, los atendía y limpiaba con delicadeza y corazón maternal y les enseñaba las primeras letras y el Catecismo.


A lo largo de los 35 años fue catequista responsable de la preparación de los niños para la Primera Comunión. Lo hacía con una entrega incondicional. Ese día, el de la Primera Comunión de los niños, gozaba preparándoles una buena comida. Era muy apreciada en el pueblo por el interés y cercanía con que seguía a sus exalumnas y exalumnos. Se preocupaba por sus problemas y dificultades, los visitaba en sus enfermedades y sabía gozar con sus alegrías. Con frecuencia, hombres y mujeres, educados por ella, acudían a pedirle consejo. También se ocupó de los animales de la granja que les proporcionaban parte de los alimentos para los acogidos del Asilo.


Sufrió el martirio el 9 de diciembre de 1936, en el mismo lugar y en las mismas circunstancias y padecimientos que sus compañeras de Comunidad. Tenía 51 años de edad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:19 a.m.

Por: Pedro Gómez, C.M. | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Laica Mártir


Martirologio Romano: En la Comunidad Valenciana, España, Beatas Josefa Martínez Pérez y 11 religiosas profesas de la Congregación de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, quienes junto a Dolores Broseta Bonet, laica, fueron asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Bétera (Valencia), en 1892 en el seno de una familia trabajadora, integrada por seis hijos. Dos murieron en temprana edad. Sus padres, Joaquín y María, buenos cristianos, llevaron a sus hijos al Colegio-Asilo de las Hijas de la Caridad a partir de los tres años. Dolores era la más pequeña de los hermanos que llegaron a la edad adulta. Ella, de joven, entró a formar parte de la Asociación de Hijas de María de la Medalla Milagrosa, y en ella cultivó la oración, servicio a los pobres y la imitación de la Sma. Virgen.

Terminada su formación en el Colegio a los 16 años, se dedica a ayudar a las Hermanas, sin descuidar a su madre anciana, ya que sus tres hermanos vivían fuera de Bétera. En este ambiente sintió la llamada del Señor y decidió seguirla como Hija de la Caridad. A los 21 años, se fue al Hospital de Valencia para realizar la prueba, pero, por padecer hemorragias frecuentes, no pudo ingresar en la Compañía.


Fiel colaboradora


De acuerdo con las Hermanas, decidió volver a Bétera y trabajar en el Colegio-Asilo como Hija de María. Colaboraba con las Hermanas en la clase de párvulos y en el obrador de bordados. Al morir su madre en 1925, pasó a vivir en el Asilo, ayudando en todo a las Hermanas y con ellas fue expulsada y perseguida.


Cuando las Hermanas buscaron refugio en la pensión “El Gallo”, de Valencia, ella era la que salía a la calle en busca de lo precisaban para cubrir las necesidades más elementales. Iba a Bétera con frecuencia a recoger víveres de algunos vecinos, que querían mucho a las Hermanas y le daban para ellas.


Un exalcalde amenazó a Dolores para que le dijera el lugar donde estaban refugiadas las Hermanas. Ella lloró mucho, pero no le dijo el paradero. En este empeño, el exalcalde y otro compinche de Moncada, en uno de estos viajes que hacía Dolores, le siguieron y vieron donde entraba, localizaron a las Hermanas y, apresadas, las llevaron a la Checa ubicada en el Seminario diocesano de Moncada (Valencia); y también se llevaron con ellas a Dolores Broseta.


Pocos días después, el 9 de diciembre de 1936, fueron llevadas todas al Picadero de Paterna y fusiladas por su condición religiosa.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. JOSEFA MARTÍNEZ PÉREZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Agosto 1897 in Alberique, Valencia (España)

martirio: 15 Octubre 1936 in Llosa de Ranes, Valencia (España)

2. MICAELA HERNÁN MARTÍNEZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Mayo 1881 en Burgos (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


3. MARÍA LUISA BERMÚDEZ RUIZ, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 10 Octubre 1893 in Subugueira, Coruña (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


4. MARTINA VÁZQUEZ GORDO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 30 Enero 1865 en Cuéllar, Segovia (España)

martirio: 04 Octubre 1936 en Algar de Palancia, Castellón (España)


5. ROSARIO CIÉRCOLES GASCÓN, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 05 Octubre 1873 en Zaragoza (España)

martirio: 18 Agosto 1936 en Almenara, Valencia (España)


6. JOAQUINA REY AGUIRRE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 23 Diciembre 1895 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


7. VICTORIA ARREGUI GUINEA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 19 Diciembre 1894 en Begoña, Vizcaya (España)

martirio: 29 Octubre 1936 en Gilet, Valencia (España)


8. JOSEFA LABORRA GOYENECHE, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 06 Febrero 1864 en Sangüesa, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


9. CARMEN RODRÍGUEZ BANAZAL, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Marzo 1876 en Cea, Orense (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


10. ESTEFANÍA IRISARRI IRIGARAY, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 26 Diciembre 1878 en Peralta, Navarra (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


11. MARÍA PILAR NALDA FRANCO, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 24 Mayo 1871 en Algodonales, Cádiz (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


12. ISIDORA IZQUIERDO GARCÍA, religiosa profesa, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

nacimiento: 02 Enero 1885 en Páramo del Arroyo, Burgos (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)


13. DOLORES BROSETA BONET, laica de la arquidiócesis de Valencia

nacimiento: 1892 en Bétera, Valencia (España)

martirio: 09 Diciembre 1936 en Paterna, Valencia (España)



12:12 a.m.

Eremita


Martirologio Romano: Conmemoración de san Patapio, solitario, el cual, oriundo de la Tebaida, vivió en Constantinopla, en Blaquernas, y fue sepultado en el monasterio de los egipcios (s. V/VI).

Nació en Tebas, Egipto, de joven dejó a sus piadosos padres, su herencia y a sus conocidos para vivir en el desierto egipcio, devoto de la oración incesante. Después de muchos años, a pesar de su deseo por la soledad, muchísimos peregrinos le pedían sus oraciones y consejo. Para librarse de las atenciones de los hombres, hizo una cosa sorprendente: abandonó el desierto y se mudó a Constantinopla, se instalando en Blachernae, donde, por el alboroto de la ciudad, podía pasar inadvertido.


Cuando creció en la obediencia a los mandamientos de Cristo, la gracia de obrar milagros creció en él, y otra vez se hizo muy conocido. Una vez un hombre ciego se lanzó ante Patapios en la calle, y el santo lo curó en un instante invocando el nombre de Cristo. Una vez sanó a un hombre lisiado por la hidropesía, ungiéndolo con el aceite de un candil.


Después de haber sido una bendición para la iglesia por años con sus oraciones y milagros, San Patapios se durmió en paz, y fue enterrado en la iglesia del Monasterio de los Egipcios cerca de Constantinopla. En 1904 sus reliquias preciadas e incorruptas fueron descubiertas en una construcción de un monasterio pequeño cerca de Corintio. Desde ese momento el monasterio ha estado dedicado a San Patapios, y muchos milagros son obrados allí.



12:12 a.m.

Por: . | Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04



XXVII Papa


Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, sepultura de san Eutiquiano, papa (283).

San Eutiquiano nació en Luni, en Etruria, en 275 y murió en 283. Se sabe muy poco de él. Su pontificado fue bajo el imperio de Probo. Durante su pontificado la Iglesia fue objeto de muchas persecuciones y los mártires fueron muchísimos.


