Ártículos Más Recientes

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com

Obispo

Martirologio Romano: En Toledo, en Hispania, san Julián, obispo, que reunió tres concilios en esta ciudad y expuso con escritos la doctrina ortodoxa, dando muestras de caridad y celo por las almas (690).

Etimológicamente: Julián = Aquel que pertenece a la familia Julia, es de origen latino

San Julián, arzobispo de Toledo, a su muerte en el año 690, era el personaje más importante de España. Se dice que era descendiente de judíos, pero sus padres eran cristianos. Recibió el bautismo en la principal iglesia de Toledo, según cuenta su sucesor en la sede episcopal, quien escribió una corta biografía del santo.

El joven fue educado por otro prelado de Toledo, San Eugenio II y tuvo por compañero al famoso Gudila Levita. Unidos por los gustos comunes tanto como por el afecto, los amigos se consagraron a la oración y el estudio en el retiro y muy pronto, el celo apostólico les hizo volver al mundo para intentar la conversión de los pecadores.

San Julián, que era teólogo destacado y hombre de gran saber, llegó pronto a ocupar un puesto de importancia. Cuando los médicos desahuciaron a Wamba, el último de rey que dio explendor a los visigodos, San Julián le rasuró la cabeza y lo revistió del hábito monástico para que "muriese en religión". Todavía se conserva la vida del rey Wamba, escrita por San Julián, muy apreciada por los historiadores, que encuentran en ese documento una idea completa sobre el reinado de Wamba, lo que no sucede con sus predecesores ni con sus sucesores.

Julián fue consagrado obispo de Toledo en 680 y parece que gobernó su diócesis con el mismo tino que le había caracterizado en los asuntos seculares. Su biógrafo narra que el cielo le había adornado con todas las gracias del alma y del cuerpo. Era tan bondadoso, que ninguno se acercó a él, sin recibir gran consuelo. El santo presidió varios sínodos y obtuvo para su sede la primacía sobre todas las diócesis españolas. Por eso se le da el título de arzobispo de Toledo, aunque el término no se empleaba generalmente en España por aquella época.

Los historiadores posteriores acusan a Julián de haber alentado a los reyes a perseguir a los judíos. Sin embargo, debe hacerse notar que la más cruel y escandalosa de las leyes contra los judíos no fue publicada sino hasta cinco años después de la muerte del santo: Según dicha ley, todos los judíos adultos debían ser vendidos como esclavos, en tanto que sus hijos serían confiados, desde los siete años de edad, a las familias españolas para recibir una educación cristiana.

San Julián fue escritor muy fecundo: entre sus obras se cuenta un estudio del rito hispánico (la forma en que se celebraba la liturgia en territorio hispano antes del uso del rito romano), un libro contra los Judíos y los tres volúmenes de los "Pronósticos", que tratan de las postrimerías. El santo sostiene en esta obra que el amor y el deseo de ir a reunirse con Dios bastan para acabar con el temor natural a la muerte. También afirma que los bienaventurados piden por nosotros en el cielo, que desean nuestra felicidad y que ven nuestras acciones, ya sea en la misma esencia de Dios o por ministerio de los ángeles, que son los mensajeros de Dios en la tierra.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com

Obispo

Martirologio Romano: En Metz, en Austrasia, san Crodegango, obispo, el cual impuso al clero que viviese dentro del recinto del claustro bajo una íntegra norma de vida, y promovió de modo admirable el canto en la Iglesia (766).
San Crodegando nació cerca de Lieja y probablemente se educó en la abadía de Saint Trond. Parece que hablaba el latín con la misma fluidez que su propia lengua. Era de estatura imponente y su gracia y buenas maneras le hacían agradable a todos. Carlos Martel reconoció sus cualidades excepcionales y le nombró secretario y asesor suyo. A la muerte de su protector, Crodegango, que era todavía laico, fue nombrado obispo de Metz, el año 742. En tan alta dignidad, supo combinar la virtud y la sagacidad con gran éxito; en todos los asuntos se valió de su gran influencia para promover la justicia y el bien público. Sus biógrafos alaban su caridad sin límites y la especial solicitud que mostró por las viudas y los huérfanos. Como embajador de Pepino, el mayordomo de palacio, ante el Papa Esteban III, Crodegango fue un factor preponderante en la coronación de Pepino en 754, en la derrota que éste infligió a los Lombardos en Italia y en la entrega del exarcado de Ravenna y otros territorios a la Santa Sede.

Habiendo contribuido en esta forma a establecer, sobre una base firme, el Papado y la supremacía de los francos en Italia, San Crodegango pudo consagrarse de lleno a los asuntos espirituales de su diócesis. La relajación de costumbres en aquélla época no dejaba de afectar tambíén al clero. Muchos clérigos estaban mezclados en asuntos mundanos y los jóvenes no recibían una preparación adecuada en materia de ciencia y disciplina. San Crodegango empezó la reforma por su propia ciudad y su catedral, publicando una serie de cánones, basados principalmente en las reglas de San Benito. Ordenó que tanto el alto como el bajo clero habitase en comunidad, ateniéndose a la regla, y obligó a todos a asistir al oficio divino. El código de San Crodegango, que ha llegado hasta nosotros, estaba dividido en treinta y cuatro capítulos. Las diversas comunidades estaban obligadas a leer, cada día, un capítulo; por ello, dichas reuniones recibieron el nombre de "capítulos" y, los participantes se empezaron a llamar "capitulares"; se llamó "canónigos" a todos aquellos a quienes obligaban los cánones o reglas episcopales; como los conventuales tenían sus propias reglas, se les llamó "regulares". La fama de San Crodegango hizo que su reforma se propagara rápidamente a otras diócesis, hasta llegar a oídos de Carlomagno.

El emperador determinó que todos los clérigos fueran "canónigos" o "regulares". De esta suerte, la influencia que tuvo el santo en el movimiento "regular" que se extendió por Francia, Alemania, Italia y la Gran Bretaña fue muy notable.

Otra de las actividades de San Crodegango fue la construcción y restauración de iglesias, monasterios e instituciones de caridad. Una de sus fundaciones fue la abadía de Gorze, por la que el santo tuvo especial predilección. El Papa le envió para sus monasterios los cuerpos de tres santos, con lo que se atrajo a muchos peregrinos. Otra muestra de favor que recibió de la Santa Sede fue el derecho de precedencia sobre los demás obispos francos. Algunos autores llegan a afirmar que el Papa le envió también el palio y casi todos están de acuerdo en que, bajo el gobierno de San Crodegango, la Iglesia de Metz fue la primera en las regiones del norte que adoptó la liturgia romana y el canto gregoriano en toda su pureza. La escuela coral que instituyó el santo llegó a ser muy famosa y, el año 805, Carlomagno ordenó que todos los maestros de coro se escogieran entre sus alumnos. La fama de la escuela de Metz duró varios siglos. Cuando los monjes del Cister decidieron perpetuar las mejores tradiciones corales, adoptaron el antifonario de la iglesia de Metz. San Crodegango murió el 6 de marzo de 766 y fue sepultado en Gorze.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com

Virgen Terciaria Franciscana

Martirologio Romano: En Viterbo, en la Toscana, santa Rosa, virgen de la Tercera Orden de San Francisco, que, asidua en las obras de caridad, a los dieciocho años de edad consumó rápidamente el breve curso de su vida ( 1253).

Etimológicamente: Rosa = Aquella que es bella como una rosa, es de origen latino.

