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Religioso y Mártir

Martirologio Romano: En territorio de la Arquidiócesis de Madrid, España, Beatos Alberto María Marco y Alemán y 8 compañeros de la Orden de los Carmelitas de la Antigua Observancia; Agustín María García Tribaldos y 15 compañeros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, asesinados por odio a la fe. ( 1936-1937)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

En la vieja Castilla, rica de fe y en consecuencia de santas vocaciones, en Mazuelo de Muñó, Burgos, vio la luz del día Joaquín Rodríguez el 20 de Agosto de 1910, en un hogar profundamente cristiano. Desde su más tierna infancia, su alma se orientaba hacia Dios. Así, con excepcionales disposiciones y el consentimiento paterno, ingresó en el Noviciado Menor de Bujedo, el 19 de Enero de 1923.

Feliz de poderse dar a la piedad, según su inclinación, se distinguió por su tierna devoción a la Santísima Virgen. En los cambios de lugar, no se le caerá de las manos el Rosario. En los paseos y recreos hablaba con especial entusiasmo de la divina Madre. Demostraba el mayor amor a su hermosa vocación y ardía en deseos de revestir el hábito religioso. Encargado de iniciar a un recién llegado, le colmaba de atenciones para distraerlo de la nostalgia de los primeros días y le recomendaba acudir al Hno. Director en sus dificultades.

En el noviciado, esta alma dulce, sencilla y dócil se fundió sin dificultad en el molde de la Regla y en el sello recibido. Por eso no conoció deformación posterior. El Hno. lreneo Jacinto vio declinar su salud un tanto durante su Escolasticado, con el consiguiente deterioro de sus estudios. Fuertes y frecuentes dolores de estómago le obligaron a un régimen severo y a pesada dependencia del Hno. Enfermero, a quien obedecía aún en las prescripciones más molestas.

Enviado al Escolasticado de Griñón, en donde continuó hasta 1930, recuperó allí, con la influencia del buen clima madrileño, todo su vigor. Finalizada su formación, fue enviado al Colegio de Las Maravillas, el cual hubo de abandonar el 11 de mayo de 1931, cuando el establecimiento fue presa de la tea de los incendiarios. Las casas de Chiclana, Jerez y Cádiz disfrutaron del trabajo del joven Hermano. Llamado a Madrid en 1934, ejercitó su celo en la escuela de Santa Susana, en el suburbio madrileño.

Profesor metódico y sobre todo apostólico, supo en todas partes conquistarse el cariño de sus alumnos, que correspondían a su abnegación. ¡Qué cuidado y cuánto tiempo empleaba en la corrección de los deberes escritos! Nada se le hacia duro, tratándose de procurar el progreso intelectual y moral de sus alumnos.

Encargado de la Congregación del Santísimo Niño Jesús, se entregó a ello con toda el alma. Con celo y prudencia, cultivaba entre los congregantes las vocaciones religiosas y sacerdotales y Dios bendijo sus esfuerzos con algunas de ellas. La muerte cortaría bruscamente, por desgracia, este hermoso entusiasmo apostólico. El Hno. lreneo Jacinto daba en Comunidad ejemplo de fiel y fervoroso cumplimiento de los deberes religiosos. Sencillo, confiado y respetuoso con sus Superiores, les estaba sometido en toda ocasión. Amable y acogedor, evitaba con cuidado toda conversación capaz de herir en lo más mínimo la caridad.

Verdaderamente este digno religioso mereció en toda justicia el mote de “el bueno”, que le dieron desde el principio de su vida religiosa, a causa de su segundo apellido: Bueno. Cumplió totalmente el significado de este calificativo.

Desde hacia tiempo los Hermanos de Santa Susana trabajaban en un medio hostil a su apostolado, contaminado por el marxismo. Al lado de su Escuela funcionaba la de las Religiosas de la Caridad del Sagrado Corazón y entre ellas se encontraba una hermana del Hermano Ireneo. Los dos establecimientos fueron de las primeras víctimas de la furia revolucionaria, desencadenada en julio de 1936.

Las Hermanas tuvieron que comparecer cinco veces ante el Comité moscovita, que les requería la entrega de las ocultas riquezas en los túneles de comunicación entre las dos comunidades... (¡Piensa el ladrón que todos son de su condición!) Los inquisidores, fanatizados por las fábulas infames de sus jefes, insistían con feroz terquedad y con toda clase de amenazas, pero ellas no podían inventar nada para responder a sus insensatas preguntas. Por fin, pudieron librarse de sus perseguidores por la caritativa, valerosa y enérgica intervención de alguien que les proporcionó oportuno refugio en su casa.

Estos fanáticos, sedientos de sangre clerical, invadieron la Escuela de Santa Susana, a la caza de los nueve Hermanos que componían la Comunidad. Dos de entre ellos, los Hnos. Crisólogo y Esteban Vicente, estaban en la Procura, donde encontraron una muerte violenta.

Mientras el Hno. Director era víctima de las brutalidades de aquellas fieras, los seis restantes lograron escabullirse por una salida posterior del edificio. El Hno. lreneo Justino halló asilo en casa de un vecino, próxima a la Escuela, inquieto por la suerte de su hermana, se creyó en la obligación de cerciorarse sobre ella. Fue fatal su decisión. Reconocido y denunciado a los milicianos como religioso disfrazado, fue detenido y fusilado en el camino del cementerio de Las Ventas. Era el 22 de Julio de 1936.

Un hombre de bien, vecino de aquel contorno, declaró posteriormente haber sido testigo, desde el balcón de su casa, de la ejecución de un religioso, que bien podría haber sido el Hermano Ireneo. Se disparó sobre él varias veces y se apedreó su cadáver con cuanto tuvieron a mano los verdugos.

Falleció a los 26 años, 9 de vida religiosa y 2 de profesión perpetua. Fue fusilado en Madrid, por odio a la fe, el 22 de Julio de 1936.