Hombre sencillo y misericordioso, se dio a la tarea de dar cristiana sepultura a multitud de cristianos que murieron martirizados por no negar su fe, recorriendo diversos sitios; en un mismo día dio sepultura a más de 300. Dispuso que que sus cuerpos fueran envueltos no en una simple sábana blanca, como era costumbre, sino cubiertos con una dalmática roja, rica túnica reservada al emperador. En la liturgia actual la llevan los diáconos en las funciones solemnes.


Instituyó la bendición de la recolección de los campos.


Murió mártir en Roma, víctima de la persecución pagana. Fue enterrado en las catacumbas de San Calixto, siendo el último Papa allí sepultado.



12:12 a.m.

Mártir Laico


Martirologio Romano: En el pueblo Picadero de Paterna, de la región de Valencia, beato José María Zabal Blasco, mártir, el cual, siendo padre de familia, en la persecución contra la fe superó los tormentos de su pasión con la fortaleza de Cristo (1936).

(Valencia, 20-III-1898 + Picadero de Paterna 8-XII-1936)


Casado, padre de tres hijos.


Empleado de la Estación del Norte de Valencia.


Hombre de fe profunda, destacó por su apostolado social desarrollado en su difícil ámbito laboral con alegría, jovialidad y auténtico sentido cristiano.


Para ver más sobre los 233 mártires en España haz "click" AQUI



12:12 a.m.

Por: . | Fuente: SVDargentina.org.ar



Presbítero y Mártir


Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Baviera, de Alemania, beato Luis Liguda, presbítero de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, que, encarcelado al ser invadida Polonia durante la guerra, fue cruelmente asesinado por los guardias de la prisión, confesando a Cristo hasta la muerte (1942).

El P. Aloisio Liguda nació el 23 de enero de 1898.


Ingresó a la Sociedad del Verbo Divino en el año 1913.


Fue ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1927.


Obtuvo el título en literatura polaca e historia y publicó varios libros sobre la homilética.


Durante la Segunda Guerra Mundial, el P. Aloisio fue Rector de Gorna Grupa.


Arrestado, fue primero enviado a Stutthof, luego a Sachsenhausen y finalmente al campo de concentración de Dachau.


Fue conducido al terrible bloque 29, reservado a los prisioneros con tuberculosis.


Junto con sus compañeros, no fue condenado a morir en las cámaras de gas sino que el 9 de diciembre de 1942 fue ahogado en el tanque de agua del campo.


Para ver más sobre los 108 mártires Polacos durante la segunda guerra mundial haz "click" AQUI



12:12 a.m.

Por: . | Fuente: Cpalsj.org



Presbítero y Mártir


Martirologio Romano: En la región de Ontario, en Canadá, pasión de san Nadal Chabanel, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, el cual, habiendo hecho voto ante Dios de permanecer hasta la muerte en su querida misión del territorio Hurón, caminando por el bosque con un cierto apóstata fue muerto por él en odio de la fe. Su memoria se celebra el diecinueve de octubre, junto con sus compañeros (1649).

San Natal Chabanel es el patrono de todas las Casas jesuitas donde sus misioneros aprenden los idiomas de misión. Es casi una sutil ironía de los superiores de la Compañía. La determinación se debe a la extraordinaria dificultad que tuvo el santo en aprender la lengua hurona. El voto de permanecer firme en la misión es un buen desafío.


Esas Casas reciben el nombre de Maison Chabanel para los jesuitas de lengua francesa y de Chabanel House para los de idioma inglés.


Nacimiento y formación jesuita


Escasos datos existen de la vida de Natal Chabanel. Sabemos que nace en la diócesis de Mendé, Francia, el 2 de febrero de 1613.


El 9 de febrero de 1630, a los 17 años de edad, entra en la Compañía de Jesús, en el Noviciado de Toulouse.


Después de los votos, hace los estudios de filosofía en la misma ciudad de Toulouse, entre los años 1632 a 1634. El magisterio lo ejerce también en Toulouse, en el Colegio, desde 1634 hasta 1637. Con éxito, enseña en las clases de retórica y filosofía.


En octubre de 1637, da comienzo a los estudios de teología. Su ordenación sacerdotal tiene lugar en Toulouse en 1640. Al terminar la teología es destinado a enseñar en el Colegio de Rhodez.


La Tercera probación la cumple desde el mes de octubre de 1642 al mes de julio de 1643.


Las noticias desde Nueva Francia


Desde su ingreso al Noviciado y durante toda la formación jesuita, Natal ha devorado las Relaciones que los misioneros franceses escriben desde el lejano Canadá. Un deseo generoso nace en su alma. Dios lo está llamando.


Al finalizar la Tercera probación, pone fin a su discernimiento misionero. Él irá al Canadá y se ofrece. Quiere seguir las huellas de Juan Brébeuf, Isaac Jogues y sus compañeros. No tiene dudas. No le asustan los peligros. Más bien le ayudan. Conoce ya el martirio de René Goupil en manos iroquesas. Sabe también que Isaac Jogues está prisionero, que ha sido torturado y vive como esclavo.


En la Misión del Canadá


Inmediatamente después de la Tercera probación, Natal es destinado al Canadá, pues se ha ofrecido con insistencia.


No sabemos nada de su partida. Tampoco del viaje, si fue duro o fácil. A Quebec llega el 15 de agosto de 1643. Después de un año en la ciudad, se embarca por fin para su meta tanto tiempo deseada, la Misión de Santa María, en el país de los hurones.


En la Misión de los hurones


Su primer destino es ser compañero del P. Juan Brébeuf, quien ha regresado a la Misión hurona después de tres años de ausencia. La tarea principal es aprender el idioma. Y para ello tiene al mejor de los maestros. Brébeuf es el que ha iniciado a casi todos los misioneros.


Pero Natal sufre. Todo le parece muy difícil. No puede con el idioma. Siente una profunda repugnancia a todas las costumbres de los hurones. No soporta sus olores, sus comidas, ni siquiera sus tiendas llenas de humo. La desolación está en todas partes. El fracaso le parece insuperable. Lucha, pero no puede. ¿Quiere el Señor que él vuelva a Francia?


Juan Brébeuf lo acompaña en su tristeza. Lo anima y lo ayuda a discernir. Es un amigo que sufre.


Una carta del Superior


El P. Pablo Raguenau es el Superior de los misioneros en Huronia. Con paz y cariño, sigue cada una de las etapas tristes de Natal. Queda una carta de él al Provincial de Francia:


"Aquí Natal, después de tres y cuatro años dedicado al estudio de la lengua hurona, ha progresado muy poco. Ni siquiera puede darse a entender en las cosas más sencillas. No le falta memoria ni inteligencia y tiene el deseo de darse a la misión.


Su manera de ser está lejos de las costumbres de los hurones. No es capaz de aceptar de ellos casi nada. La presencia de los hurones no la soporta. No tolera sus conversaciones ni su modo de vivir. Hasta la habitación de los Padres, hecha a la manera hurona, le parece repugnante. No puede dormir en el suelo ni pasar, de la mañana hasta la tarde, en una tienda llena de humo. Le molesta la nieve que cubre todos los caminos. Los insectos son su mayor tormento, de día y de noche. No soporta la pobre comida de los indígenas. Con ansias, busca un espacio, un rincón donde refugiarse. Desea estudiar en paz, pero los niños entran y gritan. Sufre mucho. Parece que Dios le ha quitado toda consolación sensible. Es algo heroico.


