Etimológicamente: Clotilde = Aquella que lucha con gloria, es de origen germánico.
Aunque la educaron en la molicie de la corte, ella supo mantenerse al margen de todo aquello que no fuera noble, hermoso y bello ante los ojos de Dios y de su propia conciencia.
A los 16 años, contrajo matrimonio con el príncipe Carlos Manuel, aunque su inclinación se decantaba más bien por la vida religiosa.
No podían tener hijos y, según la voluntad de Dios, ellos se sentían felices.
Para no vivir aburridos y sin ningún tipo de apostolado en bien de los otros, abrazaron los dos la regla de la orden terciara de los Dominicos.
A los dos les tocó la mala suerte de sufrir los envites de la Revolución francesa. Con sus propios ojos vieron cómo su hermano Luis XVI era llevado a la guillotina y no sólo él sino también su cuñada María Antonietta y su hermana María Elisabeth.
Su marido ocupó el puesto de rey de Cerdeña en 1796, pero los franceses invadieron todo el Piamonte y le obligaron al monarca a que renunciara a sus derechos de rey. Los desterraron a Cagliari.
La reina, mientras tanto, había renunciado a todos sus objetos de valor para darlos a los pobres.
Cuando fueron a Roma, en la Semana Santa del 1801, conocieron al nuevo Papa Pío VII, pero sin ninguna demora tuvieron que volver a Nápoles.
Viendo los peligros que le aguardan, ella mandó edificar un mausoleo en honor de su marido difunto.
Cuando ella murió en 1802 a los 42 años, todo el mundo la llamaba “el ángel tutelar del Piamonte”.
El Papa Pío VII la declaró Venerable e introdujo su causa de beatificación.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com
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