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12:02 a.m.

Por: . | Fuente: www.pastoral-vocacional.org



Obispo y Mártir


Martirologio Romano: En Bucarest, Rumania, beato Janos Scheffler, obispo de Satu Mare y mártir, perseguido por el régimen comunista a causa de su fe. ( 1952)


Fecha de beatificación: 3 de julio de 2011, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.



János Scheffler nació el 29 de octubre 1887 en Kálmánd, una aldea en la región de Satu Mare, en la época perteneciente a Hungría. De familia católica, y dotado de gran inteligencia, fue ayudado por el párroco a cursar los estudios en la Escuela de Satu Mare. En 1905 fue admitido en el seminario. Estudió en Facultad de Teología de la Universidad de Budapest y en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde recibió la licenciatura en Derecho Canónico; mientras en 1910 fue ordenado sacerdote.

De regreso a Budapest, obtuvo el doctorado en teología. Además de dedicarse a la enseñanza y a la predicación, entre otras actividades, publicó varios libros sobre la catequesis: la catequesis católica, la liturgia católica para estudiantes de la escuela secundaria, e Historia de la Iglesia Católica.


En 1942 fue nombrado obispo de Satu Mare y administrador apostólico de la diócesis de rito latino de Oradea. Como Obispo de la diócesis organizó la administración, construyó iglesias, visitó las parroquias, administró el sacramento de la confirmación, ordenó sacerdotes, y promovió el seminario y la Acción Católica.


Desde 1947, cuando se agudiza la persecución comunista rumana contra la Iglesia Católica, János Scheffler fue encarcelado por no inclinarse a la intención del régimen de separar la Iglesia rumana de la de Roma. En la prisión de Jilava fue sometido a trabajos forzados e interrogatorios violentos. Sin embargo, transformó esta dolorosa realidad como una ocasión de apostolado, catequesis y oración. Murió el 6 de diciembre de 1952


Fue beatificado el 3 de julio de 2011 en la comunidad de Satu Mare de Rumanía, en una ceremonia concelebrada por el arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría, el Cardenal Péter Erdő y con la presencia del Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, en representación del Papa.


En el día de la beatificación, el Papa Benedicto XVI dijo en el Angelus dominical:


"Queridos hermanos y hermanas, me uno a la alegría de la Iglesia en Rumanía, en particular a la de la Comunidad de Satu Maru, donde hoy se ha proclamado Beato a János Scheffler, que fue obispo de esa diócesis y murió mártir en 1952. Que su testimonio sostenga siempre la fe de los que lo recuerdan con afecto y de las nuevas generaciones".


En 1942 fue nombrado obispo de Szatmár.


Durante la II Guerra Mundial, ayudó a numerosos prófugos y a cuantos se encontraban en los centros de recogida, especialmente a judíos, dirigiendo su actividad pastoral a la protección de los oprimidos y de los perseguidos.


Al final de la guerra, el régimen comunista comenzó a obligar a los fieles y religiosos a crear una Iglesia católica rumana independiente del Papa. Ya que monseñor Scheffler no aceptó el encargo, fue arrestado y procesado. Encerrado en la cárcel subterránea de Jilava, fue condenado a trabajos forzados. Murió a causa de la inanición y de los maltratos.


Si usted tiene información relevante para la canonización del Beato János, por favor escribir a:

Rev. Szoke János, SDB

Episcopia Romano-Catolica

Str. 1 Decembrie 1918, nr. 2

440010 Satu Mare, ROMANIA



12:02 a.m.

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Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En Madrid, España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras, religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació en Vitoria, Álava, el día 23 de octubre de 1866 y en ese mismo día, fue bautizada en la Parroquia de Santa María de Vitoria, recibiendo el nombre de Clementina. Sus padres, fervientes católicos, educaron cristiana y piadosamente a su hija.

Contaba 20 años cuando ingreso en el Instituto de Siervas de María, el 23 de Agosto de 1866, en la Casa Madre. Conoció a la Fundadora, Santa María Soledad, siendo ella quien la admitió y de cuyas manos recibió el santo hábito, el 14 de noviembre de 1866. Hizo su profesión temporal el 18 de diciembre de 1887, siendo destinada a Puerto Rico, donde emitió la Profesión Perpetua el 18 de Diciembre de 1894.


A los 38 años de edad, es nombrada Superiora de la comunidad de Guanajuato (México) cargo que ejerció con gran caridad y solicitud, hasta el año 1909 en el que fue destinada para desempeñarlo en la comunidad de Durango y Puebla (México), donde vivió la terrible revolución de mexicana. Trasladada a España, en agosto de 1916, le confiaron de nuevo el cargo de Superiora en Mataró, Alcoy, Sarriá y Barbastro, dejando siempre en el desempeño de esta misión, el mismo celo e interés hacia las Hermanas.


En octubre de 1929, al ser erigida la Provincia de Madrid, es trasladada a la misma como Consejera Provincial y Superiora de Pozuelo de Alarcón, hasta que en 1934, viendo que sus fuerzas naturales no le permitían seguir en tan delicado cargo, fue trasladada con gran pena por parte de los Superiores, a la enfermería de Madrid, siendo modelo de virtudes para quienes la cuidaban y visitaban.


El año 1936, ante el gran peligro que corrían las amadas ancianitas en Madrid, se dispuso el traslado de Madre Aurelia a la casa de Pozuelo de Alarcón, para que gozara de más paz y tranquilidad, aunque los planes de Dios bien se han visto, muy diferentes.


Tanto en la calma como en la adversidad su lema era: "De Dios somos, no permitirá que nos pase nada malo"


En Julio de 1936, se declaró la guerra civil en España, la casa fue tomada y las Hermanas tuvieron que dispersarse entre las familias conocidas, estando sometidas a una estrecha vigilancia y en absoluta incomunicación las unas con las otras. Madre Aurelia con otras tres Hermanas más, fue reconocida como religiosa y sin negar en ningún momento su condición de consagrada, fue elegida para el martirio. Es muy probable que Madre Aurelia muriera en la noche del 6 al 7 de diciembre de 1936 en Aravaca, Madrid. Contaba M. Aurelia con 70 años de edad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE (AURELIA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ (AGUSTINA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)


3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo, Madrid (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)


4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 05 April 1879 en Donamaría, Navarra (España)

martirio: 06 December 1936 en Aravaca, Madrid (España)



12:02 a.m.

Por: . | Fuente: SiervasDeMariaCastilla.com



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En Madrid, España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras, religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Sor Aurora nació en San Lorenzo, Madrid, el 28 de mayo de 1850. Recibió el Bautismo el 30 de mayo del mismo año poniéndole el nombre de Justa. Dos años más tarde recibió el sacramento de la Confirmación.

Sus padres la educaron cristianamente desde su niñez. El 20 de marzo de 1874, ingresó como Postulante en las filas de las Siervas de María, en la casa de El Escorial, pasando al poco tiempo al Noviciado de Madrid, para formarse en él, según las Constituciones de esa Congregación. El 14 de mayo del mismo año vistió el Santo Hábito, cambiando su nombre por el de Sor María Aurora. El 24 de junio, hizo sus primeros Votos con el fervor que el caso lo requiere y el 2 de julio de 1897, pronunció sus Votos Perpetuos en la Casa Madre.


El año 1885 fue nombrada Superiora de Arévalo. Volvió a Madrid en 1893, luego la destinaron a El Escorial, donde desempeño el cargo de Consiliaria. Residió también en las comunidades de Salamanca, Alcalá de Henares, Cabeza del Buey, Jaén, Cuidad Real y por último en Pozuelo de Alarcón.


Contemporánea de Santa Mª Soledad Torres Acosta, refleja fielmente en su vida , la sencillez y la valentía, la bondad y el espíritu sobrio, que distinguió a la Fundadora. En su larga vida religiosa, la Hermana Aurora se mostró muy amante del Instituto y sacrificada en el ejercicio de los ministerios, en el cuidado de los enfermos en sus domicilios, compartiendo con las jóvenes religiosas su rica experiencia.


A pesar de su ancianidad, ya que al tiempo de su muerte, era la religiosa más antigua del Instituto (62 años de vida religiosa), era muy fervorosa, le gustaba ser puntual para acudir a los actos de comunidad y recordaba con frecuencia la presencia de Dios. Era trabajadora y muy animada en las recreaciones.


Al llegar los momentos de la prueba, Sor Aurora se amoldó a todo con una docilidad admirable, aunque al quitarse el hábito, gruesas lágrimas corrían por sus mejillas. Supo dar prueba en todo momento de serenidad y abandono de los planes del Señor sobre ella.


En julio de 1936, la casa de Pozuelo de Alarcón fue tomada por los revolucionarios y las Hermanas tuvieron que dispersarse entre las familias conocidas, estando completamente incomunicadas las unas de las otras y sometidas a una estrecha vigilancia. Sor Aurora, junto con las otras tres Siervas de María, fue reconocida como Religiosa y fue escogida para el martirio. Es muy probable que Sor Aurora muriera en la noche del 6 al 7 de diciembre de 1936 en Aravaca, Madrid. Tenía Sor Aurora 86 años de edad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE (AURELIA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ (AGUSTINA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)


3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo, Madrid (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)


4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 05 April 1879 en Donamaría, Navarra (España)

martirio: 06 December 1936 en Aravaca, Madrid (España)



12:02 a.m.

Por: . | Fuente: SiervasDeMariaCastilla.com



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En Madrid, España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras, religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Nació Sor Daría en Donamaría ( Navarra), el día 5 de abril de 1879, siendo bautizada al día siguiente en la Parroquia de Nuestra Sra. de la Asunción. Sus padres se esmeraron en darle una cristiana educación y muy pronto se vio el fruto de sus desvelos, con la colaboración de la gracia.

A los 23 años, ingresó en el Instituto de las Siervas de María, el 9 de noviembre de 1902 en la casa de San Sebastián, pasando a los pocos días al Noviciado de Madrid. Recibió el santo hábito el 19 de abril de 1903, emitiendo sus Votos Temporales el 4 de mayo de 1905, siendo destinada a la casa de Zaragoza, donde permaneció hasta el 1910, ejerciendo el hermoso ministerio de caridad junto a los enfermos, con celo e interés. Pasó luego a la casa de Ciudad Real y al año de estar allí, fue trasladada a Madrid emitiendo los Votos Perpetuos el 5 de mayo de 1913. No tardó en enfermar de una úlcera de estómago, distinguiéndose durante todo el tiempo que le duró la afección, por su espíritu de humildad y mortificación


El año 1922, se le destinó al Noviciado de Madrid con el cargo de Auxiliar, misión que desempeñó con grandísima edificación de todas, siendo un modelo de virtudes para las novicias; la caridad para con éstas era la de una madre, sacrificándose por todas, siempre que la necesidad lo pedía. Esta delicada misión la ejerció por espacio de 8 años, al cabo de los cuales, fue destinada a la Casa de Pozuelo de Alarcón, donde desempeñó los cargos de Secretaria - Consiliaria en 1932. En esta comunidad también fueron visibles y admiradas sus hermosas virtudes, edificando a todas por su porte afable y religioso.


La entrega de su vida no fue vista por las Hermanas que la conocieron como algo casual, sino como la coronación de toda una vivencia. Con frecuencia se le oía decir: “yo quiero el martirio del sacrificio diario y si Dios quiere, también morir; morir mártir por Él”.