Este grupo de mártires está integrado por:



1. EUGENIO GARCÍA TRIBALDOS (AGUSTÍN MARÍA), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 13 Julio 1877 en Vellisca, Cuenca (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Madrid (España)

2. MIGUEL SOLAS DEL VAL (ANSELMO PABLO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 08 Mayo 1890 en Briviesca, Burgos (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

3. ALEJANDRO GONZÁLEZ BLANCO (BRAULIO JOSÉ), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 23 Julio 1890 en Villovieco, Palencia (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

4. PABLO DÍAZ DE ZÁRATE y ORTIZ DE ZÁRATE (NORBERTO JOSÉ), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 21 Enero 1892 en MuruaCogoitia, Álava (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

5. GUILLERMO ÁLVAREZ QUEMADA (OSEAS), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 10 Febrero 1890 en Sta. Cruz de la Salceda, Burgos (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

6. LUIS HERRERO ARNILLAS (ESTEBAN VICENTE), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 22 Agosto 1893 en La Serna, León (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

7. JUAN LANZ PALANCA (CRISÓLOGO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 11 Agosto 1880 en Pamplona, Navarra (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Casa de Campo, Madrid (España)

8. ELEUTERIO MANCHO LÓPEZ (ELEUTERIO ROMÁN), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 20 Febrero 1898 en Fuentes de Valdepero, Palencia (España)
martirio: 03 Agosto 1936 en Puente Vallecas, Madrid (España)

9. JUAN LUCAS MANZANARES (BRAULIO CARLOS), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 10 Diciembre 1913 en Campillo Lorca, Murcia (España)
martirio: 23 Febrero 1937 en Puente Vallecas, Madrid (España)

10. IGNACIO GONZÁLEZ CALZADA (ROGACIANO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 31 Julio 1885 en Terrazos de Bureba, Burgos (España)
martirio: 24 Julio 1936 en Madrid (España)

11. JOAQUÍN RODRÍGUEZ BUENO (IRENEO JACINTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 20 Agosto 1910 en Mazuelo de Muñó, Burgos (España)
martirio: 22 Julio 1936 en Almudena, Madrid (España)

12. VICENTE LÓPEZ y LÓPEZ (VIRGINIO PEDRO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 27 Octubre 1884 en Miraveche, Burgos (España)
martirio: 22 Julio 1936 en Almudena, Madrid (España)

13. PEDRO BRUCH COTACÁNS (ANASTASIO PEDRO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 30 June 1869 en Gerona (España)
martirio: 14 Septiembre 1936 en Hortaleza, Madrid (España)

14. ALBERTO JOSÉ LARRAZÁBAL MICHELENA (JUNIÁN ALBERTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 04 Febrero 1893 en Irún, Guipúzcoa (España)
martirio: 7 Septiembre 1936 en Arganzuela, Madrid (España)

15. EUSEBIO ANGULO AYALA (LUIS VICTORIO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 14 Diciembre 1894 en QuintanillaValdegovia, Álava (España)
martirio: 7 Septiembre 1936 en Arganzuela, Madrid (España)

16. RAMIRO FRÍAS GARCÍA (VIDAL ERNESTO), religioso profeso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle)
nacimiento: 13 Marzo 1906 en Villajimena, Palencia (España)
martirio: 28 Noviembre 1936 en junto al cementerio de Vicalvaro, Madrid (España)

17. DANIEL GARCÍA ANTÓN (DANIEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 11 Deciembre 1913 en Navacepeda de Tormes, Ávila (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

18. SILVANO VILLANUEVA GONZÁLEZ (SILVANO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 06 Febrero1916 en Huérmeces, Burgos (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

19. ADALBERTO VICENTE MUÑOZ (ADALBERTO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 23 Abril 1916 en Cuéllar, Segovia (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

20. AURELIO GARCÍA ANTON (AURELIO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 14 Agosto 1916 en Navacepeda de Tormes, Ávila (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

21. FRANCISCO PÉREZ Y PÉREZ (FRANCISCO MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 30 Enero 1917 en Ros, Burgos (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

22. ÁNGELO REGUILÓN LOBATO (ÁNGEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 01 June 1917 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

23. NICOMEDES ANDRÉS VECILLA (BARTOLOMÉ FANTI MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 26 Agosto 1917 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

24. JOSÉ SÁNCHEZ RODRÍGUEZ (ÁNGEL MARÍA), clérigo profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 02 Agosto 1918 en Pajares de la Lampreana, Zamora (España)
martirio: 18 Agosto 1936 en Carabanchel Bajo, Madrid (España)

25 FRANCISCO MARCO ALEMÁN (ALBERTO MARÍA), sacerdote profeso de los Carmelitas de la Antigua Observancia
nacimiento: 23 Mayo 1894 en Caudete, Albacete (España)
martirio: 28 Noviembre 1936 en Paracuellos de Jarama, Madrid (España)

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Fundadora

Martirologio Romano: En Roma, Italia, Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento (en el siglo, Manuela de Jesús Arias Espinosa), Fundadora de las Congregaciones de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de los Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal. ( 1981)

Fecha de beatificación: 21 de abril de 2012, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI

Breve Biografía


Tomado de la Autobiografía de la Sierva de Dios y de sus Notas Intimas las cuales fueron encontradas después de su muerte)

Nací en Ixtlán del Río, Nayarit, México el 7 julio de 1904. Fui la quinta de ocho hijos.

Mi madre, una mujer toda de su hogar, inteligente, llena de prudencia, de una sensibilidad exquisita. Cuánto era querida de pobres y ricos. Mi padre, ocupando siempre puestos públicos, no se desdeñaba jamás de que lo vieran en la iglesia rodeado de su familia, su esposa y 8 hijos.

Iba a fiestas familiares, paseos y otras diversiones inocentes, me gustaba lucir y ser atendida. Sin embargo esto no me llenaba (Experiencias Espirituales, f. 449) .

En mayo de 1924 salimos de Tepic a Colima, sentía en mi alma algo que no acertaba a comprender. Se acercaba el tiempo de la gracia (Exp. Esp., f. 449) .

En septiembre me dio un acceso fuerte de apendicitis. me llevaron a Guadalajara., necesitaba operación. Me negué, tenía miedo (Exp. Esp., f. 449) .

Antes de que regresáramos a Colima me prestaron la vida de santa Teresita, en el camino fui leyendo . En la lectura de «Historia de un alma», no sólo encontré mi vocación, sino a Dios de una manera muy especial en mí (Exp. Esp., f. 449).