Fecha de canonización: El Papa Calixto III la colocó en el catálogo de los santos en el año 1457.

Breve Biografía

Uno de los más brillantes ornamentos de la Tercera Orden de san Francisco, y de la santa Iglesia, fue la penitente y maravillosísima doncella santa Rosa, natural de Viterbo.

A los tres años recogiendo los pedazos de un cántaro que se le rompió a una niña, se lo devolvió entero; queriendo su padre ver el alimento que llevaba para los pobres, se convirtió el pan en rosas.

A los siete años se recogió en un aposento de su casa muy retirado, donde gastaba muchas horas en oración y maceraba su delicado cuerpo con tan ásperas penitencias, que se puso en grave peligro de perder la vida, y la hubiera perdido de no haberle traído del cielo la salud la Santísima Virgen, que, acompañada de coros de vírgenes se le apareció, y le ordenó que tomase el hábito de la tercera Orden seráfica.

La Santa al momento lo vistió con singular devoción. redobló sus admirables austeridades, mayormente después que se le apareció Jesús crucificado, cuya dolorosa imagen le quedó tan impresa en la mente y en el corazón, que la violencia del amor la traía como fuera de sí y la hacía correr por calles y plazas desahogando los ardores de su pecho y cantando las divinas alabanzas.

Por aquel tiempo afligían a la Iglesia numerosos enemigos, favorecidos por el emperador Federico Barbarroja; y santa Rosa teniendo solamente doce años, ilustrada con ciencia infusa, rebatió y confundió a los herejes con los más sólidos e irrefutables argumentos, despreciando los terrores de los sectarios, y la muerte misma que le quisieron dar.

Avergonzados, obtuvieron del gobernador de Viterbo que la arrojase de la ciudad so pretexto de que conmovía al pueblo. Caminando entre nieves y expuesta a perecer, llegó a Salerno, donde profetizó los prósperos sucesos que a poco se verificaron con la muerte del emperador.

Vuelta a su patria fue recibida por sus conciudadanos con increíble regocijo. Quiso retirarse a la soledad en el monasterio de santa Clara; y como no fuese admitida, dijo que, puesto que no la recibían viva, la recibirían muerta.

Para que no saliesen defraudados sus deseos de soledad y recogimiento, continuó en el retiro de su casa sus acostumbrados ejercicios de oración y penitencia, atormentando su inocente cuerpo con ayunos, cilicios y disciplinas, y esto con tanto mayor espíritu y fervor cuanto sentía más cercano el fin de su vida, que esperaba como el principio de otra eterna y bienaventurada en el cielo, adonde voló el alma purísima de la santa, el día 6 de marzo de 1252, a la temprana edad de sólo diez y ocho años.

Sepultaron el sagrado cadáver en el templo de santa María de Podio; pero a los pocos meses Alejandro VI, que se hallaba en Viterbo, amonestado tres veces por la santa, que trasladase su cuerpo al monasterio de santa Clara, lo hizo con triunfal magnificencia, cumpliéndose entonces el vaticinio que había hecho la santa cuando no fue admitida en aquel convento.
 

ORACIÓN
Oh Dios,
que te dignaste admitir
en el coro de tus santas vírgenes
a la bienaventurada Rosa,
concédenos por sus ruegos y merecimientos
la gracia de expiar todas nuestras culpas
y de gozar eternamente
de la compañía de tu Majestad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Obispo

Martirologio Romano: En Arlés, en la Provenza, Francia, san Virgilio, obispo, que recibió como huéspedes a san Agustín y a sus monjes, cuando viajaban hacia Inglaterra por encargo del papa san Gregorio I Magno ( c. 618).

Breve Biografía

San Virgilio nació en Gascuña, pero se educó en el monasterio de San Honorato, en una de las dos islas que se hallan a tres kilómetros de Cannes, tan conocidas por los turistas de la Costa Azul. Según su biógrafo, que es nuestra principal fuente -aunque vivió varios siglos después de los hechos y tiende a inventar todo lo que pueda glorificar el santo-, Virgilio fue monje y abad del monasterio de San Honorato.

Una noche estaba el santo paseándose en la playa cuando vio un extraño navío cerca de la costa; sobre la cubierta, trabajaban algunos marinos, quienes desembarcaron y vinieron al encuentro de Virgilio. Le saludaron por su nombre, le dijeron que su fama había llegado hasta el extranjero y le aseguraron que si les acompañaba a Jerusalén, haría mucho bien a los cristianos y alcanzaría un alto grado de perfección. Pero Virgilio no se dejó engañar y, haciendo la señal de la cruz, replicó: «Las mañas del enemigo no pueden engañar a los soldados de Cristo y vosotros sois totalmente impotentes contra los protegidos de Dios, porque la oración ha arrojado al dragón de la Isla de San Honorato y el demonio no tiene en ella ningún poder para hacer mal». En cuanto el santo acabó de pronunciar estas palabras, el navío y los marineros desaparecieron.

El nombre de san Virgilio no figura en la lista de los abades de Lérins; en algunas crónicas figura como un monje de Lérins que más tarde llegó a ser abad del monasterio de San Sinforiano de Autún. Lo que sí se tiene por seguro es que san Virgilio era monje antes de ser nombrado obispo de Arles y que recibió el palio de manos del Papa Gregorio I, quien le nombró vicario apostólico ante el rey Childeberto II. El Venerable Beda menciona a san Virgilio a propósito de la misión de san Agustín de Canterbury en Inglaterra. Según parece, san Virgilio lo consagró por orden del Papa Gregorio. San Virgilio gobernó su diócesis con gran vigor; su celo lo llevó demasiado lejos en una ocasión, pues san Gregorio le reprendió por haber intentado convertir, por la fuerza, a los judíos de su arquidiócesis y le recomendó que se limitase a orar y predicar.

San Virgilio construyó varias iglesias en Arles. Se cuenta que, durante la construcción de la basílica de San Honorato, los obreros se encontraron un día con que no podían mover las columnas para transportarlas a su sitio. San Virgilio acudió al punto y vio que era el demonio, bajo la forma de un negro muy vigoroso, el que impedía con su peso que los obreros moviesen la columna; pero éstos no le veían. El santo increpó al demonio, que desapareció, dejando una estela pestilente y los obreros pudieron continuar su trabajo. El biógrafo de san Virgilio da otros muchos ejemplos de los milagrosos poderes de su héroe: cuenta que el santo obró numerosas curaciones, resucitó a varios muertos y destruyó a una terrible serpiente que había causado grandes estragos.

Sin duda que el pueblo de Arles tenía entera confianza en la protección de su arzobispo, persuadido de que mientras los restos del santo permaneciesen en la ciudad, ésta vencería a todos sus enemigos. San Virgilio fue sepultado en la iglesia de San Salvador, que él mismo había construido.

VIDAS DE LOS SANTOS Edición 1965
Autor: Alban Butler (†)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER´S INTERNATIONAL - JOHN W. CLUTE, S. A.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: Mercaba.org

Mártir

Martirologio Romano: En Sinope, en el Ponto, actualmente en Turquía, san Focas, mártir, labrador de oficio, que sufrió muchas injurias por el nombre del Redentor (c. s. IV).

Breve Biografía

Hay varios santos con este nombre (que en Oriente no sonaba a raro, lo lleva un emperador bizantino) Natural de Sínope, era de los pocos cristianos que moraban en aquella ciudad de Asia Menor, y era justo, como Abraham, en medio de los gentiles.