En el 1936, fue detenida por los revolucionarios en unión de Madre Aurelia y Sor Aurora. Según la familia que las albergaban fue Sor Daría, quien, al ser objeto de insultos y vejaciones al sospechar que eran religiosas, afirmó: “Somos, en efecto, religiosas; pueden hacer lo que quieran de nosotras, pero yo les suplico, que a esta familia no les hagan nada, pues, al vernos sin casa y autorizados por el Comité de Pozuelo nos recibieron en la suya por caridad”.


Sor Daría fue escogida para el martirio, que tuvo lugar probablemente en la noche del 6 al 7 de diciembre de 1936 en Aravaca, Madrid. Contaba Sor Daria con 57 años de edad.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE (AURELIA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ (AGUSTINA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)


3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo, Madrid (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)


4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 05 April 1879 en Donamaría, Navarra (España)

martirio: 06 December 1936 en Aravaca, Madrid (España)



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Por: . | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Sacerdote y Mártir


Martirologio Romano: En distintos lugares de España, Beatos Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe ( 1934-1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Era natural del pueblo de Los Balbases, provincia de Bur­gos, en donde vió la primera luz el 10 de febrero de 1879. Sus padres se llamaron Mamerto y Cristina.

Pasados en su pueblo natal los años primeros de su niñez, ingresó, juntamente con otros compañeros, en la recientemen­te fundada Escuela Apostólica de Arcos, en 1891, de donde pasó, al año siguiente, a Tardajos, al trasladarse a este pueblo aquella residencia de PP. Paúles.


Cursados los tres años de Latín y Humanidades, fue recibido en el Noviciado de la Congregación en junio de 1895. Supo aprovecharlo bien, formándose en el espíritu de buen hijo de San Vicente, y en el mismo espíritu y aprovechamien­to tanto en la virtud como en los estudios, cursó los estudios mayores de la carrera eclesiástica, hasta ordenarse de Meno­res y Subdiácono, respectivamente, el 18 y 25 de octubre de 1903; de Diácono, el 28 de este mes, y de Presbítero, el 1 de noviembre del mismo año.


A los pocos días de su ordenación sacerdotal, fue destinado a Filipinas. En aquellas islas permaneció dieciocho años, de­dicado a la enseñanza en los Seminarios de Cebú y San Pablo.


Su actuación destacó principalmente en calidad de párroco de la nueva iglesia dedicada a San Vicente de Paúl en Manila, que regentó siete años, con mucho celo y acierto, captándose las simpatías de propios y extraños.


El P. lreneo tenía la rara habilidad de hacer valer sus dotes, aun por encima de su mérito intrínseco. Llegó a adquirir fama de gran orador; no es que anduviera escaso de caudal, pero la verdad es que se explotaba a sí mismo con usura. Corno tenía la campechanía por arrobas, entreverada ciertamente con vetas de geniazo, y aun este registro fuerte le sacaba rara vez, conseguía en poco tiempo y sin esfuerzo lo que para otros hubiera constituido obra de romanos con­seguirlo.


El clima le rindió. Vino el natural desgaste. Y se impuso la vuelta a España, en 1920, para reponer su quebrantada salud.


Suspirando por Filipinas, volvió de nuevo a aquellas tie­rras en 1922; mas tuvo que despedirse de ellas en seguida.


En 1924 estuvo ya dando Misiones en la provincia de León y Diócesis de Astorga, en compañía del P. José Santos. Las privaciones que juntos en ellas padecieron las hacía más lle­vaderas el buen humor y excelente compañerismo de que siempre estuvo animado el P. Rodríguez. Por este tiempo y a causa del frío y la humedad, adquirió el P. Rodríguez una penosa y molestísima enfermedad; tuvo que operarse.


El bienio 1925-1926 residió en Madrid sin destino fijo.


Durante el curso 1926-192Z predicó Misiones en la Diócesis de Badajoz.


Destinado a Cuba, estuvo dos años y medio al frente de la iglesia de la Merced, en la Habana. No se hizo a vivir en tie­rras americanas y se vino a España, siendo destinado a Guada­lajara: aquí era confesor de los Apostólicos, capellán de monjas y confesor de las mismas, prefecto de la iglesia y Di­rector de la Asociación de la Medalla Milagrosa. Maestro en estos menesteres, se le hizo agradable la estancia en esta ciu­dad. A este tiempo se refieren los siguientes apuntes biográ­ficos que su Superior, a la sazón, el P. Gregorio Sedano, escribió a requerimiento nuestro y con destino a ilustrar y avalo­rar nuestro humilde trabajo:


“1. Alma de cera en un, temperamento sujeto al estam­pido.


He aquí la gráfica, en lo humano, del P. Ireneo Rodríguez, según mi visión psicológica, pobre y reducida a los años en que le conocí.


Con ella a la vista se descifra su conducta.


2. Por tener de cera el alma, tenía, ante todo, el P. Ro­dríguez don de gentes singular.


Sus pasos levantaban como arcos de saludos.


Era de esas figuras populares y amplias en, el barrio y la ciudad entera.


3. Suplemento de este don era su arte en la historieta —pasó por Filipinas…—y la campechanería —gracia llana y querenciosa—, propia del valle en que nació.


Con el cuento chistoso y la palmada al hombro se granjeaba al punto cordiales amistades, sobre las que vendría lue­go la siembra de la exhortación misionera.


4. Un derivado asimismo de dicha cualidad era también, su tipo emocional. Lo tierna le cuajaba al momento los ojos de lágrimas y le anudaba la expresión.


¡Cuántas veces nos sorprendió con, tales manifestaciones en el púlpito, en las repeticiones!…


A mí no se me enfría la emoción que me encendió cuando, al terminar la conferencia de la caridad fraterna en unos Ejer­cicios, me tendió tembloroso un abrazo sollozando un “¡Qué sublime!”. Y sí que era emotiva la causa y la ocasión. Pero, vaya!; para la sensibilidad del común la cosa no parecía para tanto. ¡Sólo en su alma, por ser tan de cera, había tenido aquellos efecto: de derretimiento dulce e inflamado.


5. Este don de las ternezas era la nota de sus devociones. Le gustaban los Caminos Rectos, las Pepitas de Oro… Se ex­plicaba por frases de sutil incoherencia…


Hablando, por ejemplo, de la Virgen, el P. Ireneo evocaba al pequeñín que balbuce lindezas sobre el halda bien querida.


6. El culto de la Milagrosa, por lo demás —se le veía—, le saciaba los anhelos hasta poder constituirle el afán señero y suficiente para llenar su vida.


Y así la Milagrosa de Guadalajara, la de la cara de Reina y Madre y de Virgen sin segundo, tuvo en el P. Rodríguez un verdadero apasionado y un celador todo desvelos por acre­cerla el culto y el número de coros.


7. Paúl de cuerpo entero, el P. Rodríguez sentía por las Misiones verdadero gozo. Y en mis días se fue a ellas por los pueblos cercanos desafiando su afección de reumatismo, la cual, recrudecida por tal causa, llegó a postrarle en cama con posibles fatales consecuencias.


8. La labor apostólica, sin embargo, que por aquellos días le robó el cariño de modo peculiar, fue la dirección de las Damas de la Caridad.


9. Otra buena cualidad del P. Rodríguez merecedora de alta estima era el orden en sus cosas.


10. Por su temperamento, adolecía de ciertos exabruptos, que con facilidad descomponían en extremo su habitual ta­lante. Pero, sobre no llegar probablemente a ser pecado tal, sabía él sacar de la necesidad virtud. No se le pondría el sol sin reparar las posibles ofensas; y era altamente edificante acu­sarse en Capítulo de “este mi genio”.


11. Era el P. Rodríguez amante enamorado de la Com­pañía y entusiasta enaltecedor de sus valores, éxitos y progre­sos. En las veladas de los niños había de pedir la palabra para una solfa muy suya.


12. Y a él se le notaba andar en el empeño de redoblar esfuerzos y cuidados, así en la propia santificación, como en el desempeño de sus ministerios, en aquella jornada ya de pára­mo abajo de su vida”.


Sin querer, me han salido doce puntos, doce estrellas…


Para cogerlas, nada mejor que el sartal de quejumbres que por las calles de Guadalajara a mi paso recientemente por allá— eran el duelo universal por la desaparición de “¡aquel P. Rodríguez!”.


Parecían la réplica de aquello: “Hic homo… videbatur nobis camino mori non debuisse”.


Al soplar airadamente los vientos revolucionario’, no se espantó el P. Rodríguez; por ende, vino gustoso en quedarse de Superior interino de la Casa cuando la. Comunidad de ésta en su casi totalidad se trasladó a Murguía, con el objeto de salvar a los niños de las futuras consecuencias revolucionarias.


Y la actuación del P. Rodríguez culminó en estos meses, de marzo a julio de 1936, en la venta de la finca, que se venía hacía tiempo procurando por temor a la pérdida de la casa por un posible incendio criminal.


La verdadera joya que en esta casa se encerraba era la pre­ciosísima imagen de la Virgen Milagrosa. En, plena sesión del Consejo Doméstico se había tomado el acuerdo de cortarle la cabeza y esconderla, para salvarla, ya que era su cara de raro mérito, en caso de que amenazara un próximo asalto de la horda.


El P. Rodríguez quedó encargado de realizar esta doloro­sa faena. ¿La llevó a término? Nada se sabe. Es probable que, como triunfó el Movimiento al principio, desistiera de hacer semejante barrabasada por de pronta, y después, avasallados los héroes, la irrupción fue rapidísima, y por consiguiente no habría tiempo de pensar en la estatua muerta cuando las vi­vas andaban al filo de la muerte.


Borracha con el triunfo la jauría marxista, y también har­ta de comer los famosos bizcochos y demás cuantioso botín objeto de su rapacidad, se cebó cruelmente y con saña en los pobres derechistas vencidos; empero, como tantos, los mejores, habían caído en la heroica defensa y ya no quedaban, creían ellos, los rojos insensatos, valientes alcarreños a quienes te­mer, se contentaron con encerrar en el Fuerte medio millar, integrado por algunos supervivientes de la lucha, sacerdotes y adinerados, de derechas verdad unos y algunos también de los equivocados o cobardes en religión.


Entre éstos ejerció fructuoso apostolado el P. Rodríguez, quien con su prestigio anterior y su celo entonces avivado, ce convirtió en el oráculo de aquella mansión de pesadumbre y escuela de heroicas virtudes.


Que eso es lo que sabemos: que el P. Rodríguez fue dete­nido y recluido en el Fuerte, y que aquí fue un sacerdote ejem­plar y un apóstol celosísimo.


Pasaron los días y las noches, entre hastío, esperanza, bu­los, desilusiones, desesperación, aliento, sobresaltos, cábalas, sacas parciales para el paredón, etc. (así se vive en la cárcel), hasta diciembre de 1936.