Me ha hablado de su deseo de volver a Francia. Con lágrimas, me ha dicho: ¿No sería mejor regresar? Tal vez allí podría ser más útil. En Francia encontraré un modo de vivir más conforme a mi manera de ser. Tendré trabajos que podré desempeñar con éxito. Podría sentir las consolaciones que tuve en otro tiempo. Viviré como tantos jesuitas santos que han dado la vida por la perfección del prójimo".


Una decisión heroica


El 20 de junio de 1647, Natal decide permanecer en la misión hasta la muerte.


Su discernimiento, tan doloroso, termina con la gracia que viene de Dios. También lo mueven el ejemplo de sus amigos y el sacrificio de ellos por la misión. Isaac Jogues ha vuelto al Canadá. Él lo ha visto y abrazado. De sus labios y de los de Juan Brébeuf, ha conocido los detalles de la muerte de René Goupil, la esclavitud y las torturas de Isaac, la huida a Francia, el recibimiento triunfal en la patria y ha admirado su regreso. También ha seguido los pasos de Jogues en la nueva misión de los iroqueses. Ha llorado su muerte y la de Juan de La Lande. Él, Natal, no puede ser cobarde.


Ese día 20 de junio, fiesta del Corpus Christi, sella su decisión con un voto solemne:


"Jesús, por tu disposición admirable, has querido llamarme para ser ayudante de tus apóstoles en este país de los hurones. No me he mostrado digno, pero tengo el deseo de responderte. Yo, Natal Chabanel, en presencia del Santísimo Sacramento, hago mi voto de perpetua permanencia en esta misión de los hurones, comprendiendo todo, tal como los Superiores de la Compañía lo dispongan. Te ruego aceptarme como esclavo perpetuo de esta misión y de hacerme digno de este sublime oficio".


Es heroico agradecer a Dios la cruz, y con un voto remachar los clavos para siempre.


A la Misión de los petuns


Un año después, es destinado por el P. Pablo Raguenau a las misiones de los petuns, como compañero de San Carlos Garnier. En este destino puede verse la mano cariñosa del Superior. Carlos es un misionero experimentado, su optimismo puede ser contagioso.


Poco antes de marcharse a la tierra de los petuns, Natal se abre a su confesor, el P. Pedro Chastellain:


"Ignoro lo que me pasa, o lo que Dios quiere de mí. Me siento muy cambiado. Por naturaleza soy un cobarde. Pero ahora que voy a una misión mucho más peligrosa y en que la muerte no parece estar lejana, no tengo miedo. Esto no es mío. Que Dios me lleve totalmente a Él".


Con Carlos Garnier, vive algunos meses. Es el único tiempo feliz de Natal. Dios parece haberlo aceptado y la consolación va entrando con fuerza en el corazón. Con su compañero, recorre las chozas y empieza a sentir la dicha del éxito.


La terrible guerra de los iroqueses


Entretanto, en la tierra de los hurones la guerra recrudece terriblemente. Los iroqueses se ensañan contra sus tradicionales enemigos. Y la muerte también llega a los misioneros.


El día 16 de marzo de 1649, en Santa María, el P. Pablo Raguenau observa el humo que se eleva desde los bosques. Es la misión de San Luis la que arde. Unas horas después llegan mujeres despavoridas y los niños de los hurones. Los iroqueses han atacado y Juan Brébeuf y Gabriel Lalement han decidido quedarse con su pueblo.


El P. Raguenau siente que la sangre se hiela en sus venas. Ambos, sin duda, están en las manos de los iroqueses. El P. Raguenau organiza la defensa de Santa María. Si llegan los iroqueses, todo puede perecer.


Al día siguiente, llegan a Santa María 300 hurones desde la nación del Oso. Ellos anuncian que otros también vienen en ayuda. De inmediato entonces, sigilosamente, salen los hurones hacia San Luis y San Ignacio. Primero tienen un revés; después, con los socorros, viene la victoria. Santa María parece estar a salvo.


El 19 de marzo, llegan los hurones que, con el desastre iroqués, se han liberado. El jefe Esteban Annaotaha narra a los horrorizados jesuitas los detalles del martirio de Juan Brébeuf y de Gabriel Lalement. En las aldeas, dicen, sólo hay cenizas.


El día 20, los jesuitas y la mitad de los guerreros viajan a San Luis y a San Ignacio. Sólo encuentran ruinas, silencio y muerte. Sollozando, recogen el cuerpo ennegrecido de Juan Brébeuf y el cadáver del torturado Gabriel Lalement. Los envuelven en sábanas y mantas y con veneración los llevan a Santa María.


El abandono de la Misión hurona


Los sachems se reúnen. Deciden abandonar todas las aldeas. No es posible luchar, con flechas, contra los iroqueses armados con mosquetes. En una semana, comienza el gran éxodo. Algunos buscan refugio en la nación de los neutrales. Otros se dirigen al norte, hacia los algonquines. Centenares parten hacia la tierra de los petuns. La nación hurona está deshecha.


Los jesuitas deciden entonces acompañarlos. Determinan dejar la Misión de Santa María y reconstruirla en otro sitio. Con doce hurones cristianos, celebran consejo. Es necesario trasladarse a la isla Ahoendoe.


El P. Raguenau organiza los trabajos para la partida. Los hurones construyen una barcaza de 16 metros y una balsa de troncos. Con prisa empaquetan y enfardan todo: ropa, maíz, provisiones, semillas y pescado ahumado. Con especial cuidado, envuelven los vasos sagrados, ornamentos, imágenes y libros. Las reliquias de sus mártires las ponen en una caja, con fuertes cerraduras.


El 14 de junio de 1649, después de asegurarse de que no hay iroqueses en la cercanía, se embarcan todos, aun los animales. Los hurones los siguen en sus canoas entonando tristes canciones de muerte. Santa María es destruida a fuego.


Desembarcan en Ahoendoe y aprisa comienzan las construcciones. Es el verano y es necesario estar preparados para un invierno que puede ser muy crudo. Los hurones, hambrientos, empiezan a llegar desde todas partes. Los problemas de alimentación son la mayor de las preocupaciones de los misioneros.


La guerra amenaza a los petuns


En noviembre, algunos hurones regresan desde la tierra de los petuns. Traen la peor de las noticias. Los iroqueses han levantado también sus hachas de guerra contra la tribu del Tabaco.


El P. Raguenau queda aterrado. En Etarita viven los PP. Carlos Garnier y Natal Chabanel y, a 15 kilómetros más lejos, los PP. Adrián Grélon y Leonardo Garreau.


Con la mayor de las angustias, el P. Pablo escribe al superior de los cuatro, Carlos Garnier, una larga carta. Él desea, y así lo ordena por obediencia, que él y los otros tres se dirijan a la nueva Santa María de Ahoendoe, de inmediato. Garnier debe discernir y sólo una poderosa razón puede hacerlos obrar en contrario.


El discernimiento


En Etarita, a principios de diciembre, Carlos y Natal Chabanel reciben la carta. La leen silenciosamente y con tristeza se miran ambos. Sí, el peligro existe. Pero ése no puede ser un motivo para abandonar a los cristianos.


Conversan, discuten, rezan y disciernen. Al fin y al cabo el P. Raguenau ha dejado a ellos la última decisión. Carlos Garnier toma la decisión del heroísmo. Partirá Natal Chabanel y él se quedará con los petuns. En carta que escribe al P. Pablo Raguenau, explica:


"No tengo temor alguno por mi vida. Lo que más sentiría sería abandonar a mis cristianos. Ellos me necesitan en su hambre, miseria y en el terror de la guerra. Dejaría de utilizar la oportunidad que Dios me da, de morir por Él. Pero en todo momento estoy dispuesto a dejarlo todo y morir en la obediencia".