Cuando se decreta una persecución contra los cristianos, no se altera en lo más mínimo, no huye, sigue con su vida de siempre, como si la cosa no fuera con él, porque uno de sus rasgos más característicos es la serenidad o, por así decirlo, la sangre fría.

Un día llegaron a su cabaña unos paganos que no le conocen, llevaban órdenes de matarle, él, según su costumbre, les invita a entrar, les sirve de comer y hospedó aquella noche y, mientras ellos dormían, cavó la fosa para su sepultura.

En la mañana, se presentó a ellos, diciéndoles: "Yo soy Focas, a quien buscáis herid, no temáis. Que el crimen caiga sobre los que os han mandarlo hacerlo”. Y rodó su cabeza.

Desde entonces el sepulcro de San Focas, el hortelano de Sínope, "es un lugar de peregrinación para los que atraviesan el Ponto Euxino, y los que vienen del Adriático y el Egeo y el Océano oriental y occidental se acercan aquí a descansar de sus trabajos, cantando himnos en honor de Focas el santo mártir´, escribía San Asterio en su Homilía IX.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

XXII Papa

Martirologio Romano: En Roma, en la vía Apia, en el cementerio de Calisto, sepultura de san Lucio, papa, sucesor de Cornelio, que sufrió el exilio por la fe de Cristo y fue, en tiempos angustiosos, eximio confesor de la fe, actuando con moderación y prudencia (254).

Etimológicamente: Lucio = nacido con la primera luz, es de origen latino.

Breve Biografía


Fue Pontífice de 253-254; murió en Roma el 5 de marzo de 254. Después de la muerte del Papa San Cornelio, quien murió en el exilio en el verano del 253, Lucio fue elegido para tomar su lugar, y fue consagrado Obispo de Roma. Nada se sabe de la vida temprana de este Papa antes de su elevación. De acuerdo con el libro "Liber Pontificalis", era romano de nacimiento y su [[padre] se llamaba Porfirio. No se sabe de dónde el autor obtuvo esta información. Todavía continuaba la persecución de la Iglesia bajo el Emperador Gallo durante la cual Cornelio había sido desterrado. Lucio también fue enviado al exilio pronto después de su consagración, pero en un corto tiempo, presuntamente cuando Valeriano fue designado emperador, a él le fue permitido regresar a su rebaño. El Catálogo Feliciano, cuya información se encuentra en el "Liber Pontificalis", nos informa del exilio y del milagroso retorno de Lucio: "Hic exul fuit et postea nutu Dei incolumis ad ecclesiam reversus est." San Cipriano, quien escribió una carta (perdida) de felicitaciones a Lucio en su elevación a la Santa Sede y sobre su exilio, envió una segunda carta de felicitaciones para él y sus acompañantes en el exilio, como también a toda la Iglesia Romana (ep. LXI, ed. Hartel, II, 695 sqq.).

La carta comienza: “Querido Hermano, hace muy poco tiempo te ofrecimos nuestras felicitaciones, cuando Dios te exaltó a gobernar Su Iglesia y te concedió la doble gloria de confesor y obispo. De nuevo te felicitamos a ti, a tus acompañantes y a toda la congregación; con esto, debido a la bondadosa y poderosa protección de nuestro Dios, Él te ha guiado de regreso con alabanzas y gloria a Sí mismo, de manera que el rebaño pueda recibir de nuevo a su pastor, el barco a su piloto y la gente a un director que los gobierne y les muestre abiertamente que fue el designio de Dios que permitió tu destierro, no para que el obispo exiliado fuera privado de su Iglesia, sino más bien para que regresara a su Iglesia con mayor autoridad”.

Cipriano continúa, refiriéndose a los tres niños hebreos en el horno ardiente, que el regreso del exilio no aminoraba la gloria de la confesión, y que la persecución, la cual iba dirigida sólo contra los confesores de la Iglesia verdadera, comprobaba cuál era la Iglesia de Cristo. En conclusión, él describe la felicidad de la Roma cristiana ante la llegada de su pastor. Cuando Cipriano afirma que Dios por medio de la persecución buscó “hacer avergonzar y silenciar a los herejes” y así probar dónde estaba la Iglesia, quién era su único obispo elegido por el designio de Dios, quiénes eran sus presbíteros sujetos al obispo en la gloria del sacerdocio, quiénes eran la verdadera gente de Cristo, unidos a Su rebaño por un amor excepcional, quiénes eran los oprimidos por sus enemigos, y al mismo tiempo dónde estaban aquellos que el Diablo protege como suyos, refiriéndose obviamente a los novacianos. El Cisma de Novaciano, a través del cual se presentó como antipapa, en oposición a Cornelio, todavía continuaba en Roma bajo Lucio.

En referencia a la confesión y a la restauración de los “Lapsi" (caídos), Lucio se adhirió a los principios de San Cornelio y de San Cipriano. De acuerdo con el testimonio del último, contenido en una carta al Papa San Esteban I (ep. LXVIII, 5, ed. Hartel, II, 748), Lucio, así como Cornelio, había expuesto su opinión por escrito: "Illi enim pleni spiritu Domini et in glorioso martyrio constituti dandam esse lapsis pacem censuerunt et poenitentia acta fructum communicationis et pacis negandum non esse litteris suis signaverunt." (Para ellos, llenos del Espíritu Santo de Dios y confirmado en glorioso martirio, juzgaron que el perdón debe ser otorgado a los Lapsi, y dieron a entender en sus cartas que, que cuando éstos hayan realizado la penitencia, no se les debe negar el gozo de la comunión y de la reconciliación.) Lucio murió a principios de marzo del año 254. En el "Depositio episcoporum" el "Cronógrafo de 354" da la fecha de su muerte como el 5 de marzo, el "Martyrologium Hieronymianum" como el 4 de marzo. La primera fecha es probablemente la correcta. Quizás Lucio murió el 4 de marzo y fue enterrado el 5 de marzo. De acuerdo al "Liber Pontificalis" este Papa fue decapitado en tiempos de Valeriano, pero este testimonio no puede ser comprobado. Es verdad que Cipriano en la antedicha carta a Esteban (ep. LXVIII, 5) le da a él, como también Cornelio, el titulo honorario de mártir: "servandus est enim antecessorum nostrorum beatorum martyrum Cornelii et Lucii honor gloriosus" (pues debe ser preservada la memoria gloriosa de nuestros predecesores los santos mártires Cornelio y Lucio); pero probablemente esto fue un relato del corto destierro de Lucio. Cornelio, quien murió en el exilio, fue honrado como mártir por los romanos después de su muerte; pero no así Lucio. En el calendario romano de fiestas del "Cronógrafo de 354" él es mencionado en el "Depositio episcoporum", y no bajo el encabezado de "Depositio martyrum". Sin embargo, su memoria fue particularmente honrada, como aclara la aparición de su nombre en el "Martyrologium Hieronymianum". Es cierto que Eusebio sostiene (Hist. Eccl., VII, 10) que Valeriano favorecía a los cristianos al principio de su reinado. El primer edicto de persecución del emperador apareció sólo en el año 257.