Y llegó el 6 de este mes de diciembre para no borrarse jamás del recuerdo. fue tan triste, tan cargado de bochorno, tan negro, tan criminal, tan inaudito lo que aquel día se hizo en Guadalajara…


Para vengarse de un bombardeo hecho por los aparatos na­cionales, resolvieron los infames verdugos preceder y aun jus­tificar su abominable ejecución con la mascarada de una pú­blica manifestación que recorriera las calles pidiendo a los responsables las vidas de los desgraciados presos del Fuerte. Pero lo incalificable es que sacándoles a viva fuerza de sus ca­sas, obligaron a los propios parientes de los reclusos a ir entre la canalla manifestante. Tan refinada crueldad es el colmo. Mas, ¿quién puede imaginar los colmos que los rojos verifica­ron? Sólo hay una explicación: era la hora de la vesania y sadismo infernales.


En el Fuerte hubo, ante la inminencia del peligro, pensa­miento de resistir: morir matando, con las uñas, con los dien­tes, como se pudiera, era la consigna que muchos patrocina­ban. Fue entonces cuando se levantó digna y noble la voz au­torizada del P. Ireneo Rodríguez: “Muramos como mártires, ya que no podemos defendernos como caballeros.’”


Y ocurrió el asalto de las turbas sanguinarias.


¡Cuadro horrendo! ¿Cuántos muertos?


¡Todos! Más de QUINIENTOS!…


Más de quinientos leones de España inmolados como cor­deros, mártires cristianos en la hora suprema del sacrificio.


Bajad, ángeles del Cielo. Recoged toda la siega. No espi­guéis, que no hay espigas vacías.


¡Fuerte de Guadalajara convertido en ara inmensa sobre­cargada de inocentes víctimas!


¡Guadalajara, Guadalajara! Te sentías orgullosa de poseer en tu recinto ese suntuoso panteón de la Condesa de la Vega del Pozo, y no sabías que era un símbolo… ¡Tu verdadero panteón es el Fuerte de Ingenieros!


¡Día 6 de diciembre de 1936!…


Así murió el P. Ireneo Rodríguez, héroe de la trágica jor­nada.


Las imágenes de su iglesia de Guadalajara también fueron decapitadas, deshechas.


De ellas, ni rastro; de él, el recuerdo.


Una prueba fehaciente queda en Los Balbases, su pueblo natal, de su celo y de su cariño a la Virgen Milagrosa: su re­galo de una valiosa y artística imagen, un precioso estandar­te, ricamente bordado y una próspera Asociación por él es­tablecida. Otro misionero, hijo asimismo del pueblo, que con­tribuyó con, él, regalando varias urnas de la Visita Domicilia­ria, a que reine la Milagrosa en Los Balbases, lo cuenta y es­cribe: “Con esto deseo tributar un homenaje de cariñoso re­cuerdo al inolvidable compañero y querido hermano, que, sin duda, estará ya gozando de Dios, y, al mismo tiempo, recordar al pueblo lo que hizo por él tan buen hijo suyo.”


Que sí, que en el corazón de cada balbaseño debe haber, y habrá, un altar para su ilustre Mártir


BIOGRAFÍAS DE MISIONEROS PAULES Edición 1942

Autor: Elías Fuente


Este grupo de mártires está integrado por:




1. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 06 Marzo1890 en Iglesuela del Cid, Teruel (España)

martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

2. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 01 Mayo 1871 en Tapia de la Ribera, León (España)

martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)


3. LUIS AGUIRRE BILBAO

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 13 Septiembre 1914 en Murguía, Vizcaya (España)

martirio: 30 Julio 1936 en Alcorisa, Teruel (España)


4. LEONCIO PÉREZ NEBREDA

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 18 Marzo1895 en Villarmentero, Burgos (España)

martirio: 02 Agosto 1936 en Las Planas de Oliete, Teruel (España)


5. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 11 Noviembre 1886 en Salazar de Amaya, Burgos (España)

martirio: 03 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


6. ANTONIO CARMANIÚ MERCADER

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 17 Agosto 1860 en Rialp, Lérida (España)

martirio: 17 Agosto 1936 en Llavorsi, Lérida (España)


7. FORTUNATO VELASCO TOBAR

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 31 Mayo 1906 en Tardajos, Burgos (España)

martirio: 24 Agosto 1936 en Alcorisa, Teruel (España)


8. RICARDO ATANES CASTRO

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 05 Agosto 1875 en Cualedro, Orense (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


9. PELAYO JOSÉ GRANADO PRIETO

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 30 Julio 1895 en Santa María de los Llanos, Cuenca (España)

martirio: 27 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


10. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 29 Abril 1903 en Moscardón, Teruel (España)

martirio: 24 Octubre 1936 en Gijón, Asturias (España)


11. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 10 Febrero 1879 en Los Balbases, Burgos (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


12. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 09 Mayo 1874 en Sitios, Zaragoza (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


13. VICENTE VILUMBRALES FUENTE

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 05 Abril 1909 en Reinoso de Bureba, Burgos (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


14. NARCISO PASCUAL y PASCUAL

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 11 Agosto 1917 en Sarreaus de Tioira, Orense (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)



12:02 a.m.

Por: . | Fuente: Somos.Vicencianos.org



Sacerdote y Mártir


Martirologio Romano: En distintos lugares de España, Beatos Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe ( 1934-1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



“IRÁ EN LA BIOGRAFÍA”

Tal era el estribillo —el remoquete— con que en las re­creaciones, al hacer comidilla de las prendas del P. Cermeño —a sus barbas, aunque se le encrespasen del bello furor de la humildad herida—, habíamos, de terminar nuestras ponde­raciones.


¡Señor! ¿Quién nos había de decir que aquellas bromas habían de ser veras, y tan pronto, y para fin tan fausto?…


Y pues ello es así, con el mayor amor y devoción más puros y entrañables, sin quitar el aroma del donaire y la familiari­dad confianzuda de aquellas comidillas, ahí van, P. Cermeño, las veras de estos rasgos de tu vida: Rosuelas para el nicho que te corresponde a lo menos en el retablo de nuestro altar casero. “A lo menos”, porque, para mi credo y mi esperanza, tú irás a los altares de la Iglesia.


“EL SANTITO”


Le llamaban “él santito”. Pusiéronle el apodo los chicuelos del corro de la esquina; luego lo hicieron suyo las devotas, los dependientes de comercio… Todos se lo llamaban al fin.


No hay exageración: que cuando fui a Guadalajara, hace año y medio, las gentes, al referirse a él, lo hacían así: “¡Y aquel Padre, “el santito”!…


Y es que el P. Cermeño, por esas calles de Dios, era tal­mente cualquiera de esos santos que se ganaron la canonización del pueblo por el modo de ir, por el modo de tratar…


Era el P. Cermeño llama de santidad enfundada en los hábitos talares.


Valga, pues, esto para primer rasgo: Le llamaban “el santito”. Habiendo de notar únicamente que lo del diminutivo provendría más bien de su talla, muy menuda.


ALMA DE PURA INFANCIA ESPIRITUAL


Apurando el análisis psicológico del P. Cermeño, acaso se le colocase en la casilla del tipo de menos valía. Pero en el terreno, de la santidad su situación cae de lleno en la Infan­cia Espiritual.


Alma niña era la suya, mirados los contentos y los gustos de su espíritu, y su ciego seguimiento de la voz de la Obediencia, y la pureza e inocencia de su vida y continente. Y así, es cosa de echarse a pensar a qué grado de perfección llegaría, contando como contaba con este don de privilegio, que, según la mágica doctora de las “florecillas”, es la trocha segura, ve­loz y certera.


De mí sabré decir que, descubriendo como descubría en él el tipo puro de esa modalidad místico-ascética, sentía, al ver­le, comezón de envidia. Entre el correr de las hilaridades a su cuenta, me asaltaban a mí como nostalgias de un paraíso cerrado. ¿Cómo es que a este hombre le brotan tan sin, esfuer­zo las virtudes, mientras que a los demás nos cuestan Dios y ayuda?


IN QUO DOLUS NON EST


Quien haya tratado al P. Cermeño ya sabrá del ideal que se cifra en este sentencioso rasgo ascético. Sabrá del varón que no acertaría a pensar mal de nadie; que tiene de par en par el templo de oro de su alma; que, al parecer, sigue automáti­co la línea rectilínea; que detrás de la risa sólo tiene el cielo dilatado de su buena fe…


El P. Cermeño nunca entendió de segundas intenciones. Las indirectas le descomponían, le ponían malo; abundando los casos en que, por tomar en serio las bromas, se pasó, el inocente, ratos bien atroces. El mismo lenguaje figurado le dejaba perplejo. Y él hablaba siempre con el alma en la palma de la mano: siempre, aun cuando quisiera hacer de pillín.


REZADOR EMPEDERNIDO


Si, como él lo confesaba sin cesar, acaso tendría que envi­diar a los demás en lo de las “cuantísimas luces” —sus térmi­nos— que recibían, de Dios en la meditación, en cambio, los demás le teníamos seguramente que envidiar a él aquel furor por la oración vocal de que gozaba.


Tropezarse con él en el pasillo era cortarle el bisbiseo de los labios: aquel bisbiseo tan martilleado que hacía pensar si no sería el hábito del mismo lo que le trajo aquel su refle­jo labial al rezar, aquel como tic que comprimiéndole el labio superior, le hacía parecer como que, más que decir, mordía las plegarias; lo que, por lo demás, le daba mucha gracia.


Y en cuanto al rezo común del Oficio divino, era tan asiduo, tan buen cumplidor, que, al acercarse ya la hora, allá re le veía desasosegado, mirando y remirando al minutero… Y llegada la hora, allá se le tenía el primero en su puesto, con el Breviario bien registradito y el “Aperi, Dómine” rezado con sobrada antelación.


Pites en la Misa, lo tieso de la actitud. y de los ademanes tenía unos como dejos de arrobo continuo.


SIN HIEL, SIN AGUIJON


De lo dicho se entiende, sin decirlo, que sería así el buen P. Cermeño; pero conviene hacerlo resaltar.


Esclavo hasta servil de las formas del trato social, que ma­mó en su Madrid, sabía adobarlas con la miel de una sonrisa inocua, graciosa y benevolentísima.


Pero aun, en los casos de resentimiento por las bromas, allí no había más que la palomita que al picotear hace cos­quillas. Por mucho que enarcase las cejas —cosa que hacía con tal extremo de arte pasional que habría de envidiarlo el más insigne actor—, por furibundas que afectasen ser sus mi­radas de soslayo, detrás sólo asomaba el alma sin hiel ni agui­jón, en simpática comedia causadora de grata hilaridad.


En los casos de dolencia ajena, cuando algún, compañero estaba enfermo, él era el obligado visitante, condolido, todo anhelos de servicio y siempre a la hora exacta prefijada para su vueltecita.


NI LA SOMBRA DE PECADO


¿Cómo sospechar falta consciente en el P. Cermeño? Ni la sombra del pecado enturbiaba jamás aquel su mirar per­petuamente diáfano, aquel su sonreír de alma de Dios.


Asiduo y aun devoto como era del confesionario, hacía pensar que oiría las confesiones como con un grande para­guas y que se deslizaba por esta al fin ciénaga humana con la misma inmunidad del cisne.


Y siempre en los cotidianos trajines, daba la sensación de ir bajo las alas del Ángel de la Guarda.


SU MODESTIA


Secuela de este don era su compostura, su modestia. Acaso tendrá que nacer quien le gane en tal virtud. Tan extrema ya en él, que, como acertó a definirla un donairoso compañero, aquello era más bien pudibundez.


