En Neustria septentrional, san Judoco, presbítero y eremita, quien, siendo hijo de Jutael, rey de Armórica, y hermano de san Judicael, para no ser obligado a suceder a su padre abandonó la patria y se dedicó a la vida eremítica en Runiacum que luego cambió su nombre a Saint-Josse-sur-Mer.
Murió hacia el año 668 en Saint-Josse-sur-Mer de causas naturales, su cuerpo se ha mantenido incorupto.
Se lo representa como un hombre con un peregrino con un cayado en una de sus manos y una corona a sus pies.
Suele pedirsele ayuda contra la fiebre, contra los incendios, contra los naufragios, es patrono de los hombres de mar.
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