El martirio


Bajo el doble mandato de la obediencia, Natal Chabanel sale de Etarita el 5 de diciembre de 1649. El sendero pasa por la aldea de San Matías. Ahí debe pasar la noche. Con sus amigos, se confiesa y celebra la Misa, la última de su vida.


Al día siguiente, cuando se despide, le dice al P. Leonardo:


"Voy a donde me llama la obediencia. No sé si voy a llegar. Si llego, rogaré al Superior que me devuelva a la misión. Siento necesidad de servir a Dios hasta la muerte".


En la madrugada del día 7 de diciembre, emprende su viaje. Es un sendero difícil. Son seis leguas que deben ser recorridas a través del bosque y de la nieve. Hace mucho frío. Al anochecer, los ocho hurones cristianos que lo acompañan se duermen junto al fuego. Natal permanece en vigilia y empieza a rezar.


A medianoche oye el alarido y los cantos de los iroqueses que pasan. Son los que regresan de la aldea de San Juan y que han dado muerte a Carlos Garnier. Los hurones huyen de inmediato, aterrorizados. Ninguno socorre a Natal. Este también huye. Pretende seguir a sus cristianos. No le es posible alcanzarlos. Agotado cae y de rodillas dice su oración:


"No importa que yo muera. Esta vida vale muy poco. La gloria del cielo no pueden quitármela los iroqueses".


Esto narraron, en San Matías, los hurones que lograron huir.


Una búsqueda incesante


Los jesuitas deciden buscar a Natal. Se niegan a aceptar su muerte. Con los hurones, recorren todos los sitios imaginables. Si está muerto, quieren llevarse sus restos. Si está vivo, ansían socorrerlo. Pero no encuentran ni la menor huella.


Un mes más tarde, tropiezan con un hurón apóstata de nombre Homareenhaket que lleva el sombrero y la manta de Natal. Interrogado, responde que él ha encontrado al Padre en el bosque, desmayado, encima de su bolso de libros. Él había querido ayudarlo y transportarlo en su canoa, pero no fue posible. No dijo más. La sospecha de la traición quedó clavada en el corazón de los jesuitas.


Dos años después supieron la verdad. El hurón apóstata confesó su crimen. Él lo había encontrado junto a la orilla. Con su hacha le había dado muerte. Lo había despojado y echado el cuerpo al río. El hurón dijo que lo había matado por odio a la fe. Desde que su familia se había hecho cristiana, los suyos no habían experimentado sino desdichas y calamidades.


Ese día fue el 8 de diciembre de 1649, la fiesta de la Inmaculada.


La glorificación


San Natal Chabanel fue canonizado el 26 de junio de 1930, conjuntamente con Juan Brébeuf, Isaac Jogues, René Goupil, Juan de La Lande, Antonio Daniel, Gabriel Lalement y Carlos Garnier. Un grupo de "amigos en el Señor", en la tierra y en el cielo.


Para ver más sobre los mártires en Canadá haz "click" AQUI



5:12 p.m.

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net



Diciembre 7


Etimológicamente significa “ florido, inestimable” Viene de la lengua griega.


Dice el Salmo: “Te busco de todo corazón, Señor; en mi corazón escondo tus consignas, para no pecar contra ti”.


Nació en Archangelsk. La vida de trabajo aquí era muy mala. Por eso tuvo que irse a encontrarlo a Novgorod.


Se puso al servicio de un señor mercader altamente rico. Estaba tan contento con su rendimiento, amabilidad y madurez que incluso le permitió contraer matrimonio con su hija.


Por desgracia, la mujer murió y se quedó viudo siendo todavía muy joven.


Desde entonces sólo le daba vueltas en la cabeza a una cosa: hacerse monje en un monasterio.


Y, una vez que se lo hubo pensado en serio, se encaminó al de Kensk.


Al cabo de unos años, lo dejó para irse a vivir la soledad del bosque cercano al Mar Blanco.


Se cuenta que comía solamente champiñones y frutos silvestres.


Pero cuando la soledad va cargada de santidad y de un corazón que busca ardientemente al Señor, pronto llegó la gente a conocer la virtud de este santo eremita.


Tenía muchas visitas de personas de los alrededores. Su fama se extendía cada día más y más. Incluso el príncipe de Moscú, al enterarse de su existencia y obras buenas que hacía con quien le visitaba, y que ya tenía hasta discípulos, mandó que le construyeran un monasterio.


El abad Antonio los dirigió con tanto amor y entrega a la oración y ala penitencia que todos estaban felices con él.


Bueno todos, no.


Era él mismo el que deseaba volver de nuevo a su amada soledad. Recapacitando en su interior, se decidió por volver de nuevo a la comunidad que lo pedía con insistencia.


Murió el año 1556.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!


“Cuando se discute demasiado, se pierde la verdad” (Siro).



9:18 a.m.

Por: Lamberto de Echeverría, Bernardino Llorca y José Luis Repetto Betes | Fuente: AÑO CRISTIANO Edición 2005



Mártir


Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato David Gunston, mártir, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, que por no reconocer el poder del rey Enrique VIII en los asuntos espirituales, fue ahorcado en el patíbulo de Southwark. ( 1581)

Fecha de canonización: 15 de diciembre de 1929, durante el pontificado de PÍO XI.



El día 12 de julio de 1541 fue ajusticiado en St. Thomas Waterings el caballero de Malta David Gunston o Gonson, acusado de traición al rey, pero en realidad fue a causa de su fe católica.

Era hijo de William Gunston, vicealmirante de la flota inglesa y tesorero de la Marina. Había ingresado en la Orden de Malta y había estado en la isla de Malta hasta que por asuntos de la misma Orden decidió volver a Inglaterra. Enrique VIII había decidido suprimir la Orden en Inglaterra y apoderarse de todos sus bienes. Para ello llevó una ley al Parlamento que se la aprobó el 10 de mayo de 1540. Para entonces David ya estaba en Inglaterra.


Todo hace suponer que David no ocultaba el juicio religioso que le merecía la conducta del rey, al arrogarse la supremacía en materia religiosa, negar el primado universal del Papa y reformar la religión a su gusto. En Malta ciertamente David no había dudado en calificar al rey de hereje por negar el primado del Papa.


Como negar la supremacía religiosa del rey era considerado delito de traición (ley 26, cap. 13), David fue formalmente acusado de traición el 8 de octubre de 1540 ante el Consejo Privado por sir John Stony, basándose en una declaración de un tal Philip Babbington. Como resultado David fue arrestado y encerrado en la Torre y el día de la Trinidad de 1541 fue procesado. A las acusaciones de haber hablado mal del rey y de negar su supremacía religiosa se añadió la de haber dicho que del Papa no se puede apelar a nadie en la tierra y desde luego no al rey. Ha habido discusiones sobre el tenor literal inglés de las palabras de David, pero lo que queda claro es que para él en materia religiosa las apelaciones eran al Papa, como cabeza de la Iglesia, y no al rey, a quien debían hacerse según las leyes de Inglaterra.


David fue sentenciado a muerte como traidor, entregado al mariscal y llevado a la cárcel de Marshalsea, de donde fue llevado al lugar de la ejecución.


AÑO CRISTIANO Edición 2005

Autores: Lamberto de Echeverría (†), Bernardino Llorca (†) y José Luis Repetto Betes

Editorial: Biblioteca de Autores Católicos (BAC)

Tomo VII Julio ISBN 84-7914-763-6



9:18 a.m.

