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Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En diversos lugares de la diócesis de Lleida (Lérida), España, Beatos Mariano Alcalá Pérez y 18 compañeros de la Orden de la Bienaventurada Virgen de las Mercedes, asesinados por odio a la fe. ( 1936-37)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

¡El padre Sancho! ¡El padre Sancho! ¡Oh el padre Sancho...!

Qué gran admiración, cuánta veneración dejó su paso por el mundo. Nimbado por el martirio, aún aprecié yo el embeleso entre el pueblo, en mi propia familia, de sus discípulos: Tan sabio, tan bueno, ¡tan humilde!

Hontanar de agudeza, de laboriosidad, de saber..., se le daban la música, la literatura, la historia, las lenguas, la filosofía, la teología. Mas, místico antes que nada, todo lo sublimaba, lo sobrenaturalizaba, lo divinizaba. Cual el incienso que calladamente se ofrece, fragancia de los hombres, deleite para Dios.

Es que padre el Manuel Sancho Aguilar fue..., ni más ni menos, un fraile cabal, el religioso en estado puro; una de esas personas con que Dios sorprende al mundo, regalándonoslo para mirarnos en él; por fervoroso, por animador, por bueno; desde la sencillez, la naturalidad, la transparencia. Y no tuvo cargos, ni pasó de ayudante o consejero, ni lucró más títulos que de bachiller (1904) y maestro (1906).

Nació en Castellote, Teruel, el 12 de enero de 1874, siendo sus padres Manuel y Agustina. A los trece años ya estaba en el convento de El Olivar; tan seguro que -eran aquellos tiempos de miseria- sugiriéndole sus formadores que se fuese una temporada a la casa paterna para matar el hambre y reponer su endeblez, el alevín de fraile se negó. Así que en su convento de El Olivar vistió el hábito el 27 de diciembre de 1887 de manos del padre Pedro José Ferrada ante el padre Luís Caputo, con trece años y once meses, si bien no comenzaría el noviciado hasta cumplir los quince. Mas aquel curso ya realizó con brillantez el primer año de humanidades. El 19 de enero de 1889 inició el noviciado, para coronarlo con la profesión el 23 de septiembre de 1890 ante los padres Ferrada, Florencio Nualart y Guillermo Bravo; desde el 28 de noviembre de 1889 al 18 de junio de 1890 lo habían tenido en Lérida, pensando los superiores que ésta sería mejor casa que El Olivar para noviciado. El año académico 1890-1891 seguía sus materias de latín, aritmética, gramática... con toda su promoción, pero además él cursaba música. En 1892 se las vio ya con la filosofía, y lo mismo, excepcional. Siguiendo el proceso formativo, siempre en El Olivar, principió la teología y, el 29 de septiembre de 1893, emitió los votos solemnes, ante el padre Luís Prat. Era brillante, agudo, trabajador. Tenía clara su vocación. En ello tuvo que ver mucho el padre Pedro José Ferrada, venido desde Chile para reforzar la comunidad olivareña entre 1887 y 1893; el padre Sancho recordará toda la vida sus pláticas diarias, conferencias, que a veces impartía, enfermo, desde la cama, tan típicas, tan llenas de sabiduría ascética, infundían en las mentes y más en los corazones entusiastas de aquella su grey querida, amor a la virtud y ansias de perfección. Cuenta el padre Juan Parra que un día el padre Ferrada dijo al novicio: -Fray Sancho, debe ser fray Santo, contestando el novicio: -Prometo hacer todo lo que pueda para conseguirlo con la gracia de Dios.

Ciertamente no se lo encontró todo hecho, tuvo que responderse a muchas inquietudes vitales y a sus interpelaciones internas, tanto más angustiosas cuanto más perspicaz es el sujeto. Que fuera de carne y hueso; muy bueno, pero con pecadillos que confesar, lo sugiere la anécdota, recibida de testigos, de que, en ocasiones, con algún compinche sustrajeron los huevos del gallinero conventual para freírselos en el desván; si bien es verdad, que, en caso de hambre, y se pasaba en El Olivar, todo es común. Plausible es el lance, de poeta humillado por la simpleza de un orondo curial romano que, dándoselas de lírico, le ordenaba ante toda la comunidad en la sala deprofundis: fray Sancho complete el cuarteto: Por el río abajo / baja un sapo cojo; – pues súbase a la cocina / para que no le atropelle; – pues hoy su reverencia / comerá de rodillas en el refectorio.

El 14 de septiembre de 1894 fue enviado con su hornada a Lérida, para terminar los estudios teológicos; ser ordenado presbítero el 18 de septiembre de 1897, por el obispo José Meseguer en el palacio episcopal; ponerse a trabajar. En la ciudad del Segre pasó dieciséis años, ofreciendo en el colegio clases y más clases de todo tipo de materias, formando filosófica y teológicamente a los frailes jóvenes, escribiendo de lo divino y lo humano en prosa y en verso, componiendo zarzuelas jocosas y misas solemnes a cuatro voces. Organizaba una velada con los alumnos, y estrenaba una opereta, obsequiaba un poema o musicaba un texto bíblico. Más aún le quedaba tiempo para atender el confesionario y orientar a buen número de almas por los senderos de la santidad. A parte de satisfacer a las responsabilidades que le daba su Orden, como consejero provincial reiteradamente instituido el 16 de julio de 1903, el 22 de julio de 1907, agosto de 1909, 7 de octubre de 1911, 10 de agosto de 1915, el 12 de enero de 1919. Concurría a certámenes literarios, y así en 1905 lucró premio con su novela costumbrista aragonesa Pascualico o El trobero de las Bochas. En octubre de 1906 la Academia mariana de Lérida le otorgó un ramo de flores de plata, que envió a la Virgen de El Olivar, luciéndolo en sus manos desde el 8 de septiembre de 1907. Ganó una Virgen de El Pilar de plata en un certamen de la Liga católica de Lérida... No obstante tantos reconocimientos, se mantuvo en su humildad y simplicidad, en su ser y en su decir, nunca hablaba de sí mismo. Juan Cebrián, su alumno, puntualiza que con estar lleno de toda virtud, ser más de cuanto le pueda encomiar, como genio, como gran escritor, como sabio, su humildad era extraordinaria hasta ponerse a jugar y competir con nosotros.

Entre los estudiantes que en Lérida formó tuvo al padre Bienvenido Lahoz, desde 1905 a 1909 que entre los atributos de humilde, violentamente contrario a murmuraciones, penitente, ansioso por las misiones, dice: Era de una capacidad y talento extraordinarios. No dando la centésima parte de lo que hubiera dado en otro ambiente más cultivado. Tenía una intuición y un talento extraordinario para todo. Se mostraba muy respetuoso hacia la santa Sede. Se dedicó al estudio de la ascética, de la mística y de las virtudes sólidas. Fue uno de los promotores de las Mercedarias misioneras de Bérriz para abrirse a las misiones. De sus clases salíamos enfervorizados, como un horno que prendía nuestras almas. Viendo la dirección que tomaban las cosas en España, decía con gran piedad y lágrimas, que solamente se podía arreglar con la sangre de los mártires.

La hermana Busquets nos hace la radiografía sutil del padre Sancho en ésta su estancia leridana: Tenía el carácter de un niño, muy espiritual, lleno de unción; metía la religión y lo sobrenatural a mi condición de niña, cuando lo era, y a mi ser de mayor, cuando llegué a serlo; poseía una simplicidad admirable y una enorme caridad, así como un corazón magnífico; sus virtudes más relevantes eran la humildad, la simplicidad, la caridad paterna; mostraba una devoción muy grande a la Virgen.

El 22 de agosto de 1909 pasó a Barcelona, para otros dieciséis años. El derroche fue el mismo, el afán aún mayor. Montó en la iglesia del Buen Suceso una gran escolanía, con la que solemnizaba el culto y promocionaba a niños humildes; dirigía con gracia y tocaba el órgano con fruición. Daba ejercicios espirituales y pláticas de devoción encendida. Alentaba fervores y discernía conciencias en el confesionario y las clausuras. Seguía escribiendo, concurría a justas literarias, creaba misas y motetes para las fiestas. El 4 de octubre de 1909 el Gobierno provincial solicitó del general de la Orden que le confiriere los grados en razón de ser muy notorios no solamente en toda esta Provincia sino en toda la Orden y aún fuera de ella, los conocimientos científicos y méritos literarios, pues había obtenido calificaciones benemeritísimas en toda su carrera, había enseñado filosofía y teología por diez años en Lérida, era maestro elemental y bachiller con premio extraordinario, conquistó varios torneos literarios, tenía impresos muchos libros y cientos de artículos. El inmediato día 12 el superior supremo de la Orden lo cualificó doctor en teología y derecho canónico así como maestro en teología. Para el VII Centenario de la fundación de la Orden, 1918, laboró con ilusión y eficacia, sobre todo en la Revista Mercedaria que editaba la basílica, y compuso la misa Vidi captivitatem. En 1921 publicó sus deliciosos Ejercicios espirituales para niños. Si hallaba ocasión, se pasaba unos días en El Olivar; así del 29 de julio, cuando llegó calado hasta los huesos y chapeando en el río, hasta el 28 de agosto de 1919. O del 11 al 15 de septiembre de 1924, venido con el padre provincial para la visita canónica.

De estos años en Barcelona declara la mercedaria misionera María de la Paz Vilaclara, su dirigida en el mundo y en la vida religiosa: Era hombre de gran oración, predicaba con mucha unción y ideas muy sublimes, hablaba frecuentemente de la santísima Trinidad, tenía particular conocimiento sobre el Espíritu santo, se veía enormemente mortificado, parco de palabras, sumamente humilde, nada impertinente, muy simple, sincero como un niño, seducido por la doctrina de la infancia espiritual, enérgico en la dirección espiritual, sus cartas eran puro grano sin contar noticias; en una de sus últimas cartas, hablando de las ansias del martirio, decía: Quizás a ti y a mí, el Señor nos reserva el martirio del cuerpo o del corazón, tal vez ambos. Otra hija espiritual, Enriqueta Farré, nos cuenta singularidades del hombre que veía muy dotado de celo por las almas, caridad, paciencia con los pecadores: mi marido era muy frío religiosamente, gracias a su paciencia, oración, interés y conversación, se convirtió plenamente, trocándose en apóstol para con sus amigos. Fiel observante de la pobreza, nunca quería hablar de dinero, y el que recibía para el tranvía, si podía andar a pie, lo daba a los gitanillos. Muy meticuloso de conciencia, delicadísimo en el trato con la mujer, daba ejercicios a las obreras de mi casa con gran celo y pedía que hubiese otro señor que no fuese obrero.

De su palestra barcelonesa pasó el padre Sancho a El Puig de Santa María, siendo breve la permanencia, pues arribado en los últimos meses de 1924, se desplazó algún tiempo a Zaragoza, 11 de julio de 1925 recalaba en el Olivar, para estar cerca del cielo, para acrisolarse desde el hacer diario, para ensimismarse en Dios. Cavaba el huerto, se ensangrentaba las manos cortando zarzas, se lavaba los hábitos que apuraba al máximo, se codeaba en el tajo con la hoz y la azada entre los criados. El padre Juan Parra, su discípulo y testigo, habla de estos años del padre Sancho, resaltando su humildad, su obediencia, su caridad –no tolerando a los murmuradores-, su mortificación; siendo vecino de su celda oía cómo se disciplinaba despiadadamente muchas noches; paseando por el huerto noté cómo masticaba hiervas amargas; pasaba largas horas arrodillado ante el Santísimo; era tan delicado acerca de la pobreza, que lo vi pedir permiso al superior para regalar una estampita; como si fuera el último de los novicios, iniciaba las mortificaciones en el refectorio y las repetía (comer de rodillas, besar los pies a los religiosos…); se sublimaba hablando del martirio que ansiaba, diciendo: hijitos míos, sabed que el mayor favor que nos puede hacer Dios es morir mártires. Se lamentaba de no haber dado mayor contenido espiritual, no sólo recreativo, a sus obras teatrales. El sacerdote Tomás Tena, cura de Crivillén, ponderará: Muy espiritual, en sus conversaciones se mostraba muy fervoroso, pareciendo como si llevase dentro un fuego especial. Y mosén Pantaleón Benedí, que lo trató muy íntimamente, siendo párroco de Gargallo, nos dice que en la contornada era llamado el padre Santo, en vez del padre Sancho pues irradiaba humildad y brillaba por la práctica de todas las virtudes teologales. Fray Vicente Alarcón nos trasfiere algo singular del padre Sancho, que los blasfemos le tenían gran estima, pues cuando los oía se les acercaba y les hacía ver porqué no debían soltar tales palabrotas. El médico Ramón Buñuel nos confía cómo su suegro, don Tomás, tuvo que curar al padre Sancho de lesiones producidas por instrumentos de penitencia. El padre Manuel Gargallo testifica, siendo su vecino de celda por un año, que se azotaba todas las noches por espacio de un miserere recitado lentamente y que buscaba las posiciones más incómodas, para mortificarse. El padre Bienvenido Lahoz nos desvela una tribulación que pasó cinco o seis años antes de su muerte, fue censurado por la santa Sede; lo que fue un gran estímulo para profundizar en una vida de mortificación y de piedad en sumo grado; sus compañeros de religión dijeron que de noche oían terribles golpes de disciplina que daba a su cuerpo. Por cartas del padre Carbonell de los años 1932 y 1933 nos consta que estuvo impedido de confesar y que la comunidad reclamó que se le devolviesen las licencias. Porqué fuera la suspensión no lo sabemos, tal vez por una tonta acusación.