En octubre en los días del Congreso Eucarístico en México 1924, sentía ya un cambio en mí, en la iglesia me sentía otra, todo me empezaba a parecer despreciable. Sonó el momento designado por la infinita misericordia para transformarme y no lo pude resistir.

Dios, el amor, me atraía con fuerza irresistible. Sólo quería amar y darme a Dios. Todo mi anhelo era la Eucaristía (Exp. Esp., f. 449) .

Resolví que me operaran para ofrecerle mis sufrimientos a Dios. Nadie en casa se había dado cuenta del cambio operado en mí (Exp. Esp., f. 449).

Y después en los días 8 al 12 de diciembre del mismo año inolvidable las gracias de la Madre de Dios, sus caricias y ternuras llovieron a profusión sobre mi pobre corazón que se sentía incapaz de resistir a tanta dicha (Estudios y meditaciones, f. 734). Nunca sabré decir exactamente, lo que ha sido esta Madre para mí. Lo que si sé decir es que yo nunca acierto a separarme de ella (Exp. Esp., f. 540).

En la fiesta de Cristo Rey de 1926, me consagré por primera vez al Amor Misericordioso, como víctima de holocausto (Exp. Esp. f. 451) .

Dios me llevaba por el camino de la mortificación, y penas interiores muy intensas, por causa del deseo inmenso de pertenecerle del todo y no poderlo realizar por las persecuciones religiosas de México: 1926 - 1931. Nuestro Señor me detuvo, cuánto me costó. Me marcaba el camino, y luego. no me dejaba marchar.

Estos años de clausura en mi propia casa me fueron de grande utilidad, pues el buen Dios fue preparando mi alma a una vida intensa de contemplación, siendo la oración el anhelo más grande de mi alma.

Fue en el año 1929, el 5 de junio, cuando al fin, después de muchas penas interiores, pude ingresar; en Los Ángeles, California.

¡Cuán dolorosa fue mi partida!, la deseaba con ansias; siendo Dios quien llama, ¿se le puede decir que no?

No se puede negar que se siente el corazón partido al dejar seres tan amados.

Pero también es verdad que Dios llena todos esos huecos y cuando se va a encontrarse con el Amado del alma para realizar con él, los desposorios divinos, es una dulzura, una paz y una alegría espiritual, que sólo las almas que lo han experimentado lo pueden comprender.

Si yo ingresé a una Orden de clausura fue por el deseo inmenso de imitar, en la medida de mis fuerzas, a mi santita predilecta: santa Teresita del Niño Jesús.

Se deslizaron los días del postulantado en una alegría exuberante. La comunidad estaba muy pobre; yo pasé muchas hambres, eran sacrificios para comprar almas para el cielo.

Así transcurrió el tiempo de mi noviciado en Los Ángeles, California.

Mi primera profesión fue el día 12 de diciembre de 1930; no podía menos que, en ese día de mi Morenita amada. Ella me hizo una promesa, promesa formal y solemne que yo se la recuerdo, y le pido la cumpla.

«Si entra en los designios de Dios servirse de ti para las obras de apostolado, me comprometo a acompañarte en todos tus pasos, poniendo en tus labios la palabra persuasiva que ablande los corazones, y en éstos la gracia que necesiten; me comprometo además, por los méritos de mi Hijo, a dar a todos aquellos con los que tuvieres alguna relación, y aunque sea tan solo en espíritu, la gracia santificante y la perseverancia final...» (Estudios y meditaciones, f. 735).

En ese día, le prometí solemnemente que la haría amar del mundo entero, llevando a todos los países su sagrada y hermosísima imagen en su advocación de santa María de Guadalupe.

Se fue acercando el tiempo de los votos perpetuos: 1933, el 14 de ese diciembre fue nuestra consagración total, irrevocable, los desposorios divinos con un Dios que no desecha a sus criaturas.

Qué día tan feliz, en medio de nuestras pobrezas, escasez, hambres.

Se consiguió un nuevo medio de sustento: lavado y planchado de ropa. Esto me fue confiado a mí, lo hice varios años. Jesús, mi amado Esposo, me ayudó a comprarle con esto muchas almas.

Mas de esto mismo, de no poder llevar una vida plenamente contemplativa, me ha nacido la idea de dedicar a los pobrecitos infieles, a los paganos, las horas que en el convento dedicamos al trabajo manual, para ganarnos la vida ( Exp. Esp. f. 541) .

Se fue haciendo este deseo más y más intenso, una verdadera obsesión. Trataba este negocio todos los días con Nuestro Señor en la oración, diciéndole manifestara su santísima voluntad.

El proyecto fundacional fue dilatado y sobre todo doloroso. Mi alma empezaba a dudar; era yo tan feliz en mi comunidad, mis hermanas y superiora todas me querían y el panorama que se me presentaba era aterrador.

Le decía a mi Jesús que manifestara su voluntad, ya que yo solamente eso quería hacer.

En medio de las dificultades que iban surgiendo a causa del proyecto fundacional. me seguí dedicando en cuerpo y alma a mis novicias, de las cuales era maestra. El panorama pacífico y tranquilo de mi convento me invadió, llenándome de paz.

Pasado un tiempo, mi superiora me dijo que la votación del consejo para que se hiciera la fundación había sido unánime. Gozo, alegría, pena, incertidumbre.; Pero, al ver así manifiesta la voluntad santísima de Dios, pedí permiso a mi superiora para moverme en ese sentido.

Así pues, una vez decidido el que se haría la fundación, pasado un tiempo, tuve que renunciar a mi cargo de Maestra de Novicias

Fuimos a Cuernavaca a recabar el permiso del Sr. obispo de las diócesis, entonces el señor Dr. Don Francisco González Arias, para exponerle los fines de la fundación proyectada. Al escuchar los deseos manifestados por mí de la fundación de una obra misionera, le gusto desde el primer momento. Quedando de enviar a la Santa Sede las Preces solicitando dicho permiso, el cual firmó el día 3 de diciembre de 1944.

¿Cómo se llevó a cabo esa... fundación? . Una fundación hecha con los debidos permisos, no deseando en nada sino hacer la voluntad de Dios, hasta en la elección de las hermanas que quisieran acompañarme.

Mi cuñado, que tenía unos bonitos terrenos en la Privada de la Selva ., me ofreció darme el que escogiera a mitad de precio (Estudios y meditaciones, f. 725).

