Eremita y Mártir
Información acerca de él se pueden encontrar en varios textos en los que, a medida que pasaba el tiempo, se agregaban detalles a las anteriores versiones, dando como resultado distintas versiones de la historia del mismo santo.
Hacia el año 1100, la "Passio Sancti Rumoldi", escrita por el monje Teodorico de la abadía de San Trond, refería que Rumoldo había nacido en Escocia, y después de un viaje a Roma se había establecido en Mechelen -nombre flamenco de la ciudad de Malinas, en Bélgica- por invitación del conde Adón y su mujer Elisa.
El santo, en agradecimiento a sus anfitriones los incluyó en sus oraciones, gracias a lo cual les nació un hijo, el cual más tarde murió ahogado pero fue resucitado por el propio santo. Siempre ayudado por la generosidad del conde, Rumoldo pudo fundar una abadía; murió asesinado por dos compañeros que querían apoderarse de su dinero.
Una narración posterior -de autor anónimo-, escrita entre los siglos XIII y XV, elaboró todavía más la leyenda; aquí se presenta a Rumoldo como hijo de David rey de Escocia, y de Cecilia, hija del rey de Sicilia; ingresado en el estado religioso resultó electo obispo de Dublín, cargo al que renunció cuando fue a Roma, a ver al papa Esteban II (752), para partir como misionero para predicar el Evangelio, estableciéndose en la zona de Malinas. Esta versión concuerda con la precedente en cuanto a las obras del santo y a la muerte violenta, aunque en esta versión no son dos compañeros los que lo matan sino dos trabajadores, uno de los cuales había sido reprendido por el santo por su adulterio.
Eliminando los aspectos legendarios de las distintas versiones, se puede sin duda afirmar que Rumoldo -nombre que procede del alemán Romwald- era anglosajón, como tantos otros misioneros de la baja Germania del siglo VIII, y que nació alrededor del 720.
Animado de fervor apostólico partió para el continente y se abocó a la evangelización en la región de Malinas. No fue ciertamente el primero, ya que en la cuenca del Dyle, (río belga, afluente del río Rupel), había ya cristianos hacia el 754.
Sería acertado afirmar que fue acogido por los nobles cristianos del lugar, que seguían las costumbres de los reyes merovingios, como por ejemplo el donar el terreno para la construcción de una ermita y el monasterio (muy probablemente benedictino para hombres y mujeres).
Con respecto a su muerte, fue sin duda violenta, ya que el examen realizado en 1775 en el milenio de su muerte- al cráneo que se guarda como reliquia, mostró una fractura debida a un golpe fatal; lo que aún queda inexplicado es el motivo del asesinato; venganza, codicia, odio religioso... no se sabe. La tradición cuenta que su cuerpo fue arrojado al río Dyle y luego encontrado gracias a una luz sobrenatural.
Rumoldo fue sepultado en al capilla de San Esteban, construida por él mismo, y recibió casi enseguida culto como santo, documentado ya en el siglo IX, y acompañado de numerosos milagros. En los siglos siguientes las reliquias fueron trasladadas a la iglesia colegiada de Malinas, que lleva su nombre, y que desde el 1559 es la catedral de la ciudad.
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