No tuvo ningún cargo, pero era el oráculo de los sacerdotes de toda la contornada, de la numerosa comunidad, sobre todo de los estudiantes que recibieron una impronta profunda y valiosísima, desde su humildad, su profundo saber, su ternura, su castidad que no toleraba groserías. El 26 de julio de 1925 se fue con los postulantes a pescar al río, prometiendo traer pescado fresco para la cena de todos, mas las presas sólo dieron un minúsculo barbo por cabeza. Otro día pasaba con sus muchachos por el barranco de El Colorcho y, apercibiéndose de cómo se les iban los ojos a un presquero generoso, les dijo: vamos que son de mi tío; dio una sacudida al árbol, y quedó espantado comprobando cómo caían todos los melocotones al suelo y pasaban a los gaznates de los chicos.

Se prestaba para ayudar a los curas, confesaba, propagaba su ardentísima devoción al sagrado Corazón y a la Virgen. Aceptaba cuantos sermones o cuaresmas le pedían; aunque no era un predicador, sino el pedagogo sencillo que hablaba con una familiaridad exquisita, como aún se recordaba en mi infancia. Daba muchas clases, enseñaba música y literatura.

Durante toda su vida, supo aprovechar el tiempo como don divino. Cuando las obligaciones pastorales o comunitarias le dejaban un resquicio, se volcaba en la pluma o con el piano. ¡Cómo se carcajeaba redactando Las elecciones! ¡Qué ingenio volcaba en sus leyendas! ¡Cuántas horas de adoración silenciosa ante el altar o en el coro patentizan sus Cartas eucarísticas! ¡Qué candor destilan su Catecismo y sus Ejercicios espirituales para niños! ¡Qué humor el de sus zarzuelas! ¡Qué ansias misioneras las de su Segador! Ha alcanzado el cenit. En una noche de insomnio por mal de muelas compone su zarzuela El Duende. Una cuaresma regala a los estercuelinos un Miserere sublime, que enseñó personalmente. Escribe para muchas revistas sobre misiones, su gran pasión y obsesión ¡cómo anhelaba ser misionero!, sobre la cuestión social ¡cuántas noches de reflexión y consultas!, sobre la Virgen ¡qué ternura de hijo! Mantiene una correspondencia excelsamente mística y literariamente magistral. Es famoso. Su música, sus múltiples y variadísimas publicaciones le granjean admiración. Se le rumorea académico de la lengua.

Creo que el padre Manuel Sancho ha sido el escritor más facundo y variado de todos los mercedarios: Sus imponderables escritos catequéticos; sus más de cuarenta obras escénicas, jocosas o verdaderos autos sacramentales; sus estupendos cuentos y novelas costumbristas; sus ciento trece composiciones poéticas a san Ramón, a la Navidad, a la Virgen…; sus producciones eucarísticas, como las ciento veinte Cartas espirituales, las doscientas treinta y ocho Postales místicas; sus innumerables artículos misionales; sus varias vidas de santos, historias de conventos o advocaciones marianas, novenas; sus múltiples ensayos sobre temas sociales, como las setenta y una composiciones Lluvia menuda de La Hormiga de Oro; sus incontables misivas de dirección espiritual, de las que conservamos setenta y siete.

De esa correspondencia, la más rica, variada y prolongada la mantuvo el padre Sancho con las dos hermanas gemelas Margarita y Leonor Maturana, que comenzara en Barcelona y se intensificó en El Olivar, siendo guía espiritual de Leonor y de sus experiencias místicas; y orientador de Margarita en su audacia de hacer de un convento de clausura el instituto misionero; solía ir a Bérriz, donde asesoraba espiritual y literariamente a la comunidad, impartía charlas espirituales y lecciones literarias, con aceptado magisterio místico y literario. Margarita empezó pidiendo al padre Sancho que le corrigiera algunos escritos, pronto se apercibió de haber hecho un descubrimiento providencial, un literato de los buenos, y finalmente encontrar el gran maestro espiritual: ¿Te imaginas –escribirá a Leonor- que se parece a san Juan de la Cruz?. En el físico, pequeño; un poco raro; en lo moral…no se puede decir más. En cuanto lo vi, se me representó completamente. Nuestro epistolario espiritual me dejó edificadísima. Es muy contemplativo de santa Teresa y de san Juan de la Cruz, y por consiguiente mortificado. La dirección espiritual se plasmó en una carta mensual, y me va muy bien, testificaría ella apuntillando: tiene un don particular para humillar.

Pero sigue sencillo, modesto, tanto que lo rechazan cuando se presenta en un despacho público de Teruel para hacerse el pasaporte. Un día sube del huerto sudoroso, con el hábito harapiento, cargando un haz de coles, y se encuentra a un periodista que pregunta por el famoso padre Sancho, pues soy yo, le dice llanamente. Mi madre, Clementa Rubio, observa que con frecuencia por humildad llevaba los calcetines rotos y sucios. Y mi padre, Vicente Millán, no duda en decir que era el más santo de la Orden de los que conoció.

La madre María Inés de Cué, mercedaria de Bérriz, trató al padre Sancho en esas frecuentes visitas a la madre Margarita María, y llega a decir que es la persona más santa que ha conocido; teniendo una especie de conciencia de fruición sobrenatural de Dios, una caridad transparente no vulgar sino extraordinaria, discreción de espíritu, don de elevar las almas, humildad rarísima no adquirida por el ejercicio ascético sino desde el conocimiento de la propia miseria que proviene de la luz de Dios; en sus coloquios con la madre Maturana parecía oírse a san Juan de la Cruz, hablando de la belleza de Dios, de la grandeza de la acción sobre las almas se trasfiguraba; tenía modales, sabía felicitar y condolerse; era muy natural, normal, pero tan desinteresado de las cosas necesarias personales que parecía un padre del desierto. El martirio fue un premio a su vida.

La orden de la Merced soñaba con abrirse a Europa, fundando en Bélgica; para allí fue enviado el padre Sancho, estándose por aquellas tierras desde el 30 de agosto de 1927 al 7 de febrero de 1928. Cuando se cernían ya nubarrones anticlericales, fue comisionado para buscar en Francia una casa donde poner a salvo a los jóvenes formandos; lástima que ese plan se abortó.

El año 1928 se conmemoró el Cincuentenario de la Restauración de la Orden mercedaria en España a partir de El Olivar. Correspondía la celebración al 10 de agosto, pero se retrajo al 24 de septiembre. Fue un acontecimiento de toda la comarca volcada en El Olivar. El padre Sancho lo vivió con ilusión preparando una gran misa interpretada por un coro de veinte religiosos, curas y seglares. El monumento de esta conmemoración fue La Oliva de Paz, primoroso libro de ciento quince páginas, muy bien impreso y con abundantes fotografías, trabajado sobre todo por el padre Sancho.

Llevaba una vida gozosa, pero apretada, austera, muy mortificada, y su salud se resintió en septiembre de 1933; el médico le impuso descanso mental y material. Estuvo en peligro un anhelado viaje a Roma, pero lo pudo realizar, regresando en enero de 1934 de la Ciudad eterna. Cada día ardía más en amor de Cristo, y contagiaba. Le devoraba el ansia misionera, y alentaba vanguardias. Suspiraba por el martirio, y lo adivinaba comprobando cómo se desarrollaban los acontecimientos en el país. Por desagracia sus anhelos se cumplieron. Manuel López, corista hasta la guerra, cinco años en El Olivar, dice del padre Sancho: Todo lo que diga me parece poco, era muy valioso pero era tal su humildad que se consideraba una pequeñez; estando con él teníamos la sensación de estar con un santo, modelo de todas las virtudes. Vicente Marco, postulante en 1936, afirma que al padre Sancho día a día se le veía el sacrificio y la austeridad con gran fervor en todas sus cosas, los postulantes lo creíamos un santo.

Alcanzó su gran anhelo, pues dice el padre Pablo Mateo, que cada día en su misa pedía la gracia del martirio y la misma súplica le dirigía con frecuencia a la Virgen.

Martirio de los Padres
Francisco Gargallo Gascón y Manuel Sancho Aguilar

Eran muy ingenuos nuestros frailes de El Olivar. Estaba toda España envuelta en llamas desde el 18 de julio, y nuestros Mercedarios seguían tan tranquilos. El 25 de julio todos, padres y estudiantes, celebraron fiesta solemnísima de Santiago en Crivillén. El 1 de agosto, por la mañana, el padre Sancho se fue a Crivillén con los postulantes, Trini de Núñez los acogió en su casa; el Padre apenas comía, seguía dando los ejercicios espirituales a los que tomarían el hábito; rezaba en su cuarto. Regresaron al convento al atardecer del día 3 muy confortados y dispuestos al martirio.

En el Convento algunos religiosos venían haciendo guardia por la noche en los alrededores del Cenobio. El médico de Estercuel, Ramón Buñuel, les aconsejó evacuar el convento, por respuesta, el padre Sancho le dio un abrazo diciéndole con gran serenidad: Adiós, hijo mío, hasta el cielo, que en este mundo no volveremos a encontrarnos. El 1 de agosto se rezó el rosario y se cantó la sabatina. El 2 aún se llevó vida de comunidad, pero cundió la alarma porque llegó el padre Conde, paúl de la comunidad de Alcorisa, huido de los rojos. A las 22 horas salía la primera expe­dición, camino de Oliete, con la consigna de hallarse todos en Zaragoza.

El día 3, al rayar el alba, con igual meta, partió la segunda cuadrilla. Para la tercera remesa quedaron padre Francisco Gargallo, padre Manuel Sancho, fray Pedro Esteban, fray Antonio Lahoz, fray José Trallero, fray Jaime Codina, el novicio fray Vicente Alarcón y cuatro postulantes, permanecieron esperando la vuelta de los criados y de las caballerías para que les transportaran el equipaje hasta Muniesa, como lo hicieran con la segunda expedición. Oyeron misa fervorosísimamente, dedicaron el día a esconder objetos de culto en el osario, seguían aguardando. Puesto el sol, el padre Gargallo reunió a todos en la templo e hizo una sentida reflexión, invitando a sumir el reservado y hablando del posible martirio. Cobraron valor y se dispusieron a salir con lágrimas en los ojos y dejando el corazón junto a la Virgen. Constantino Vidal, el pastor, fue testigo de aquel quebranto. Aún aguantaron los cuatro hermanos a la espera de los criados, mientras que los dos padres, el novicio fray Vicente Alarcón y los postulantes, todavía se demoraron a dos kilómetro del Convento esperando a los criados, que llegaron sobre la una de la madrugada participando cómo los rojos estaban ya en Oliete, por lo que no se podía salir hacia allí. Llegó el pastor Constantino advirtiendo que también en Estercuel se habían impuesto los rojos y planeaban bajar al Convento. Había que salirse de los caminos y, guiados por el pastor, fueron a guarecerse en una corraliza, a la entrada de la Codoñera.

El día 4, al amanecer, arribaron los cuatro hermanos trayendo en la caballería maletas y comida. Pasaron el día ocultos entre los pinos rezando el rosario, leyendo y oyendo al padre Sancho. Sobre las cuatro de la tarde salieron fray José Tra­llero y fray Jaime Codina, de acuerdo con el padre Comendador, para explorar el camino de Oliete. Ha­bían de volver a la noche o a la mañana siguiente, mas pasó la noche, avanzaba el día y los Hermanos no llegaban. El padre Sancho y fray Alarcón salieron a otear el horizonte, habiendo ojeado por espacio de unas dos horas, decidieron regresar al grupo cuando vieron, en la bajada del barranco del Agua, algo de humo. Acercándose a unos veinticinco metros percibieron dos cadáveres ardiendo. Fray Vicente no se aproximó, pero el padre Sancho se llegó, los identificó por las medallas y un crucifijo de fray Trallero y por el diente metálico de fray Codina.

Vueltos a la cueva, comunicando el suceso únicamente al padre Gargallo, determinaron irse de allí, internándose en el pinar. Porque no se les podía ocultar, el padre Sancho manifestó a todos lo hallado, los confesó a todos y se prepararon para el martirio. Se dirigieron a los Mases de Crivillén, en casa de María Sancho cenaron algo caliente. Arribaron también los hermanos fray Pedro Esteban y fray Antonio Lahoz. Porque corría el rumor de que iban a llegar los rojos, se regresaron al pinar, el padre Gargallo dio a besar su crucifijo a los de la casa, que les dieron pan y chocolate y los jóvenes Francisco Gracia Gil y Juan Gracia Bielsa los guiaron hasta cerca de la Codoñera.

El 6 por la mañana aparecieron en la masía del guarda de la Codoñera. Dejando a los muchachos en un barranco, se acercaron los padres encontrando a Servandos Miedes, Florentina Muñoz y su familia, que se aprestaron a darles una buena comida entre los pinos. José Rubio, hijo político y guarda, se fue a inspeccionar las inmediaciones de Alcaine; regresaba al mediodía enterado de que los rojos no habían entrado en Alcaine; los orientó para pasar por encima del pan­tano de Oliete, sin tocar Muniesa, y aún los acompañó hasta cerca de Alcaine; el padre Gargallo le entregó varios documentos y cien pesetas, las que él rehusó categóricamente.