Tenía que empezarse la construcción y no teníamos dinero... La Providencia se hacía esperar, probaba mi fe.

Transcurrían los días y los meses, y en ellos penas, alegrías, dudas, sobresaltos, envuelto todo en una gran confianza en Dios nuestro Señor y en un esperar todo de él.

El día 2 de agosto de 1945 se nos entregó el documento en que la Santa Sede aprobaba la fundación en Cuernavaca.

Me dijo mi superiora: «Ya tiene todo, ya puede salir a la fundación. Pero ¿a dónde?, ¿a qué casa?». No la teníamos. Había que orar, orar más y más y con inmensa confianza.

«Ya tienes una casa a tus órdenes en Cuernavaca, para cuando quieras irte» (me dijo Don José María, mi cuñado).

Era la primera casa que habitamos, llamada «Quinta Jesús-María» con un jardín muy hermoso. Las 5 hermanas que se iban a ir conmigo ya estaban también preparadas.

Se empezaron a adquirir los muebles indispensables como es un hermoso altar, de talla, todo en cedro, así como su sagrario y 6 columnas en las cuales se colocaban floreros.

La casa sólo tenía 5 cuartos; el mejor, a la entrada, lo dedicamos a la capilla, luciendo ya su altar de cedro. pero allí mismo, a un lado, la hermosísima imagen de mi Reina y Madre Santa María de Guadalupe.

La primera Misa se celebró el domingo 25 de agosto de 1945. El Santísimo se quedó expuesto durante todo el día en acción de gracias.

Dios tuvo compasión de su Obra, de esta Obra para la cual se había valido del instrumento más deleznable, más inepto, más incapaz. Pero era suya... la Obra.

Bastante se lo dije antes de iniciarla: «Señor, si no es tu voluntad santísima, yo no quiero hacer nada». Por esto ahora muchas veces le digo: «¡Tú tienes la culpa, para qué te valiste de lo peor que encontraste!»

A los años de paz, después de las guerras anteriores, se vino una floración de vocaciones, de días muy hermosos.

Las almas, las instituciones, tienen que pasar también por sus cuatro estaciones, aunque los inviernos, a las veces, nos hagan sangrar.

La Obra no es de esta miserable María Inés-Teresa, sino de Dios sólo, que ha usado este instrumento tan deleznable para que así resplandezca a los ojos de todas las hijas la infinita bondad, el infinito amor y protección de Dios.

La vocación misionera fue siempre la mía, ya que, cuando Dios me hizo sentir el deseo de pertenecerle a él por entero, mi vocación fue ser misionera.

Por esto me encerré en el claustro, sabía que la oración y los sacrificios salvan más almas, que todo lo que sea acción, si esto va impregnado del espíritu de sacrificio, del deseo de no sobresalir, pero sí del deseo de llevar muchas almas a Cristo.

En una tarde tranquila de verano, el 22 de julio de 1981, Madre Ma. Inés T. Arias entregó su alma al Padre Eterno en un acto de amor.

"Permíteme, Señor, que desde tu gloria siga fecundizando la semilla que deposité en la tierra para tu mayor gloria, para que fructifique más y más en las manos de los que me han seguido en las tareas apostólicas".

"Yo seguiré viviendo en ellos hasta la consumación de los siglos y por lo mismo, mi trabajo no terminará hasta que se clausuren los siglos y empiece la eternidad."

El milagroo para su beatificación

El niño Francisco Javier Carrillo Guzmán, de un año tres meses de edad, tras caer en una alberca, sufrió asfixia de casi ahogamiento y como consecuencia miocardiopatía hipóxico isquémica, encefalopatía hipóxica difusa y estenosis subglótica.

El accidente aconteció el día 17 de junio de 2001, en el rancho El Rocío, a varios kilómetros de la ciudad de Guadalajara. Habiendo realizado repetidos intentos de reanimación, el niño recibió los primeros auxilios médicos especializados después de hora y media aproximadamente del momento del accidente, internándolo en terapia intensiva pediátrica del hospital San Javier.

El pronóstico hasta los primeros seis días fue «reservado a su evolución», agravándose aún más, con una insuficiencia orgánica múltiple: falla hepática, pulmonar, hemática, y neurológica así como alteraciones hidroelectrolíticas. Había muy pocas esperanzas de vida y en caso de sobrevivir, la enfermedad dejaría secuelas neurológicas severas.

Ante tal acontecimiento, los familiares encomendaron a la intercesión de la sierva de Dios María Inés- Teresa Arias, la curación total y sin secuelas del niño. El día 23 de junio, séptimo día del accidente, durante una Misa celebrada en el convento de las hermanas misioneras clarisas se oró con insistencia para obtener, por la intercesión de la Madre María Inés, lo que sólo un milagro podía conseguir: la salud total de Paquito. Ese mismo día por la tarde, inesperadamente, el niño empezó a mejorar (comenzó a respirar por sí mismo y a orinar).

Durante la segunda semana se recupera totalmente y el 9 de julio es dado de alta. Ulteriores exámenes clínicos y neurológicos han demostrado que el niño está totalmente sano y no muestra lesión alguna sea física que neurológica. Los médicos tratantes no encuentran explicación científica a la total recuperación del niño por lo que se atribuye a la intercesión de la sierva de Dios María Inés-Teresa Arias.

ORACION PARA PEDIR ALGUNA GRACIA O MILAGRO POR SU INTERCESIÓN
Señor Padre Santo,
que sostienes y guías a tu Iglesia,
glorifica a tu sierva fiel,
madre María Inés Teresa Arias,
fundadora de nuestra familia misionera,
ella vivió en sencillez y alegría
en contemplación y acción inflamada
por el ansia misionera de dilatar
el reino de Cristo
concédenos venerarla en los altares
para mejor imitar su caridad misionera,
y por su intercesión concédenos
la gracia que hoy te pedimos confiadamente.
Amén

(se hace la petición y se reza un padre nuestro y ave maría)


Si Dios te concede alguna gracia comunícalo a:
MISIONERAS CLARISAS, APARTADO POSTAL 1-083, CUERNAVACA MORELOS, CP 62000, TEL (01-73), 18 58 44, FAX 18 71 53

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Mártir en China

Martirologio Romano:En Yanzibian, de Yangpingguan, en China, san Alberico Crescitelli, presbítero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, que en la persecución promovida por el movimiento de los Yihetuan, golpeado primero brutalmente hasta quedar casi muerto, fue arrastrado al día siguiente, atados sus pies, por un camino empedrado hasta cerca de un río, donde su cuerpo fue despedazado y decapitado, mereciendo por todo ello la palma del martirio (1900).

