Huérfano a temprana edad fue a vivir con su tío, el obispo de Utrecht. Siguió sus estudios en la escuela de la catedral de Hildesheim y luego en Mainz.
Luego de ser ordenado en Mainz fue designado como capellán imperial y tutor de quien llegaría a ser el emperador Otto III.
Obispo de Hildesheim desde el 993 hasta el 1020, alentó las artes, encargando pinturas y esculturas religiosas, reconstruyendo los edificios existentes y construyendo otros nuevos.
Mandó hacer ornamentos para los altares realizados a mano en oro y plata. Por todo esto es el patrono de las artes de la cosntrucción: arquitectura, orfebrería, pintura y escultura.
Su período se caracterizó por la paz, y alrededor del año 1020 se retiró a un convento Benedictino para pasar sus últimos días en oración.
En la iconografía se lo representa con su vestimenta de obispo haciendo un caliz o una cruz con un martillo de orfebre, y rodeado de herramientas.
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