Lucio fue enterrado en un compartimiento de la bóveda papal en las catacumbas de San Calixto. En la excavación de la bóveda, De Rossi encontró un fragmento grande del epitafio original, el cual sólo da el nombre del Papa en griego: LOUKIS. La losa está quebrada justo atrás de la palabra, así que con toda probabilidad no había nada más escrito excepto el titulo EPISKOPOS (obispo). Las reliquias del santo fueron trasladadas por el Papa San Paulo I (757-767) a la Iglesia de San Silvestre en Capita, o por el Papa San Pascual I (817-824) a la Basílica de San Práxedes [Marucchi, "Basiliques et eglises de Rome", Roma, 1902, 399 (inscripción en San Silvestre), 325 (inscripción en San Práxedes)]. El autor del "Liber Pontificalis" ha atribuido desautorizadamente a San Lucio un decreto, de acuerdo con el cual dos sacerdotes y tres diáconos deben acompañar siempre al obispo para ser testigos de su vida virtuosa: "Hic praecepit, ut duo presbyteri et tres diaconi in omni loco episcopum non desererent propter testimonium ecclesiasticum." Tal medida debió ser necesaria bajo ciertas condiciones en un periodo posterior; pero en época de Lucio esto era increíble. Este supuesto decreto indujo una falsificación posterior para inventar otro decreto apócrifo y se lo atribuyeron a Lucio. Es también fabricada la historia en el "Liber Pontificalis" que Lucio, cuando era llevado a la muerte, dio al archidiácono Esteban poder sobre la Iglesia.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: L´Osservatore Romano

Fundadora de las Hermanas de la Caridad de San Luis

Martirologio Romano: En Vannes, Francia, Beata Madre San Luis (María Luisa Isabel de Lamoignon), fundadora de las Hermanas de la Caridad de San Luis ( 1825)

Fecha de beatificación: 27 de mayo de 2012, durante el pontificado de Benedicto XVI

María Luisa Isabel de Lamoignon (1763-1825) nació en París, en el seno de una familia de alto linaje, y creció en un ambiente cristiano atento a la justicia y a la caridad. A los quince años, se casó con el conde Molé de Champlatreux, hombre virtuoso. Tuvieron cinco hijos, de los cuales sólo dos sobrevivieron. Animada por su marido, visita a los pobres y a los enfermos de su parroquia, pero, por su rango social de condesa, es considerada de la parte de los explotadores. Por ello en la tormenta revolucionaria sufrió la confiscación de sus bienes, privaciones y detenciones. Su esposo fue guillotinado el día de Pascua de 1794. María Luisa Isabel tenía 31 años.

A pesar de ello, continúa su camino espiritual, guiada por el párroco de Pancemont. Una tarde de 1792 reconoció la llamada particular del Señor a seguirlo, llevando su cruz. Ella respondió generosamente con lo que llamó su «pacto con la cruz». Renunció a todo, incluso al deseo de vida religiosa contemplativa para responder a una necesidad urgente de la Iglesia de Vannes: el obispo le pidió que le ayudara con una obra educativa y caritativa. El 25 de mayo de 1803 hizo la profesión religiosa, tomando el nombre de sor San Luis.

Enseguida fue nombrada superiora general de la nueva congregación, que puso bajo la protección de san Luis, modelo de fe, artífice de justicia y de paz. Organizó la vida religiosa de la comunidad y acogió a niñas pobres, cuyo número fue creciendo cada vez más. Velaba por la calidad de su instrucción y las preparaba para vivir y ganar dinero aprendiendo un oficio. Además de la lectura y de la escritura, las jóvenes aprendían a tejer la tela y a realizar bellísimos encajes. Después de Vannes, otros párrocos le pidieron fundar una «casa de caridad» en sus respectivas parroquias. La madre San Luis en 1818 añadió a esto la obra de los retiros espirituales.

Impulsada por el amor de Cristo redentor, sacaba su fuerza de la lectura diaria de la Palabra de Dios y de la Eucaristía. Quería que todas las personas fueran acogidas y sirvieran a Jesucristo: “Si la atención que prestáis a las niñas pobres la ofrecierais con espíritu de fe viva... veríais en ellas a Jesucristo. Diríais: estoy con Jesucristo, hablo con Jesucristo, vivo con Jesucristo. Me glorío en vivir con Jesucristo pobre y humillado”. Y como toda forma de espiritualidad está inevitablemente marcada por la época que la vio nacer y por la personalidad de quien la suscita en un determinado contexto familiar y social, la formación familiar de María Luisa Isabel la puso muy pronto en contacto con los Padres de la Iglesia, desarrollando en ella el gusto ardiente por la Palabra de Dios, que ella transmitió a sus religiosas: “La Sagrada Escritura es la base fundamental de toda forma de piedad... Es necesario, por tanto, que cuantos quieren avanzar en el estado de perfección no dejen pasar ni siquiera un solo día sin leerla y meditarla... Esta Palabra es el alimento del hombre, del mismo modo que la santa Eucaristía es el alimento del alma; es preciso acogerla, tratarla con la misma dignidad, con el mismo respeto; ¿habéis pensado alguna vez en ello?, ¿os habéis comportado alguna vez en consecuencia y habéis intentado poneros, para recibirla, en la misma disposición que deseáis tener para participar en la santa Mesa?”.

Murió en Vannes el 4 de marzo de 1825, lámpara brillante de la caridad y la bondad, capaz de mostrar todo el camino a seguir, contrastando las obras de la carne (la idolatría, la enemistad, la discordia y los celos) con las obras del Espíritu, cuyos frutos benéficos son amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Obispo y Abad

Martirologio Romano: En el monasterio de Cava, en la Campania (Italia), san Pedro, que habiendo seguido desde su juventud vida eremítica, fue elegido obispo de Policastro, pero cansado del estrépito de la vida exterior, regresó al monasterio, donde, constituido abad, restableció admirablemente la disciplina. ( 1123)

Fecha de canonización: 21 de diciembre de 1893 por el Papa León XIII

Pedro de Pappacarbone nació en Salerno (Italia). Era sobrino de san Alferio, fundador del monasterio de Cava. Ingresó en la vida religiosa a muy temprana edad, bajo la dirección de san León, el segundo abad. Pronto se distinguió por su piedad, sus abstinencias y su amor a la soledad. En aquélla época la abadía de Cluny era ya muy famosa y el joven monje obtuvo permiso para ir a Francia a ingresar en ella. Los monjes de Cluny intentaron enviarle a la escuela, pero el abad san Hugo les dijo que, a pesar de su poca edad, Pedro era ya maduro en las cosas de Dios. Pronto se confirmó esa opinión, pues, Pedro no desentonaba en aquel convento de santos monjes, en el que permaneció seis años, al cabo de los cuales fue llamado a Italia. San Hugo le permitió partir, gracias a la intercesión del archidiácono de Roma, Hildebrando, que más tarde sería el Papa Gregorio VII.

San Pedro fue el primer obispo de Policastro, pero, como no se sintiese llamado por Dios al vértigo de obligaciones mundanas que le imponía su cargo, obtuvo licencia de renunciar a él y retirarse a Cava. El abad León, muy anciano para gobernar, le nombró sucesor suyo y se retiró. Los monjes habían confirmado, con sus sufragios, la elección de san Pedro, pero pronto encontraron demasiado dura la observancia que éste había aprendido en Cluny y empezaron a murmurar y a rebelarse. Algunos de ellos llevaron sus quejas al antiguo abad León. San Pedro, que no quería oponer resistencia ni ceder en las exigencias de la observancia, partió de Cava y se refugió en otro monasterio. Al poco tiempo, los monjes de Cava, aconsejados por el abad León, fueron a rogarle que volviese a tomar el gobierno y el santo aceptó. De ahí en adelante, los que se habían mostrado más opuestos a san Pedro fueron los más prontos en someterse a la observancia de las reglas.