San Alberico nació en Altavilla, en Benetto, Nápoles el 30 de junio de 1863.

Tuvo una temprana vocación religiosa y su sacerdocio lo llevó a integrar el Instituto Pontificio de las Misiones Exteriores de Milán. Su vocación lo impulsó a misiones extranjeras en China que luchaban por expandir las creencias cristianas.

A fines del siglo XIX y principios del XX se abatió sobre estas misiones un furioso y sangriento ataque, proveniente de la Asociación de la Justicia y de la Armonía, conocida comúnmente como de los Boxers.

El odio acumulado y reprimido contra los extranjeros durante la Guerra del Opio y a la imposición de los llamados Tratados Desiguales por parte de las potencias occidentales fueron desencadenantes de la persecución. Sin embargo, la matanza de los misioneros fue motivada especialmente por razones religiosas, según cuentan los documentos de la época.

Crescitelli desarrolló su ministerio en el Shanxi Meridional y allí fue martirizado y decapitado el 21 de julio de 1900. “Dicen que, cuando su cabeza rodaba hacia un río cercano, todavía sus labios decían: ‘Jesús, Jesús, Jesús’”.

Alberico y los otros 119 mártires que murieron en China por odio a la fe cristiana fueron proclamados santos de la Iglesia el 1 de octubre de 2000 por S.S. Juan Pablo II.

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Virgen y Mártir

Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Práxedes, con cuyo nombre se dedicó a Dios una iglesia en el Esquilino (antes de 491).

Etimología: Práxedes = activa, emprendedora, del lengua griego.

Una bondad sin límites puede irradiar en el corazón decidido a amar, y quisiera aliviar los sufrimientos que atormentan a quienes están cerca y lejos.

Los santos han sido personas de esta categoría humana y espiritual.

Práxedes. Perteneció al siglo II de la era cristiana. Prudencio era el gobernador de Roma y, cosa rara, se distinguía por su virtud. Fue uno de los primeros conversos al cristianismo a pesar del cargo que ocupaba.

Eran los tiempos en que Pedro predicaba en Roma abiertamente ante todo el mundo sin temer a nadie.
Dicen que había recibido la catequesis del mismo san Pedro.

Convirtió su casa en un verdadero templo, y los fieles acudían allá para celebrar los sagrados misterios de la fe. Práxedes recibió una profunda formación cristiana de manos del Papa Pío I.

Tenía pretendientes para casarse, pero ella había ofrecido a Dios su virginidad por toda la vida.
Todo el mundo la quería. Hasta los propios paganos. Después de la paz que vino con Antonio Pío, empezó la persecución de nuevo.

Ella se dedicó a visitar a los encarcelados y a hablar con la gente por la calle y el mismo Foro de Cristo. Su casa era un verdadero templo en el que fue acogida “in fraganti” por los verdugos del emperador. Le dieron muerte a ella y a 23 más.

Era tal día como hoy del año 159.

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Por: . | Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01

Mártir

Martirologio Romano En Marsella, ciudad de la Provenza, en la Galia, san Víctor, mártir (c. 292).

Etimología: Víctor = vencedor, del latín

Al poco tiempo de haber mandado degollar a toda la legión Tebea, fue el emperador Maximiano a Marsella, donde había una iglesia numerosa y floreciente. A su llegada temblaron por su vida todos los fieles de la ciudad y se prepararon para el martirio.

Durante esta general consternación un oficial cristiano, llamado Víctor, iba todas las noches de casa en casa a visitar a sus hermanos en Jesucristo para exhortarles al desprecio de la muerte, e inspirarles el deseo de la vida eterna.

Habiendo sido sorprendido en una acción tan digna de un soldado de Cristo, fue conducido al tribunal de los prefectos Asterio y Eutiquio, que le representaron el peligro que corría, y cuán loco era de exponerse a perder el fruto de sus servicios y el favor del príncipe, por querer adorar a un hombre muerto. Contestó Víctor que renunciaba a todas las ventajas, que no podía servir mas que a Jesucristo, Hijo eterno de Dios, que se había dignado hacerse hombre y que había resucitado después de muerto. Semejante respuesta excitó furiosos gritos de indignación, pero como el prisionero era persona ilustre, lo enviaron al emperador Maximiano, el cual, para torcer la constancia de Víctor lo hizo atar de pies y manos y mandó que lo paseasen por todas las calles de la ciudad, exponiéndolo así a los insultos del populacho.

A la vuelta de este público desprecio, lo presentaron todo cubierto de sangre a los prefectos, y Asterio :mandó que lo extendiesen sobre el caballete, donde los verdugos le atormentaron por largo espacio. Encerránronle después en una lóbrega prisión, en la cual, a media noche, le visitó el Señor por el ministerio de sus ángeles. La cárcel se llenó de admirable claridad.

El santo mártir cantaba con los espíritus celestiales las alabanzas del Señor. Tres soldados encargados de custodiar le quedaron tan asombrados de lo que pasaba, que arrojándose a los pies de Víctor, le pidieron perdón y la gracia del bautismo. Llamábanse Longinos, Alejandro y Feliciano, los cuales fueron bautizados aquel día, y Víctor les sirvió de padrino.

Al día siguiente, supo todo esto el emperador, y montado en cólera hizo trasladar los cuatro santos a la plaza pública, donde fueron cargados de injurias por la plebe soez y cortadas las cabezas de los tres centinelas.

Tres días después llamó de nuevo el emperador a Víctor a su tribunal y le mandó adorar una estatua de Júpiter puesta sobre un altar, pero Víctor, lleno de fe en Jesucristo, dio un puntapié al altar, y lo derribó juntamente con el ídolo hecho pedazos.

El tirano, para vengar a sus dioses, le hizo cortar el pie ordenando luego que metiesen al mártir debajo de la rueda de un molino. Como a la primera vuelta el molino se descompusiese, sacaron de allí al santo y le cortaron la cabeza. Su cuerpo, junto con los cadáveres de Longinos, Alejandro y Feliciano, fueron arrojados al mar, pero los cristianos los encontraron sobre la orilla y les dieron honrosa sepultura.