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Cathoic.net



Fundadora


Etimológicamente significa “princesa de las aguas”, en lengua siria; “espejo”, en lengua hebrea.


Si fuera posible sondear nuestro corazón humano, la sorpresa sería descubrir, fugaz o estable, la espera de una invisible presencia. El creyente es consciente de que está presencia la tiene asegurada en Cristo resucitado.


Esta joven vino al mundo en el año 1811 y murió en la ciudad en que nació, Savona, en el 1880.

Desde pequeña se distinguió por su piedad y su gran devoción. Muy pronto, iluminada por el Señor, soñaba con entregarse a él en la Tercera Orden Franciscana.


Unos nobles quisieron adoptarla como hija, pero ella lo rechazó sin la menor duda.


Cuando quiso entrar en el instituto religioso, tenía fe en que así sucedería a pesar de que no tenía dote (dinero o bienes que había que aportar al convento).


Cuando el obispo se dio cuenta de que no tenía lo necesario para entrar, le dijo que se ocupara de la juventud pobre. María, siempre dispuesta a hacer la voluntad de Dios, fundó con él las “Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia.”


La sorpresa acudía a su alma cada vez que emprendía nuevas actividades. Sí, porque poco tiempo después, sus hijas religiosas se dedicaron a tratar y educar a los esclavos negros.


Sintiendo en las profundidades de su alma el celo por el amor a Dios y al prójimo, abrió casas para la reeducación de las chicas pobres y un seminario para los jóvenes que querían ser sacerdotes pero no podían entrar en el centro por falta de medios económicos.


Ella, por su parte, vivía centrada en Dios y los asuntos evangélicos. Era muy desprendida.

Solía repetir:" Si no somos generosos con Dios, él no lo será con nosotros. Sólo se responde al amor con el amor".


O esta otra declaración suya que señala su punto de intimidad con Dios:"Haz lo que puedas. Dios hará el resto".


Hoy, millares de hermanas de su instituto trabajan por todo el mundo.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!




9:18 a.m.

Por: . | Fuente: Cpalsj.org



Sacerdote y Mártir


Martirologio Romano: Santos mártires Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros de la Compañía de Jesús, en el día en que san Juan de la Lande, religioso, fue asesinado por los paganos en el lugar llamado Ossernenon, entonces en territorio del Canadá (hoy Auriesville, estado de Nueva York), el mismo lugar donde algunos años antes había conseguido la corona del martirio san Renato Goupil. Son venerados conjuntamente sus santos compañeros Gabriel Lalemant, Antonio Daniel, Carlos Garnier y Natal Chabanel, que en la región canadiense, en días distintos, después de fatigar en la misión del pueblo de los hurones para anunciar el evangelio de Cristo a aquellos pueblos, terminaron muriendo mártires ( 1649)


Este santo es muy querido en la Compañía de Jesús. Desde muy joven se entregó con gran generosidad al llamado de Dios. Siempre fue un hombre feliz. En su vida no parece haber una sombra de tristeza. La consolación espiritual lo acompaña en todas las etapas.

Nacimiento y patria


Carlos Garnier nace el 25 de mayo de 1606, en la ciudad de París. Sus padres tienen grandes medios económicos. Son católicos fervorosos y se preocupan por la buena formación de los hijos. La prudencia del padre y la devoción de la madre fueron su mejor escuela.


De esa familia, tan religiosa, salieron cuatro hombres consagrados: Carlos para la Compañía, Enrique para los Carmelitas, José para los Capuchinos y Antonio para el clero diocesano.


En el Colegio de los jesuitas


Cuando llega la edad de empezar los estudios secundarios, Carlos es matriculado en el Colegio de Clermont de la Compañía de Jesús, el más importante de Francia. Es bien acogido. Se siente a gusto y pronto se distingue en todo. Tiene facilidad para los estudios, y con agrado ingresa a la Congregación Mariana de los alumnos mayores (hoy, Comunidades de Vida cristiana, CVX).


Su padre es generoso con el dinero. Carlos recibe siempre una buena cantidad para sus gastos personales. Pero el muchacho gasta solamente lo indispensable. El resto, todos los meses, va a parar a la alcancía que los jesuitas han destinado para la ayuda de los presos de la cárcel.


Un día pasea por el Puente Nuevo. En los escaparates hay algunos libros inconvenientes. Los compra todos y los destruye. Cuando le preguntan, dice con natural simpatía: "Alguno podría comprarlos y al leerlos podría, tal vez, ofender a Dios".


El ingreso a la Compañía


Sin dudar, como algo muy natural, decide a los 18 años ingresar a la Compañía de Jesús.


Su padre siente tristeza cuando el buen hijo decide partir. Sufre en silencio. Se sobrepone y, con entereza, lo acompaña hasta el Noviciado, el 5 de septiembre de 1624.


Las palabras del señor Garnier al Superior le muestran a Carlos el temple de su padre: "Estoy tranquilo. Si yo no quisiera a la Compañía no daría a mi hijo. Desde que nació jamás ha desobedecido, jamás ha dado la menor molestia".


En el Noviciado, Carlos se entrega como él sabe hacerlo, como es su costumbre. No parece sentir la menor molestia. La vida religiosa le es agradable. Con suavidad, se acomoda a todo hasta en los pequeños detalles.


Sus compañeros de noviciado pasan a ser, ahora, sus mejores amigos. A algunos los conoce desde el Colegio. Pedro Chastellain es su compañero de ingreso, desde el primer día. La amistad va a continuar en las misiones del Canadá. Francisco José Le Mercier será también su compañero en la misión. En una carta a su hermano Enrique, el carmelita, le escribe: "Cuando ruegues por mí, ruega también por Pedro, mi mejor amigo".


La formación tradicional


Carlos con alegría y paz, sin sobresaltos, continúa la formación que dan los jesuitas a los ingresados para el sacerdocio.


Los votos de pobreza, castidad y obediencia los hace el 6 de septiembre de 1626, en la casa del Noviciado. Para él es un día de plena felicidad.


De inmediato, es destinado al Colegio de Clermont para hacer los estudios de filosofía. ¿Qué pasa? Todo parece resultarle fácil. Ni siquiera se imagina que puedan venir dificultades.


En octubre de 1629, está en el Colegio de Eu, en la Normandía francesa. Es la experiencia del magisterio. Debe enseñar literatura. Las dificultades tampoco se presentan en esta etapa. Tiene cualidades y mucho ánimo. Con gusto se entrega a sus alumnos. Él siente que el Señor le allana los caminos.


El primer contacto con Juan de Brébeuf


En el Colegio de Eu se encuentra con un gigante. Es el P. Juan de Brébeuf, el fundador de la misión de los hurones, quien ha debido volver a Francia al ser expulsado por los ingleses después de la caída de Quebec.


Las conversaciones con Brébeuf son interminables. Con él sigue las peripecias por el gran río San Lorenzo. Parece ir por los bosques y las nieves sin fin. Conoce las costumbres, las supersticiones y las guerras de las tribus. Comparte con Juan el anhelo de convertir a esos pueblos tan abandonados. El deseo por la misión empieza a anidar en el corazón de Carlos.


La ordenación sacerdotal


Los estudios de teología los hace también en el Colegio de Clermont. El caminar en la Compañía lo hace dichoso. Ahí madura su vocación a las misiones del Canadá. La preparación al sacerdocio y a la misión, para él, corren paralelas.