LIMPIEZA


Si respecto de la modestia ha cabido la duda, con relación a la limpieza es apodíctico que sí que tendría que nacer quien le gane.


Quien desee saber lo que es una virtud sublimada, que lo estudie en la limpieza practicada por el P. Cermeño.


¿Una pelusa en la ropa? ¡Qué horror!


Y en la habitación, la mesa reluciente, la estatuita y el ca­racolillo de mar siempre en su sitio; en el baúl, las prendas bien plegadas y saturadas de alcanfor; los flecos de la colcha de la cama en impecable simetría, y… ¡el plumero en acción quién sabe las veces al día!


Se diría, en fin, que para el P. Cermeño la limpieza tenía rango de divinidad.


EL GESTO CUMBRE


En la vida del P. Cermeño, prisma de visos tan encantadores, hay una faceta que lo personifica sin igual: su actitud, su gesto ante el posible caso del martirio, que ¡ay! —y por su dicha— le llegó.


Tirarle de la lengua sobre tal asunto fue solaz reiteradísimo de las recreaciones cuando ya la tempestad se nos cernía negra y angustiosa.


En un alarde de osadía vindicativa, cediendo a sugerencias de un compañero tan ducho en latines como en humorismo, llegó el P. Cermeño a resolverse por añadir al “ut inimicos… humiliare digneris” la coletilla de un “Domine, ut deprehe­dantur”, que él pronunciaba con énfasis de verdadero mordisqueo de las palabras. Y era casi continuo también este diálogo:


—Pero, vamos a ver, P. Cermeño: ¿y si vienen a echarle mano ya?


—Ya sé bien lo que tengo que hacer. Les lanzo un ¡Viva Cristo Rey! que… ¡los aplasto!


FIN


Y el gesto, la exaltación de fe y el furor santo con que lo profería, eran, en efecto, como para aplastar… Pero a los racionales, no a los monstruos de entrañas de piedra y de dientes y zarpas de oso.


Y así, llegado el momento ferozmente trágico de las veras de estas bromas —¿cómo dudar de ello?—, el P. Cermeño, fiel a su plan tan madurado, estrujando las últimas fuerzas del sistema nervioso probablemente en ruinas, lanzaría su consig­na —exaltación de fe y furor santo—; la descarga de balas no cedió, y él, con el grito ya palma del espíritu, se iría a los cielos con zapatos y todo


¡Y qué hermoso estarás, querido hermano!


¡Y qué envidia!


¡Y cómo se escapan los besos a la palma y al zapato!


Hasta aquí el lindo y galano decir del P. Gregorio Sedano. Completemos la biografía.


Era el P. Cermeño hijo del matrimonio ejemplar Mariano Cermeño y Matilde Barceló, y nació el 9 de mayo de 1874, en la ciudad heroica de los Sitios.


Estudió en nuestra casa de Teruel, desde 1890 a 1892, en que ingresó en el noviciado de Chamberí, a 27 de abril. El día 28 de abril de 1894 hizo los Votos. Se ordenó de Menores el 26 de marzo de 1899; de Subdiácono, el día siguiente; de Diácono, el 23 de julio, y, de Presbítero, el 8 de septiembre del mismo año 1899.


Fue destinado accidentalmente a Valdemoro y luego a la fundación de Porto-Alegre (Brasil), en cuyo Seminario ense­ñó durante tres cursos completos: 1900-1903.


Al deshacerse aquella fundación, volvió a España, siendo destinado al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros (Orense), y allí vivió durante dieciséis años dedicado a la en­señanza en la Escuela Apostólica y Seminario Menor de la Diócesis.


El año 1923 se inició un período de crisis en su vida ‘tran­quila y sosegada del monte Medo, con, la que también se ave­nía su espíritu. Una orden superior dispuso se trasladara a Valdemoro, para que fuera uno de los capellanes de las Her­manas ancianas y enfermas que en las dos residencias de San Diego y San Nicolás unas reparan averías y otras viven de año­ranzas; mas la tal disposición fue poco a poco modificada y marchó- a Teruel en calidad de director y confesor espiri­tual de la Escuela Apostólica de la Congregación en aquella ciudad. A pesar de correr por sus venas sangre aragonesa, no se hacía a vivir en aquellas tierras; por ello, al cabo de un año, los Superiores, comprensivos y casi adivinos (el P. Cer­meño no era pedigüeño y menos machacón), por una parte, y, por otra, no queriendo desaprovechar al buen P. Cermeño, consecuentes con el plan formativo de los futuros apostólicos, le trasladaron a la ciudad de Guadalajara; mas ni aquí se aquietó su ánimo; seguíale la nostalgia de la terriña. Fuéle, al fin, otorgado volverse a su querido Santuario, en 1924. Pero su actuación en la Apostólica de Guadalajara, justamente apre­ciada, no se echaba en olvido y nuevamente fue requerida. Pasó a dicha ciudad el año 1929, para nunca jamás abando­narla.


En Porto-Alegre tuvo bastante que sufrir, y recordamos a propósito esta su frase de entonces: “Vengo cano, y no por los arios.” Nada tiene ello de extraño ni creemos indique cosa particular respecto a su persona, pues sabido es que aquella fundación brasileña fué un semillero de disgustos para todos.


¿Y su muerte?


Su muerte, para no desentonar de la vida, anónima también.


A lo que se sabe, en casa le cogieron los rojos. De casa, al Fuerte. Y el día más trágico de la ciudad de Alvar Fáriez, del Palacio del Duque del Infantado, del Panteón, de la Acade­mia, de la Hispano… el 6 de diciembre de 1936, fecha de tris­tísima recordación, el P. Cermeño fue una de las quinientas víctimas que la barbarie marxista sacrificó, en su vesania incalificable, así de una vez.


BIOGRAFÍAS DE MISIONEROS PAULES Edición 1942

Autor: Elías Fuente


Este grupo de mártires está integrado por:




1. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 06 Marzo1890 en Iglesuela del Cid, Teruel (España)

martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

2. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 01 Mayo 1871 en Tapia de la Ribera, León (España)

martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)


3. LUIS AGUIRRE BILBAO

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 13 Septiembre 1914 en Murguía, Vizcaya (España)

martirio: 30 Julio 1936 en Alcorisa, Teruel (España)


4. LEONCIO PÉREZ NEBREDA

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 18 Marzo1895 en Villarmentero, Burgos (España)

martirio: 02 Agosto 1936 en Las Planas de Oliete, Teruel (España)


5. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 11 Noviembre 1886 en Salazar de Amaya, Burgos (España)

martirio: 03 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


6. ANTONIO CARMANIÚ MERCADER

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 17 Agosto 1860 en Rialp, Lérida (España)

martirio: 17 Agosto 1936 en Llavorsi, Lérida (España)


7. FORTUNATO VELASCO TOBAR

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 31 Mayo 1906 en Tardajos, Burgos (España)

martirio: 24 Agosto 1936 en Alcorisa, Teruel (España)


8. RICARDO ATANES CASTRO

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 05 Agosto 1875 en Cualedro, Orense (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


9. PELAYO JOSÉ GRANADO PRIETO

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 30 Julio 1895 en Santa María de los Llanos, Cuenca (España)

martirio: 27 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


10. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 29 Abril 1903 en Moscardón, Teruel (España)

martirio: 24 Octubre 1936 en Gijón, Asturias (España)


11. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 10 Febrero 1879 en Los Balbases, Burgos (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


12. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 09 Mayo 1874 en Sitios, Zaragoza (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


13. VICENTE VILUMBRALES FUENTE

sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 05 Abril 1909 en Reinoso de Bureba, Burgos (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)


14. NARCISO PASCUAL y PASCUAL

hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)

nacimiento: 11 Agosto 1917 en Sarreaus de Tioira, Orense (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)



11:56 p.m.

Sacerdotes y Mártires


Martirologio Romano: En distintas poblaciones de España, Beato Joaquín Jovani Marín y 14 compañeros de la Hermandad de Sacerdotes Operaros Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús, asesinados por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco..



El ambiente anti clerical de la II República española

El día 14 de abril de 1931 fue proclamada la II República española, el nuevo régimen fue aceptado y acatado por la Iglesia en España. El día 9 de mayo de 1931 los metropolitanos españoles escribían: "Particularmente todos y cada uno de los prelados españoles han recordado ya a los fieles los deberes que les ligan con las autoridades constituidas y la obligación que les incumbe de cooperar al bien común y al mantenimiento del orden social. Los metropolitanos españoles, reunidos, de nuevo ratifican plenamente estas manifestaciones de los prelados, en la confianza de que las autoridades respetarán los derechos de la Iglesia y de los católicos en una nación en que la casi totalidad de la población profesa la religión católica".


A los veintisiete días de la proclamación de la II República española se desencadenó la violencia más brutal y salvaje contra todo lo que tuviera algo de signo religioso, asaltando, saqueando, incendiando iglesias, conventos, residencias y colegios religiosos.


La gente que había empuñado las riendas del Estado antes había incitado a las masas a cometer los desmanes que luego realizaron, quizá más pronto de lo que ellos mismos preveían...


El siervo de Dios Joaquín Jovaní Marín, a la sazón Director General de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, escribe, el 18 de abril de 1931, al siervo de Dios Mateo Despóns Tena -martirizado el día 13 de agosto de 1936-: "Por ahora todo sigue en paz, pero dentro de unos meses, cuando las turbas se vean defraudadas en las esperanzas concebidas por predicaciones infames, ¿qué podrá suceder? No quiero ni pensarlo, sino vivir cada día como me lo manda la Divina Providencia. ¡Ahora se hace más necesaria la vida de fe!".


Se oteaba en el horizonte la tragedia. Es muy significativo lo que dice, en carta de 7 de mayo de 1931, al Director General de la Hermandad el siervo de Dios Antonio Perulles Estivill, martirizado el día 12 de agosto de 1936 (el rector del Colegio de San José para Vocaciones Eclesiásticas de Burgos): "Vino el señor arzobispo y les dijo (a los seminaristas) que los que no estuvieran decididos a todo, hasta al martirio, aprovecharan la ocasión de las vacaciones del verano para no volver al seminario".


El 11, 12 y l3 de mayo de 1931 muchas ciudades españolas se convirtieron en una inmensa hoguera de iglesias, conventos, colegios, quemados impunemente por las hordas. "Casi un centenar, entre templos y casas religiosas, fueron pasto de las llamas en tres días de barbarie popular".


Y mientras la chusma quemaba, saqueaba, profanaba, el Gobierno provisional de la II República y sus adláteres no pudieron -o no quisieron- controlar tantos y tan serios desmanes. Dice Antonio Montero: "No le quedan al historiador actas judiciales de un proceso que no llegó a iniciarse contra los autores de tales desmanes. Ya esta ausencia de formal intervención de la autoridad judicial denuncia de por sí que el Gobierno rehuía aclaraciones excesivas de lo ocurrido. Consta también que la censura oficial impidió a los periódicos de orientación católica dar la versión justa de los hechos, mientras la prensa opuesta ofrecía a su clientela las más pintorescas interpretaciones".


La persecución religiosa en Tortosa


Sin duda, la diócesis de Tortosa fue una de las que sufrió más intensamente la persecución en los años de la guerra civil. Más de trescientos sacerdotes de la diócesis fueron martirizados.