Siguiendo las indicaciones, cruzaron el río Martín, entre Alcaine y el pantano de Oliete, pasando por el Hocino al caer de la tarde. Aquí preguntaron a Tesifonte Chopo por el camino de Muniesa, y no le hicieron caso cuando los quiso disuadir de ir allá. Los vio Arturo Ibáñez, médico de Alcaine, bebiendo con un vasito en una pequeña fuente, bien vestidos los padres y en mangas de camisa con un jersey de lana bajo el brazo los muchachos, los notó muy cansados y sudorosos, principalmente a los Padres, pero serenos e impávidos; no se presentaron, mas intuyó quiénes eran; tampoco consiguió retraerlos de seguir a Muniesa. Continuaron por la empinada senda que conduce a Muniesa, y no habrían andado cuatro kilómetros, cuando se tropezaron con una masía en la partida llamada La Dehesa y a ella se dirigen pidiendo agua; los dueños, Mariano Tomeo y su mu­jer, les ofrecieron agua, vino, cena, lo que quisieran; agradecidos al ofrecimiento, sólo aceptaron el agua; cenando un pan para todos y chocolate, con ración doble para los jóvenes; Mariano les advirtió del riesgo de entrar a Muniesa y les insistió que se quedaran con ellos; dándoles las gracias, los religiosos se pusieron en camino deseosos de llegar aquella misma noche a Muniesa. La senda era tortuosa, y en las inmediaciones del Río Seco se perdieron. Decidieron pasar la noche en el bosque.

El día 7 por la mañana reemprendieron la marcha, siempre convencidos de que en Muniesa no estaban los rojos, llegarían al pueblo, celebrarían misa, comulgarían el primer viernes. Recorrieron seis kilómetros… a las ocho de la mañana estaban en el Plano de Alacón. Sonó el ¡Alto! y les cayeron encima los guardias rojos, que los registraron a fondo sin hallarles ni un cortaplumas. El padre Gargallo estaba feliz creyendo hallarse entre amigos y el padre Sancho ofreció sus servicios sacerdotales, manifestándose padres del convento de El Olivar. La respuesta fueron denuestos, blasfemias, palabras soeces. El padre Gargallo, cuenta el postulante Jesús Turmo, con una entereza y una serenidad extraordinarias, dijo a los canallas: de nosotros dos haced lo que queráis, pero de los chicos respondo como si fuese su padre, ellos nada tienen que ver con la Orden, pues las conversaciones de aquellas fieras hacía presumir que nos iban a matar a todos; los padres abrazaron a los niños para interceder; el capitán Ferrer prometió salvarlos. Los otros encerraron en la parte trasera de un autobús próximo que ostentaba el rótulo Tarragona-Reus, y empezaron los interrogatorios entre tales expresiones que parecían demonios sueltos, jamás pasó por nuestra mente que se pudiera blasfemar de aquella forma. Aprovechando una pausa los padres se confesaron mutuamente, y luego alguno de los postulantes, y el padre Gargallo exhortó a todos al martirio e impartió la bendición apostólica; los padres no cesaban de dar gracias a Dios por el inminente martirio. Sobre el mediodía un jefe de milicias llegó preguntando ¿Dónde están esos pájaros que decís haber cazado? y llamó a los cuatro más pequeños, uno fray Vicente Alarcón, que no se movieron hasta que los padres les dijeron que obedecieran, abrazaron a cada uno diciendo: Adiós, hijos, hasta el cielo; se iban diciendo adiós con las manos, mientras los Padres los bendecían, siendo llevados al comité de Oliete. Quedaban en el autobús los padres, el donado José María Blasco, el postulante José María Romero, que nos trasmitió el relato. Un jefecillo, entre horrendas blasfemias, les dijo que pronto los iban a fusilar. Los milicianos que pasaban en camiones también se sumaban a los insultos y daban ideas de cómo llevar a cabo la ejecución, incluso hubo intentos de linchamiento. Algo que sobrecogía el ánimo más esforzado, no me explico cómo no morimos de espanto, era el tener que soportar todo aquello, afirmará luego José María Romero. Eran tan insufribles las andanadas blasfemas que los religiosos pedían al Señor que los mataran cuanto antes. Fuera de los momentos de oír blasfemar, los cuatro permanecían serenos. Uno de los milicianos les ofreció comida y agua, pero ninguno aceptó nada. Les permitieron escribir a los familiares; el padre Gargallo lo hizo a su sobrino el padre Manuel Gargallo, el padre Sancho a la madre del padre Ángel Millán, pero ambas cartas fueron rotas poco después.

A eso de las cuatro de la tarde llegaron varios coches con milicianos, que se disputaban el formar el piquete de ejecución. El jefe señaló quiénes lo formarían, y los hizo avanzar hacia un montón de cadáveres de fusilados antes. El padre Gargallo, con una serenidad y unción extraordinaria, nos dio otra vez la ben­dición apostólica. Creo que no veré jamás acto litúrgico más her­moso y emocionante, exhortando a mantenerse serenos pues Dios con su Santísima Ma­dre les estaba esperando con los brazos abiertos, y comenzamos fuerte el tedeum, recuerda José María, hasta quedar ante el pelotón, los dos padres y yo en medio. A medio tedeum los milicianos ordenaron a José María retirarse, como no debí oírlo, los padres me dieron un empujón, sacándome del alcance de los fusiles. Oí cómo los padres perdonaban a sus carniceros. Sonó la descarga, les tiraron primero a las piernas para atormentarlos más. Gritaron: ¡viva Cristo rey!

Este grupo de mártires está integrado por:

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)

2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)

3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)

7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)

8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)

9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)

10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)

11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)

12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)

16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)

17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)

18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)

19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)

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11:22 p.m.

Por: . | Fuente: martireshospitalarios.tk

Religioso y Mártir

Martirologio Romano: En varias ciudades de España, Beatos Mauricio (en el siglo: Alejandro Iñiguez de Heredia Alzola), y 23 compañeros, todos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, asesinados por odio a la Fe. ( 1936-37)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

La Orden Hopitalaria de San Juan de Dios ha dado a España 95 mártires, 71 de ellos beatificados por el Papa Juan Pablo II, a los que se suman este grupo de 24 religiosos, cuyo martirio fue aprobado por el Papa Francisco el 5 de julio de 2013.

Todos ellos tuvieron la oportunidad de abandonar los hospitales donde servían, y así salvar la vida, pero decidieron quedarse con los enfermos y niños a los que atendían. "Me quedo junto a los enfermos, pase lo que pase, y quiero correr la misma suerte que el resto de los Hermanos", se sabe que dijeron varios de ellos. También hay testimonios de perdón a los enemigos: "Vosotros me mataréis, pero yo rogaré por vosotros", dijo el Hermano Gumersindo a los milicianos que, poco antes, le habían detenido mientras servía la cena a los enfermos.

Su vida

Nace en La Habana, Cuba, el año 1891 e ingresa en la Orden en Ciempozuelos en el mes de febrero de 1913. Forma parte de las comunidades de Ciempozuelos y San Rafael, de Madrid; destinado a Colombia (1920), es nombrado superior de Bogotá (1928-1931), vicesuperior de Barcelona (1931) y pasa a Valencia (1934), donde se encarga de la farmacia y ropería. Decía: «Pelean Dios y Lucifer, y no han de salir con la suya». La noche del 7 de agosto, junto con el superior, es levantado de la cama y ejecutado, muriendo cerca del hospital mientras gritaba ¡Viva Cristo Rey! Tenía 45 años. No se conservan sus restos.

ORACIÓN
Acudimos a ti, Jesús,
que eres el divino Samaritano y el mártir del Gólgota,
recordando a los Mártires Hospitalarios de San Juan Dios.
Tú prometiste confesar delante de tu Padre celestial
a quién te confesara ante los hombres.
Los Beatos Hno. Mauricio Íñiguez de Heredia
y 23 Hermanos compañeros mártires
testimoniaron, con su vida hospitalaria y con su muerte por la fe,
la autenticidad del amor a ti en el servicio de los pobres y enfermos.
Con la humildad y confianza, apoyados en tu palabra fiel
unida a los méritos de su sacrificio,
te pedimos, por la intercesión de éstos tus bienaventurados mártires,
nos concedas la gracia que ahora imploramos
para gloria tuya y nuestra salvación. Así sea.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria

Comunicar las gracias recibidas a: Postulación General OH
Via della Nocetta, 263. 00164 ROMA-Italia

Este grupo de mártires está integrado por:



1. BENITO IÑIGUEZ DE HEREDIA ALZOLA (GAUDENCIO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 16 Abril 1882 en Dallo, Ávila (España)
martirio: 01 Agosto 1936 en Valdemoro, Madrid (España)

2. RAMON ROSELL LABORIA (LEONCIO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 13 Diciembre 1891 en Barcelona (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Valencia (España)

3. ARMANDO ÓSCAR VALDÉS (JAIME)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 15 Enero 1891 en Havana (Cuba)
martirio: 07 Agosto 1936 en Valencia (España)

4. SILVESTRE PEREZ LAGUNA
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 30 Diciembre 1873 en Villar del Camino, Soria (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

5. PEDRO PASTOR GARCÍA (SEGUNDO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 29 Abril 1885 en Mezquetillas, Soria (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

6. ANTONIO DEL CHARCO HORQUES (BALTASAR)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 12 Noviembre 1887 en Granada (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

7. MANUEL SANZ y SANZ (GUMERSINDO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 01 Enero 1878 en Almadrones, Guadalajara (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

8. EUSEBIO BALLESTEROS RODRÍGUEZ (HONORIO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 29 Abril 1895 en Ocaña, Toledo (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

9. JUAN ANTONIO GARCÍA MORENO (RAIMUNDO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 11 Abril 1896 en Lucena, Córdoba (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

10. ISIDRO VALENTÍN PEÑA OJEA (ESTANISLAO DE JESÚS)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 04 Abril 1907 en Talavera de la Reina, Toledo (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

11. FLORENTINO ALONSO ANTONIO (SALUSTIANO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 14 Marzo 1876 en Torno, Cáceres (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Málaga (España)

12. ALEJANDRO IÑIGUEZ DE HEREDIA ALZOLA (MAURICIO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 08 Febrero 1877 en Dallo, Ávila (España)
martirio: 28 Agosto 1936 en Barcelona (España)

13. SERVILIANO SOLÁ JIMÉNEZ (LUIS BELTRÁN)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 20 Abril 1899 en Artariain, Navarra (España)
martirio: 28 Agosto 1936 en Barcelona (España)

14. TOMÁS BARRIOS PÉREZ (CRISTOBAL)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 25 Diciembre 1864 en Palencia (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

15. JOSÉ ALOY DOMÉNECH (LEANDRO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 16 Noviembre 1872 en Bétera, Valencia (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

16. DIONISIO IBÁÑEZ LÓPEZ (CRUZ)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 03 Enero 1886 en Sabíñan, Zaragoza (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

17. JUAN DE FRANCISCO PÍO (LEOPOLDO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 03 Agosto 1877 en Caravaca, Murcia (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

18. FRANCISCO MARTÍNEZ GRANERO (FELICIANO)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 23 Enero 1863 en Taberno, Almería (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

19. JUAN JOSÉ ORAYEN AIZCORBE
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 11 Marzo 1899 en Osacar, Navarra (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

20. JOSÉ MIGUEL PEÑARROYA DOLZ
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 03 Noviembre 1908 en Forcall, Castellón (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

21. PUBLIO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 24 Mayo 1908 en Otero de las Dueñas, León (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

22. AVELINO MARTÍNEZ DE ARENZANA CANDELA
oblato, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 10 Enero 1899 en Barcelona (España)
martirio: 04 Octubre 1936 en La Malvarrosa, Valencia (España)

23. PRIMO ANDRÉS LANAS (TRINIDAD)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 07 Febrero 1877 en Maeztu, Alava (España)
martirio: 05 Febrero 1937 en Madrid (España)

24. JUAN RAMÓN MORÍN RAMOS (MATÍAS)
religioso profeso, Hospitalarios de San Juan de Dios
nacimiento: 06 Marzo 1913 en Salvatierra de Tormes, Salamanca (España)
martirio: September 1937 en Guadarrama, Madrid (España)

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Religiosa Mártir

Martirologio Romano: En Madrid, España, Beata Maria Asumpta (en el siglo: Juliana González Trujillano) y 2 compañeras, españolas; religiosas profesas de la Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor; asesinadas por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de Beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Breve Biografía


La Hna Isabel Remuiñán nació el 17 de junio de 1876 en Seavia de Coristanco, localidad de Amboade (La Coruña). Era hija legítima de Francisco Remiñán y Pilar Carracedo. Fue bautizada el 18 de junio de 1876 recibiendo el nombre de María del Consuelo. Pertenecía a una familia de labradores de posición desahogada, católicos practicantes. Varios familiares y parientes próximos siguieron la vocación a la vida religiosa.

"Persona de carácter, de constancia, de energía y decidida, sabe dejar la casa paterna e ir a Santiago a estudiar y prepararse para religiosa" (carta de su pariente Don Antonio Carracedo Viña, párroco de Sofán).

María del Consuelo recibió la confirmación como era preceptivo para iniciar la vida religiosa, y el 19 de noviembre de 1905 vistió el hábito en el noviciado de la Casa Generalicia cambiando su nombre por Hna. Isabel. Emitió su profesión temporal el 12 de diciembre de 1907 y la perpetua el 15 de diciembre de 1912 también en la Casa Generalicia.

