Fecha de beatificación: 16 de octubre de 1994 por el Papa Juan Pablo II.
Judith había nacido el 7 de julio de 1859 en el seno de una humilde familia en Roma. Cuando tenía 7 años su padre y su madre perdieron la vida y entonces fue llevada a un hospicio que atendían las Hijas de San Vicente de Paul, quienes la acogieron como una hija durante 17 años. A lo largo de este tiempo había aprendido a amar a Dios con intensidad y todo en ella manifestaba una clara vocación a la vida consagrada. En 1883 fue admitida como aspirante en la comunidad a la que tanto debía. Pero ahora con casi 30 años, sin familia y sin conocer el mundo, tenía que empezar una nueva vida.
A los ojos de alguien que no entiende las cosas de Dios, la situación de Judith podía parecer un rotundo fracaso. Su lucha interior era tremenda, ella quería ser fiel a Dios y parecía que el Señor le pagaba mal toda su entrega. Cargada de dolor vuelve a Roma, en donde se aloja en la casa de una tía y donde sus dos hermanos tratan de convencerla de abandonar toda idea de ingresar a otra Congregación.
Los camilos, comunidad dedicada al apostolado hospitalario, habían encargado al P. Luis Tezza la formación de una comunidad religiosa femenina que compartiera su misma espiritualidad. El P. Luis se fue a Francia a trabajar en el encargo recibido, pero entonces la persecución contra la Iglesia en Francia, deshizo el grupo de jóvenes que había formado y él tuvo que regresar a Italia. Al P. Luis también parecía que las cosas no le estaban saliendo bien, pero era un hombre de Dios y sabía que el Señor le indicaría los signos en el momento oportuno.
En 1891, la Providencia reunió en una capillita en Roma a Judith, que había ido a recibir unos Ejercicios Espirituales, y al P. Tezza, quién había llegado hasta allí para reemplazar a un hermano suyo en una plática espiritual. Luego de la plática, Judith, animada por la profundidad espiritual que había percibido en este sacerdote, le busca y le cuenta todo lo que le había pasado. El P. Luis, iluminado por el cielo, reconoció en Judith a la persona indicada para iniciar la nueva congregación que con el nombre de Hijas de San Camilo es fundada el 2 de febrero de 1892.
Judith, que ahora era la madre Josefina, y otras jóvenes van a ser purificadas al poco tiempo en el crisol de las pruebas. Inesperadamente tienen que dejar Roma, pues la Santa Sede había decidido que en la Ciudad Eterna no se erijan nuevas comunidades religiosas. Por otro lado, unos envidiosos calumniaron al P. Luis y se le impuso la prohibición de acercarse a la Madre Josefina y a su comunidad. Pero la fidelidad y la mortificación de Josefina y el P. Luis dieron sus frutos. En solo 20 años estas religiosas estaba sirviendo en varios países y contaban con 126 hermanas. La Madre muere el 23 de Febrero de 1911 en Roma. El buen P. Luis Tezza había partido para el Perú en 1902 y allí muere años más tarde en olor de santidad en la ciudad de Lima. El Papa Juan Pablo II tuvo la bendición de beatificar a la Madre Josefina el 16 de Octubre de 1994 y al P. Luis Tezza el 4 de noviembre de 2001. Los restos de ambos descansan en Roma.
Si usted tiene información relevante para la canonización de la Neata Josefina, por favor comuníquese a:
Figlie di S. Camillo
Via Anagnina, 18
00046 Grottaferrata (RM), ITALIA
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