Dice doña Emilia Marín Vidal en el proceso: "El ser sacerdote era sentencia de muerte en aquellos días. Eso lo sabemos todo el mundo. Los rojos tenían la intención de acabar con todos los católicos. Yo en aquellos días confesaba y comulgaba cada semana, pero muy ocultamente, con todas las precauciones, porque nos hubieran matado de haberlo sabido".


Isidoro Bover, el día 10 de abril de 1936 escribía a su hermano José María Bover diciéndole que en España se estaba imponiendo la dictadura del marxismo, en la que, como todos sabemos, unos pocos, a punta de armas, someten a los demás.


"Da la impresión de que nos hallamos ya en los preludios de una dictadura izquierdista con máscara de legalidad, que es la más odiosa de las dictaduras. Y hay síntomas de que esa dictadura será, si Dios no lo remedia, la brecha para el paso de la dictadura roja. Por ahora no se ve en el horizonte ningún claro por donde pueda brillar el sol".


El Siervo de Dios José Manuel Claramonte Agut, en uno de sus escritos, señala claramente quienes son los culpables de los hechos acaecidos y también de los que luego ocurrirán:



"Los leales a Azaña y Martínez Barrio. Puede ser que se molesten los aludidos tiranos y reclamen para sí toda la gloria por los centenares de miles de asesinatos cometidos en el territorio sobre el que se arrogan la suprema autoridad. Porque con su autoridad fueron convocados los asesinos; en nombre de la misma autoridad se les dieron las armas a sus leales sanguinarios; el criminal silencio de la autoridad aprobó la detestable conducta de los milicianos, y la manifiesta impunidad del Gobierno alentó los bajos instintos de sus satélites.


Admitimos que los principales y casi únicos responsables de los asesinatos son Azaña y Martínez Barrio; pero alguna parte corresponde a los miserables asesinos que, aunque obrasen como instrumentos de la llamada autoridad, no puede eximirse de la responsabilidad que de sus propios actos corresponde a todo ser humano.


La lista de los abominables hechos es muy larga y espeluznante en sus detalles".



El delito de ser sacerdote

Era la causa única de su condena a muerte. Los testimonios son unánimes en el proceso de Tortosa.


El sacerdote tortosino don Luis Riba Cano testifica en la causa del siervo de Dios Mateo Despóns Tena: "Es cierto que le mataron solamente por ser sacerdote. Me fundo en mi propia suerte. Yo era entonces diácono, y discutieron los del Comité si me debían o no matar; a pesar de haber acordado matarme, no lo hicieron porque todavía no había cantado misa y, por tanto, no había engañado –dijeron- a nadie"


El señor Antonio Piñana Vizcarro testifica en la causa del siervo de Dios Vicente Jovaní Ávila: "Las matanzas de sacerdotes eran sólo por odio a la religión. En la misma fábrica donde yo trabajo oí muchas veces decir a un jefe de control -impuesto desde Barcelona- que era necesario acabar con todos los sacerdotes y con la religión".


El entonces seminarista José María Reyes Mateu, en la causa del siervo de Dios Joaquín Jovaní Marín, dice que en la llamada "cárcel de Pilato" de Tarragona, donde tuvieron prisioneros a muchos seminaristas de esta ciudad, juntamente con el siervo de Dios, "el día 10 de agosto de 1936 me hicieron una especie de juicio. Me preguntaron si yo era sacerdote. Les contesté que me faltaba un año para terminar la carrera. Me dijeron que a los estudiantes nos necesitaba la República y que no nos harían nada malo; solamente a los culpables -refiriéndose claramente a los sacerdotes- les darían lo suyo".


No se toleraba la existencia de signo alguno religioso. En la causa del siervo de Dios Joan Vallés Anguera testifica el señor Francisco Benaiges Vallés: "Hicieron un bando de que se habían de quemar todos los cuadros e imágenes de santos. Querían acabar con toda la religión. Para derribar los santos de la iglesia hacían ir, obligados, a los más católicos".


Todo el que protegiera a un sacerdote era condenado a muerte. No se libró de esto ni el hermano del tristemente célebre Marcelino Domingo, ministro de la República desde 1931.


Doña Joaquina Fibla Frecet, cuñada de Federico Domingo -hermano de Marcelino-, ha dejado una declaración muy importante a este respecto, como testigo en la causa de los siervos de Dios Joaquín Jovaní Marín y Vicente Jovaní Avila:



"Por mediación de mi cuñado, Federico Domingo, el siervo de Dios Joaquín Jovaní salió de la cárcel de la Casa de Pilato. Este Federico, a pesar de ser hermano del ex ministro de la República, Marcelino, era bueno y muy querido de todos. Mi marido fue a ver al siervo de Dios muchas veces a esta cárcel, acompañado de Federico Domingo".


El siervo de Dios había conseguido dos pasaportes para huir a Francia. "El uno era para el siervo de Dios y el otro para Joaquín Jovaní Avila, sobrino del siervo de Dios, por su condición de casado. Mi esposo le dio dinero y proporcionó vestidos para este viaje... El siervo de Dios y su sobrino Joaquín subieron al coche que los había de llevar a Francia. Los demás quedaron en la pensión un rato. En esto llegaron unos sesenta milicianos, que ocuparon la pensión y detuvieron a todos.


Entonces vieron los que estaban en la pensión que había regresado el coche en el que viajaban los que marcharon a Francia, el cual había sido detenido también por los milicianos y obligado a regresar a la pensión. A todos los detenidos los llevaron a un retén y después a la checa de San Elías.


Allí fueron a parar el siervo de Dios, con mi marido, sus dos sobrinos, Vicente (sacerdote) y Joaquín, y además Federico Domingo, que, como tantas veces he dicho, era el que los protegía por sus circunstancias especiales.


Los cinco fueron encerrados en la misma celda. De esta celda los iban sacando de dos en dos. Mi marido se quedó solo, el último. Al llamarle para declarar, preguntó por sus familiares, y los milicianos le dijeron que estaban en un campo de concentración, menos Federico, que había sido llevado a Madrid.


Esto era mentira, como pudimos comprobar después de la guerra, al encontrar juntos los cadáveres de Joaquín Jovaní, el sobrino y de Federico Domingo".



El esposo de doña Joaquina fue puesto en libertad, detenido nuevamente y asesinado en Castellón.

Resumen biográfico de D. Joaquín


Nació el 16 de octubre de 1874 en Sant Mateu aunque su familia se trasladó a vivir a Benicarló. Su familia era muy religiosa y guardó una gran relación con el Beato Manuel Domingo y Sol, fundador de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Realizó sus estudios en el seminario de Tortosa y se licenció en Teología en el seminario de Toledo. Fue ordenado presbítero el día 4 de junio de 1898 y el 12 de agosto ingresó en la Hermandad fundada por Mosén Sol. Ocupó diversos cargos de responsabilidad en el seminario de Toledo; director del colegio de San José de esa ciudad; director del colegio de San Juan en Almería; administrador del Pontificio Colegio Español de Roma, del que más tarde sería rector; profesor en el seminario de Barcelona; rector del seminario de Tarragona. En 1927 fue elegido director general de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, cargo que desempeñó hasta 1933. En 1934, a petición del arzobispo, volvió a desempeñar el cargo de rector del seminario de Tarragona. El inicio de la persecución religiosa le sorprendió en el seminario de la Seu d´Urgell, en un cursillo de verano con los seminaristas mayores de Tarragona. Como ya hemos comentado, allí le acompañó su sobrino Vicente. En diferentes cartas había manifestado sus inquietudes y presagios sobre el clima social y político que se vivía en España en 1936: “Únicamente el Señor sabe lo que nos espera en el transcurso de este año que hoy comenzamos”. “La marea roja parece que va en aumento. ¿Llegaremos al final de la zozobra? En manos de Dios estamos.”


El 25 de julio por la tarde entró un grupo de milicianos armados en la capilla donde estaban rezando vísperas. Superiores y seminaristas quedaron detenidos en el mismo seminario. Se les comunicó a los superiores la posibilidad de pasar a Andorra, salvando así su vida, pero la rechazaron por no querer abandonar a sus alumnos. El 26 de julio un autobús y dos camiones trasladan a los presos hasta Tarragona. Durante el trayecto se les despojó de todas sus pertenencias. En Tarragona fueron liberados, Don Joaquín fue acogido por la familia de un seminarista, allí se celebraba la Misa y se rezaba el rosario de forma clandestina. El 2 de agosto un numeroso grupo de milicianos fuertemente armados llamaron a la puerta exigiendo la presencia del sacerdote, su respuesta fue: “Alabado sea Dios; ha llegado la hora…” Al ser interrogado sobre su identidad, contestó: “Soy sacerdote y rector del Seminario de Tarragona”. A partir de aquel momento quedó detenido y fue trasladado al comité para ser interrogado. A las diez de la noche fue conducido al castillo de Pilatos donde quedó preso. La familia del seminarista José María Reyes le llevaba comida diariamente.


Por influencia de Federico Domingo fue liberado a los pocos días. Se refugió en casa de su primo Justo Marín pero viendo que corría peligro se trasladó junto a su sobrino Vicente a Barcelona, hospedándose en la pensión “El Carmen”. Se le facilitó un pasaporte para ir a Francia junto a su sobrino Joaquín, pero, como hemos visto anteriormente, fueron descubiertos y apresados. Junto a ellos fueron detenidos su otro sobrino, Vicente, Federico Domingo y Domingo Roig. Los cinco fueron encerrados en la misma celda de la checa de San Elías. Después de los interrogatorios Domingo Roig fue puesto en libertad, aunque moriría asesinado un mes después en Castellón. Los cuatro restantes fueron llevados al cementerio de Montcada i Reixac, siendo allí martirizados el 5 de diciembre de 1936.


