San Telmo Confesor
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Es uno de los santos medievales más populares, cuya figura se agrandó por el juego de la fábula y cuyos milagros verdaderos o menos contribuyeron a meterlo en las entrañas del pueblo.[unable to retrieve full-text content]
Es uno de los santos medievales más populares, cuya figura se agrandó por el juego de la fábula y cuyos milagros verdaderos o menos contribuyeron a meterlo en las entrañas del pueblo.[unable to retrieve full-text content]
En Roma, en la basílica de San Pedro, conmemoración de san Abundio, que, como narra el papa san Gregorio I Magno, fue humilde y fiel mayordomo de esta iglesia.[unable to retrieve full-text content]
En Mira, de Licia, san Crescente, que consumó el martirio por medio del fuego.[unable to retrieve full-text content]
Patrona de los enfermos crónicos que quieren aprovechar su larga enfermedad para pagar sus pecados, convertir pecadores y conseguir un gran premio en el cielo. El decreto de Roma al declararla santa dice de ella que fue "un prodigio de sufrimiento humano y de paciencia heroica".[unable to retrieve full-text content]
En Elphin, en Irlanda, san Asaco, obispo, considerado como discípulo de san Patricio y primer obispo de esta Iglesia (s. V).[unable to retrieve full-text content]
En Aviñón, en Francia, san Benito, que, siendo adolescente, ejercía de pastor, hasta que se trasladó a esta ciudad y se dedicó, con la ayuda del preboste, a construir un puente sobre el Ródano, muy útil para los ciudadanos.[unable to retrieve full-text content]
En Tarragona, en Hispania, san Hermenegildo, mártir, que siendo hijo de Leovigildo, rey arriano de los visigodos, fue convertido a la fe católica por [san Leandro], obispo de Sevilla, y recluido en la cárcel por disposición de su padre al haberse negado a recibir la comunión de manos de un obispo arriano, el día de la fiesta de Pascua fue degollado por mandato de su propio padre.[unable to retrieve full-text content]
En Menevia, de Cambria, en Gales, san Carádoco, presbítero y ermitaño, que siendo tañedor de arpa en el palacio real, al constatar que allí se quería más a los perros que a los hombres, decidió servir a Dios bajo la dirección del abad Teliavo.[unable to retrieve full-text content]
San Martín I, papa y mártir, que condenó la herejía de los monoteletas en el Concilio de Letrán y, por orden del emperador Constante II, fue arrancado de su sede por el exarca Calíopa, que entró por la fuerza en la basílica de Letrán, enviando al Pontífice a Constantinopla y encerrándolo en una dura mazmorra bajo estrecha vigilancia, siendo por fin desterrado al Quersoneso, donde, después de unos dos años, concluyeron sus tribulaciones, alcanzando la corona eterna.[unable to retrieve full-text content]
En Roma, en el cementerio de Calepodio, en el tercer miliario de la vía Aurelia, sepultura del papa san Julio I, quien, frente a los ataques de los arrianos, custodió valientemente la fe del Concilio de Nicea, defendió a san Atanasio, perseguido y exiliado, y reunió el Concilio de Sardica.[unable to retrieve full-text content]
En el monasterio de Cava, en la Campania, san Alferio, fundador y primer abad, quien, después de ser consejero de Guaimario, duque de Salerno, se hizo discípulo de san Odilón en Cluny y se distinguió en la observancia de la vida monástica.[unable to retrieve full-text content]
En Pario, del Helesponto, san Basilio, obispo, que, por defender el culto de las sagradas imágenes, padeció azotes, cadenas y exilio.[unable to retrieve full-text content]
Memoria de san Estanislao, obispo y mártir, que, entre las dificultades de su época, fue constante defensor de la humanidad y de las costumbres cristianas, rigió como buen pastor la iglesia de Cracovia, ayudó a los pobres, visitó cada año a sus clérigos y, finalmente, mientras celebraba los divinos misterios, fue muerto por orden de Boleslao, rey de Polonia, al que había reprendido.[unable to retrieve full-text content]
En Luca, en Italia, santa Gemma Galgani, virgen, la cual, insigne por la contemplación de la Pasión y por los dolores soportados con paciencia, a la edad de veinte años consumó su angélica vida el día de Sábado Santo.[unable to retrieve full-text content]
En Spoleto, en la Umbría, san Isaac, monje, oriundo de las regiones de Siria y fundador del monasterio de Monte Luco, cuyas virtudes conmemora el papa [san Gregorio I Magno] (c. 550).[unable to retrieve full-text content]
Profeta del Antiguo Testamento, que combatió la idolatría y la corrupción del exilio del pueblo de Israel.[unable to retrieve full-text content]
En Alejandría, de Egipto, san Apolonio, presbítero y mártir (s. inc.).[unable to retrieve full-text content]
En Gavelo, en el territorio de Venecia, san Beda el Joven, monje, que, después de estar sirviendo durante cuarenta y cinco años al emperador Carlomagno, eligió servir el resto de su vida al Señor en el monasterio (c. 883).[unable to retrieve full-text content]
En el lugar llamado San Vicente, cerca de Briviesca, en la región de Castilla, en España, santa Casilda, virgen, que, nacida en la religión mahometana, ayudó con misericordia a los cristianos detenidos en la cárcel y después, ya cristiana, vivió como eremita.[unable to retrieve full-text content]
En Amida, de Mesopotamia, san Acacio, obispo, que, para redimir a unos persas cautivos y sometidos a crueles torturas, interesó al clero y vendió a los romanos los vasos sagrados de la Iglesia (s. V).