Bajo el gobierno de San Pedro, el monasterio floreció mucho: los aspirantes a la vida religiosa acudían en gran abundancia y muchas damas y caballeros regalaron tierras y dinero a la comunidad, que pudo así prestar ayuda a los pobres y a los enfermos. Hubo de agrandar la abadía para dar cabida a todos los aspirantes; igualmente se construyó una nueva iglesia, a cuya dedicación asistió el Papa Urbano II, quien había hecho gran amistad con san Pedro en Cluny. En Cava se conserva la crónica de la fiesta organizada con tal ocasión. Según dicha crónica, el Papa trató a san Pedro y a los otros monjes con gran sencillez, como si "hubiese olvidado que era Papa". San Pedro murió a edad muy avanzada, en 1123.

La abadía de Cava existe todavía. En 1912, para manifestar su devoción a sus fundadores, los monjes de Cava publicaron las vidas de Alferio, de san Pedro y de otros dos abades, tomándolas de un antiquísimo manuscrito de su biblioteca; probablemente el autor de esas vidas es Hugo de Venosa, un contemporáneo de san Pedro. En esa biografía, que puede leerse en Acta Sanctorum (marzo, vol. I), así como en Ughelli y en Muratori se basan todas las noticias que poseemos sobre San Pedro de Cava.

VIDAS DE LOS SANTOS Edición 1965
Autor: Alban Butler (†)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER´S INTERNATIONAL - JOHN W. CLUTE, S. A.


Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: Lamberto de Echeverría, Bernardino Llorca y José Luis Repetto Betes | Fuente: AÑO CRISTIANO Edición 2003

Conde y Monje

Martirologio Romano: En Chambery, en Saboya (Francia), beato Humberto, tercer conde de Saboya, que habiendo sido coaccionado a dejar el claustro para ocuparse del gobierno, volvió más tarde a la vida monástica, viviendo con fidelidad ( 1188)

Fecha de beatificación: Su culto fue confirmado el 7 de septiembre de 1838 por el Papa Gregorio XVI

Nació en el castillo de Avigliana junto a Turín el 4 de agosto de 1135, hijo del conde Amadeo III de Saboya y Mahaut (o Mafalda, o Matilda) de Albon, hermana de Guy IV de Dauphinois. Reemplazó a su padre en el condado en 1148, cuando tiene doce años. Humberto llegará a tener hasta cuatro esposas sucesivas: su primera esposa murió joven; su segunda unión terminó en separación. Los nobles y el pueblo de Saboya le pidieron que se casara otra vez; esta tercera esposa le dio dos hijas, y Humberto intentó por volver a la vida monástica, pero fue persuadido de casarse otra vez. Esta cuarta esposa, Beatriz, le dio un hijo -Tomás- que le sucedería en el trono.

Como gobernante tendió a limitar las autonomías feudales y comunales, lo que le llevará a conflictos con algunos obispos, entre ellos San Antelmo de Belley, que no dudará en excomulgarlo, pero prospera su apelación al Papa Alejandro III que le levanta la excomunión. En el conflicto guelfo-gibehno, Humberto intenta una obra de mediación, procurando conservar la amistad tanto del emperador como del papa. Pero no pudo evitar su roce con el emperador y que éste lo citara en vano ante la justicia imperial llegando a declararlo contumaz (2 de septiembre de 1185).

Fue un hombre de acendrada religiosidad y piedad en el que influyó notablemente el Beato Amadeo de Lausana, de cuyos consejos y asesoramiento se sirvió. Se mostró siempre generoso con las iglesias y monasterios, y favoreció a la Igles1a todo cuanto pudo.

Sintió el deseo de abrazar la vida religiosa, pero comprendió que esto le era imposible por necesitarlo sus súbditos al frente de sus Estados. Como compensación no deja de acudir al claustro para vivir con sinceridad tiempos de retiro, integrándose el tiempo que pasaba en los monasterios en la vida de la comunidad. La muerte le llegó cuando estaba en la abadía de Haute Combe, Vistiendo el hábito cisterciense, el 4 de marzo de 1188.

ORACIÓN
¡Oh Dios!,
que al beato Humberto
le haz enseñado preferir el Reino del Cielo al reino terreno
y a abrazar la mortificación de la cruz,
ayúdanos por su intercesión y siguiendo su ejemplo,
a desprendernos de los bienes terrenales
y anhelar los eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos.
Amén.

AÑO CRISTIANO Edición 2003
Autores: Lamberto de Echeverría (†), Bernardino Llorca (†) y José Luis Repetto Betes
Editorial: Biblioteca de Autores Católicos (BAC)
Tomo III Marzo ISBN 84-7914-663-X


Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Abad Premostratense

Martirologio Romano: En Frisia, beato Federico (Frederik), presbítero, que siendo párroco en la ciudad de Hallum, llegó a ser después abad del monasterio de Mariengaarde, de la Orden Premostratense (1175).

Fecha de beatificación: Culto confirmado en 1728 por el Papa Benedicto XIII.

Federico Feikone era el hijo de una pobre viuda de Hallum en Frisia (ahora en Holanda). Su vocación sacerdotal era notoria en su infancia por lo que su párroco le dio sus primeras lecciones de latín. Estudió artes liberales y las Sagradas Escrituras en Münster. Federico tenía una devoción especial a la Santísima Virgen María, a San Juan Evangelista, y Santa Cecilia. Al regreso de de Münster, fue maestro. Fue ordenado sacerdote siendo ya bastante mayor. Fue designado como sacerdote auxiliar en la parroquia de Hallum donde fue creciendo su prestigio.

Federico deseaba construir un hospital y consultó al obispo Godfrey de Utrecht (1156-1177) solicitando su permiso para establecer un para el permiso de establecer un monasterio de canónigos. Para el efecto acudió a la abadía Norbertina de Mariënweerd como novicio en la vida monástica. Posteriormente recorrió ciudades y pueblos buscando compañeros para su monasterio. En 1163 él construyó la iglesia del monasterio y la dedicó a la Virgen María (Mariëngaarde). Al principio los sacerdotes y monjas vivían bajo el mismo techo, pero pronto las hermanas fueron trasladadas a su propio monasterio: Belén en Oudkerk.

En este punto viajo a Steinfeld para unir la fundación a la Orden Norbertina. Federico era el abad, párroco de Hallum, y rector de Belén, todo al mismo tiempo. Un seminario para educar a los futuros sacerdotes fue anexado a la abadía, mismo que ganó fama en poco tiempo. Mientras visitaba el convento Norbertino de Belén se sintió enfermo y regresó a Hallum. En la iglesia en la cual él había celebrado su primera Misa también celebraría la última.

Después de la Misa, retorno a la abadía para morir. Les habría dicho a sus hermanos conventuales: “Recen por mí, porque yo no pude atender a los pobres tanto como deseaba por la pobreza del monasterio”. Los motivó a seguir la Regla y les aseguró que él nunca abandonaría a los monjes de su abadía mientras ellos permanecieran fieles. Murió el 3 de marzo de 1175.

Ocurrieron tantos milagros entre quienes acudían a pedir su intercesión al pie de su tumba, que la iglesia de Mariëngaarde llegó a ser un sitio de peregrinación muy visitado.

En 1614, durante el ataque calvinista en Frisia, el Abad Nicolas Chamart envió las reliquias a la abadía de Bonne-Espérance (Buena Esperanza) en Vellereille (Bélgica) donde fueron sepultados en la iglesia abacial en 1616. Durante la Revolución Francesa los restos fueron ocultados en Vellereille, y en 1938, durante el período del Abad Bouven, se trasladaron a la abadía de Notre-Dame de Leffe en Dinant (Bélgica).

