Mártir Laico
Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de san Eustaquio mártir, cuyo nombre es venerado en una antigua iglesia diaconal de la Urbe.
Etimológicamente: Eustaquio = “cargado de bellas espigas”. Viene de la lengua griega.
Breve Biografía
San Eustaquio figura entre los mártires más famosos de la Iglesia, venerado desde hace siglos, tanto en oriente como occidente. Se le cuenta entre los Catorce Santos Auxiliadores, es patrono de cazadores y, por lo menos desde el siglo octavo, dio su nombre a la iglesia titular de un diácono-cardenal de Roma. Sin embargo, sobre él no se puede decir nada con certeza. Sus leyendas sin valor histórico, relatan que Eustaquio vivió entre los años 98-117, era un general romano en los ejércitos del emperador Trajano, se llamaba Plácido y era muy aficionado a la cacería. Sin duda alguna, al estudiar su personalidad, uno cae en la cuenta de que era el general más joven y apreciado en todo el imperio romano.
Precisamente se hallaba cierta vez en persecución de alguna valiosa pieza en la soledad de los montes, cuando vio venir hacia él un gran ciervo en cuyos cuernos aparecía la figura de Jesucristo en la cruz (la misma historia se cuenta en la leyenda de san Huberto y en las de otros santos) y una voz que surgía de la aparición, le llamaba por su nombre. Se afirma que aquel prodigio ocurrió en la región italiana de Guadagnolo, entre Tivoli y Palestrina. La extraordinaria visión tuvo el efecto de convertir instantáneamente a Plácido al cristianismo. El general y toda su familia recibieron el bautismo y él tomó el nombre de Eustaquio, su esposa se llamó Teopistis y sus hijos, Agapito y Teopisto.
Poco después de su conversión, Eustaquio perdió todos sus bienes y, tras una serie de infortunios, se vio obligado a separarse de su familia. tienen que salir de Roma, los esposos se ven separados en dramáticas circunstancias y da por muertos a sus hijos que le fueron arrebatados por animales salvajes.
Tras aceptar la voluntad de Dios, vive dedicado a humildes quehaceres en un pequeño pueblo durante 15 años, hasta que tiempo después el emperador Trajano le reclama para ponerle al frente de su ejército con lo cual consigue una gran victoria, acompañado por el reencuentro con toda su familia, que estaba a salvo. Reconoce a sus hijos entre los legionarios, y a su mujer entre las que acompañaban a la tropa. Roma le recibe en apoteosis, pero, muere Trajano, y Adriano le sucede y cuando se entera que es cristiano y al negarse a ofrecer sacrificios a los dioses durante la ceremonia que se celebró en Roma por su victoria al frente de las armas imperiales. Como consecuencia de aquella negativa, Eustaquio, su mujer y sus hijos, fueron encadenados sobre un enorme toro de bronce bajo el cual se encendió una hoguera a fin de que todos los miembros de la familia perecieran asados.
No obstante la enorme popularidad de la leyenda de san Eustaquio -como lo prueba la gran cantidad de versiones tanto en prosa como en verso-, hasta la existencia histórica del mártir es una cuestión dudosa. El culto no es antiguo ni es posible localizar su origen con precisión. Es posible que llegara del Oriente, pero ya desde la primera mitad del siglo octavo, había sido adoptado en Roma. El nuevo Martirologio, en su determinación de evitar las referencias puramente legendarias, aunque recoge el culto del santo, sólo lo refiere a la titularidad de una iglesia.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
Fuentes:
Vidas de los santos de A. Butler
hagiopedia.blogspot.com
P. Felipe Santos
Publicar un comentario