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Por: . | Fuente: www.sodcvs.org

Sacerdote y Fundador
de la Pía Unión de los Silenciosos Obreros de la Cruz

Martirologio Romano: En Rocca Priora, Roma, Beato Luis Novarese, sacerdote fundador de la Pía Unión de los Silenciosos Obreros de la Cruz y del Centro Voluntario del Sufrimiento. ( 1984)

Fecha de beatificación: 11 de mayo de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco

Nace en Casale Monferrato (Italia), el 29 de Julio de 1914, era el último de nueve hijos. Sus padres Giusto Carlos y Teresa. Su padre muere cuando Luis tenía nueve meses. Dejando a su esposa de treinta años de edad, el peso de una familia numerosa y como única herencia, poca tierra para cultivar y mucha fe para transmitir a los hijos.

Mamá Teresa -mujer fuerte y valiente- lo consiguió fatigosamente y con tenacidad, gracias a su fe sencilla y profunda que se exteriorizaba en la misa cotidiana y en una viva devoción a la Virgen, a la que cada noche invocaba, juntos con sus hijos. Durante la oración común del Santo Rosario, sin falta, se terminaba con la predilecta oración, la salve Regina a la que Luis llamaba la oración larga.

El pequeño Luis transcurre sus primeros años en la Casa Serniola que se encuentra ubicada en la colina de Casale. Cuando tenía tres años, al resbalarse por las escaleras, se quedó sin ninguna fractura. En sus recuerdos, la vista de una pequeña estatua de la Virgen de Lourdes sobre una base en la pared del primer piso.

La primera comunión

Cuatro años después de la muerte de su marido, en 1919 la señora Teresa se trasladó al Pueblo. Cada mañana, sin falta iba a la misa, llevando al pequeño Luis de apenas cinco años.

El pequeño Luis le encantaba acompañar la mamá y escuchar la misa, era un niño esbelto e inteligente, había aprendido todo cuanto era necesario para servir en la Misa y consideraba un grande privilegio el poder hacerlo.

Lo veían hacer todo, solamente se convirtió en un grade monaguillo (acolito), feliz y resplandeciente, mientras portaba en manos el misal, con esfuerzo porque era un libro grande y pesado para el.

Más o menos todos los días le pedía a su madre si podía hacer la Comunión y ella todas las veces le repetía que no podía, porque era muy pequeño y por ahora no estaba bien preparado.

Una mañana entra en la Iglesia con una idea en la cabeza; bien decidido a recibir a Jesús a todo costo. En el momento de la Comunión, su mamá va a comulgar. Luis se levanta y la sigue, cuando arriba en el momento se coloca en punta de pie bien derechito para parecer más alto. El sacerdote le pregunta: "¿has hecho ya la primera Comunión?" El pequeño aprueba prontamente con la cabeza más y más veces, casi a decir "ah si tantas veces". Así hace la primera Comunión el pequeño Luisito.

La mamá, regresaba a su puesto, mira su hijo y lo ve cuando estaba comulgando y regresa con las manos unidas y con una completa alegría de haber tomando el primer alimento espiritual, después de terminada la Misa, la mamá lo toma de las orejas y lo dirige a la sacristía donde le dice a el sacerdote "Padre mi hijo a hecho la primera comunión sin estar preparado".

El sacerdote sin dudar, le hace algunas preguntas al niño, que responder con prontitud e inteligencia a todo lo que le preguntaba. "Su hijo, señora conoce mejor el catecismo que nosotros. Déjalo que de ahora en adelante comulgue".

¡Para Luis fue el más hermoso día de su vida! ¡De ahora en adelante cada mañana Jesús entraba en su corazón, en el corazón de el que lo amaba tanto y lo deseaba tanto! Hace la Confirmación el siguiente año.

El pequeño Luis crecía con un carácter y temperamento decidido y fuerte. Quería ser quien dirigirá a los compañeros, ya sea en los cantos de la Iglesia como en los juegos.

La enfermedad

Luis experimentó personalmente la enfermedad y el sufrimiento. A la edad de nueve años, era el año de 1923, cuando sufrió una terrible caída y se enfermó gravemente, permaneciendo inmóvil. Le diagnosticaron coxitis tuberculosa, con numerosos abscesos, por esto lo enyesaron, para mantener derechas sus piernas. Inicia así el peregrinar de hospital en hospital, sin obtener ningún resultado. En aquel periodo experimentó en su propio cuerpo las graves condiciones en que se encontraban y vivían los enfermos.

Por su parte, Luis Novarese poseía un equilibrio interior sólido y una fe a toda prueba. Y habiendo madurado desde su infancia una tierna y filial devoción a la Madre de Dios, marcó todo su camino de crecimiento cristiano con una constante referencia a la presencia y acción de La Virgen Santísima. Tal dimensión mariana se evidencia después en la fundación de sus obras con una repuesta al requerimiento de oración y penitencia que caracterizan las apariciones de Lourdes y Fátima. La oración, la intimidad con Jesús Eucarístico, la sincera devoción a la Virgen y el anhelo apostólico, lo conservaron confiado, alegre y sereno, siempre simpático, amigo de todos y "sembrador" de esperanza y alegría.

La cosa que más lo hacia sufrir era escuchar de los compañeros enfermos groserías, y con grandes esfuerzos los ayudaba para que no siguieran diciéndolas.

En aquel ambiente, a la edad de 14/16 años, encontró sostenimiento y fortaleza en la Eucaristía y la devoción a la Virgen, en el enseñar el catecismo a los niños predispuestos de la T.B.C. o sea los niños de su mismo pabellón en el hospital.

Mientras los médicos le decían a la mamá Teresa: "¡Señora, no malgaste su dinero, mas este joven no durará mucho! ¿No ve cuanto pus sale de sus heridas?

Responde ella en seguida: "¡hasta que tenga el último delantal para vender lo venderé para la salud de mi hijo!".

Luis tiene hasta 21 abscesos y arrojando casi un litro diario de pus.