Integran este grupo de mártires:




1. MIGUEL AMARO RODRÍGUEZ, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 08 Mayo 1883 en El Romeral, Toledo (España)

martirio: 02 August 1936 en Toledo (España)

2. JOAN VALLÉS ANGUERA, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 21 Diciembre 1872 en Darmós, Tarragona (España)

martirio: 09 Agosto 1936 en Darmós, Tarragona (España)


3. MATEO DESPÓNS TENA, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 05 Atril 1884 en at San Mateo, Maestrazgo, Castellón (España)

martirio: 13 Agosto 1936 en Maestrazgo, Castellón (España)


4. AMADEU MONJE ALTÉS, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 10 Atril 1906 en Batea, Tarragona (España)

martirio: 16 Agosto 1936 en Gandesa, Tarragona (España)


5. CRISTÒFOL BAQUÉS ALMIRALL, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 20 Marzo 1885 en Olesa de Bonesvalls, Barcelona (España)

martirio: 20 Agosto 1936 en la carretera de la Arrabassada, Barcelona (España)


6. JOSEP MARÍA TARÍN CURTO, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 06 Febrero 1892 en Santa Bárbara, Tarragona (España)

martirio: 29 Agosto 1936 en Tortosa, Tarragona (España)


7. JOSÉ PRATS SANJUÁN, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 31 Julio 1874 en Catí, Castellón (España)

martirio: 01 Septiembre 1936 en Tortosa, Tarragona (España)


8. LORENZO INSA CELMA, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 18 June 1875 en at Calaceite, Teruel (España)

martirio: 02 Septiembre 1936 en Tortosa, Tarragona (España)


9. TOMÁS CUBELLS MIGUEL, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 25 Octubre 1867 en La Palma, Tarragona (España)

martirio: 10 Septiembre 1936 en Campredó, Tarragona (España)


10. JOSÉ PIQUER ARNÁU, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 27 Octubre 1881 en Onda, Castellón (España)

martirio: 11 September 1936 en Bechí, Castellón (España)


11. JOSEP PLA ARASA, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 16 Noviembre 1888 en Santa Bárbara, Tarragona (España)

martirio: 11 Septiembre 1936 en Tortosa, Tarragona (España)


12. SEBASTIÁ SEGARRA BARBERÁ, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 28 Marzo 1894 en at Fatarella, Tarragona (España)

martirio: 05 Octubre 1936 en Les Corts, Barcelona (España)


13. JOAQUÍN JOVANÍ MARÍN, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 16 Octubre 1874 en San Mateo, Castellón (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Montcada, Barcelona (España)


14. VICENTE JOVANÍ ÁVILA, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 05 Diciembre 1902 en Benicarló, Castellón (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Montcada, Barcelona (España)


15. JOSÉ MANUEL CLARAMONTE AGUT, sacerdote de la Hermandad de Sacerdotes Operarios del Sagrado Corazón de Jesús

nacimiento: 06 Noviembre 1892 en Almazora, Castellón (España)

martirio: 10 June 1938 en Vall d’Alba, Castellón (España)



11:56 p.m.

Por: . | Fuente: SiervasDeMariaCastilla.com



Religiosa y Mártir


Martirologio Romano: En Madrid, España, Beata Aurelia (en el siglo Clementina Arambarri Fuente) y 3 compañeras, religiosas profesas de las Siervas de María Ministras de los Enfermos, asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



El Señor concedió a Sor Agustina la gracia del martirio en plena juventud. Dichosa ella, que fue hallada digna de tal don.

Nació en el pueblo de Ruanales, Santander, el día 23 de marzo de 1900 y el 25 del mismo mes fue regenerada con las aguas bautismales, imponiéndole el nombre de Anunciación. Sus padres se esmeraron en darle una educación profundamente cristiana. No tarda en hacerse presente en su vida el dolor. Con la muerte de su madre, conoció pronto las privaciones y el trabajo, que forjaron en ella un espíritu austero, laborioso y sensible a las necesidades de los demás.


Dios la tenía señalada para sí. El día 14 de diciembre de 1924 ingresó en el Instituto de las Siervas de María en la casa de Tudela, pasando después al Noviciado de Madrid. El 4 de julio de 1925 vistió el santo hábito y el 25 de julio de 1927 emitió sus primeros Votos, ofreciéndose al Señor con todo el fervor de su alma.


El 9 de agosto del mismo año fue destinada a la casa de Pozuelo de Alarcón para ocuparse en los oficios domésticos. El día 5 de julio de 1933 emitió sus Votos Perpetuos en la misma casa de Pozuelo y a los 3 años pasaba a vivirlos en plenitud al cielo.


De espíritu profundamente piadoso, dicen cuantas la conocieron, que todo se convertía para Sor Agustina en Capilla y que en cuanto podía disponer de algún tiempo libre, se retiraba ante el Señor Sacramentado para permanecer ante Él profundamente recogida.


Tenía verdadero amor al trabajo y sus conversaciones casi siempre versaban sobre cosas espirituales. Su disponibilidad y entrega no conocieron límites cuando los Superiores le confiaron el cuidado de Madre Aurelia, aceptando este servicio como sagrado deber, levantándose por la noche, cuantas veces la enferma la llamara, sin dar nunca la menor señal de contrariedad y haciendo con ella derroches de caridad.


En 1936 al tener que abandonar la casa de Pozuelo de Alarcón, es acogida con otras tres Hermanas en la misma familia, pero los milicianos la obligan a separarse de ellas. Se une a otra familia que huye hacia las Rozas y allí sola, es acusada de ser religiosa y habérsele visto rezar.


Su vida de 36 años es coronada con el martirio, el día 5 de diciembre de 1936.


Este grupo de mártires está integrado por:




1. CLEMENTINA ARAMBARRI FUENTE (AURELIA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Octubre 1866 en Vitoria, Álava (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)

2. ANUNCIACIÓN PEÑA RODRÍGUEZ (AGUSTINA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 23 Marzo 1900 en Ruanales, Santander (España)

martirio: 05 Diciembre 1936 en Las Rozas, Madrid (España)


3. JUSTA LÓPEZ GONZÁLEZ (AURORA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 28 Mayo 1850 en San Lorenzo, Madrid (España)

martirio: 06 Diciembre 1936 en Aravaca, Madrid (España)


4. ENGRACIA ANDIARENA SAGASETA (DARÍA)

religiosa profesa, Siervas de María, Ministras de los enfermos

nacimiento: 05 April 1879 en Donamaría, Navarra (España)

martirio: 06 December 1936 en Aravaca, Madrid (España)



11:56 p.m.
No sabemos gran cosa sobre la vida de Bartolomé Fanti.

Fue uno de los carmelitas extraordinariamente santos que vivieron en Mantua, en el siglo XV. Nació en 1443.


A los diecisiete años, ingresó en la orden del Carmelo. Después de su ordenación se distinguió como predicador.


Era extraordinariamente devoto del Santísimo Sacramento.


Con el aceite de la lámpara del Santísimo, curó milagrosamente a varias personas. Instituyó en Mántua una cofradía de laicos de Nuestra Señora del Monte Carmelo, para la que él mismo escribió los estatutos y prescribió los ejercicios de devoción.


Se cuenta que el Beato Bartolomé fue maestro de novicios del poeta carmelita, Beato Bautista Spagnolo, quien, calificó a nuestro beato como "santísimo guía y maestro espiritual".


El Beato Bartolomé murió el 5 de diciembre de 1495. Su culto fue confirmado en 1909.



11:56 p.m.

Mártir


Martirologio Romano: Cerca de Munich, en Baviera, de Alemania, beato Narciso Putz, presbítero y mártir, que mientras Polonia estaba bajo un régimen extranjero durante la guerra, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su tenacidad en la fe y allí murió agotado por crueles tormentos (1942).

Etimología: Narciso = Aquel que produce sopor, es de origen griego


Sacerdote de la Archidiócesis de Poznan, cayó víctima de los nazis en el nefastamente famoso campo de concentración de Dachau.


El "crimen" cometido fue su perseverancia en la fe, murió entre atroces torturas.


El Papa Juan Pablo II, 13 de junio de 1999 lo elevó al honor de los altares junto con otras 107 víctimas de la misma persecución.


Para ver más sobre los 108 mártires durante la segunda guerra mundial haz "click" AQUI



11:56 p.m.
Hijo de un pastor luterano, nació en Copenhague el 10 de enero de 1638, donde estudia matemáticas, ciencias naturales e idiomas, y empieza a estudiar anatomía con Thomas Bartholin.

En 1660 va a Holanda, donde descubre el conducto exterior de la glándula salival parótida (conducto de Steno) y hace la primera descripción completa del aparato lacrimal.


Importantes son sus trabajos sobre los músculos: función de los intercostales, estructura fibrilar de las masas musculares, condición muscular de la lengua y del corazón, entre otros.


Basándose en experimentos fisiológicos, su mentalidad cartesiana le lleva a expresar geométricamente los mecanismos del movimiento muscular voluntario; pero rechazó el uso del microscopio que hubiera aclarado su teoría.


Vuelve a su patria en 1664, y, al negársele una merecida cátedra, marcha a París y a Florencia donde vive protegido por el gran duque Fernando II.


Allí nace su afición a la geología y una inquietud religiosa que le lleva a convertirse al catolicismo en 1667.


En 1669 publica un Prodromus, avance de un tratado geológico, en el que da geniales ideas sobre el significado de los fósiles y la formación de los cristales. Postuló, en estratigrafía, el Principio de Superposición o ley de Steno. En cristalografía también lleva su nombre una ley acerca de la constancia de ángulos interfaciales.


Cada vez le atraía más la vida espiritual y el afán de contribuir a soldar la división de los cristianos. Efectuó algunos viajes científicos y pasó dos años en Copenhague como Anatomicus regius; regresó a Florencia, donde, en 1675, se ordenó sacerdote.


Dos años después fue consagrado obispo y enviado como vicario apostólico a las ciudades hanseáticas. Grandes fueron sus sufrimientos en aquel medio totalmente luterano, en el que se hizo valer por su prestigio científico y por su vida pobre y sacrificada.


Murió santamente en Schwerin en 1686.


Fue beatificado el 23 de octubre de 1988.



11:56 p.m.

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Cathoic.net



Rector Mayor de 1922 a 1931




Etimológicamente significa “amante de los caballos”. Viene de la lengua griega.

Hoy hay en el mundo joven y adulto frecuentes rupturas afectivas, sacudidas que les dejan sorprendidos o bien con el ánimo destrozado. Es en estos momentos cuando deben descubrir los creyentes que Cristo Resucitado está ahí.


Nació en 1856 y tuvo la suerte de conocer a san Juan Bosco cuando era niño. El santo le invitó a que se hiciera salesiano cuando contaba 21 años.


Apenas fue ordenado de sacerdote en 1882, se le confió la formación de los adultos que aspiraban al sacerdocio. A partir de 1889 trabajó en España y Portugal.


En 1901 el sucesor de D. Bosco lo nombró administrador general de la congregación, cargo que entonces abarcaba los actuales de vicario del Rector Mayor y la administración central.


El intenso trabajo que le acarreaba un puesto tan complejo no le impidió ejercer el ministerio sacerdotal y ser un guía espiritual de finísima condición.


Dio impulso a la Familia Salesiana en toda su amplitud, y la enriqueció con la genial institución, entonces completamente nueva, de lo que hoy se conoce con el nombre de “Voluntarias de D. Bosco”, chicas que viven su consagración a Dios en su trabajo respectivo y en casa. Monjas a lo moderno.


Elegido Rector Mayor en 1922, se dedicó en particular a la formación de los salesianos y, paralelamente, al desarrollo del culto al Fundador cuando éste fue declarado beato, insistiendo sobre todo en la imitación de su vida interior, en su unión con Dios, en su misión y en su ilimitada confianza en María Auxiliadora.


Interpretando genuinamente su espíritu, supo captar con intuición profética los signos de los tiempos y adecuarse a ellos con audacia. Murió en Turín tal día como hoy del año 1931.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!



11:51 p.m.

Por: . | Fuente: FrateFrancesco.org



Mártires en Japón


Martirologio Romano: En el lugar llamado Edo, de Japón, beatos mártires Francisco Gálvez, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, Jerónimo de Angelis, presbítero, y Simón Yempo, religioso, estos dos últimos de la Compañía de Jesús, todos los cuales fueron quemados por odio a la fe (c. 1622/1623).

Llegada del cristianismo a Japón


Los primeros cristianos japoneses recibieron el bautismo en 1548, en Goa, de manos del obispo Juan de Albuquerque. Ellos fueron los que guiaron los pasos de san Francisco Javier por el archipiélago nipón. Pero los jesuitas fueron pronto expulsados del país.