La ordenación sacerdotal la recibe en París, al terminar su tercer año de teología. Es una gracia que Carlos recibe con honda gratitud. Considera como un regalo de Dios el poder asistir al año siguiente, en ese mismo altar, a la ordenación del P. Isaac Jogues, otro de sus amigos que quiere ser misionero como él.


Carlos Garnier es destinado al Canadá al terminar la teología. Él lo ha pedido con insistencia. Los Superiores lo conocen bien. Saben que la misión es dura, pero él tiene el corazón firme y una virtud muy bien probada. Le ponen, eso sí, una condición: hablar con su padre y obtener su aprobación y bendición.


La Misión del Canadá


Al señor Garnier le resulta muy difícil bendecir, por esta separación, al hijo tan querido. Ha sido muy dura la separación cuando se hizo jesuita, pero esta segunda es extremadamente dolorosa.


Carlos respeta, siente el cariño del padre. Pero ante Dios insiste con mucha fuerza. Un año dura el combate. Al fin obtiene lo que quiere.


El 8 de abril de 1636 sale la flota desde el puerto de Dieppe. Él va feliz. Su amigo, el P. Isaac Jogues, viaja en la misma nave. Juntos comienzan la conquista del nuevo mundo.


La travesía resulta fácil, sin tormentas. Con Isaac tiene el consuelo de decir la misa casi diariamente. Fueron dos meses. Una carta a su padre encierra sus sentimientos:


"El viaje podría haber sido duro, pero el capitán lo hizo fácil. En estos dos meses, solamente, doce días no pudimos celebrar Misa. Nuestra capilla era la cabina del capitán. Una parte de la tripulación asistía a la primera misa, la otra a la segunda. A la elevación se disparaban los mosquetes. En los domingos truena la artillería. El capitán y muchos otros comulgan. Enseñamos catecismo y leímos a todos las vidas de los santos".


Su corazón va lleno de alegría. El agradecimiento a Dios es grande. No sólo porque él va en viaje a la misión, sino también porque sabe que en otra de las ocho naves de la flota va también su amigo el P. Pedro Chastellain.


A la Misión de los hurones


El 1 de julio de 1636, recibe el encargo de dirigirse a Trois Rivières. Desde allí deberá salir hacia los hurones. Su compañero de misión es el P. Pedro Chastellain, su gran amigo. Ambos tienen la misma edad, 29 años. Juntos han ingresado a la Compañía de Jesús y juntos van a la misión que tanto han deseado. Carlos se siente como un preferido de Dios.


El viaje resulta también sin mayores tropiezos. Los hurones se muestran buenos y los tratan con cariño. Pedro y Carlos parecen encantados. Cada uno va en canoa distinta. A Carlos los hurones lo empiezan a llamar Uracha.


Escribe Carlos, el 8 de agosto: "Dios sea bendito. Ayer llegamos a Nipissirinien, sanos y salvos. El Señor se portó bien conmigo. No he remado en demasía. No he cargado sino mi propio equipaje. Solamente, por dos o tres días, debí cargar el equipaje de un hurón enfermo. A la isla llegamos en la vigilia de San Ignacio. Compramos grano. No encontramos enemigos, ni peligros".


El 13 de agosto, llega a Ihonatiria. El P. Chastellain está ahí desde el día anterior. El Superior es su amigo el P. Juan de Brébeuf, el más cariñoso de los padres. En la capilla de troncos agradece al Señor. Después, en la cabaña de paja comparte con los amigos. Todos cantan, y comen la pobre comida de los indios hurones.


Las terribles epidemias


La alegría no puede ser eterna. Unos días después de la llegada del P. Isaac Jogues, la peste irrumpe en la misión. Los jesuitas también caen. Carlos interrumpe los Ejercicios espirituales, que ha comenzado, y se entrega al cuidado de sus hermanos. Acompaña al gigante Brébeuf, pero pronto también lo derriba la fiebre. Fue duro el recibimiento de la misión tanto tiempo apetecida.


Los primeros apostolados


Una vez restablecido, el P. Juan de Brébeuf lo destina a hacer los primeros recorridos por las aldeas huronas. El 4 de diciembre, Carlos está en Ossossané, el 14 en Anenatea, para ayudar a una muchacha moribunda. Este viaje lo hace con su amigo el P. Francisco José Le Mercier.


Asiste a la fiesta que dan los hurones por su niña enferma, después a la danza de la muerte. Con los hurones canta y danza golpeando las ramas. Contempla con pena cómo colocan cenizas ardientes en las manos de la enferma. Terminada la fiesta, Carlos bautiza a la niña.


Un tiempo después, es destinado a iniciar la misión de Ossossané. Su trabajo es visitar, enseñar catecismo y practicar la amistad. No le parece difícil. Con agrado nota que el idioma de los hurones empieza pronto a perder sus secretos. Cada día lo habla con más soltura.


A Uracha los hurones no le tienen miedo. Lo dejan entrar a sus cabañas y bendecir a los niños. Uracha es incansable, cariñoso y un buen amigo.


Cuando los hurones abandonan a sus parientes moribundos, incapaces de soportar ellos mismos el hedor de la peste y el terrible temor a la muerte, ahí está Uracha. Con caridad, Carlos logra acercarse. Los lava, los acaricia, los alimenta y a los que van a partir los bautiza. Después llora con sus amigos los hurones.


En una carta a su padre, de 1637, manifiesta su temple:


"Estamos en las manos de Dios. El cuida de nosotros. Por supuesto, tenemos dificultades, pero somos felices. Te cuento, en Ossossané tenemos una fortaleza mejor que la Bastilla. Aquí, no hay cañones españoles que puedan asustar como en París. Estamos en paz. Nuestra defensa es de madera, palos de diez y doce pies. Tenemos una torre en un ángulo de la empalizada y estamos construyendo otras dos para asegurar los caminos de acceso.


¿Te acuerdas de mi fastidio por los estudios de medicina? Ahora ésta es una de mis principales ocupaciones. Preparo cataplasmas y suministro polvos. No te preocupes por mi salud. Nunca me he sentido mejor. Si tus amigos en Francia vivieran como yo, sé que estarían libres de muchas enfermedades.


Respecto al idioma, hago progresos. Anoto todas las palabras que escucho. Es cierto, no tengo mucho tiempo para escribir porque dedico casi todo el tiempo, desde la mañana hasta la noche, a predicar, a visitar a los enfermos, a recibir a los hurones en mi tienda".


Sobre los gustos artísticos de los pieles rojas escribe en una carta a su hermano Enrique, el carmelita:


"Necesito una pintura de Jesucristo, pero que no tenga barba. Si no es posible, que tenga muy poca, como si tuviera dieciocho años. La figura sobre la cruz debe ser muy clara, sin nadie al lado, para no distraer la atención. Sobre la cabeza de la Virgen María, haz poner una corona y un cetro en las manos, que el Niño esté en las rodillas. Esto ayuda a la imaginación de los hurones. No debes poner ninguna aureola, cámbiala por un sombrero. Los rayos pueden prestarse a equívocos, las cabezas deben estar siempre cubiertas.


