Monje y Mártir
Nuestro Beato Guillermo forma parte del grupo último que fue apresado por negarse a reconocer como cabeza de la Iglesia en Inglaterra al sensual Rey Enrique. Todos los datos de las detenciones y provocaciones de los súbditos de Cromwell a aquella Comunidad los sabemos de primera mano por el monje Dom Mauricio Chauncy, miembro de la Cartuja de Londres, que pudo huir al continente y le escribió lo sucedido al Reverendo Padre General. A él seguimos transcribiendo lo que nos dice del Hermano Guillermo.
El Padre Chauncy nos dice que después de dos años de vejaciones, desde la muerte de los primeros mártires, y viendo que todo el mundo se sometía al edicto regio, algunos de la Comunidad «no sin gran lesión de su conciencia y, llorando, se sometieron a la voluntad del Rey.
Los demás no quisieron tener en más la Casa de piedra que a sí mismos y anteponiendo a todo la salvación de su alma, dieron con gusto cuanto tenían, y se negaron a conseguir su libertad mediante una simulación, antes bien, resistieron al rey con firmeza para alcanzar así una resurrección más feliz y tener en el cielo una casa no hecha por mano de hombres.
Este último grupo consta de diez cartujos, seis Hermanos y cuatro Padres. Todos fueron encarcelados el 20 de mayo de 1537 en cárcel asquerosísima, en la ciudad de Newgate, en donde murieron al poco tiempo, excepto uno, por la inmundicia y el hedor de la cárcel. Al oír esto, el predicho representante regio se impacientó mucho y juró que los habría atormentado más cruelmente si no hubiesen muerto.
El Hermano converso sobreviviente, Guillermo Horn, permaneció tres años en la cárcel con buena salud. Sacado finalmente el 4 de noviembre de 1541 y sometido a los mismos tormentos de mutilaciones y desgarramientos de su cuerpo que su Padre Prior, padeció y murió con él. Así, el hijo siguió a su Padre, siendo entre todos el más cruelmente atormentado, y murió al cabo por amor a Jesucristo y por la fe de su Esposa la Iglesia católica, negándose a prestar en falso un juramento».
En la Orden siempre se guardó con gran veneración la memoria de estos hermanos mártires, mas cuando Inglaterra comenzó a cambiar la legislación respecto a los católicos en el S. XIX, el Papa León XIII proclamó, el 6 de diciembre de 1887, beatos a los dieciocho cartujos ingleses junto con otros dieciséis mártires de la Reforma de Enrique VIII.
Padre todopoderoso, que concediste al Beato
Guillermo fortaleza para morir por la
libertad de la fe; te rogamos que su intercesión
nos ayude a soportar por tu amor la adversidad
y a caminar con valentía hacia Tí,
fuente de toda vida.
Por Nuestro Señor Jesucristo
Amén
"Santos y Beatos de la cartuja", pág. 64, autor Juan Mayo Escudero, Edit. Analecta Cartusiana, ISBN 3-901995-24-2, año 2000 REPRODUCIDO CON AUTORIZACIÓN DEL AUTOR
Publicar un comentario