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Mártires

Martirologio Romano:En Cesarea de Palestina, santos Marino, soldado, y Asterio, senador, mártires bajo el emperador Galieno. El primero, delatado que era cristiano por un compañero envidioso, profesó su fe ante el juez con palabras muy claras y, decapitado, alcanzó la corona del martirio. Asterio, por haber honrado el cuerpo del mártir extendiendo por debajo la propia veste con que se cubría, mereció a su vez ser martirizado (c. 260).
En la «Historia Eclesiástica», Eusebio describe el martirio de San Marino. El santo pertenecía a una noble familia de Cesárea de Palestina y se había distinguido en el ejército. Iba ya a ser condecorado con el emblema de centurión, cuando uno de sus rivales objetó que no tenía derecho de aspirar a esa dignidad, pues era cristiano y no podía ofrecer sacrificios al emperador. El gobernador, Aqueo, interrogó a Marino y como éste confesara a Cristo, le dio tres horas para reflexionar. En la puerta de la sala del juicio Marino encontró al obispo de la ciudad, llamado Teotecno, quien le condujo a la iglesia.

El obispo señaló a Marino el libro de los Evangelios que se hallaba sobre el altar y la espada que éste llevaba al cinto, y le dijo que escogiese entre esos dos objetos. Marino tomó sin vacilar el libro de los Evangelios en sus manos. El obispo le dijo: «Entonces acógete a Dios y pídele que te de fuerza para ganar lo que has escogido. Vete en paz». Marino retornó a la sala del juicio y confesó su fe con la misma valentía que antes. Fue ejecutado inmediatamente.

San Astirio, un senador romano que gozaba del favor del emperador, asistió al martirio de Marino, envolvió el cadáver en su propia capa, se lo echó sobre los hombros y le dio cristiana sepultura. Eusebio no habla del martirio de San Astirio, pero Rufino lo supone en su traducción latina de la historia y, tanto el Martirologio Romano como el Menaion griego (7 de agosto) conmemoran a San Astirio como mártir.

VIDAS DE LOS SANTOS Edición 1965
Autor: Alban Butler (†)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER´S INTERNATIONAL - JOHN W. CLUTE, S. A.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Mártires

Martirologio Romano: En Amasea (hoy Amasya), en el Ponto, hoy en Turquía, santos Cleónico y Eutropio, mártires en la persecución bajo el emperador Maximiano, siendo procurador Asclepiódato (s. IV).
Existe una antigua narración relativa a tres mártires, militares de profesión: los hermanos Eutropio, Cleónico y Basilico, este último pariente de san Teodoro el recluta, quienes fueron descubiertos como cristianos y después de haber sido sometidos a una gran variedad de tormentos, fueron trasladados a Comona donde Eutropio y Cleónico fueron ejecutados inmediatamente, mientras Basilico tuvo que esperar al 22 de mayo para recibir su palma de martirio.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: aicaold.com.ar

Mártir Laico

Martirologio Romano: En Brujas, en Flandes, beato Carlos Bono, el cual, siendo príncipe de Dinamarca y después conde de Flandes, se mostró paladín de la justicia y defensor de los pobres, hasta que fue asesinado por unos soldados a los que él impelía hacia la paz que ellos rechazaban ( 1127).

Etimológicamente: Carlos = Aquel que es dotado de noble inteligencia, es de origen germánico.

Fecha de beatificación: Culto confirmado en 1883 por el Papa León XIII

Breve Biografía

Hijo de San Canuto, rey de Dinamarca. Al llegar a la mayoría de edad fue proclamado Conde de Flandes y de Amiens. Su gobierno sabio y benéfico y su santidad personal le ganaron el título de "el Bueno".

A raíz de un invierno muy largo y frio, comenzó a escasear los alimentos para la población. Carlos tomó medidas extraordinarias para que a los pobres no les faltara de comer. Algunas de esas medidas perjudicaron a los especuladores quienes tramaron su muerte.

Una mañana de 1127, cuando el conde oraba ante el altar de Nuestra Señora en la iglesia de San Donaciano de Brujas los conspiradores cayeron sobre él y lo decapitaron.

Sus restos están en la Catedral de Brujas, Bélgica.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

María de los Ángeles Guerrero González
Fundadora del Instituto
de las Hermanas de la Cruz

Martirologio Romano: En Sevilla, en España, santa Ángela de la Cruz Guerrero González, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Cruz, que no se reservó ningún derecho para sí sino que lo dejó todo para los pobres, a los cuales acostumbraba llamar sus señores, y los servía de verdad (1932).

Etimológicamente: Ángela = Aquella que trae el mensaje de Dios, es de origen griego.

Fecha de canonización: 4 de mayo de 2003 por S. S. Juan Pablo II.

María de los Ángeles Martina de la Santísima Trinidad Guerreo González, o Sor Ángela de la Cruz, es conocida en su ciudad natal, Sevilla, como "madre de los pobres". Nace en 1846 en el seno de una familia sencilla y trabajadora. Niña humilde, afectuosa, alegre, devota, trabajadora… La penitencia, la oración, la limosna, la entrega… son propios de ella. Con 13 años entra a trabajar en un taller de zapatería, donde se ganará el cariño, el respeto y la admiración de sus compañeras. Los pobres de su barrio saben de sus limosnas y ayudas. A los 16 años conoce al Padre José Torres que la ayudará a madurar en su fe y en su vocación, y la orientará hacia el apostolado. Sus intentos de ingresar en las Carmelitas Descalzas de Sevilla y en las Hijas de la Caridad fracasan por motivos de salud.

Con humildad y sencillez, esta mujer, que apenas sabe escribir, pondrá por escrito, a petición del P. Torres, lo que siente: narra una contemplación que ha tenido de la Santa Cruz, a partir de la cual se llamará Ángela de la Cruz; o cómo concibe ese Calvario que quiere que sea su vida: sólo tiene 27 años. El 2 de agosto de 1875 nace la “Compañía de Hermanas de la Cruz” , con el fin de ayudar y atender a los pobres y a los enfermos, y limpiar de miserias sus casas. Las religiosas viven en conventos que son un como un “Calvario”, con una imagen preciosa de la Virgen María en el Oratorio; con una existencia austera, en silencio casi absoluto, de oración y meditación continua. Las vocaciones aumentan, así como las peticiones de ayuda de los más pobres y necesitados, incluso de los ricos, y se suceden las fundaciones. La Madre Ángela de la Cruz, que morirá en 1932, estará toda su vida pendiente de todas y cada una de sus hijas, y de cuantos acuden buscando su consejo y su apoyo.

¿Qué podemos aprender de Sor Ángela de la Cruz?

Sor Ángela de la Cruz fue pobre: su máxima era vivir la pobreza evangélica, como Jesucristo, porque sólo desde la pobreza podrá comprender y ayudar a los pobres. Dedica su comida y las limosnas que recibe para los pobres del barrio. Su atención a los pobres le lleva a ‘chupar’ la supuración de las llagas de una enferma a punto de morir, y que sana al poco tiempo. Ese desprendimiento la lleva a concebir una Compañía en la que sus monjas estén al servicio de los pobres, desprendidas de todo, sin más ropa que la puesta, con un régimen de comidas austero, dormir en tarimas de madera… sus religiosas son mendigas, y todo lo reciben de limosna. Con un objetivo cristiano: llevar todas las almas a Dios.