El Señor la probó en sus últimos años con una enfermedad, por lo que fue preciso que pasara a la enfermería de la Comunidad, y fue entonces el momento en que se vio más patente su humildad y su espíritu de sacrificio. Se sabía que se hallaba enferma, pero no por lo que se quejara (nunca se la oyó lamentarse), sino por lo que en ella se veía. En marzo de 1936 ingresó en el Hospital de la V.O.T., ocupando la cama 2 en la sala Mártires, con el diagnóstico de Lupus tuberculoso en la cara.

Ante los disturbios políticos y revolucionarios que conmueven Madrid, se cree podrá permanecer como una enferma más en el hospital de la V.OT., pero de allí tiene que salir con las otras religiosas refugiándose en un piso que los Superiores habían dispuesto en la calle Arenal. Permanece allí algún tiempo, pero los registros se suceden y creyendo estar mejor defendida en el hospital se encamina hacia él; las turbas la reconocen, se adueñan de ella; según unos muere apedreada, aunque hay quien afirma que su cuerpo fue brutalmente destrozado atado parte a un camión y parte a otro.

Su cadáver apareció días después de su martirio en el kilómetro 5 de la carretera de Perales del Río.
 

Este grupo de mártires está integrado por:


1. MARÍA DEL CONSUELO REMUIÑÁN CARRACEDO (ISABEL)
religiosa profesa, Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor
nacimiento: 17 Junio 1876 en Seavía, La Coruña (España)
martirio: 06 Agosto 1936 en Madrid (España)

2. DOROTEA LLAMAZARES FERNÁNDEZ (GERTRUDIS)
religiosa profesa, Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor
nacimiento: 06 Febrero 1870 en Cerezales del Condado, León (España)
martirio: 13 Agosto 1936 en Hortaleza, Madrid (España)

3. JULIANA GONZÁLEZ TRUJILLANO (MARÍA ASUMPTA)
religiosa profesa, Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor
nacimiento: 19 Junio 1881 en Barco de Ávila, Ávila (España)
martirio: 28 Octubre 1936 en Madrid (España)

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Por: . | Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01

Papa y Mártir

Martirologio Romano: Santos Sixto II, papa, y compañeros, mártires. El papa san Sixto, mientras celebraba los divinos misterios y enseñaba a los fieles los mandatos del Señor, al irrumpir los soldados para aplicar el edicto del emperador Valeriano fue detenido e, inmediatamente, decapitado el día seis de agosto. Con él sufrieron el martirio cuatro diáconos, que fueron enterrados con el papa en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, y en ese mismo día, también sus diáconos santos Agapito y Felicísimo murieron en el cementerio de Pretextato, en donde fueron sepultados (258).

Etimología: Sixto = aquel que es listo y pulido, viene del griego

Breve Semblanza


San Sixto nació en Atenas. Siendo diácono de la Iglesia romana, sucedió al Papa San Esteban en la silla de San Pedro por los años 257, durante la persecución de Valeriano.

San Sixto es titulado por San Cipriano: prelado pacífico y excelente. Y efectivamente un poco de paz sí se apresuró a llevar, apenas fue elegido, a las iglesias de Roma y de Cartago en cruenta lucha por la cuestión del bautismo a los herejes. (ver San Esteban I).

Tuvo una reconciliación con S. Cipriano, pero no hubo tiempo para profundizar un diálogo, pues debió enfrentar una nueva emergencia: Valeriano desató una segunda persecución contra los cristianos. Éstos fueron invitados a abjurar, so pena de la expropiación de los bienes y la decapitación.

A fines del mes de agosto del 258, San Cipriano, que sería decapitado el 14 de septiembre, escribía a uno de sus colegas: «Valeriano, en un escrito al Senado, ha dado la orden de que los obispos, sacerdotes y diáconos sean ejecutados inmediatamente. Sabed que Sixto ha sido muerto en un cementerio el 6 de agosto, y con él cuatro diáconos». La noticia era exacta. El 6 de agosto, el Papa Sixto II había sido apresado en en el cementerio de Calixto y decapitado junto con los diáconos Genaro, Magno, Vicente y Esteban. Otros dos, Felicísimo y Agapito habían corrido la misma suerte en el cementerio próximo al Pretextato.

Nos hallamos ante la página más gloriosa de la historia de la Iglesia romana durante las persecuciones. Cipriano podía apoyarse en este testimonio para invitar a los cristianos de África «a la lucha espiritual: de tal suerte -dice - que cada uno de nosotros no piense tanto en la muerte cuanto en la inmortalidad y que, consagrados a Dios con todas las energías de su fe y de su entusiasmo, sientan antes la alegría que el miedo a la hora de una confesión, en la que saben que los soldados de Dios no reciben la muerte, sino antes bien, la corona» (Carta 80).

En la pared derecha de la Cripta de los Papas se conservan, juntados, dos fragmentos originales de un primer poema de San Dámaso, dedicado al Papa Sixto II para celebrar su glorioso martirio.

"Cuando la espada (persecución)
las pías entrañas de la Madre (Iglesia)
traspasaba, aquí el obispo sepultado (Sixto II)
la doctrina (las divinas Escrituras) enseñaba.
Llegan de improviso soldados y arrestan
allí al sentado en cátedra (la cátedra episcopal),
mientras los fieles ofrecen sus cuellos a la guardia enviada
(es decir, intentan salvar al Papa a costa de su vida).
Apenas el anciano (obispo)
supo que uno quiso arrebatarle la palma (del martirio),
él mismo fue el primero en ofrecerse y dar su cabeza a la espada,
para que así a ninguno pudiera herir una tan impaciente rabia (pagana).
Cristo que distribuye los premios de la vida,
reconoció el mérito del pastor, defendiendo El mismo el resto de su grey".

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Por: . | Fuente: Santiebeati.it

Mártir

Martirologio Romano: Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Tadeo Dulny, mártir. Al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su fe en Cristo y, víctima de crueles tormentos, emigró a la gloria celestial (1942).

Etimológicamente: Tadeo = Aquel que alaba, es de origen arameo.

Breve Biografía


El seminario, luego el campo de concentración, y allí dentro la muerte. Así se resume la vida de Tadeo Dulny. Nacido en una numerosa familia (seis hijos y dos hijas) en la Polonia sudoriental. Sus primeros maestros en la fe son sus padres, Jan y Antonina, quienes le dieron el sí cuando manifiesta su deseo de ingresar en el seminario de Wloclawek, después de haber terminado con mucho esfuerzo su educación en Ostrowiec. También en el seminario debe esforzarse mucho para llevar el ritmo de estudios, pero no se queja ni se rinde, cualidad que no deja de ser causa de admiración entre sus compañeros.

El 1 de septiembre de 1939 empieza la segunda guerra mundial: Polonia es invadida primero por la Alemania nazi y luego por la Rusia comunista. Sin embargo a finales de septiembre, Tadeo se presenta puntual al seminario, para el nuevo año escolar. Pero el 7 de octubre llega la policía nazi y se lleva todo, profesores y clérigos. Primera etapa, la prisión local en Wloclawek, por tres meses. Luego un traslado a la ciudad de Lad, los ponen en las instalaciones de un colegio salesiano, con algunas libertades de movimiento al interior; se trata entonces de retomar los cursos del seminario y Tadeo lleva a término el programa del quinto año de estudios. Todo se derrumba en el verano de 1940. El 26 de agosto, maestros y seminaristas son llevados al campo de concentración de Sachsenhausen, cercano a Berlín. Por fin, el 15 de diciembre, Tadeo y otros son llevados a Dachau, en la alta Baviera. Aquí está el primer campo de concentración nazi, creado en 1933 y los primeros deportados fueron ciudadanos alemanes anti nazis. Vinieron luego, en número creciente, los judíos capturados primero en Alemania y luego en los Países invadidos por las tropas alemanas.

En el 1940 son llevados allí más de ochocientos sacerdotes y religiosos polacos. Con ellos está Tadeo, que no es sacerdote todavía; así lo recuerda un compañero de deportación: «No era como los otros, en esas circunstancias su personalidad maduró y resaltó poco a poco que era un hombre increíblemente generoso, que moría a si mismo». El objetivo de este nuevo «curso de estudios» era la muerte. Para los torturadores, los deportados no son hombres con un nombre, tan sólo son números, y él es el número 22662. No es más un futuro sacerdote, porque allí nadie tiene un futuro. Sólo existía un presente atroz, y luego la muerte.

Aquí el clérigo Tadeo progresa: se olvida de su persona, hace de si un instrumento de alivio para los demás. El objetivo de su vida, y muerte, en Dachau es evitar a otros la fatiga, los golpes, las torturas; es procurar comida a quien está muriendo de hambre. Hace uso de toda su voluntad para sobrevivir ayunando, para dar su ración a otros. Un testigo cuenta: «Elevarse por encima de la necesidad de comida, allí donde el hambre torcía los tripas, era una empresa extraordinaria». Otro dice: «Tadeo, un chico besado del sol. En las situaciones más oscuras, él logró recoger un rayo de la misericordia divina para dárselo a los demás». Un compañero de reclusión relata así su fin: «Murió de hambre. Asado en el crematorio». Tenía 28 años.

En el año 1999, durante una de sus visitas a Polonia, el papa Juan Pablo II lo proclamó beato, como mártir, junto a otras 107 víctimas del odio a la fe entre 1930-1945.
 

responsable de la traducción: Xavier Villalta

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Postulante y Mártir

Martirologio Romano: En Valencia, España, Beatos Ricardo Gil Barcelón (sacerdote) y Antonio Arrué Peiró (postulante), miembros de la Congregación de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, asesinados por odio a la fe ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Incluso la familia de Don Orione hizo su contribución con sangre durante la masacre inhumana de los obispos, sacerdotes, religiosos y monjas, asesinados por odio a la Iglesia Católica en España, durante la sangrienta guerra civil de 1936-39. Las víctimas orionistas son el padre Ricardo Gil Barcelón y el postulante Antonio Arrué Peiró.

Antonio Arrué Peiró, nació el 4 de abril 1908 en Calatayud, Zaragoza (España) siendo sus Antonio Arrué y Aqueda Peiró Caballer, personas de modestas condiciones económicas pero buenos cristianos, entre sus parientes hubo un obispo dominico en Filipinas quien murió en 1896.

Asistió a la escuela durante unos años de Calatayud y de su padre aprendió el arte del tallar la madera. El 22 de agosto de 1926 quedó huérfano de padre y después de un tiempo murieron también su madre y una hermana, todas estas muertes y la falta de apoyo y abandono de la familia provocó en él un período de depresión.

A los 23 años, en 1931, conoció al sacerdote Ricardo Gil Barcelón, quien lo acogió en su casa en Valencia, por gratitud Antonio colaboraba allí como guardián de aquella vivienda, también ayudaba en la misa en la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados y con las ayudas a los pobres.

Era un joven serio y piadoso, trabajador, de pocas palabras. El Padre Ricardo reconoció su vocación y vio en él cualidades convenientes para que se uniese a la “Congregación de la Pequeña Obra de la Divina Providencia", informó de aquello Don Orione en cartas, y consideró a Antonio como postulante por lo que comenzó a darle clases de latín.

Antonio Arrué perseveró durante cinco años en la vida de piedad y dedicación a los demás, haciendo todo lo posible para ayudar a las legiones de pobres que acudían con confianza a ellos.

El 3 de agosto de 1936 regresaba a casa cuando se dio cuenta de que el Padre Ricardo había sido detenido por militantes y anarquistas, y rechazando la invitación de los vecinos que querían ocultarlo y ayudarlo a escapar, se unió al religiososque le había ayudado tanto.

El 4 de agosto cuando asesinaron al sacerdote, el se arrojó a su lado para sostenerle, los anarquistas le rompieron el cráneo con la culata de un rifle, asociándolos en el martirio.

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Por: . | Fuente: Franciscanos.org

Presbítero y Mártir

Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Enrique Krzysztofik, presbítero y mártir. Deportado durante la guerra desde Polonia a una cárcel extranjera por su fe cristiana, acabó entre suplicios su martirio (1942).
Sacerdote capuchino, profeso desde 1927. Era guardián y director de estudios del convento de Lublin; religioso de extraordinario celo, fe y entrega a la causa de Dios. Arrestado el 25 de enero de 1940, lo deportaron al campo de Dachau, donde fue sostén espiritual de los que sufrían y de los moribundos. En su última carta a los seminaristas les escribía: «Estoy pavorosamente flaco... Peso 35 kilos. Me duelen todos los huesos. Estoy tirado en la cama como en la cruz con Cristo. Pero estoy contento de estar y sufrir con él. Ruego y ofrezco a Dios estos mis sufrimientos por vosotros». Murió el 4 de agosto de 1942.

El 13 de junio de 1999, el papa Juan Pablo II beatificó, en Varsovia, a un grupo de 108 mártires de la última Guerra Mundial en Polonia, entre ellos está nuestro beato Enrique.

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Monje y Mártir

Martirologio Romano:En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Horn, mártir. Fue monje en la Cartuja de esta ciudad, sin apartarse nunca del cumplimiento de la Regla. Debilitado por una larga permanencia en la cárcel durante el reinado de Enrique VII y sometido finalmente al suplicio en el patíbulo de Tyburn, emigró a la derecha de Cristo (1540).
El calendario cartujano celebra hoy al último de los mártires de la Cartuja londinense. Ya vimos en la reseña del martirio de San Juan Houghton y sus compañeros, el 4 de mayo, las circunstancias pormenorizadas del martirio de aquellos monjes a los que el lugarteniente de Enrique VIII, Tomás Cromwell, no sólo se negó a oírles su defensa sino que les infligió un terrible martirio.

