Etimológicamente: Gertrudis = Aquella que es una defensora fiel, es de origen germánico.
Esta joven belga vivió y nació en el siglo VII. Era hija de Pipino de Landen, un señor noble de mucho prestigio y emparentado con Carlomagno.
Cuando murió su padre, pensó en hacerse monja juntamente con su madre Ita.
Para ello fundaron dos conventos: uno para hombres y otro para mujeres, pero ambos estaban gobernados por la madre abadesa, que, en este caso, fue Ita hasta su muerte.
Después le sucedió Gertrudis, aunque todos los asuntos administrativos se los encargó a un hermano.
Su gran deber consistió en entregarse a dar cultura a aquella gente ignorante. Era la época de las grandes supersticiones.
Por eso, le pidió a los obispos y abades de Irlanda que enviasen monjes para culturizar a su tierra, Brabante.
Lo mismo hizo con Roma. Quería que, o bien vinieran, o bien dejaran ir a la ciudad eterna a aprender liturgia y la forma de rezar.
Su fama crecía a pasos agigantados no sólo por la santidad de vida, sino también porque se convirtió en una excelente diplomática.
Sí, es cierto. Durante aquellos años había muchas guerrillas y luchas entre distintas familias señoriales.
Mediante su intervención logró llevar a todos la reconciliación y el perdón.
Murió muy joven, y su culto se extendió en seguida por todos sitios.
Había un relicario del siglo XIII, pero un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial lo destruyó.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com
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