En 1593 desembarcaban en Japón los franciscanos descalzos Pedro Bautista Blázquez, Bartolomé Ruiz, Francisco de San Miguel y Gonzalo García, que no tardaron en recibir refuerzos desde Filipinas. En sólo tres años lograron bautizar a unos 20.000 neófitos, pero en 1596 estalló la persecución. Pedro Bautista y cinco compañeros suyos, tres jesuitas nativos y 17 cristianos seglares murieron crucificados en Nagasaki


En tres años llegaron a bautizar a unos 20.000 neófitos. En 1596 estalló la persecución contra los cristianos, y el 5 de febrero del año siguiente morían crucificados en Nagasaki san Pedro Bautista , cinco compañeros suyos, tres jesuitas nativos y 17 cristianos seglares. Su martirio supuso nuevas conversiones y mayor expansión misionera, y fue en una de las nuevas oleadas de misioneros cuando llegó al país el beato Francisco Gálvez


FRAY FRANCISCO GÁLVEZ DE URIEL


Este franciscano, sacerdote y misionero, nació de Francisco Gálvez y de Juana Iranzo, familia hidalga y bien situada de Utiel (Valencia), , unos días antes del 15 de agosto, fecha de su bautismo.


Se inició en las letras en la escuela de la parroquia, pero pasó enseguida al Colegio Seminario del Salvador, inaugurado el 6 de agosto de 1585, cuando Francisco estaba a punto de cumplir los siete años. En palabras del fundador, el sacerdote local Don Gonzalo Muñoz Iranzo, la finalidad del colegio era "que aquí los niños y niñas, desde chiquitos, aprendan la Doctrina cristiana, y los mayores y estudiantes aprendan los principios de Gramática y Latinidad, para que aquí salgan buenos ministros para la Iglesia y vayan a otras Universidades para aprender otras ciencias y facultades y a Religiones y Monasterios para mejor servir a Dios, que éste es el celo del Salvador del mundo, a quien se debe todo y a quien se le dé la honra y gloria por siempre jamás, amén".


Hacia los 14 años, ell joven Francisco saldrá de aquí bien preparado para empezar su formación universitaria en el Estudio General de Valencia. En su certificado de estudios del 10 de abril de 1598 consta que era ya subdiácono, que cursó Artes, Lógica y Filosofía, bajo el magisterio del catedrático José Roque Rocafull, doctor en Artes liberales, y, y que luego completó los cuatro años de Teología. Cumplidos todos los requisitos, recibió enseguida el diaconado, seguramente de manos del santo arzobispo de Valencia Juan de Ribera, quien lo destinó a una de las parroquias de la ciudad.


Muy fuerte debió de sentir la llamada a la vida religiosa, pues, sin esperar a la ordenación sacerdotal, solicitó ser admitido en el convento valenciano de San Juan de la Ribera, de los franciscanos descalzos o alcantarinos. Esta rama de la observancia, una de las de mayor austeridad, se caracterizaba por una vida de pobreza, austeridad, mortificación y compromiso evangelizador y con los pobres. Descalzos eran también, aparte de san Pedro de Alcántara, san Pascual Báilón y el beato Andrés Hibernón, contemporáneos suyos.


A Oriente por la ruta occidental


El beato Francisco Gálvez profesó la regla franciscana el 6 de mayo de 1600 y se ordenó sacerdote a finales del mismo año, o a comienzos de 1601. Poco después, el 28 de junio, a petición propia, partía como misionero hacia al Extremo Oriente desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda. Lo sabemos porque el 1 de marzo de 1601, el rey Felipe II, por real cédula que se conserva en el sevillano Archivo de Indias, autorizaba a fray Juan Pobre, procurador de la Provincia franciscana de Filipinas, viajar a dichas islas con 40 misioneros, a expensas reales.


El viaje se hacía entonces por la ruta occidental. Tras dos meses de travesía, la misión dirigida por Juan Pobre desembarcaba en San Juan de Ulúa, el puerto de Veracruz, en Méjico. De aquí se dirigieron a pie hasta la capital azteca. Ocho años permaneció el beato Francisco en tierras mejicanas, sin que podamos precisar dónde residió ni en qué se ocupó todo ese tiempo. Lo que si sabemos es que sólo en 1609 pudo embarcarse en Acapulco, donde la congregación tenía una hospedería para los frailes de paso, rumbo a Manila. Tanto el archipiélago filipino como el japonés formaban parte de la floreciente provincia franciscana de San Gregorio Magno, cuyo primer procurador había sido san Pedro Bautista, uno de los protomártires de Japón recientemente crucificados en Nagasaki. A raíz del martirio la Provincia había experimentado un fuerte crecimiento, pasando de 41 conventos, 125 religiosos y 60.892 cristianos a finales del siglo XVI, a 57 conventos y 114.000 cristianos en 1622.


El beato Francisco Gálvez fue destinado al convento filipino de Dilao, un barrio del extrarradio de Manila, donde había una colonia de japoneses cristianos. Trabajando pastoralmente con ellos fue como fray Francisco pudo aprender la lengua nipona. Hizo tantos progresos que sus superiores lo nombraron ministro de los japoneses de Balete, jurisdicción de Dilao.


Evangelizador en Japón


En 1612, bien preparado por el contacto diario con los nipones, el beato Francisco hizo su primer viaje a Japón. Durante dos años pudo desarrollar una breve pero intensa labor misionera: anuncio del Evangelio en japonés con soltura, traducción de libros religiosos (Vidas de Santos, un Catecismo, varios opúsculos devocionales) que facilitaron su tarea, y atención a los leprosos de Asakusa hasta contagiarse con la enfermedad.


El 27 de octubre de 1614, por decreto imperial, el beato Galvez y los demás misioneros tuvieron que abandonar el territorio y regresar a Manila, pues Japón no se abrió a los europeos hasta el siglo XIX, y las persecuciones contra los cristianos no terminaron hasta el año 1873. Pero fray Francisco se las ingenió para regresar, porque allá había dejado a un pequeño grupo de cristianos que él mismo bautizó, y necesitaban de su presencia, apoyo, consejos y consuelos. En 1616, con la armada del Gobernador de Filipinas, llegó hasta Singapur, desde donde pudo llegar a Malaca, colonia portuguesa donde los franciscanos, seis años antes, habían obtenido del rey de Camboya permiso para evangelizar en su territorio. Sólo encontró una galeota que viajaba a Japón, pero no admitía pasajeros, y menos misioneros, pues aún estaba reciente el decreto de expulsión. Entonces recurrió a una estratagema: se tiznó de negro y se contrató como galeón o remero, a cambio de una pequeña ración diaria de arroz. Pero todo lo soportó con paciencia, incluso el año y medio que tuvo que esperar en Macao, antes de tocar suelo japonés.


Cumplido su propósito, aún pudo moverse con cierta libertad, gracias a la tolerancia de las autoridades locales. Incluso ejerció de mediador diplomático, entregando al príncipe de Voxu, Masamuné, por encargo del beato Luis de Sotelo, martirizado poco después en Omura, unas cartas y presentes que traía de parte del rey de España y del Papa. Fray Francisco fue bien recibido y agasajado, con orden de atenderle en todo lo necesario, y con la asignación de un lugar tranquilo donde poder dedicarse sin molestias a la evangelización. Gracias a este especial privilegio del príncipe Masamuné, el Beato Gálvez pudo desarrollar una intensa y fructuosa actividad misionera en los territorios de Voxy y Mongami, multiplicando las conversiones.


Martirizado en Yedo (Tokio)


Aún no se habían agotado las anteriores órdenes de expulsión, cuando, en agosto de 1623, el Emperador nombró nuevo "shogum" o jefe de gobierno a Iemitsu. Y éste, al ver que no se cumplían con demasiado rigor, ordenó eliminar a los cristianos, prometiendo honores y dinero a quiénes los denunciaran. Enseguida alguien (un cristiano renegado, o un bonzo que se hizo pasar por tal) delató ante el gobernador a los cristianos y misioneros de Yedo, la actual Tokio, entre ellos al jesuita siciliano Jerónimo de los Ángeles. Fray Francisco Gálvez fue apresado en Kamakura, antes de poder huir con el japonés converso Hilario Mongazaimón, síndico de la orden franciscana. Con él apresaron también a fray Juan Cambo, que había sido portero en el antiguo convento de Nagasaki, a fray Padre Doxico, a Hilario y a su esposa Marina, con confiscación de todos sus bienes.


Los llevaron a Yedo, y fueron presentados ante el Consejo del Emperador. Acusado de engañar a los conversos japoneses arriesgando sus vidas, el beato Francisco respondió en voz alta y en elegante japonés: "Yo no he engañado a nadie, ni predico falsa doctrina, ni he sido causa de muerte; antes bien, por amor de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Salvador del mundo, y por amor de sus escogidos los cristianos, les he predicado la verdad y verdadera salvación, sin la cual nadie se puede salvar, ni vuestras mercedes se salvarán, si no creen lo que yo predico. No he sido causa de la muerte de los cristianos, sino vuestras Mercedes lo son, que se la dan injustamente".


No le dejaron seguir hablando. En prisión se encontró con fray Jerónimo de los Ángeles, apresado pocos días antes que él. Se alegraron de verse, se confesaron mutuamente, se prepararon para morir y animaron a los demás cristianos detenidos con ellos. Cuando llegó Iemitsu a Yedo, condenó a muerte a los 51 detenidos, ordenando que los pasearan por las calles de la Corte antes de ser quedamos vivos en la hoguera. En el cortejo iban tres grupos: el primero estaba encabezado por el P. Jerónimo de los Ángeles, a caballo, y el hermano laico Simón Yempo y 17 condenados más a pie. El segundo lo presidía fray Francisco Gálvez a caballo, con otros 16 condenados tras él. A la cabeza del tercer grupo iba Faramondo, caballero pariente y primo del Emperador, noble y rico, que se bautizó en Osaka en 1600 y había sido torturado en una anterior persecución.


El martirio se consumó el 4 de diciembre de 1623: dos jesuitas, el beato Francisco Gálvez y 47 "cordígeros" o franciscanos seglares, fueron quedamos vivos en una gran plaza de las afueras de Yedo, a la vista de muchos nobles y señores que habían sido invitados a los festejos de la investidura del shogun, y de un gran gentío, también cristianos, que acudieron de todas partes. Aunque pusieron guardia para los cristianos no retiraran sus restos y cenizas, pero éstos supieron esperar hasta la cuarta noche, cuando ya nadie vigilaba.


En poco tiempo, los cristianos de Japón quedaron sin sacerdotes y reducidos al silencio y la clandestinidad, hasta que fueron descubiertos de nuevo en 1865, año en que se volvió a permitir la entrada de misioneros católicos en el país.


El 7 de julio de 1867, Pío XI lo beatificaba con los otros 204 mártires ejecutados en Japón entre los años 1617 y 1632. Franciscanos eran 11 descalzos o alcantarinos, 6 observantes, y 29 seglares. Los franciscanos y la diócesis de Valencia celebran su fiesta el 4 de diciembre.



11:51 p.m.

Abadesa


Martirologio Romano: En Cenómano (hoy Le Mans), de Neustria, santa Adrehildis o Ada, abadesa del monasterio de Santa María (c. 692).