Mándame un cuadro sobre la resurrección del último día, pero haz que las almas de los bienaventurados aparezcan extraordinariamente felices. Cuando representes el Juicio final, preocúpate de no confundir. Los muertos resucitados deben estar fuera de sus tumbas y, si se puede, iluminados. Las caras no deben pintarse de perfil, sino de frente y con los ojos muy grandes. Los cuerpos no deben estar completamente vestidos, por lo menos una parte debe estar desnuda. Los cabellos no deben ser rizados. Ninguna cabeza puede ser calva. Nadie debe usar barba. Nuestro Señor y Nuestra Señora deben ser muy blancos. Sus vestidos deben tener colores vivos: rosado, azul, escarlata; nunca verde ni café. Los santos que descienden del cielo deben ser blancos, como la nieve, con ornamentos relucientes, con una cara llena de risa y felicidad. Los condenados deben estar pintados de color negro y asados al fuego. Pon algunas llamas encima y dentro de la cabeza. Los ojos deben ser como brasas. La boca que esté abierta y de ella debe salir fuego, también de la nariz y de las orejas. Toda la cara debe aparecer atormentada, llena de arrugas. Las manos, los pies y los costados deben tener cadenas de fierro. Pon un terrible dragón, que se retuerza alrededor de las víctimas, y les muerda las orejas. Recuerda que las escamas de la bestia deben ser horribles, jamás de color azul. A cada lado de un condenado, pon dos demonios que lo torturen con arpones de fierro y un tercero que lo tire de los cabellos".


La Misión entre los petuns


Después de establecer la Residencia central de Santa María para la misión de los hurones, el nuevo Superior, el P. Pablo Raguenau, destinó a los Padres Isaac Jogues y Carlos Garnier a la región habitada por los petuns o tribu del Tabaco. Ambos deben iniciar allí un nuevo campo de evangelización.


El territorio de la nueva misión dista, hacia el occidente, a unas doce a quince leguas de la región de los hurones. El nombre de la tribu se debe a las grandes plantaciones de tabaco.


Los dos misioneros parten en noviembre de 1639. Para Carlos es un desafío que lo llena de alegría. El camino es duro en el invierno, tanto que ningún hurón acepta acompañarlos.


Se pierden en el bosque, los senderos han sido borrados por la nieve. Con hambre llegan a la primera aldea. Ellos la bautizan con el nombre de los Apóstoles Pedro y Pablo.


El recibimiento es muy duro. Nadie se atreve a darles hospitalidad. Las mujeres huyen espantadas a esconderse en las tiendas. Los muchachos siguen a sus madres dando gritos. Todos piensan que los carapálidas traen enfermedad y hambre. ¿Qué otra cosa pueden pensar al verlos arrodillados? Sin duda están preparando los maleficios.


Cada dos días deben seguir a otra aldea. Nadie desea tenerlos más tiempo. Isaac y Carlos no desmayan. Como les permiten vivir, ellos pueden continuar recorriendo los pueblos. No se quejan. Sólo están agradecidos.


Fueron tres meses muy duros. Al fin, regresan a Santa María con la cara llena de risa. No han logrado casi nada, pero están contentos porque piensan en el futuro.


El misionero insistente


Ocho meses después, Carlos Garnier regresa a la tribu de los hombres del tabaco. Esta vez, él es el Superior. Su compañero es el P. Pijart. Sabe que será mal recibido, pero tiene la decisión de quedarse entre ellos.


Al llegar a la aldea de los Apóstoles Pedro y Pablo, convoca a los jefes. Les habla con dulzura, distribuye regalos y solicita quedarse. Es escuchado sin interrupción. Cuando termina, uno de los sachems le responde:


"No queremos tus regalos. Deja pronto nuestro país si no quieres sufrir las consecuencias".


Pero Carlos, a pesar de la amenaza, decide quedarse.


Son otros meses de trabajo difícil y peligroso. Carlos sabe lo que busca y no desmaya. En dos ocasiones está a punto de morir, pero Dios parece liberarlo. "Nosotros te arrancaremos de la tierra, raíz venenosa".


La profesión solemne


En 1642, Carlos queda encargado de la misión de San José, en la aldea hurona de Teanaustayé. Esta es la época de la cosecha para Carlos Garnier. Domina el idioma, quiere profundamente a los hurones, sabe su oficio. A los pocos meses recoge a manos llenas.


"En un mes o dos han progresado en el conocimiento y en el amor de Dios, más de lo que yo hubiera esperado con un trabajo de uno o dos años".


La alegría de Carlos se interrumpe con la noticia terrible de la prisión de sus amigos Isaac Jogues y René Goupil en manos de los iroqueses. El martirio de René lo llora junto a sus hermanos. La oración, entonces, la dirige por la preservación de Isaac.


El día 30 de agosto de 1643, en la capilla de la misión de Santa María, Carlos hace su profesión solemne de cuatro votos en manos del Superior del Canadá, el P. Jerónimo Lalement. Carlos agradece a Dios la incorporación definitiva a esa Compañía de Jesús que tanto ama.


El sufrimiento de un gran amigo


En el mes de agosto de 1644, Carlos Garnier recibe las más increíbles noticias de sus hermanos jesuitas. Isaac Jogues, su entrañable amigo, ha regresado al Canadá. Sano y salvo. Ha sido torturado por los iroqueses. Ha podido huir gracias a la ayuda de los holandeses. Estuvo en Francia y ha regresado. ¡Cómo quisiera volar a su lado para abrazarlo! Con muchas lágrimas de consuelo, agradece a Dios por la vida del amigo. Pero la obediencia y los trabajos lo obligan a permanecer en Teanaustayé.


Los detalles de la odisea de Isaac los va sabiendo, uno tras otro. Ya conocía el hecho de la prisión, en manos iroquesas, el triste día del 30 de junio de 1642. Por la narración entregada por Isaac, ahora se impone del terrible viaje al interior del país de los mohaws. Una a una le cuentan las torturas. También los detalles del martirio de San René Goupil. En su interior, Carlos envidia al joven cirujano.


Isaac Jogues no ha querido decir mucho sobre su tiempo de esclavitud entre los iroqueses. Algo más ha contado sobre los holandeses del fuerte de Rensselaerswyck y de New Amsterdam. Han sido palabras agradecidas hacia esos amigos hugonotes. Ha narrado la huida, el viaje en velero, la llegada a Francia.


Carlos cree merecida la acogida triunfal en la corte francesa. Se alegra con la dispensa del Papa y goza con su regreso. Y ahora, admira el temple de su amigo que ha decidido partir nuevamente al país de los iroqueses.


De nuevo en la tribu de los petuns


En octubre de 1646, la misión de Teanaustayé es encargada al P. Antonio Daniel. Carlos Garnier y el P. Leonardo Garreau deben partir a la siempre deseada misión en la tribu del Tabaco. Esta vez, Carlos ha sido llamado por los sachems. Eso lo llena de alegría. La aldea Etharita del Clan de los Lobos y la aldea Ekarenniondi del Clan de los Ciervos solicitan que Uracha sea quien los lleve a la verdadera fe.


En ese terreno, que bien puede ser considerado virgen, Carlos siente que ha encontrado el campo y la perla tanto tiempo pesquisados. Es duro, pero también el consuelo es grande. Muy pronto establece firmemente dos misiones: la de San Juan y la de San Matías.


Lleva dos meses en su nuevo puesto. Una carta le trae pronto las noticias del martirio de sus amigos Isaac Jogues y Juan de La Lande en el país de los iroqueses. Carlos y Leonardo lloran, pero se consuelan en la fe. Saben que ambos son ahora sus mejores intercesores.


Una carta escrita al P. General, d el 25 de abril de 1647, dice casi todo de su trabajo entre los petuns:


"El buen P. Garreau y yo estamos casi siempre separados, porque él vive en una aldea distante de la mía, unos diez o doce días de camino. Él viene a mí y yo a él de tanto en tanto. Y después de permanecer unos días juntos él regresa al poblado donde yo estaba y yo al de él. Así vivimos".