Nuestro Beato Guillermo forma parte del grupo último que fue apresado por negarse a reconocer como cabeza de la Iglesia en Inglaterra al sensual Rey Enrique. Todos los datos de las detenciones y provocaciones de los súbditos de Cromwell a aquella Comunidad los sabemos de primera mano por el monje Dom Mauricio Chauncy, miembro de la Cartuja de Londres, que pudo huir al continente y le escribió lo sucedido al Reverendo Padre General. A él seguimos transcribiendo lo que nos dice del Hermano Guillermo.

El Padre Chauncy nos dice que después de dos años de vejaciones, desde la muerte de los primeros mártires, y viendo que todo el mundo se sometía al edicto regio, algunos de la Comunidad «no sin gran lesión de su conciencia y, llorando, se sometieron a la voluntad del Rey.

Los demás no quisieron tener en más la Casa de piedra que a sí mismos y anteponiendo a todo la salvación de su alma, dieron con gusto cuanto tenían, y se negaron a conseguir su libertad mediante una simulación, antes bien, resistieron al rey con firmeza para alcanzar así una resurrección más feliz y tener en el cielo una casa no hecha por mano de hombres.

Este último grupo consta de diez cartujos, seis Hermanos y cuatro Padres. Todos fueron encarcelados el 20 de mayo de 1537 en cárcel asquerosísima, en la ciudad de Newgate, en donde murieron al poco tiempo, excepto uno, por la inmundicia y el hedor de la cárcel. Al oír esto, el predicho representante regio se impacientó mucho y juró que los habría atormentado más cruelmente si no hubiesen muerto.

El Hermano converso sobreviviente, Guillermo Horn, permaneció tres años en la cárcel con buena salud. Sacado finalmente el 4 de noviembre de 1541 y sometido a los mismos tormentos de mutilaciones y desgarramientos de su cuerpo que su Padre Prior, padeció y murió con él. Así, el hijo siguió a su Padre, siendo entre todos el más cruelmente atormentado, y murió al cabo por amor a Jesucristo y por la fe de su Esposa la Iglesia católica, negándose a prestar en falso un juramento».

En la Orden siempre se guardó con gran veneración la memoria de estos hermanos mártires, mas cuando Inglaterra comenzó a cambiar la legislación respecto a los católicos en el S. XIX, el Papa León XIII proclamó, el 6 de diciembre de 1887, beatos a los dieciocho cartujos ingleses junto con otros dieciséis mártires de la Reforma de Enrique VIII.

Oración
Padre todopoderoso, que concediste al Beato
Guillermo fortaleza para morir por la
libertad de la fe; te rogamos que su intercesión
nos ayude a soportar por tu amor la adversidad
y a caminar con valentía hacia Tí,
fuente de toda vida.
Por Nuestro Señor Jesucristo
Amén

"Santos y Beatos de la cartuja", pág. 64, autor Juan Mayo Escudero, Edit. Analecta Cartusiana, ISBN 3-901995-24-2, año 2000 REPRODUCIDO CON AUTORIZACIÓN DEL AUTOR

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Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Barcelona, España, Beato José Guardiet y Pujol, sacerdote diocesano; asesinado por odio a la fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

El Doctor Josep Guardiet i Pujol nació el día de la fiesta de san Luis Gonzaga de 1879 en Manlleu, industriosa villa de la plana de Vic en la que su padre era farmacéutico. Cursó estudios eclesiásticos en el seminario de Vic, siendo ordenado en 1902. Se doctoró en Teología en la Universidad Pontificia de Tarragona.

Cómo era el Doctor Guardiet

El celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas de sus parroquianos le devoraba como a Elías. Su actividad parroquial era incansable; decía: “procuremos tener siempre más trabajo que el que podamos hacer”.

Cuando regía la parroquia del Espíritu Santo en Tarrasa, en una excursión con los jóvenes, pasando por Rubí, exclamó proféticamente: “¡Rubí, Rubí, quien pudiera vivir en tu pueblo y dar por ti su sangre!” Los jóvenes le replicaron: -“¿Sabe que es un pueblo muy malo?”. Él respondió: “Nadie es del todo bueno; yo siento este deseo apostólico”. En 1917 era nombrado párroco de San Pedro de Rubí, y veinte años después iba a cumplirse este su deseo.

Predicador y catequista incansable. Enérgico y emprendedor a la vez que bondadoso y afable, rebosante de creatividad pastoral, austero y servicial, sacrificado y caritativo hasta el extremo.

Le llamaban el párroco de la sonrisa por su proverbial amabilidad, su sentido del humor. Firme pero siempre dispuesto a concitar voluntades, hizo que su parroquia se convirtiera en modelo, y el Doctor Guardiet en el rector por antonomasia del obispado. Su rectoría era la casa de todos. No tenía horas de despacho porque era un continuo entrar y salir de gente, y dejaba el plato de comida sobre la mesa para atender de inmediato al visitante. Decía: “La comida puede esperar, pero el feligrés no debe”.

La catequesis de los niños para su primera comunión era su más grata actividad. Decía: “Un niño que recibe la comunión es más feliz que San José teniéndolo en brazos, porque es mejor comerse una manzana que tenerla en las manos.”

Organizador de mutiudinarias peregrinaciones a Lourdes y otros santuarios marianos, secundó la iniciativa del Obispo D. Manuel Irurita, como uno de los más entusiastas organizadores de la Primera Diada Catequista Interdiocesana en Montserrat el 25 de junio de 1933.

La persecución religiosa en su fase legal

Llegada la República, el Ayuntamiento de Rubí prohibió el toque de campanas. Hombre de iniciativas y soluciones, para suplir los toques el Dr. Guardiet ideó y puso en práctica la iluminación de los ventanales del campanario a base de distintos colores, según la festividad o acto que se quería anunciar. Si se celebraba bautizo, la luz era blanca; si boda, luz rosada; si exequias de párvulos, luz azul; si la defunción era de un adulto, luz violeta; para anunciar fiestas solemnes, luz roja, y para fiestas sencillas luz verde. Muchos de sus parroquianos llegaron a conocer el significado de las luces indicadoras mejor que el vetado tañido de las campanas. Su iniciativa tuvo resonancia internacional, y una revista católica inglesa dirigida por el famoso Gilbert K. Chesterton, con su peculiar humor británico, hizo un elogioso comentario de la ingeniosa novedad.

Intransigente con las ideas y amable con los equivocados, decía: “Hemos de ser implacables con el error, aunque condescendientes y respetuosos con las personas que lo sostienen.”

Mantuvo digna postura ante las autoridades de la villa por su radicalismo en la cuestión de los entierros religiosos, que ponían obstáculos a las declaraciones de los difuntos, firmadas en vida de querer ser enterrados católicamente, so pretexto de defectos de forma, obligando a retirarse a los sacerdotes del cortejo fúnebre.

La Alcaldía prohibió la tradicional procesión mariana de final del mes de mayo. El Dr. Guardiet publicó la siguiente nota:

“La Alcaldía notifica a la Parroquia que con el fin de mantener el orden público no tiene por conveniente se celebre la procesión anunciada para esta tarde. La Parroquia ha de procurar secundar siempre el mantenimiento del orden público y ha de ayudar al Ayuntamiento en su tarea por conseguirlo. Por ello la Parroquia no sólo obedece la voluntad de la Alcaldía, sino que se adelanta, y suprime también la Procesión del Corpus de este año .

Si el temor de perturbación del orden público viniese de parte de los fieles de la Parroquia, ésta sabría impedirlo y garantizar su mantenimiento, pero no cree la Parroquia que se le pueda culpar del peligro de perturbación, siendo la entidad que más manifestaciones de carácter público ha organizado en la villa y fuera de ella, y nunca éstas han perturbado el orden, y así seguirá pasando.

En la tarde de hoy celebraremos con solemnidad la conclusión del mes de María y la bella fiesta de la Primera Comunión dentro de la iglesia.

En la tarde del día del Corpus, también dentro del templo celebraremos fiesta solemnísima, y desde la mañana estará expuesto Nuestro Señor, a quien harán vela voluntaria todos los adoradores que tiene en Rubí. Jesús se quedará este año dentro de la iglesia, por el temor de que saliendo perturbe el orden público, Él que es la pacificación de los espíritus y de los pueblos.”

En Julio de 1936 comienza la fase sangrienta de la persecución religiosa

Ramón Ratés, hombre de ideas opuestas a las del Dr. Guardiet, escribe en su libro “Memories d’un cafeter”: “Comenzada la guerra civil y tras algunos asesinatos… supe que se proponían matar al Dr. Guardiet, y por primera y única vez, de prisa y corriendo, me fui a la rectoría para ofrecerle refugio en mi casa, el lugar más seguro, porque nadie sospecharía que estuviese escondido en casa Ratés. El hombre, conmovido, me abrazó y me dio las gracias, pero rehusó el ofrecimiento.”

El Doctor Parellada, médico de Rubí, la mañana del día 19 de julio fue a buscar al Dr. Guardiet al Casal Popular donde presidía una reunión de la Juventud Católica Femenina, para decirle que a las tres cerraban la frontera, que se marchaba y que si no se iba con él ya no tendría tiempo de marchar. El Dr. Guardiet le dio las gracias y declinó la invitación “Mi sitio está junto a mis feligreses”, le dijo.

El lunes día 20 de julio abrió la iglesia y dio la Comunión cada cuarto de hora, como hacía siempre. Pero al llegar la noche gente amenazadora se apostaba en torno de la Parroquia. El Vicario Mn. Josép Tintó, testigo de los hechos, y que pudo salir con vida, relata lo sucedido:

Un tiro a media noche fue la señal de ataque convenido. Momentos después llamaba estrepitosamente a la puerta de la casa rectoral un numeroso grupo de gente armada exigiendo las llaves del templo y la presencia del "Señor Guardiet".

Se presentó conmigo en la plaza; le obligaron a abrir la Iglesia y encender las luces. La mayoría de los asaltantes se mostraban cohibidos ante la serenidad y autoridad moral del Dr. Guardiet, pero, instigados por el que capitaneaba el grupo, irrumpieron atropelladamente en el templo.

El Dr. Guardiet se dirigió al jefe de los asaltantes y le pidió autorización para retirar el Santísimo Sacramento a su casa. El jefe se la dio.

Una vez en la rectoría miraba por una ventana preguntándose esperanzado si se limitarían sólo al saqueo, pero el ruido de apilar los bancos, las explosiones de las botellas de líquido inflamable y los primeros fogonazos de las llamas que consumían en pocos instantes la obra de muchos siglos, desvanecieron su esperanza.

El Dr. Guardiet pasó ante Jesús Sacramentado en amistoso coloquio las cuatro horas que faltaban hasta el amanecer, disponiéndose para el martirio que sabía próximo. Al apuntar el nuevo día, en una de sus reacciones características que reflejan su personalidad, bajó a la plaza completamente solo con un cubo de agua con la vaga esperanza de salvar lo poco que restaba por destruir. Volvió por otro cubo una y otra vez hasta que uno de los revolucionarios que quedaba por allí, amistosamente le convenció de que en interés de todos volviera a la rectoría. Acató, pues tras los sufrimientos de aquella noche ya poco le importaban la detención, la cárcel y la muerte.

Detención, prisión y muerte

El martes 21 le detenían, y entre un griterío amenazador le llevan a la cárcel de Rubí. Allí pasó 15 días rezando y dando consuelo religioso a los demás detenidos.

El tres de agosto, a las tres de la madrugada, unos milicianos forasteros le sacan de la cárcel y con otros dos vecinos de Rubí le llevan a la carretera de San Cugat al Tibidabo, la sangrienta Arrabassada, y le asesinan en lugar conocido por el Pi Bessó (el pino gemelo).

En su recuerdo se erigió en 1939 un monolito de piedra, que en los últimos años ha sido profanado repetidas veces, pero que otras tantas, los celosos “Amigos del Doctor Guardiet” de Rubí, lo han restaurado y lo mantienen siempre ornado con flores.

Sus venerables despojos fueron inhumados en el Cementerio del Sudoeste de Barcelona, y en 1945 trasladados a su querida Parroquia de San Pedro de Rubí, junto al altar de la Virgen de Montserrat de la que fue gran devoto.

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Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En distintos lugares de España, Beatos Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe ( 1934-1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Salazar de Amaya es una aldea burgalesa asentada a la sombra de la Peña Amaya, testigo del nacimiento de Castilla, era 894.

En ella nació el P. Gutiérrez el 11 de noviembre de 1886. Sus padres se llamaron Juan y Vicenta.

De temperamento muy en, consonancia con el paisaje bra­vío que le vio nacer, desde chico fue de famosos hechos y no santos.

Para muestra, todo un señor botón.

Cuando él tenía diez años, cierta mujer del pueblo sor, prendió a Andrés Avelino y a otro guaja haciendo una trave­sura gorda y los reprendió severamente y aun diz que les in­sultó más de la cuenta. Con buena gentecilla se metió la pobre. La molieron a golpes; tanto, que, creyéndola muerta, la tira­ron a un arroyo, y gracias a que en el hilillo de agua que por él corría halló la infeliz su resurrección.

Pero el cachorrillo se dejaba domar y aun gobernar por la mansedumbre de una corderilla, su hermana, algo mayor de edad. A ella debió —es confesión propia— que su Primera Comunión fuera ejemplarísima; a ella, el haberse aprendido, como nadie, el Catecismo; a ella, la vocación religiosa.

Porque, sí, señor; con asombro inaudito de todos los veci­nos de Salazar, un día corrió por el pueblo este clamor: “¡An­drés se ha ido fraile!”

