Obispo
Según su hagiografía (que fue escrita algún tiempo después), él recibió una educación cristiana, y pasó mucho tiempo estudiando las Sagradas Escrituras. Recibió la orden sacerdotal en cuanto pudo, e inmediatamente fue aprovechado por el obispo local como predicador, una tarea para la cual él tenía considerable talento. Poco tiempo después fue nombrado coadjutor de la Iglesia de la San Basilio en Morcone. A los feligreses de allí les disgustó que Barbado les recordara lo lejos que ellos estaban de alcanzar el ideal cristiano, y trataron de persuadirlo para que callara. Él continuó por el mismo sendero, y ellos optaron por difamarlo. Eventualmente fue obligado a cesar su labor pastoral debido a esos falsos testimonios.
Regresó a Benevento, donde fue bienvenido por la gente que lo conocía. En ese tiempo, la gente de Benevento vivía en medio de muchos comportamientos idólatras, incluyendo la veneración a una víbora de oro y a un árbol local, y también estaba muy involucrado en juegos que eran seriamente objetados por Barbado. El príncipe lombardo local, Romualdo I, hijo del rey lombardo Grimoaldo I, estaba seriamente involucrado en esas actividades. Barbado predicaba regularmente contra ellos aunque ellos cerraban sus oídos.
Anunció a la gente que la ciudad sería sometida a grandes pruebas a manos del Emperador Romano Constante II y su ejército, muy poco tiempo después los regimientos romanos llegaron a la zona y sitiaron Benevento. La gente, llena de miedo, renunció a las prácticas que Barbato había criticado, entonces él taló el árbol que los vecinos habían adorado y fundió la víbora para hacer con ese oro un cáliz para usarlo en la iglesia.
El obispo que presidía Benevento, Hildebrando, murió durante el sitio. Y una vez que se retiraron los invasores, el 10 de marzo de 633, Barbado fue nombrado obispo. Aprovechando su nueva posición ordenó destruir todos los amuletos y objetos de idolatría que el príncipe y la población tenían ocultos.
En 680, participó en el concilio convocado por el Papa Agatón, el tema central del concilio fue la condena de la herejía monotelista. Murió, el 19 de febrero de 682, poco después de finalizado el concilio, tenía aproximadamente setenta años.
Él es recordado en el Martirologio Romano como uno de los patronos principales de la ciudad de Benevento.
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