La Señora Teresa permaneció sola con su pequeño hijo enfermo, y sin ninguna ayuda trabajaba de sol a sol confeccionando en su casa pantalones y camisas para hombre, por cuenta de empresas de confesiones de la zona. Y Luis de trece años, para agilizar el trabajo de la mamá, aprendió a hacer ojales y pegar botones.

Sanado milagrosamente

El 17 mayo de 1931, a la edad de 17 años, Luís finalmente obtiene el tanto anhelado milagro, una sanación completa y instantánea.

Sucedió así: Luis Novarese le escribe una carta al Padre Filippo Rinaldi, sucesor de Don Bosco, en la que le pedía el favor de orar para por la sanción "Don Bosco amaba a los jóvenes; ¡pues bien, yo también lo soy! ¿Quieres usted por favor orar y que otros oren para que yo me sane?".

Esperando la respuesta del padre Rinaldi, Luis se soñó con la Virgen Auxiliadora representada en la estatua de la Basílica del Valentino en Casale, donde estaban los padres Salesianos. "La Virgen era bella. Se animó toda y me sonrió".

Luis pidió a la Virgen: "Madre mía, ¿Me sanaré?" – "¡Sí!, en el mes consagrado a mi" le contesto la Virgen". "¿Me haré sacerdote?", la Virgen asintió, "¿Me iré al cielo?", esta vez la Virgen sonrió".

Entonces prometió a la Santísima Virgen que en caso de que fuera sanado, se dedicaría totalmente a las personas que sufren. Había sufrido tanto en los hospitales por la forma como las personas enfermas eran tratadas.

Finalmente llego la respuesta de el padre Rinaldi, Decía: "¡Únete a nuestras oraciones y ten confianza!" los jóvenes del Oratorio de Valdocco empezaron una novena por él. Luis se unió espiritualmente a sus oraciones y luego de tres novenas, se cerraron los abscesos, ceso el proceso tuberculoso y las piernas que no podían sostener toman fuerza, su cuerpo se consolido; se viene a encontrar de frente a una sanción improvisa y completa: era el 17 de mayo de 1931. Como un signo de este milagro encontramos las muletas en la Capilla de la Virgen del Silencio en la casa de Corazón Inmaculado de María de Re.

Su Sanción milagrosa fue publicada en el Boletín "El Sagrado Corazón de Jesús" de la comunidad Salesiana de Casale Monferrato en el mes de septiembre de 1931: "Gracias al Beato Don Bosco. Novarese Luis: afectado de una Coxitis fue perfectamente sanado del Beato Don Bosco en el mes de mayo".

Las figuras de tres grandes santos influyen en la vida juvenil de Luis Novarese: San Juan Bosco, por la devoción a la Virgen y la dinámica de apostolado con los jóvenes; el Beato José Cotolengo, por la actividad de asistencia a las personas enfermas y San Luis María de Monfort, por la donación total de si mismo a la Santísima Virgen.

El compromiso con la Virgen: el sacerdocio

Regresando a su casa su pensamiento fue, como le había prometido a la Virgen, de dedicar su vida a las personas enfermas. Continuó los estudios para terminar el bachillerato y así poderse inscribir a la facultad de medicina de Turín, pero la muerte de su mamá, en el 1935 lo condujo a una elección definitiva: descubrió en la vocación sacerdotal la vía para ofrecer una ayuda más radical y decisiva de servirle a las personas enfermas desde el punto de vista espiritual.

Guiado y sostenido del Padre Ferro, su director espiritual, el joven Luis fue enviado del Obispo de Casale a Roma, en el Almo Colegio Capranica. Viene ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1938 en la Basílica de San Juan de Letrán. Ejerció su primer ministerio sacerdotal en la parroquia de San Saturnino y de los Santos Patrones de Roma. Consiguió el titulo en sagrada Teología en 1939; en 1942 se graduó en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana. En 1945 consiguió el diplomado de Abogado Rotal del Tribunal de la Rota (Santa Sede).

El Primero de Mayo de 1942 fue llamado por Monseñor Giovanni Batista Montini, para trabajar en la Secretaria de Estado (Vaticano). Como redactor de breves pontificios, allí por veinte años Monseñor Montini, el futuro Papa Pablo VI, tendrá ocasión de apreciar sus cualidades de laboriosidad y tenacidad espiritualidad, discreción e inteligencia. Lo nombraron Camarero secreto supernumerario el 12 de marzo de 1952, prelado domestico de su santidad Pío XII el 17 de octubre de 1957, título que permite que sea llamado Monseñor.

Desde 1964 a 1977 dirige la oficina para la asistencia espiritual hospitalaria C.E.I. (Conferencia Episcopal Italiana) que visitaba sanatorios y centros hospitalarios, escuchaba a los enfermos, Capellanes y Monjas, trataba una red amplia de consultas a todos los niveles, seguía atentamente la evolución de los varios proyectos de ley y consiguió contribuir a la sanción de la nueva legislación sanitaria italiana. Mientras tanto empezó la realización de numerosas actividades de formación y obras benéficas al servicio de la pastoral del sufrimiento.

Mons. Novarese grita a los cuatro vientos, con sus palabras y sus obras, que el enfermo es hijo de Dios, heredero del Cielo, fermento de gracia para el mundo, "potencial atómico" para la causa de la Iglesia. Por su intervención todos los que sufren y son enfermos empiezan a elevarse, a darse cuenta de su nueva misión en la Iglesia: de receptor pasivo, tolerado, se hace sujeto eclesial activo en la Iglesia.

El carisma de Mons. Novarese, por lo tanto, fue la intuición que el enfermo primero se debe curar por dentro; antes que todo es indispensable curar su alma. Si Jesús no esta presente en el Yo profundo, no hay posibilidad de curar el corazón. El don de su gracia es el primer remedio dispensable y eficaz para la persona que sufre. No siempre es posible liberarse de las propias enfermedades físicas pero siempre se puede ofrecerlas para "la redención del mundo". Parece una paradoja pero una vida puede ser igualmente feliz y realizada también sin la salud del cuerpo. Monseñor Novarese dio la prueba de eso. "Creyó" en la persona enferma y en sus infinitas posibilidades; a la condición de que la persona enferma se entregue totalmente a la acción misteriosa de la gracia, que silenciosamente opera en su corazón por medio de la fe.

