San Sixto III, papa
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Papa de origen británico que combatió las herejías pelagiana y nestoriana en el siglo quinto.[unable to retrieve full-text content]
Papa de origen británico que combatió las herejías pelagiana y nestoriana en el siglo quinto.[unable to retrieve full-text content]
En Tarso, de Cilicia, san Castor, mártir (s. inc.).[unable to retrieve full-text content]
En Heliópolos, de Fenicia, san Cirilo, diácono y mártir, que bajo el emperador Juliano Apóstata sufrió un cruel martirio (c. 362).[unable to retrieve full-text content]
En Salzburgo, en Baviera, san Ruperto, obispo, que siendo originario de la región de Worms, a petición del duque Teodon se dirigió a Baviera y en la antigua ciudad de Juvavum edificó una iglesia y un monasterio, donde estuvo al frente como obispo y como abad, y desde allí difundió la fe cristiana (c. 718).[unable to retrieve full-text content]
Legionario y joven mártir romano del siglo III.[unable to retrieve full-text content]
Eremita egipcio del siglo IV[unable to retrieve full-text content]
En Zaragoza, en la Hispania Tarraconense, san Braulio, obispo, que siendo amigo íntimo de [san Isidoro], colaboró con él para restaurar la disciplina eclesiástica en toda Hispania, siendo su semejante en elocuencia y ciencia.[unable to retrieve full-text content]
En el Monte Albano, en la Toscana, san Baroncio, ermitaño (s. VII).[unable to retrieve full-text content]
En Montier-en-Der, en la actual región de la Champaña, en Francia, san Bercario, primer abad de Hautvillers y luego de Der, que fue herido con un punzón el día de Jueves Santo por un monje al que había castigado, y el día de la Resurrección pasó al cielo.[unable to retrieve full-text content]
Malhechor crucificado junto con Cristo, que supo "robarle" en el último momento el cielo. Es el único Santo canonizado en vida.[unable to retrieve full-text content]
Solemnidad de la Anunciación (Anunciata, Encarnación, Encarna) del Señor, cuando, en la ciudad de Nazaret, el ángel del Señor anunció a María: Concebirás y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y así, llegada la plenitud de los tiempos, el que era antes de los siglos el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, se encarnó por obra del Espíritu Santo de María, la Virgen, y se hizo hombre.[unable to retrieve full-text content]
En Nicomedia, san Dula, mártir (s. inc.).[unable to retrieve full-text content]
En Vástena, en Suecia, santa Catalina, virgen, hija de santa Brígida, que casada contra su voluntad, con consentimiento de su cónyuge conservó la virginidad y, al enviudar, se entregó a la vida piadosa. Peregrina en Roma y en Tierra Santa, trasladó los restos de su madre a Suecia y los depositó en el monasterio de Vástena, donde ella misma tomó el hábito monástico.[unable to retrieve full-text content]
En Clogher, en Hibernia (hoy Irlanda), san Maccartemio, obispo, a quien se le tiene por discípulo de [san Patricio] (s. V).[unable to retrieve full-text content]
En Mauritania, san Secúndulo, mártir, que padeció por la fe de Cristo (s. inc.).[unable to retrieve full-text content]
En Barcelona, en España, san José Oriol (Sant Josep Oriol), presbítero, quien, con la mortificación corporal, el cultivo de la pobreza y la continua oración, mantuvo una constante unión con Dios, enriquecido de dones celestiales.[unable to retrieve full-text content]
Santo Toribio de Mogrovejo, obispo de Lima, que siendo laico, de origen español y licenciado en leyes, fue elegido para esta sede y se dirigió a América donde, inflamado en celo apostólico, visitó a pie varias veces la extensa diócesis, proveyó a la grey a él encomendada, fustigó en sínodos los abusos y los escándalos en el clero, defendió con valentía la Iglesia, catequizó y convirtió a los pueblos nativos, hasta que finalmente en Saña, del Perú, descansó en el Señor.[unable to retrieve full-text content]
En Cornualles, san Fingar o Guignero, mártir (c. 460).[unable to retrieve full-text content]
En Osimo, del Piceno, en Italia, san Bienvenido Scotivoli, obispo, que, elegido por el papa Urbano IV para esta sede, trabajó por la paz entre los ciudadanos y, según el espíritu de los Hermanos Menores, quiso morir sobre tierra desnuda.[unable to retrieve full-text content]
En Ancira, en Galacia, san Basilio, presbítero y mártir, que, al ser designado emperador Constancio, resistió enérgicamente a los arrianos, y bajo el emperador Juliano rogó a Dios para que ningún cristiano se apartase de la fe, por lo cual, apresado y entregado al prefecto de la provincia, hubo de padecer mucho hasta consumar su martirio.