La guerra de los iroqueses


Pero la cruz del aislamiento no es la más pesada. Las incursiones de los iroqueses son su mayor preocupación. Carlos sabe que la guerra hace estragos entre los hurones. No se hace ilusiones. Un día la violencia llegará también a sus dos misiones de la tribu del Tabaco.


En julio de 1648, con pena conoce la destrucción de su querida misión de Teanaustayé y la muerte violenta del P. Antonio Daniel, su sucesor entre los hurones. El Superior, en su carta, les pide discernir. Carlos y Leonardo deciden quedarse con sus pueblos.


Poco después, el Superior, al conocer la decisión, determina enviarles compañeros. El P. Natal Chabanel será el compañero de Carlos en San Juan, y el P. Adrián Grélon acompañará a Leonardo, en San Matías.


En el mes de marzo de 1649, la amenaza de los iroqueses parece acercarse cada vez más. Hasta el país de los petuns, con la rapidez del rayo, ha llegado la noticia del martirio de los PP. Juan de Brébeuf y Gabriel Lalement. Después del incendio, nada queda de las aldeas huronas.


La muerte de la Misión hurona


Ese día del 16 de marzo de 1649, en Santa María de los hurones, el P. Pablo Raguenau observa la espiral de humo que se eleva por encima de los bosques. Parece venir desde la vecina misión de San Luis.


Poco después, llegan las mujeres llorando y los niños hurones espantados. Con aullidos anuncian el ataque de los iroqueses. Los PP. Juan de Brébeuf y Gabriel Lalement habían decidido quedarse con los hurones.


La sangre del P. Raguenau se hiela en las venas. Sin duda, a estas horas ambos pueden estar en poder de los iroqueses. De inmediato, el P. Raguenau organiza la defensa de Santa María. Si llegan los iroqueses, todos pueden perecer.


Al día siguiente, llegan trescientos hurones de la nación del Oso. Ellos anuncian la llegada de otros doscientos de sus guerreros. Sigilosamente salen los hurones hacia San Luis y San Ignacio. Primeramente son vencidos; después, con los socorros, viene la victoria.


El 19 de marzo llegan a Santa María los hurones que, con el desastre iroqués, se han liberado. El sachem Esteban Annaotaha cuenta a los horrorizados jesuitas los detalles del martirio de Juan de Brébeuf y de Gabriel Lalement. Todos lloran.


Al amanecer del día veinte, los jesuitas con algunos guerreros viajan a San Luis y a San Ignacio. Sólo encuentran ruinas, silencio y muerte. Sollozando, recogen el cuerpo ennegrecido de Juan y el cadáver del atormentado Gabriel. Con veneración los llevan a Santa María.


En una semana, los hurones abandonan quince aldeas. Algunos buscan refugio en la nación de los neutrales. Otros se dirigen al norte, hacia los algonquines. Centenares parten hacia la tierra de los petuns. La nación hurona parece morir.


Los jesuitas deciden, entonces, acompañarlos. Determinan abandonar la Misión de Santa María y reconstruirla en otro sitio. Con doce hurones mayores celebran consejo, y deciden trasladarse a la isla Ahoendoe.


De inmediato, el P. Raguenau organiza los trabajos. Con sus hurones, construye una barcaza de 16 metros de longitud y una balsa de troncos de 25 metros. Empaquetan y enfardan todo: ropa, maíz, provisiones, semillas y pescado ahumado. Con especial cuidado envuelven los vasos sagrados, ornamentos, imágenes y los libros. Las reliquias de los mártires las ponen en una caja, con fuertes cerraduras.


El 14 de junio de 1649, después de asegurarse de que no hay iroqueses en la cercanía, se embarcan todos, aun los animales. Los hurones los siguen en sus canoas. Santa María es destruida a fuego.


Desembarcan en Ahoendoe, y febrilmente comienzan a levantar las construcciones. Los hurones, hambrientos, llegan de todas partes. Los problemas de alimentación son extremadamente duros y ésta es la primera preocupación del Superior.


La guerra en el país de los petuns


En noviembre, algunos hurones, que regresan de la tierra de los petuns, comunican la aterradora noticia de que los iroqueses han levantado también el hacha de guerra contra la tribu del Tabaco.


El P. Pablo Raguenau queda aterrado, pues ahora cuatro de sus misioneros viven en los poblados de los petuns. En Etarita, están los PP. Carlos Garnier y Natal Chabanel y, a 15 kilómetros más lejos, los PP. Adrián Grélon y Leonardo Garreau.


De inmediato, el P. Raguenau escribe a Carlos Garnier, ordenándole a él y a los otros tres dirigirse a la nueva Santa María de Ahoendoe, cuanto antes, a menos que alguna poderosa razón lo impida.


Otro discernimiento heroico


En Etarita, a principios de diciembre, los PP. Carlos Garnier y Natal Chabanel reciben la orden del P. Raguenau. Silenciosamente y con tristeza se miran ambos. Cada uno da sus razones. Sí, el peligro de los iroqueses existe. Pero ése no puede ser un motivo para abandonar a los cristianos. Conversan, discuten, rezan y disciernen, como tal vez jamás lo han hecho en sus vidas.


Al fin, Carlos Garnier, el superior de los dos, toma la decisión. Partirá el P. Natal Chabanel y él se quedará con los petuns. En carta al P. Pablo Raguenau, explica:


"No tengo temor alguno por mi vida. Lo que más sentiría sería abandonar a mis cristianos. Ellos me necesitan en su hambre, miseria y en el terror de la guerra. Dejaría de utilizar la oportunidad que Dios me da, de morir por Él. Pero en todo momento estoy dispuesto a dejarlo todo y a morir en la obediencia".


Bajo el doble mandato de la obediencia, el P. Natal Chabanel sale de Etarita el 5 de diciembre de 1649.


El ansiado martirio


El martes 7 de diciembre, a las tres de la tarde, mientras Carlos hace su acostumbrada visita apostólica, oye el grito aterrorizado de sus cristianos: ¡Los iroqueses! ¡Los iroqueses!.


De inmediato corre. Ve a los iroqueses, con sus pinturas de guerra, entrando al poblado y derribando todo. Corre a la Capilla. Grita a los petuns para que huyan sin tardanza. Bendice a los cristianos.


"¡Uracha, sálvate! ¡Huye con nosotros! Él hace un gesto, negándose. De pronto, siente en su pecho la herida de una bala de mosquete. Después, otra bala le perfora el estómago. Pierde entonces el conocimiento.


Al recobrarlo, se encuentra totalmente desnudo, con la sangre manando de las heridas. Musita el acto de contrición. A poca distancia ve a un petun que se retuerce en agonía.


Carlos entonces se levanta, penosamente, y se desploma. Haciendo un esfuerzo, intenta taponar la sangre y se arrastra hacia el moribundo. Entonces, un iroqués se precipita sobre él, le corta el cuero cabelludo y le clava el hacha en la cabeza.


La glorificación


Los restos de Carlos fueron recogidos por los PP. Adrián Grélon y Leonardo Garreau, dos días después.


Sentados en tierra permanecieron todo el día, como estatuas de bronce, la cabeza inclinada y los ojos fijos en el suelo. No debían llorar, porque eso era indigno de un valiente. Lo enterraron en lo que había sido su Capilla.


San Carlos Garnier fue canonizado el 26 de junio de 1930, conjuntamente con Juan de Brébeuf, Isaac Jogues, René Goupil, Juan de La Lande, Antonio Daniel, Gabriel Lalement y Natal Chabanel.


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