Diana de Andaló (abreviación del nombre del noble padre: Andrea Lovello), es una de las más características y simpáticas figuras de los orígenes de la Orden. Ayudó al beato Reginaldo a fundar el convento de Bolonia.
En el año de 1219, cuando Domingo se dirigía a Bolonia, Diana junto con otras jóvenes hizo en manos del bienaventurado Patriarca la promesa de vida religiosa.
Una vez superada la gran oposición dé los familiares qué incluso llegaron a fracturarle una costilla, entró en el monasterio dé Santa Inés, fundado por el beato Jordán y de él recibió el hábito.
Se comportó como una verdadera madre con las hermanas y murió en el año de 1236. Se conservan cincuenta cartas de Jordán de Sajonia dirigidas a ella, que son un hermoso testimonio de la espiritualidad de la Familia dominicana y de la fraternidad entre frailes y hermanas.
Su culto fue confirmado por León XIII el 8 de agosto de 1888.
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