Y para fraile se metió a estudiar en la Escuela Apostólica de Tardajos.

A punto estuvo de darles la razón a sus paisanos, que de­cían: “¡Ese, fraile! No tardará en volver ¡Es imposible que persevere tan buena pieza!” Y el caso fue que “le picó la mosca”, sin que le aprovecharan, ni poco ni mucho, los conse­jos sabios de los respetables y reverendos Padres, sus profe­sores; mas Dios, que cuando quiere aprovecha incluso con el veneno, se sirvió de un apostoliquillo para reducir al rebelde, cuando mismo, maleta en mano, se disponía a abandonar el Colegio.

Terminados felizmente sus estudios de humanidades, in­gresó en, el noviciado de la Congregación de la Misión, el año 1903. Pronunciados a su debido tiempo los santos votos, es­tudiada la Filosofía en Hortaleza y la Teología en Madrid, aun sin recibir las sagradas Órdenes, fue destinado como pro­fesor al Colegio de Limpias. Sobre su conducta durante el es­tudiantado nada de especial es de advertir, si no son algunos borbotones de su carácter violento, sobre los que hay que echar mi velo de indulgencia. Nada tiene de extraño, que la fierecilla se revolviera y mordiera las cadenas con que su fuer­za de voluntad la aprisionaba. Y no disimulamos —nótese bien—en nuestros biografiados sus defectos, precisamente para destacar más el efecto de la gracia divina, que sale boyante entre el mar furioso de pasiones que en el hombre o la mujer nacen como las espinas en la tierra.

Al año de su estancia en Limpias se’ ordenó. Su actuación como profesor fue brillantísima y eficacísima. Su sola mirada llamaba al orden a los colegiales. Alguien dijo entonces que tres como el P. Gutiérrez bastaban para regir mi ejército de colegiales.

Desde 1917 a 1930 estuvo de residencia en Tardajos, con destino a las Misiones en la provincia de Burgos, en, los últi­mos años como Director. Para la predicación misionera se dis­ponía concienzudamente: nunca se repetía, afirma un -testigo. Su talento, extraordinario, y su erudición, abundante, exqui­sita, no le dispensaba, en su recto juicio, del estudio constan­te. No manojo, sino maraña de nervios, era exageradísimo en los gestos, aunque con los años se fue moderando. Sudaba en­tre témpanos de nieve y gritaba con desafuero: en una Nove­na-Misión que predicó en, el Santuario de los Milagros, decía la gente: “Pensa, pensa, que con berrar está todo feito.” Decía mal su bravura con fa melosidad gallega. Él era trompeta y aun trombón que sonaba demasiado fuerte en la terriña de las gaitas. En Burgos se le llamaba “El Padre Tareas.”

Desde 1930 a 1933 estuvo destinado en la ciudad de Oren­se, dedicado al servicio de la iglesia encargada a la Comuni­dad; pero más a la predicación de los Preceptos y otros ser­mones sueltos en los pueblos de la provincia.

Mediando el año 1933 fue trasladado a Gijón. Aquí le es­peraba la Providencia divina —serutans corda et renes Deus ­para otorgarle el singular privilegio del martirio.

¿Cómo fue?

Terrible.

Apuntemos los datos conocidos. Uno de sus asesinos fue detenido en Valencia, a poco de terminada la guerra, y se le obligó a recomponer la escena.

El motivo ocasional de su detención lo refiere así el Padre Lozano:

“… El P. Gutiérrez fue un día llamado por teléfono. ¿Fue una penitenta? Así le dijeron, y él se lo creyó cumplidamente. Quienquiera que fuese, comenzó por preguntarle si estaba en el puerto el crucero Cervera. El barco en cuestión era enton­ces el terror de Gijón. Sin darse cuenta de ello y de que los teléfonos todos estaban intervenidos, el Sr. Gutiérrez contestó al interlocutor dando toda suerte de detalles sobre la presencia del barco y algunas de sus características técnicas. Media hora después, los ridículos milicianos, que tantos días les habían visitado, se presentaban en casa preguntando por él y se lo llevaban para no volver. Por la noche, ya se comentaba que había estado en complicidad con el Cervera.”

3 de agosto. Invención del cuerpo del Protomártir San Es­teban. Esta es la fecha.

Y el monte de San Justo, a poca distancia relativamente de Villaviciosa, trasunto del Calvario. A su falda se paró el coche fatal. Largo había sido el paseo.

Las fieras, al ver en su cubil a la víctima, ¡cómo gozan! ¡Y se regodean! Despiértanse instintos de trogloditas. Hay de­talles canibalescos.

Con gran rapidez se apearon los milicianos, la gavilla de esbirros, y a empujones le hicieron bajar al P. Gutiérrez.

La subida al monte, penosa y triste, pero piadosa. “Iba hablando solo”, decía el asesino Fraisón. Por lo visto, rezaba. Llegaron más arriba de “La Venta de la Rana”. Y el león hecho cordero, camino de su inmolación, tenía presente la imagen del Inmaculado. ¡Tantos años aprendiendo la lección de mansedumbre que El tanto ponderó poniéndose como Maes­tro de teoría y práctica! Su geniazo, reprimido muchas veces, mas nunca debilitado, que con tanta frecuencia había servido de ejercicio de paciencia a los hermanos, se había embotado al fin. Genio y figura, dicen, hasta la sepultura. Se equivocó el refrán por esta vez. En aquellos meses en que se veía a las bestias revolucionarias tejer con febril empeño los últimos plin­tos de la urdimbre maldita, el P. Gutiérrez dio un cambiazo. Su pasión dominante cayó hecha una piltrafa. Había logrado, en fiera lid, total victoria.

Por eso, ante el Comité de El Llano guardó silencio y no desmenuzó entre sus uñas al desgraciado presidente, Campa­nal, que Dios haya perdonado.

Por eso, no rechinaron ya sus dientes cuando le insultaban, o le cacheaban desvergonzados, o le maltrataban.

Por eso, cuando ellos blasfemaban, él rezaba. Y por lo bajo, sin afán de reto, sin alarde corajudo.

Por eso, tranquilamente, santamente, cristianamente, subía y subía por la senda que él trabajosamente abría entre la maleza del monte de San Justo.

Antes que él se cansó el tropel de bárbaros.

Y sonó la descarga cerrada. Era la rabia del infierno con­vertida en pólvora.

Resonaron los tiros en los cercanos “casines”.

¡Ay! De ninguno de ellos surgió una Verónica.

Pero han guardado una frase de incalificable fiereza: —”No hay tiro de gracia; que sufra y se…”

Era un lunes, por la mañana.

El sadismo de aquellos tigres se satisfizo largo rato, vién­dole padecer, entre cuchufletas, sarcasmos y burlas.

Al fin, se fueron los criminales.

Y las horas de espantosa agonía continuaron. A voces pedía auxilio. Sus alaridos repercutían a lo lejos; mas sólo las mon­tañas los recibían compasivas. Los humanos de los contornos, que los oían,-eran menos impresionables que las piedras. Diz que temían a los rojos emboscados.

Pero, no; que para robarle el reloj ya tuvieron ánimo. ¿No sería consigna infernal no rematarle para que se des­esperase?

Mas el Ángel Consolador estaría a su lado, como hizo en el Huerto de Getsemaní, cuando el Divino Agonizante quiso con el sudor de su sangre regar la tierra. De las ramas de los ar­bustos entre los cuales cayó el P. Gutiérrez cuelgan rubíes, que son las gotas de su sangre, y con ellas empurpura también el suelo.

¡Trágica estampa la que ofrecía el pobre malherido: incor­porándose y volviendo a caer, siendo inútiles todos sus esfuer­zos por levantarse y echar a andar!

Todavía, al cabo de tres años, se notaba el hoyo que su pie hiciera, al servir en vano de palanca para la erección. Expiró.

De Villaviciosa vino el carro de recoger las basuras de la calle, para transportar el cadáver.

Abochorna el decirlo, pero es menester; que se entienda de qué indignidades somos capaces los civilizados, si Dios nos deja de su mano.

Y es que el carretero, al conducirlo, pegaba palos al cadá­ver, diciendo “¡Me c… en tu alma!”…

El lugar del espantoso crimen y del triunfo admirable está hoy acotado: una reja lo circunda y en su centro se levanta airosa la Cruz redentora.

En el Cementerio Ceares, de Gijón, descansan los restos gloriosos del invicto Mártir. Fueron a él trasladados al termi­nar la guerra en Asturias.

En el Cielo está su alma. Porque sufrió la prueba, ha reci­bido la corona de la vida, prometida por Dios a los que le aman.

BIOGRAFÍAS DE MISIONEROS PAULES Edición 1942
Autor: Elías Fuente

Este grupo de mártires está integrado por:

1. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 06 Marzo1890 en Iglesuela del Cid, Teruel (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

2. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 01 Mayo 1871 en Tapia de la Ribera, León (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

3. LUIS AGUIRRE BILBAO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 13 Septiembre 1914 en Murguía, Vizcaya (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

4. LEONCIO PÉREZ NEBREDA
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 18 Marzo1895 en Villarmentero, Burgos (España)
martirio: 02 Agosto 1936 en Las Planas de Oliete, Teruel (España)

5. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Noviembre 1886 en Salazar de Amaya, Burgos (España)
martirio: 03 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

6. ANTONI CARMANIÚ MERCADER
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 17 Agosto 1860 en Rialp, Lérida (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Llavorsi, Lérida (España)

7. FORTUNATO VELASCO TOBAR
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 31 Mayo 1906 en Tardajos, Burgos (España)
martirio: 24 Agosto 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

8. RICARDO ATANES CASTRO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Agosto 1875 en Cualedro, Orense (España)
martirio: 14 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

9. PELAYO JOSÉ GRANADO PRIETO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 30 Julio 1895 en Santa María de los Llanos, Cuenca (España)
martirio: 27 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

10. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 29 Abril 1903 en Moscardón, Teruel (España)
martirio: 24 Octubre 1936 en Gijón, Asturias (España)

11. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 10 Febrero 1879 en Los Balbases, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

12. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 09 Mayo 1874 en Sitios, Zaragoza (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

13. VICENTE VILUMBRALES FUENTE
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Abril 1909 en Reinoso de Bureba, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

14. NARCISO PASCUAL y PASCUAL
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Agosto 1917 en Sarreaus de Tioira, Orense (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

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Por: . | Fuente: Lasalle.org // Sallep.net

Religioso y Mártir

Martirologio Romano: En territorio de la Arquidiócesis de Madrid, España, Beatos Alberto María Marco y Alemán y 8 compañeros de la Orden de los Carmelitas de la Antigua Observancia; Agustín María García Tribaldos y 15 compañeros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, asesinados por odio a la fe. ( 1936-1937)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

El joven Eleuterio, de cuerpo frágil pero de alma ardiente, reveló, al entrar en el Noviciado Menor de Bujedo, sorprendente energía. No hacía falta repetirle una indicación; cada palabra de un profesor o vigilante tenían para el autoridad suficiente para obedecer sin vacilación ni retraso.

Dotado de buena inteligencia y tenacidad no común, alcanzó tos primeros puestos en los exámenes. Sus progresos en la piedad iban a la par de los estudios. No escatimaba esfuerzo en el cumplimiento de su deber. Sus buenas disposiciones se irán consolidando en los años de su formación religiosa y profesional; cuando llegó la hora de llevar la buena nueva a los niños, se encontraba dispuesto a derramar en sus almas infantiles Io que desbordaba de Ia suya. Inauguró su misión de educador en el colegio de Ntra. Sra. de las Maravillas, de Madrid donde permaneció tres años.

Después se encargó el Hno. Eleuterio Román de la clase superior del Noviciado Menor de Griñón.

En posesión de varios diplomas oficiales, amasaba cada día el pan de sus lecciones, antes de distribuirlo a sus alumnos. Enemigo de conversaciones ociosas, se mantenía ocupado por deber profesional y más aún por respeto a la Regla. Por el contrario, en los recreos y paseos se complacía en bromas y animaba la conversación con palabras edificantes.

Enviaron después al Hno. Eleuterio Román a la comunidad de Puente de Vallecas; era allí el más antiguo y por ello reemplazaba al Hno. Director en sus ausencias y todo seguía funcionando con regularidad. Tímido y reservado por naturaleza, se mostraba irreductible en lo fundamental y exigente en lo que suponía era su deber.

Las frecuentes revueltas del barrio de Puente de Vallecas afectaban profundamente al Hno. Eleuterio Román por su temperamento nervioso. Pero nunca salió de su boca un calificativo duro contra el furioso populacho, cegado por la pasión. Sólo Dios sabe la angustia de su corazón en la tremenda noche en que, a las once, fue necesario consumir las Sagradas Especies, mientras fuera bramaba el clamor de la multitud y el estampido de los disparos de la fusilería. Sintió más que nadie la angustia mortal de los Hermanos, cuando se vieron en la calle, rodeados de los revolucionarios y sin saber dónde refugiarse.

Algunos lograron por fin ocultarse y librarse de los sin Dios. Pero el Hno. Eleuterio Román no tardó en ser reconocido y llevado a la cárcel. Como el Real Profeta, "había amado la justicia y odiado la impiedad"; por ello mereció la gracia, beatificada por el divino Maestro, de la persecución y del martirio.

Fue fusilado en odio a la fe en Madrid el 3 de Agosto de 1936. Su muerte está testificada por la fotografía nº 9.3, expuesta en la Dirección General de Seguridad, que hemos comprobado poco después de estos acontecimientos.