Humilde: ser ‘nada’ en la voluntad de Dios; obedecer continuamente; vivir en una actitud continua de recogimiento; aceptar las reprimendas y no justificarlas cuando son injustas. Humildad que se plasma en sus Hijas: piden limosna, visitan y ayudan a los enfermos.

Madre: madre para los pobres, a quienes da todo lo que tiene, y sobre todo su amor. Madre para sus Hijas, a quienes quiere y cuida, a quienes dirige cartas circulares, y cartas personales; a quienes exhorta a vivir muy unidas, con paz y tranquilidad, siendo ángeles de paz, con un testimonio de pobreza evangélica y de alegría. Madre que creará internados para las hijas huérfanas de los enfermos que asisten las Hermanas, y escuelas para las niñas humildes, incluso escuelas nocturnas para las obreras. Pobreza sí, miseria no. Confianza: en la divina Providencia y en las personas que la Divina Providencia ponía a su lado.

Amor a la Cruz: las casas de las Hermanas son como un Calvario, y en el dormitorio hay un altar con una Cruz.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: P. Felipe Santos |

Obispo

Martirologio Romano: En Lichfield, en Inglaterra, san Ceada, obispo, que en momentos difíciles ejerció el oficio episcopal en las provincias de Mercia, Lindisfarne y del centro de Inglaterra, desempeñando este ministerio con gran perfección de vida, según los ejemplos de los antiguos padres ( 672).

También es llamado: Ceada o Ceades

Breve Biografía

No es un nombre muy común en nuestra cultura latina, pero sí en la anglosajona.

Cuando Wilfrido fue elegido obispo de York, sentía más aún en su corazón de apóstol la necesidad de extender el reino de Dios por otros sitios que no hubieran sido ya hollados o trillados antes.

Fue entonces cuando le vino la idea de enviar a Chad como obispo a Nortthumbria. Aquí, como hacían los apóstoles de Jesús, se entregó plenamente a su trabajo.

Recorría a pie todos los lugares que pertenecían a su diócesis. Sembraba en los corazones la calma; ayudaba a los pobres, les predicaba la Palabra de Dios, sin excluir nunca a los nobles y ricos. Dios ha venido para la salvación de todos. Eran tan tiernas las entrañas de Chad que a todo el mundo los consideraba como a sus hijos. Si llegaban los días lluviosos o las tormentas, hacía mucha oración por todos y porque sus cosechas fueran buenas.

También solía, con el mal tiempo, encerrarse horas y horas en la iglesia para recitar los Salmos de la Biblia.

Estuvo misionando, esa es la palabra, durante dos años. Tras ellos, había ocupado el primado de Inglaterra, que está en York, un tal Teodoro. No tenía buenas intenciones para con el incansable misionero Chad. Y apenas pudo, le exigió que renunciara a ser obispo.

Chad dijo que estaba siempre a disposición de lo que Dios le pidiere en cada instante. Así pues, dejó su cargo.

Transcurrieron solamente algunos meses. Tiempo suficiente para que Teodoro recapacitase en la injusticia que había cometido con Chad.

Para compensar lo mal que se comportó con él, le nombró canónicamente –esta vez sí según él – obispo de Lichfield.

Igualmente llevó a cabo un gran apostolado duran te tres años, hasta que la plaga de la peste le llevó a la eternidad. Era el año 672, tal día como hoy.

Se lo suele confundir con San Cedda, que era su hermano.

Comentarios al P. Felipe Santos

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: Catholic.net

Abadesa

Martirologio Romano: En el monasterio de Bassano, en la región de Venecia, beata Juana María Bonomo, abadesa de la Orden de San Benito, que, dotada de místicos carismas, experimentó en el cuerpo y en el alma los dolores de la Pasión del Señor ( 1670).

Fecha de beatificación: 9 de junio de 1783 por el Papa Pío VI.

Breve Biografía

La Beata Juana María Bonomo nació en Asiago (Vicenza, Italia) el 15 de agosto de 1606. Fue educada por las Hermanas Pobres de Santa Clara en Trento. A los nueve años hizo voto de virginidad, a los doce ya era religiosa y con tan sólo quince años ingresó al monasterio benedictino en Bassano (Italia) donde fue maestra de novicias, priora y por tres ocasiones abadesa.

Muy favorecida por visiones místicas, recibió durante un éxtasis los estigmas de la Pasión. Ella cayó en éxtasis por primera vez durante la ceremonia de su profesión. Su dedicación y experiencias místicas ocasionaron que algunas de sus Hermanas le pensaran que todo era algo herético o que Sor Juana deseaba llamar la atención.

Esto llegó al punto que hasta se le negó la comunión. Siempre lo mismo, el mundo es tan miope que no acierta a distinguir entre Dios y el demonio, entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte.

En medio de sus sollozos, Cristo se presentaba delante de ella, sacaba de su costado una hostia y se la daba en comunión, diciéndole: “Toma, esposa mía”; o le permitía ir a comulgar a otra parte sin moverse de su celda, o le enviaba un querubín para que éste tomase de la patena una partícula mientras el sacerdote daba la comunión y se la llevase a sor Juana, silenciosamente acurrucada en un rincón del convento.

Ingresó a la casa del Padre el 1 de marzo de 1670 luego de una vida perdida en el océano del amor a Dios.

bibliografía: ÁNGELES EN VUELO DE SIGLOS
de Francisco Javier Álvarez Medina, Presbítero; y
Hno. Humberto Álvarez Ruesga, Marista
Editorial Progreso
ISBN 970-641-407-X


Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: ACI Prensa

XLVIII Papa

Martirologio Romano: En la basílica de San Pablo de Roma, en la vía Ostiense, san Félix III (II), papa, que fue antepasado del papa san Gregorio I Magno (492).

Etimológicamente: Félix = Aquel que es feliz, es de origen latino.

Nace de una familia senatorial romana, y se dice que es descendiente de San Gregorio el Magno. Sobre la vida de Félix nada se conoce con certeza hasta que en 483 sucede a San Simplicito en la Cátedra de San Pedro. En este tiempo la Iglesia estaba en medio de su largo conflicto con la herejía de Eutiques. El año anterior el Emperador Zenón decreta el Henoticon (o instrumento de unión), donde declara que ningún símbolo de la fe debe de ser recibido, exceptuando el de Nicea con las adiciones del 381. Lo hizo según las sugestiones de Acacio, el perfidioso Patriarca de Constantinopla. El edicto trataba de sellar la reconciliación entre los católicos y los eutiquianitas, pero causa más conflictos que nunca y divide la Iglesia Oriental en tres o cuatro facciones.

Mientras los Católicos en todas partes rechazaban el edicto, el Emperador removía a los Patriarcas de Antioquia y Alejandría de sus Sedes. Pedro el Batanero, un notorio hereje, nuevamente infringe en la Sede de Antioquia, y Pedro III (“Peter Mongus”), quien era el verdadero causante de las dificultades durante el pontificado de Félix, tomaba la sede de Alejandría. En su primer sínodo Félix excomulga a Pedro el Batanero, al que Acacio ya había condenado en un sínodo en Constantinopla. En 484, Félix excomulga a Pedro III, acto que causa un cisma entre Occidente y Oriente que no fue sanado por treinta y cinco años. Este Pedro, siendo oportunista y de ingeniosa disposición, se congracia con el emperador y con Acacio, al suscribírse al Henoticon. Y para el desagrado de muchos obispos Acacio nuevamente lo admite en comunión.

