Por: . | Fuente: SilencioBlanco.org
Mártires
Determinó entregar su vida al Creador defendiendo su doctrina, ya tal fin concertó tan notabilísima empresa con dos jóvenes de santa vida y loables costumbres, monjes ambos llamados Pablo e Isidoro, con los cuales se presentó al juez, quien oída su profesión de fe, los mandó al momento decapitar en el lugar acostumbrado, junto a las puertas de Palacio el día 17 de abril del año 856.
Sus cuerpos fueron primero clavados en patíbulos para escarmiento de los cristianos y después arrojados al río, de donde los fieles con gran diligencia sacaron algunas reliquias que repartieron según costumbre, por las diversas Iglesias de la ciudad.
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