Etimología: Ada = "Aquella que lleva adorno y es bella", es de origen hebreo


Fue monja, abadesa, y virgen consagrada.


Vivió en el siglo VII.


Ella era sobrina de San Engelbert quien fue asesinado por su propio primo.


Ella y su familia eran muy debotos.


Fue monja en Soissons, Francia, y posteriormente abadesa de San Julien de Prés, Le Mans, Francia.


Es la santa patrona de las mujeres religiosas y monjas en Francia.



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Por: . | Fuente: Kolping.net



Presbítero y

Fundador de la Sociedad de Jóvenes Artesanos


Martirologio Romano: En Colonia, de Renania, en Prusia, beato Adolfo Kolping, presbítero, quien, ardientemente solícito para con los trabajadores y la justicia social, fundó una sociedad de jóvenes obreros, que difundió en muchos lugares (1865).

Etimología: Adolfo = "Aquel que es un guerrero osado", es de origen germánico


Sacerdote, reformador social, autor y editor, pastor de almas y "padre de los jóvenes artesanos"; todas estas actividades caracterizan a Adolfo Kolping (1813-1865). Adolfo Kolping nació en Kerpen, una ciudad alemana ubicada cerca de Colonia, y creció en un entorno humilde. Después de un breve período escolar, a los 13 años se hizo aprendiz de zapatero.


Trabajó durante diez años en este oficio y, al igual que otros artesanos jóvenes, viajaba de una localidad a otra. A los 23 años, se animó a dar un paso inusual y se decidió a ser sacerdote. Entró al "Colegio de San Marcelo" en Colonia, mientras tenía que ganarse la vida. A continuación, estudió teología en Munich y en Bonn. El 13 de abril de 1845, Adolfo Kolping fue ordenado sacerdote en la Iglesia de los Minoritas de Colonia. Su primer cargo como sacerdote fue el de vicario parroquial en Wuppertal-Elberfeld.


Allí se encontró con la miseria de los trabajadores a causa del cambio social de la industrialización. Debido a la caída de los gremios de artesanos, los jóvenes artesanos habían perdido el hogar que representaba la familia del maestro artesano. En Elberfeld,

Adolfo Kolping conoció la asociación de jóvenes artesanos fundada poco antes por el maestro de escuela Johann Gregor Breuer y fue nombrado su asesor eclesiástico (director espiritual). Kolping reconoció que este tipo de asociación constituía un medio adecuado para la solución de problemas sociales.


Ayuda para la autoayuda, cambio social mediante la transformación del hombre, así se caracterizarían más adelante sus principios. Kolping se trasladó poco después a Colonia, donde el 6 de mayo de 1849 fundó la primera "Asociación Católica de Jóvenes Artesanos", precursora de la actual Familia Kolping. En poco tiempo la idea de la autoayuda y de la ayuda comunitaria se difundió hasta los límitesde Europa y a ultramar.

El 27 de octubre de 1991, Adolfo Kolping fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en Roma. En la actualidad, su obra de vida sigue presente en más de cincuenta países.



11:51 p.m.

Por: . | Fuente: Vatican.va



Fundador de las Congregaciones de los Pobres Siervos

y de las Pobres Siervas de la Divina Providencia.

Martirologio Romano: En Verona, en Italia, san Juan Calabria, presbítero, quien fundó la Congregación de Pobres Siervos y Siervas de la Divina Providencia (1954).

Nació en Verona el 8 de octubre de 1873, séptimo y último hijo de Luis, zapatero, y de Angela Foschio, empleada al servicio doméstico, mujer de grande fe, educada por el Siervo de Dios Padre Nicolás Mazza en su escuela de niñas pobres.


Desde el nacimiento, para el niño Juan, la pobreza fue su maestra de vida. Cuando murió su papá, tuvo que interrumpir el cuarto año de escuela primaria para buscar un trabajo como ayudante.


Descubriendo las virtudes del joven, el rector de San Lorenzo, Padre Pedro Scapini, lo preparó en privado para los exámenes de ingreso al seminario. Una vez superados, fue admitido y frecuentó el liceo como alumno externo. Al tercer año tuvo que interrumpirlo para hacer el servicio militar.


La caridad fue la característica de toda su vida


Ya joven se distinguió sobre todo por su gran caridad. De hecho, se puso al servicio de todos haciendo los trabajos más humillantes y peligrosos. Se ganó la admiración de sus compañeros y superiores, llevando a muchos de ellos a la conversión y a la práctica de la fe.


Cuando terminó el servicio militar, retomó los estudios. Una fría noche de noviembre de 1897, cuando hacía su primer año de teología, volviendo de visitar a los enfermos en el hospital, encontró un niño acurrucado delante de su puerta; era fugitivo de los gitanos. Lo recogió y lo llevó en casa. Estuvo con él y al final lo acomodó en su pequeño dormitorio. Fue el principio de sus obras a favor de los huérfanos y abandonados.


Algunos meses más tarde, fundó la "Pía Unión para la asistencia de los enfermos pobres", reuniendo en torno a sí un buen grupo de seminaristas y de laicos.


Eran éstos los inicios de una vida totalmente caracterizada por la caridad. "Cada instante de su vida fue la personificación del maravilloso cántico de San Pablo sobre la caridad", escribe en una carta postulatoria a Pablo VI una doctora hebrea salvada por el Padre Calabria de la persecución nazi y fascista, escondiéndola vestida de hermana, entre las religiosas de su Instituto.


Sacerdote y Fundador de dos Congregaciones


Ordenado sacerdote el 11 de agosto de 1901, fue nombrado ayudante vicario en la parroquia de San Esteban y confesor en el seminario. Se dedicó con un particular celo a la confesión y al ejercicio de la caridad privilegiando sobre todo a los más pobres y marginados.


En el 1907, nombrado Vicario de la Rectoría de S. Benito del Monte, comenzó también a recibir y cuidar espiritualmente a los soldados. El 26 de noviembre de aquel año, en "Vicolo Case Rotte", dio inicio oficial al Instituto "Casa Buoni Fanciulli", que el año siguiente encontró la estabilidad definitiva en la calle San Zeno in Monte, en la actual Casa Madre.


Junto a los jóvenes el Señor le mandó laicos deseosos de compartir con él la propia donación al Señor. Con este puñado de hombres donados totalmente al Señor en el servicio a los pobres, con una vida radicalmente evangélica, hizo vivir a la Iglesia de Verona el clima de la Iglesia Apostólica. Y aquel primer núcleo de hombres fue la base de la "Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia" que será aprobada por el Obispo el 11 de febrero de 1932 y obtendrá la Aprobación Pontificia el 25 de abril de 1949.


Inmediatamente después de la aprobación diocesana, la Congregación se extendió en varias partes de Italia, siempre al servicio de los pobres, de los abandonados y marginados. Prolongó su acción a los ancianos y a los enfermos dando vida para ellos a la "Cittadella della caritá ". El corazón apostólico del Padre Calabria pensó además en los Parias de la India, mandando en el 1934 cuatro Hermanos a Vijayavada.


En el 1910 fundó también la rama femenina, las "Hermanas", que fue aprobada como Congregación de derecho diocesano el 25 de marzo de 1952 con el nombre de " Pobres Siervas de la Divina Providencia " y el 25 de diciembre de 1981 obtuvieron la Aprobación Pontificia.


Profeta de la paternidad de Dios y de la búsqueda de su reino


A las dos Congregaciones, el Padre Calabria, confió la misma misión que el Señor le había inspirado cuando joven sacerdote: "Mostrar al mundo que la Divina Providencia existe, que Dios no es extranjero, sino Padre, y piensa en nosotros, siempre que nosotros pensemos en Él y le correspondamos buscando en primer lugar el Santo Reino de Dios y su justicia" (cf. Mt 6, 25-34).

Y para testimoniar todo esto, acogió gratuitamente en sus casas, jóvenes, material y moralmente necesitados. Hizo hospitales y casas de acogida para asistir en el cuerpo y en el espíritu a enfermos y ancianos. Abrió casas de formación para jóvenes y adultos pobres, a fin de ayudarlos a alcanzar la propia vocación sacerdotal o religiosa. Los asistió gratuitamente hasta la teología o a la definitiva decisión por la vida religiosa. Después los dejaba libres para elegir aquella diócesis o congregación que el Señor les hubiera inspirado. Estableció que sus religiosos ejercieran el apostolado en las zonas más pobres, "donde nada hay, humanamente, para recibir".


"Resplandeció como un faro luminoso en la Iglesia de Dios"


Son exactamente éstas las palabras que el Card. Schuster hizo esculpir sobre su tumba.

De hecho al comenzar desde el 1939-40 hasta la muerte, en contraste con su innato deseo de anonimato, alargó sus horizontes hasta alcanzar las fronteras de la Iglesia, "gritando" a todos que el mundo se puede salvar sólo si se retorna a Cristo y a su Evangelio.


Fue así que se convirtió en una voz profética, un punto de referencia. Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos vieron en él un guía seguro para ellos mismos y para sus iniciativas.

Por eso los Obispos de la Conferencia Episcopal del Trivéneto, en la propia carta postulatoria al Papa Juan Pablo II, pudieron escribir: «El Padre Calabria, justo para preparar la Iglesia del Dos Mil -expresión a él familiar- hizo de su vida un continuo sufrir y una cuidadosa llamada a la conversión, a la renovación, a la hora de Jesús, con tonos impresionantes de perentoria urgencia... Nos parece que la vida del Padre Calabria y su misma persona constituyen una " profecía " de vuestro apasionado grito a todo el mundo: "Aperite portas Christo Redemptori!"».


Comprendió que en esta radical y profunda renovación espiritual del mundo tenían que ser comprometidos también los laicos. Para esto, en el 1944 fundó la "Familia de los Hermanos Externos", integrada, en efecto, por laicos.


Rezó, escribió, actuó y sufrió por la unidad de los cristianos. Por eso, mantuvo fraternas relaciones con protestantes, ortodoxos y hebreos. Escribió, habló, amó, nunca discutió. Conquistó con el amor. El mismo pastor luterano Sune Wiman de Eskilstuna (Suiza) que tuvo con él un copioso intercambio epistolar, dirigió el 6 de marzo de 1964 una carta postulatoria al Santo Padre Pablo VI para pedirle la glorificación de su venerado amigo.


Fue este período el más misteriosamente doloroso de su vida. Parecía que Cristo lo hubiera asociado a la angustia del Getsemaní y del Calvario, aceptando su ofrecimiento como "víctima" para la santificación de la Iglesia y para la salvación del mundo. El beato card. Schuster lo comparó al Siervo de Jahvé.


Murió el 4 de diciembre del 1954. En la vigília, hizo su último gesto de caridad ofreciendo su vida al Señor por el Papa Pío XII, que agonizaba. El Señor había aceptado su oferta y, mientras él moría, el Papa, misteriosa e improvisamente recuperaba la salud viviendo con eficiencia otros cuatro años.


El mismo Pontífice, sin saber del último gesto del Padre Calabria pero conocedor profundo de toda su vida, cuando recibió la noticia de su muerte, en un telegrama de condolencia a la Congregación, definió "campeón de evangélica caridad".


Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 17 de abril de 1988, y canonizado por el mismo Papa el 18 de abril de 1999.



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