Félix, habiendo convenido un sínodo, envía legados al emperador y a Acacio, pidiéndoles que expulsaran a Pedro III de Alejandría y que Acacio personalmente fuera a Roma a explicar su conducta. Los legados fueron detenidos y encarcelados. Posteriormente, incitados mediante amenazas y promesas, entran en comunión con los herejes al distintivamente mencionar el nombre de Pedro III en la lectura de los trisagios litúrgicos. Cuando Simeón, uno de los monjes de Acaemeti, informa en Roma la traición, Félix convoca un sínodo de setenta y siete obispos en la Basílica de Letrán, donde Acacio y los legados papales son excomulgados. Apoyado por el emperador, Acacio ignora la excomunión, remueve el nombre del Papa de los trisagios litúrgicos y permanece en su Sede hasta su muerte, evento que sucede uno o dos años después.

Flaviano, su sucesor, envía mensajeros a Félix asegurándole que no estaría en comunión con Pedro III. Pero al Papa percatarse que esto no era cierto, continua el cisma. Eutimio, el sucesor de Flaviano, al morir Pedro III también procura la comunión con Roma. Pero el Papa se rehúsa, ya que Eutimio no removía los nombres de sus dos predecesores de los trisagios litúrgicos. Este cisma, conocido como el cisma de Acacio, no fue sanado hasta el 518 durante el reino de Justiniano.

En África los vándalos arrianos, Genserico y su hijo Hunerico, han perseguido la Iglesia por mas de 50 años y expulsan a muchos católicos al exilio. Cuando se restaura la paz, muchos de aquellos que por temor cayeron en la herejía y habían sido rebautizados por los arrianos deseaban retornar a la Iglesia. Al ser rechazados por los que estuvieron firmes, apelaron a Félix. En 487 este convoca un sínodo y envía una carta a los obispos de África estipulando las condiciones para el retorno de estos. Félix muere el 492, habiendo reinado ocho años, once meses y veintidós días.

Tradicionalmente se le da el número de orden III entre los papas llamados Félix, pero se trata en realidad del II, puesto que el antipapa Félix II (año 365) no tiene derecho a figurar en el número de la sucesión. Como al antipapa Félix II se lo ha retirado de las listas en fecha relativamente recientemente, se prefiere seguir nombrando a éste como Félix III (II) para evitar confusiones al consultar listados más antiguos.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.
Obispo de la diócesis de Vercelli, fue consagrado en el 452, en un período histórico muy tormentoso en Italia.

Reconstruyó la iglesia metropolitana, sobre las ruinas de la pequeña basílica que San Eusebio había construido sobre la tumba del mártir San Teofrasto, y que el emperador Teodosio había hecho ampliar.

Para la solemne celebración del rito Albino esperaba la visita de algún obispo importante. La espera fue premiada con el paso de San Germán, obispo de Auxerre, que se dirigía a Ravena. Como no podía esperar, el santo obispo prometió que asistiría al rito, cuando regresara.

San Germán murió durante su estadía en Ravena, y a Vercelli regresó solamente su cadáver.

Cuando colocaron el féretro en el centro de la basílica, todas las velas se encendieron simultáneamente. El hecho, más prodigioso porque en los días anteriores ninguno había podido encenderlas, fue interpretado como el cumplimiento de la promesa que San Germán había hecho a San Albino.

Del obispo de Vercelli no sabemos sino que su culto es muy antiguo.

Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Por: . | Fuente: Franciscanos.net

Abadesa

Martirologio Romano: En L’Aquila, en el Abruzo, beata Antonia de Florencia, viuda, después fundadora y primera abadesa del monasterio de Corpus Christi, siguiendo la primera Regla de santa Clara ( 1472).

Fecha de beatificación: Culto confirmado el 17 de septiembre de 1847 por el Papa Pío IX.

En los años bisisestos se celebra el día 29 en lugar del 28.

Breve Biografía

Antonia nació en Florencia en 1401. Poco se sabe de su infancia. A los 15 años se casó, tuvo un hijo, y estando éste todavía muy pequeño, ella enviudó. Para atender a las necesidades del hijo, aceptó un nuevo matrimonio, con igual fortuna, pues el marido murió pronto. Entonces ella decidió que ni el mundo era para ella, ni ella para el mundo. Y una vez que el hijo pudo valerse por sí mismo, ella entró entre las Hermanas Terciarias Regulares de San Francisco fundadas por la Beata Angelina de Marsciano, que tenían entonces su convento en San Onofre, en Florencia. Desde entonces el convento fue su pobre y durísima familia. Su única ambición era santificarse. Con su forma de vida edificó a sus compañeras y también mereció la estima de sus superiores. Fue enviada a Foligno, al convento de Santa Ana, y luego a Aquila, al convento de Santa Isabel. Aquí tuvo como director espiritual a san Juan de Capistrano, quien, junto con San Bernardino de Siena, promovía la llamada “observancia”.

Antonia sentía la urgencia de una regla más austera, de una pobreza más rígida, de una abnegación más perfecta. Con la aprobación de Nicolás V, y la bendición de San Juan de Capistrano, Vicario general, en 1447 se retiró con doce compañeras al monasterio del Corpus Domini para observar en todo su rigor la primera regla de Santa Clara. San Juan de Capistrano le encomendó la dirección del monasterio para que fuera modelo del nuevo espíritu “observante” también en la Segunda Orden, rama femenina franciscana.

Por muchos años fue superiora modelo, reformadora de las costumbres, ejemplo de virtudes y de obediencia. Sufrió desventuras y calumnias pero no la postraron. Venció sus propias tribulaciones curando las ajenas. Al acercarse la muerte, llamó a sí a sus cohermanas para recomendarles la exacta observancia de la regla y la caridad fraterna. Tenía 71 años cuando murió, el 28 de febrero de 1472. La ciudad de Aquila la veneró como santa desde su muerte.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!


Let's block ads! (Why?)

11:49 p.m.

Obispo

Martirologio Romano: En Worchester, en Inglaterra, san Osvaldo, obispo, que fue primero canónigo y después monje, presidió las sedes de Worchester y de York, introdujo en muchos monasterios la Regla de san Benito, siendo un maestro benigno, alegre y docto (992).

En los años bisiestos se celebra el día 29 en lugar del 28.

Breve Biografía

Hijo de padres daneses, se hizo monje benedictino en el monasterio de Fleury, en Francia, y posteriormente recibió la ordenación sacerdotal en Inglaterra en el año 959. Por recomendación de san Dunstan, con quien san Osvaldo compartía los ideales monásticos, fue nombrado obispo de Worcester en el año 961, donde convirtió el cabildo de la iglesia catedral en una comunidad monástica, fundó también otros dos monasterios en Westbury-on-Trym, cerca de Bristol, y el más influyente de Ramsey, para el cual obtuvo que el monastero de Fleury le “prestara” a san Abón, como maestro.

Cuando fue nombrado arzobispo de York, se le permitió mantener también la diócesis de Worcester. En la reacción anti monástica que siguió a la muerte de san Eduardo mártir, las comunidades monásticas se dispersaron temporalmente. Tenía como características personales la amabilidad, la cortesía y la alegría, que lo hicieron ser muy amado por el pueblo.

Murió en Worcester el 28 de febrero del 992 después de lavar los pies a doce pobres y de sentarse con ellos a la mesa. Su cuerpo fue trasladado a un sepulcro nuevo por san Wulfstano, también obispo de Worcester desde 1062 hasta 1095.

responsable de la traducción: Xavier Villalta

Let's block ads! (Why?)

Hermanos Franciscanos

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.