Murió a los 39 años, 23 de vida religiosa y 14 de profesión perpetua.

Este grupo de mártires está integrado por:



1. EUGENIO GARCÍA TRIBALDOS (AGUSTÍN MARÍA), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 13 Julio 1877 en Vellisca, Cuenca (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Madrid (España)

2. MIGUEL SOLAS DEL VAL (ANSELMO PABLO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 08 Mayo 1890 en Briviesca, Burgos (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

3. ALEJANDRO GONZÁLEZ BLANCO (BRAULIO JOSÉ), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 23 Julio 1890 en Villovieco, Palencia (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

4. PABLO DÍAZ DE ZÁRATE y ORTIZ DE ZÁRATE (NORBERTO JOSÉ), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 21 Enero 1892 en MuruaCogoitia, Álava (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

5. GUILLERMO ÁLVAREZ QUEMADA (OSEAS), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 10 Febrero 1890 en Sta. Cruz de la Salceda, Burgos (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

6. LUIS HERRERO ARNILLAS (ESTEBAN VICENTE), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 22 Agosto 1893 en La Serna, León (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

7. JUAN LANZ PALANCA (CRISÓLOGO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 11 Agosto 1880 en Pamplona, Navarra (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

8. ELEUTERIO MANCHO LÓPEZ (ELEUTERIO ROMÁN), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 20 Febrero 1898 en Fuentes de Valdepero, Palencia (España)
martirio: 03 Agosto 1936 en Puente Vallecas, Madrid (España)

9. JUAN LUCAS MANZANARES (BRAULIO CARLOS), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 10 Diciembre 1913 en Campillo Lorca, Murcia (España)
martirio: 23 Febrero 1937 en Puente Vallecas, Madrid (España)

10. IGNACIO GONZÁLEZ CALZADA (ROGACIANO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 31 Julio 1885 en Terrazos de Bureba, Burgos (España)
martirio: 24 Julio 1936 en Madrid (España)

11. JOAQUÍN RODRÍGUEZ BUENO (IRENEO JACINTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 20 Agosto 1910 en Mazuelo de Muñó, Burgos (España)
martirio: 22 Julio 1936 en Almudena, Madrid (España)

12. VICENTE LÓPEZ y LÓPEZ (VIRGINIO PEDRO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 27 Octubre 1884 en Miraveche, Burgos (España)
martirio: 22 Julio 1936 en Almudena, Madrid (España)

13. PEDRO BRUCH COTACÁNS (ANASTASIO PEDRO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 30 June 1869 en Gerona (España)
martirio: 14 Septiembre 1936 en Hortaleza, Madrid (España)

14. ALBERTO JOSÉ LARRAZÁBAL MICHELENA (JUNIÁN ALBERTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 04 Febrero 1893 en Irún, Guipúzcoa (España)
martirio: 7 Septiembre 1936 en Arganzuela, Madrid (España)

15. EUSEBIO ANGULO AYALA (LUIS VICTORIO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 14 Diciembre 1894 en QuintanillaValdegovia, Álava (España)
martirio: 7 Septiembre 1936 en Arganzuela, Madrid (España)

16. RAMIRO FRÍAS GARCÍA (VIDAL ERNESTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 13 Marzo 1906 en Villajimena, Palencia (España)
martirio: 28 Noviembre 1936 en junto al cementerio de Vicalvaro, Madrid (España)

17. DANIEL GARCÍA ANTÓN (DANIEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 11 Deciembre 1913 en Navacepeda de Tormes, Ávila (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

18. SILVANO VILLANUEVA GONZÁLEZ (SILVANO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 06 Febrero1916 en Huérmeces, Burgos (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

19. ADALBERTO VICENTE MUÑOZ (ADALBERTO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 23 Abril 1916 en Cuéllar, Segovia (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

20. AURELIO GARCÍA ANTON (AURELIO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 14 Agosto 1916 en Navacepeda de Tormes, Ávila (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

21. FRANCISCO PÉREZ Y PÉREZ (FRANCISCO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 30 Enero 1917 en Ros, Burgos (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

22. ÁNGELO REGUILÓN LOBATO (ÁNGEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 01 June 1917 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

23. NICOMEDES ANDRÉS VECILLA (BARTOLOMÉ FANTI MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 26 Agosto 1917 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

24. JOSÉ SÁNCHEZ RODRÍGUEZ (ÁNGEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 02 Agosto 1918 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

25 FRANCISCO MARCO ALEMÁN (ALBERTO MARÍA), sacerdote profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 23 Mayo 1894 en Caudete, Albacete (España)
martirio: 28 Noviembre 1936 en Paracuellos de Jarama, Madrid (España)

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11:20 p.m.

Mártires de Barbastro

Martirologio Romano: En Barbastro, en España, beatos Felipe de Jesús Munárriz Azcona y 50 compañeros, mártires, todos ellos Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María (Claretianos), que, fueron asesinados a las puertas del cementerio por milicianos. ( 1936)

Fecha de beatificación: 25 de octubre de 1992 por S.S. Juan Pablo II

Breve Reseña


Todo comenzó con la sublevación del 17 de julio de 1936. En la ciudad de Barbastro (Huesca) se vivía en una serena tensión. 59 misioneros claretianos, la mayoría jóvenes estudiantes, confiaban en las palabras del coronel Villalba: "Las tropas están acuarteladas. En el momento dado responderán". El día 20, lunes, a las 5,30 de la tarde llegó el registro a la casa. Todos fueron enviados a la cárcel entre insultos y amenazas. Esta estaba a tope. En la misma plaza se alzaba el colegio de los Escolapios, con un salón relativamente amplio. Esa sería la prisión de los claretianos. Todavía escuchaban de los escolapios palabras de esperanza, pero pronto se iría ensombreciendo el paisaje. Los pocos colchones se los llevaron, no podían cambiarse y debían lavar los pañuelos en el agua que les daban para beber. En tres semanas y media sólo pudieron afeitarse tres veces. Todos sumados eran 49 personas en un local de 25 metros de largo por 6 de ancho. Aquel agosto era especialmente caluroso.

Dos estudiantes argentinos, liberados unos días antes de los fusilamientos, nos han transmitido los momentos de sufrimiento moral a los que fueron sometidos. Parussini, uno de ellos, escribía: "Cierto día nos dijeron que la cena sería nuestra última comida. Oída la feliz nueva, busqué un trozo de papel y escribí unas líneas de despedida...". Más de cuatro veces recibieron la absolución general creyendo que la muerte era inminente. Los largos días de encierro dieron tiempo para muchas cosas, también para los recuerdos anecdóticos y el humor. Siempre llenos de paz, tranquilidad y alegría. Uno de los estudiantes argentinos declaraba: "Nos lo repetían constantemente: No odiamos vuestras personas. Odiamos vuestra profesión, vuestro hábito negro, vuestra sotana". La causa de la detención y la ejecución estaba clara.

El lunes 10 de agosto, aunque no lo sabían, comenzaba la última semana de su vida. Hacía 8 días que habían fusilado ya al P. Superior y a los dos consejeros junto con otros sacerdotes y seglares del pueblo. También habían fusilado al obispo de Barbastro D. Asensio Barroso. El día 11 de agosto recibieron la visita de un representante del comité. Las acusaciones de posesión de armas y de complots no conseguían abrirse paso ante la inocencia de los jóvenes religiosos. Les prohibieron hablar en voz alta y agruparse más de dos. El Rector de los Escolapios les bajó unos libros, pero ya no era tiempo de leer sino de prepararse para morir.

El 12 de agosto sería un día inolvidable para nuestros jóvenes. Eran las siete de la mañana. Uno del comité irrumpía en el salón pidiendo los nombres. La lista negra ya estaba confeccionada. Uno de los dos estudiantes argentinos escribía después: "Todos se confesaron por última vez y pasaron el día en oración...Todos estaban contentos de sufrir algo por la causa de Dios. Todos perdonaban a sus verdugos y prometían rogar por ellos en el cielo". Leer sus escritos produce escalofríos. En libretas de música, en el taburete del piano, en los papeles de chocolate: "Con el corazón henchido de alegría santa, espero confiado el momento cumbre de mi vida: el martirio". "No se nos ha encontrado ninguna causa política. No se nos ha habido ningún juicio. Morimos todos contentos por Cristo, por su iglesia y por la fe de España". "Queridos padres: muero mártir por Cristo y por la Iglesia. Muero tranquilo cumpliendo mi sagrado deber. Adiós, hasta el cielo". Aquel día se llevaron a los seis mayores.

En una envoltura de chocolate se conservan las últimas palabras de todos a la madre Congregación. Las encabeza un nombre decisivo: Faustino Pérez, estudiante. Y dice así:

"Agosto, 12 de 1936, en Barbastro. Seis de nuestros compañeros son ya mártires: Pronto esperamos serlo nosotros también. Pero antes queremos hacer constar que morimos perdonando a los que nos quitan la vida y ofreciéndola por la ordenación cristiana del mundo obrero, el reinado definitivo de la Iglesia Católica, por nuestra querida Congregación y por nuestras queridas familias.¡LA OFRENDA ULTIMA A LA CONGREGACIÓN, DE SUS HIJOS MÁRTIRES!" (Y a continuación cuarenta firmas precedidas de Vivas a Cristo y al Corazón de María). Y terminaba: "Vive inmortal, Congregación querida. Mientras tengas en las cárceles hijos como los que tienes en Barbastro, no dudes de que tus destinos son eternos. ¡Quisiera haber luchado en tus filas: Bendito sea Dios!".

La noche del 12 al 13 iba a ser para algunos la última. Todos se habían confesado y rezado. Los estudiantes extranjeros habían oído las últimas confidencias y enjugado las últimas lágrimas. Todos se habían acostado. Aún no habían pasado las dos horas cuando, a media noche, se abrieron las puertas entrando milicianos con cuerdas ya ensangrentadas. "Atención, bajen del escenario los que tengan más de 26 años!". Como nadie los tenía nadie se movió. Tampoco de 25. Entonces mandaron encender las luces y leyeron los primeros veinte nombres. Detrás de cada nombre una voz firme: "¡Presente!", y bajaban del escenario. Formaban una sola fila en la pared mientras les ataban las manos a la espalda y los codos de dos en dos. "Todos estaban tranquilos y resignados: sus rostros tenían algo de sobrenatural que no es posible describir. En todos se notaba el mismo valor, el mismo entusiasmo; ninguno desfalleció ni mostró cobardía". Los que quedaban en el escenario contemplaban estupefactos la escena. Oyeron a algunos perdonar a los que les ataban, a otros les vieron coger del suelo las cuerdas, besarlas y dárselas a los que les ataban. Alguno gritó: "Adiós hermanos, hasta el cielo". Uno de los guardias comentó dirigiéndose a los que quedaban en el escenario: "Vosotros todavía tenéis un día entero para comer, reír, divertiros, bailar y hacer lo que queráis. Mañana a esta misma hora vendremos a buscaros como a esos y os daremos un paseíto a la fresca hasta el cementerio. Ahora, apagad las luces y a dormir". Las detonaciones fueron oídas por los que quedaban en el salón.

Por fin, a las 5,30 de la tarde, dejaron libres a los dos estudiantes argentinos Hall y Parussini, que se despidieron con lágrimas de los que poco después morirían mártires. Es necesario ahora citar un nombre: Faustino Pérez. En él el heroísmo aparecía con caracteres más vehementes. A él se debe, entre otras cosas, la despedida que dedicó a la Congregación, una despedida que no se puede leer sin sentir un profundo escalofrío de emoción:

"Querida Congregación. Anteayer, día 11, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, 6 de nuestros hermanos; hoy, 13, han alcanzado la palma de la victoria 20, y mañana, 14, esperamos morir los 21 restantes. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Y qué nobles y heroicos se están mostrando tus hijos, Congregación querida!. Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido Instituto; cuando llega el momento de designar las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oír el nombre para adelantarse y ponerse en las filas de los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que les ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando van en el camión hacia el cementerio, les oímos gritar ¡Viva Cristo Rey! El populacho responde ¡Muera! ¡Muera! Pero nada los intimida. ¡SON TUS HIJOS, CONGREGACIÓN QUERIDA, estos que entre pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van a la muerte VIVA CRISTO REY! Mañana iremos los restantes y ya tenemos la consigna de aclamar, aunque suenen los disparos, al Corazón de nuestra Madre, a Cristo Rey, a la Iglesia Católica y a Ti, MADRE COMÚN DE TODOS NOSOTROS. Me dicen mis compañeros que yo inicie los vivas y que ellos responderán. Yo gritaré con toda la fuerza de mis pulmones, y en nuestros clamores entusiastas adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos, pues te llevamos en nuestros recuerdos hasta estas regiones de dolor y muerte. Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule su desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo. Los mártires de mañana, 14, recuerdan que mueren en vísperas de la Asunción; ¡y qué recuerdo éste! Morimos por llevar la sotana y morimos precisamente en el mismo día en que nos la impusieron. Los mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y el más indigno, Faustino Pérez, cmf. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Corazón de María! ¡Viva la Congregación! Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós! ¡Adiós!".

A pesar de las amenazas transcurrió todo el día 13 y 14 sin novedad. Cuando dormían la noche del 14 al 15 de agosto un grupo irrumpió en el salón. Todos se levantaron como un solo hombre. Quedó excluido el H. Ramón, cocinero de la comunidad. Se abrazaron mientras les ataban y les golpeaban. Era de noche cuando salían los 17 jóvenes del salón-cárcel. Iban cantando cuando subían al camión. De los golpes con el fusil uno cayó en el camión mismo. Colocados junto a un ribazo, unos de pie, otros de rodillas, unos con los brazos en cruz, otros con el rosario o un crucifijo entre las manos, escucharon la última proposición: "Aún estáis a tiempo. ¿Qué preferís: ir en libertad al frente o morir? Apagadas por las descargas se oyó: ¡MORIR! ¡VIVA CRISTO REY!". La soledad era casi absoluta. Desde el santuario del Pueyo la Virgen, en su fiesta, abrió los brazos con infinita ternura y los recibió en su CORAZÓN.
Unos sencillos monumentos ocupan hoy los lugares exactos de su martirio. Sus restos reposan en la iglesia de Barbastro, en su nuevo mausoleo. 51 en total. La historia de estos jóvenes ha dado la vuelta al mundo. Su Congregación ha cuidado su memoria como un tesoro. Hoy todos podemos, por fin, reconocer públicamente su santidad. Son Beatos, son Bienaventurados. Su fiesta se celebra el 13 de agosto.

Estas fueron las palabras del Papa en su beatificación el 25 de octubre de 1992: "Es todo un seminario el que afronta con generosidad y valentía su ofrenda martirial al Señor... Todos los testimonios recibidos nos permiten afirmar que estos Claretianos murieron por ser discípulos de Cristo, por no querer renegar de su fe y de sus votos religiosos. Por eso, con su sangre derramada nos animan a todos a vivir y morir por la Palabra de Dios que hemos sido llamados a anunciar. Los mártires de Barbastro, siguiendo a su fundador San Antonio María Claret, que también sufrió un atentado en su vida, sentían el mismo deseo de derramar la sangre por amor de Jesús y de María, expresada con esta exclamación tantas veces cantada: "Por ti, mi Reina, la sangre dar". El mismo Santo había trazado un programa de vida para sus religiosos: "Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios, encender a todo el mundo en el fuego del divino amor".
 


Estos son sus nombres: Felipe de Jesús Munárriz, José Amorós, José Badía, Juan Baixeras, Javier L. Bandrés, José Blasco, José Brengaret, Rafael Briega, Manuel Buil, Antolín Calvo, Sebastián Calvo, Tomás Capdevila, Esteban Casadeval, Francisco Castán, Wenceslao Claris, Eusebio Codina, Juan Codinach, Pedro Cunill, Gregorio Chirivas, Antonio Dalmau , Juan Díaz, Juan Echarri, Luis Escalé, José Falgarona, José Figuero, Pedro García, Ramón Illa, Luis Lladó, Hilario Llorente, Manuel Martínez, Luis Masferrer, Miguel Masip, Alfonso Miquel, Ramón Novich, José Ormo, Secundino Ortega, José Pavón, Faustino Pérez, Leoncio Pérez, Salvador Pigem, Sebastián Riera, Eduardo Ripoll, José Ros, Francisco Roura, Teodoro Ruiz de Larrinaga, Juan Sánchez, Nicasio Sierra, Alfonso Sorribes, Manuel Torras, Atanasio Viadaurreta y Agustín Viela.

Película "Un Dios prohibido"

La película “Un Dios prohibido”, que narra la historia de los 51 mártires claretianos de Barbastro, dirigida por Pablo Moreno, se estrenó el 14 de Junio de 2013 en los cines de España.


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Por: . | Fuente: Somos.Vicencianos.org

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En distintos lugares de España, Beatos Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe ( 1934-1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Natural de Villarmentero (Burgos). Nació el 18 de marzo de 1895. Sus padres, José y Engracia. Perteneció a la Apos­tólica de Tardajos.

Ingresó en la Congregación en Madrid, el día 29 de agosto de 1911. Hizo los votos el 1 de enero de 1914. Estudió la carrera en Hortaleza y Madrid.

Se ordenó de Menores y Subdiácono, respectivamente, los días 6, 7 y 8 de mayo de 1921; de Diácono, el día 21 de mayo de 1922, y de Presbítero, el 10 de julio de este mismo año.

La anormalidad de fechas que habrá podido advertirse, en cuanto a la demora en hacer los votos y recibir las sagra­das Ordenes, debióse a que le salió un bulto en la rodilla, que juzgaron tumor blanco desde el principio. Ello suponía una irregularidad; pero era una verdadera lástima despedir a un sujeto que, por lo demás, tan buenas dotes intelectuales y mo­rales reunía. En esta alternativa se mantuvieron los Superiores durante diez años. Realizada la operación, quirúrgica, el resul­tado fue bien desgraciado, por cierto, aumentando entonces los escrúpulos. Diferidas las Órdenes, se procuró, por todos los medios, corregir las deficiencias hasta lograr un notable éxito ortopédico.

Ya sacerdote, fue destinado a Teruel, para profesor de la Escuela Apostólica. Su espíritu de regularidad, amor al traba­jo, celo de la gloria del Señor. y prosperidad de la Compañía, logró fruto copiosísimo en la formación de los futuros levitas y misioneros, durante los catorce años largos que dedicó a tan sublime labor, en Teruel y Alcorisa. Nunca los Superiores tu­vieron por qué arrepentirse de haber hecho con él la bondadosa excepción arriba aludida. Fue decoro de la Casa de Dios, no desdoro.

Los últimos momentos de su vida y su gloriosa muerte los describe así el Rvdo. P. Santamaría, su Superior de Alcorisa:

“Salió de Alcorisa el día 28 de julio, al tener noticia de que los rojos estaban en Calanda, sembrando el espanto y co­sechando víctimas.

“Llegó este día a la masía de “Las Lomas”, propiedad del médico de Alcorisa, D. Recaredo Arillo. Salió de allí la noche del 30, a las dos de la mañana, con el H. Larrallaga, para “La Masía de los Frailes”, adonde el Sr. Conde le llevó una medi­cina para los pies.

“Después se acogió a “La Mascarada”, propiedad de los Espallargas del Comercio, familia de la confianza de la Casa; estuvo allí como unos tres días, al cabo de los cuales, al verse y ver al Padre en peligro, el mediero le despidió, cambiándo­le el vestido nuevo que llevaba por uno viejo y los zapatos por alpargatas. Con este atuendo camuflado, dejando al masovero 200 pesetas en depósito, y, si ‘las cosas empeoraban, le apli­casen misas, se puso el P. Pérez en camino por aquellas agres­tes montañas de Alloza, hasta dar en la hermosa huerta de Olie­te, pueblo muy frío en religión y entonces, en su mayoría, rojo.

“Era el 2 de agosto, víspera de entrar los comunistas en Oliete, y se encontraba este pueblo sin autoridades, pues ha­bían huido hacia Zaragoza, en vista de la proximidad del ene­migo, y, al acercarse nuestro muy confiado P. Pérez, en él puente, se le hizo encontradizo un individuo de lo más extre­mista del pueblo, llamado José Santiago, de suyo cobarde, aun­que valiente con los débiles y medrosos, que iba al acarreo de mieses con dos caballerías. Al verle con el báculo en la mano y mal trajeado, le dijo el vivo:

-¿Adónde se va por aquí?

-A buscar trabajo.

-Pues aquí no lo encontrará usted.

-Si aquí no lo hay, me dirigiré a Zaragoza.

-¡Oh, a Zaragoza! ¡No se necesita andar!

“Así fueron siguiendo la conversación, hasta la entrada del pueblo. Conducía el malvado comunista dos caballerías; le hizo montar en la una, camino de Zaragoza. A tres kilómetros y medio le desvió de la carretera y le condujo por un camino muerto, que conducía al monte. Cuando ya se habían adentra­do un kilómetro, dijo el fingido que bajase de la caballería, para descender al barranco, y mientras estaba desmontando el Padre, le dio un garrotazo con el baste de acarrear y le dejó en el sitio, robándole, acto seguido, cuanto llevaba.

“Luego, le fue arrastrando, barranco abajo, en donde ha­bía una roca hendida, como de metro y medio de alta.

“No parece que le rematara al punto; señales había de la lucha que tuvo que sostener con el criminal, que le prolongó un cruel martirio, rematando su víctima, una vez hundió a ésta en la cueva, que sirvió de sepulcro y, encerramiento, durante veinte meses.

“Fue la primera víctima, entre las varias que se ejecuta­ron en Oliete.

“Compadezcamos a la víctima inocente y alegrémonos del premio que le acarrearía tan cruel martirio.

“Este fue el fin del buen Padre Pérez…

“El 2 de agosto del 36 fue su martirio y el 22 de abril de 1939 fue trasladado al cementerio local, pues nosotros está­bamos ignorantes de su paradero. Allí se le dio sepultura, por el Sr. Cura, con otras víctimas de la revolución, hasta que el 22 de agosto fue el Superior a trasladar tan gloriosos restos a nuestro panteón de Alcorisa, donde yacen honrosamente.

“¡Y cuál no fue nuestra pena al ver que sólo estaba en el cementerio de Oliete el tronco de su sagrado cuerpo! La ca­beza estuvo rodando por aquellos barrancos por espacio de casi un año, hasta que en dicho día apareció, encontrando también en el lugar del suplicio una Medalla Milagrosa, encerra­da en una bolsa que llevaba pendiente del cuello.”

Hasta aquí la relación del P. Santamaría, que nosotros nos permitimos apostillar.

Sin pretender negar el carácter de martirio, parece ser que la ejecución la inspiró principalmente el deseo desenfrenado del lucro a un criminal marxista, sí, pero ante todo ladrón vul­gar, que supo captarse la confianza del P. Pérez fingiéndose fa­langista, y deducido que tenía dinero, ofrecióse a llevarle a Zaragoza, para desvalijarle con oportunidad criminal preme­ditada. El plan de ocultación de su vil asesinato tiene fácil explicación si se considera que la situación política era con­fusa; de haber creído en el positivo triunfo de los rojos en Oliete, es probable que el bandolero no habría andado con :antas añagazas.

Los detalles del martirio nos parecen simples conjeturas, desposeídas incluso algunas de probabilidad. Así, por ejemplo, se afirma que la víctima fue rematada en la cueva y que la muerte le fue ocasionada únicamente por los golpes. ¿Cómo se explica entonces que, mientras el cuerpo estaba oculto en la cueva, su cabeza anduviese rodando por el barranco? ¿Cuándo fue ésta cortada, antes de ocultar el cuerpo o después? Si des­pués, ¿cómo tantos meses fue de todos desconocido el sepulcro roqueño del tronco? Se nos ocurre preguntar: aun concedien­do que el primer golpe fuese un garrotazo traidor, que atonl tara a la víctima, el criminal, pues iba de siega, ¿no segaría con su hoz la cabeza al P. Pérez?

En previsión de inculpaciones del todo injustas, adverti­mos que al P. Pérez no le dejaron sus hermanos solo en la huida, lo que hubiera supuesto una falta grave de caridad, dado que le era imposible correr, por estar cojo; le acompa­ñaron hasta la masía de “Las Lomas” el P. Conde y el H. La­rrañaga. Al correr por allá la noticia de que la llegada de los rojos a Alcorisa era falsa, el P. Conde volvió en busca de noticias. Habiendo tenido lugar, desgraciadamente, la conquista del dicho pueblo por las hordas, el H. Larrañaga acompañó al P. Pérez hasta la finca de los Espallargas, donde podía estar seguro por la justa confianza que inspiraban los masoveros, y quedarse allí era lo aconsejable, ya que proseguir hasta Zara­goza andando era una aventura demasiado difícil para el po­bre impedido. El pánico, la turbación, etc., trastocaron el plan.

Dios, en sus adorables designios, así lo tenía prefijado. ¡Loado sea!

BIOGRAFÍAS DE MISIONEROS PAULES Edición 1942
Autor: Elías Fuente

Este grupo de mártires está integrado por:

1. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 06 Marzo1890 en Iglesuela del Cid, Teruel (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

2. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 01 Mayo 1871 en Tapia de la Ribera, León (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

3. LUIS AGUIRRE BILBAO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 13 Septiembre 1914 en Murguía, Vizcaya (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

4. LEONCIO PÉREZ NEBREDA
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 18 Marzo1895 en Villarmentero, Burgos (España)
martirio: 02 Agosto 1936 en Las Planas de Oliete, Teruel (España)

5. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Noviembre 1886 en Salazar de Amaya, Burgos (España)
martirio: 03 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

6. ANTONI CARMANIÚ MERCADER
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 17 Agosto 1860 en Rialp, Lleida (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Llavorsi, Lleida (España)

7. FORTUNATO VELASCO TOBAR
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 31 Mayo 1906 en Tardajos, Burgos (España)
martirio: 24 Agosto 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

8. RICARDO ATANES CASTRO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Agosto 1875 en Cualedro, Orense (España)
martirio: 14 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

9. PELAYO JOSÉ GRANADO PRIETO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 30 Julio 1895 en Santa María de los Llanos, Cuenca (España)
martirio: 27 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

10. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 29 Abril 1903 en Moscardón, Teruel (España)
martirio: 24 Octubre 1936 en Gijón, Asturias (España)

11. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 10 Febrero 1879 en Los Balbases, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

12. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 09 Mayo 1874 en Sitios, Zaragoza (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

13. VICENTE VILUMBRALES FUENTE
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Abril 1909 en Reinoso de Bureba, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

14. NARCISO PASCUAL y PASCUAL
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Agosto 1917 en Sarreaus de Tioira, Orense (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

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