Monseñor Novarese tuvo la fuerza y el carisma de luchar contra el abandono que vivían las personas enfermas y con discapacidad en destino inevitable y contra la pasividad total y a la falta de significado de la persona enferma y con discapacidad en la sociedad.

Su intuición luminosa fue también que el dolor más penetrante puede ser aceptado, comprendido y soportado, cuando se llega a dar al sufrimiento un rostro, una respuesta, un significado, una razón, un objetivo.

Mons. Novarese hizo referencia a su experiencia de enfermo e indicó dos poderosos motivos sacándolos de la enseñanza de Jesús: sufrir para cooperar en la salvación del mundo; sufrir para ganar un premio y la felicidad eterna en el Reino de los Cielos.

Las iniciativas apostólicas

La actividad pastoral diaria y el trabajo en el Vaticano no distrajeron al padre Luis de su proyecto de dedicarse a las personas que sufren. Pero en lo recóndito de su corazón tiene una vocación antigua y una promesa de servicio a los que sufren, que muchas veces y de manera imperiosa le vuelven a aflorar en sus sueños.

Mons. Novarese, con la Hermana Elvira Psorulla, a la cual le pide la colaboración en este su nuevo apostolado, dio vida a una fundación que tiene diferentes niveles, proponiéndose el sostenimiento espiritual, humano y material de las personas que sufren:

• En Mayo de 1943, con el apoyo y sostenimiento del Padre Gabriel Roschini OSM. da vida a La Liga Sacerdotal Mariana (LSM). EL Objetivo especifico de la ayudar a los Sacerdotes, sanos y enfermos, a difundir la verdadera devoción a la Virgen María, sobre todo entre los enfermos, según el espíritu de "oración y penitencia" que la Virgen pidió en Lourdes y Fátima.

• El 17 de mayo de 1947 Mons. Novarese inicia el apostolado de los Voluntarios del Sufrimiento.

• En octubre de 1949 con la autorización del Papa Pío XII inicia la transmisión radiofónica semanal, "Cuarto de hora de la serenidad" por la emisora del Vaticano.

• En abril de 1950, inicia la publicación de "el Ancora" revista mensual gratuita par los voluntarios del sufrimiento.

• El primero de noviembre de 1950, Mons. Novarese da vida a los Silenciosos Operarios de la Cruz", asociación privada internacional de fieles, reconocida por el Consejo Pontificio para los Laicos, a la cual se pueden adherir laicos y clérigos. En la imitación de Cristo "llamado y mandando" por el Padre (cf. Heb. 10,5-8) a cumplir su voluntad de vida y de salvación para el mundo, los Silenciosos Operarios de la Cruz viven en total don de sí como respuesta a la consagración en la práctica de los consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia).

• En junio de 1952 Mons. Novarese realiza la primera peregrinación de solo sacerdotes enfermos a Lourdes coordinados por la Liga Sacerdotal Mariana.

• El 9 de septiembre de 1952, Mons. realiza en el santuario de Oropa (Italia) el primer retiro espiritual para personas con discapacidad y enfermos provenientes de diferentes partes de Italia. Allí nace la idea de hacer retiros y ejercicios espirituales, donde las personas con discapacidad y enfermos, pueden vivir anualmente la experiencia de los ejercicios espirituales: "tres días de retiro y dos de estudio y verificación del apostolado".

• El 7 de octubre de 1957, realiza la primera y grande audiencia del Papa Pio XII a 7.000 "Voluntarios del Sufrimiento" provenientes de Italia y del exterior. Es la primera vez que un Papa acoge un grande número de personas enfermas y con discapacidad (primer encuentro en la historia de la Iglesia).

• En 1954, nace en Re (Verbania) el primer taller para personas con limitaciones físicas. Con el objetivo de que las personas sean activas en la sociedad: son seres humanos con capacidades y pueden hacer muchas cosas.

En el momento los Silenciosos Operarios de la Cruz se encuentran en diferentes países del mundo: Italia, Polonia, Portugal, Israel (Jerusalén), Camerún y Colombia.

La línea de su espiritualidad

Solo un gran corazón lleno de Dios podía realizar un gran trabajo desbordante en los aspectos más relevantes.

"Conocer, amar y servir a Jesús: conociendo bien a Jesús se ama mas; amándolo mas se sirve mejor; sirviendo mejor se lleva con mas impulso hacia los demás hermanos enfermos. No basta ser buenos, no basta trabajar. No basta hacer apostolado, mas se necesita saber orar, vida de oración intensa, es esto que se exige de ustedes".

La estatura moral del hombre de Dios será mejor conocida en el tiempo; mas hay algunas líneas constantes de ejemplo y de sus enseñanzas que inmediatamente sobresalen.

El amor a la Inmaculada: "¡Debemos imitar a la Virgen! Debemos estar junto a Ella para ser dóciles a esta palabra "Inmaculada" es palabra de salvación, palabra de victoria."

"Debemos aprender a ser como la Inmaculada... Debemos aprender de la Inmaculada a ser tranquilos, serenos, seguros, convencidos de nuestra vocación... La Inmaculada sabe que el Reino de Dios esta construido sobre el árbol de la Cruz."

Hablaba de Ella como pocos lo saben hacer; a Ella atribuía cada iniciativa y actividad y todo lo conseguía. Pero su llamado a la Inmaculada se dirigía concretamente en la actuación de sus petición de Lourdes y de Fátima (mensaje de la Virgen para nuestros tiempos) sea en la iniciativas de su virtud, sobre todo de la humildad y la obediencia.

Monseñor escribía a la comunidad de Valleluogo (Ariano Irpino): "Quiéranle siempre a la Virgen; pero de verdad y no con charlas y sentimientos. ¡No solo cuando todo va bien! En cuanto las cosas no salgan bien, no vayan en seguida a quejarse en la cara de la Virgen. Sigan queriéndola de la misma manera, con mucha confianza y seguros de que una Mamá conoce lo que le conviene a su hijo. ¡No hacen falta nuestros lamentos para que la Virgen entienda lo que queremos! Tengamos confianza en ella. Esta es la condición de un perfecto esclavo de María. ¡Tener confianza!"

Monseñor Novarese deja estas palabras en manos de las personas enfermas, con discapacidad y miembros de sus Asociaciones: "Que la persona enferma y con discapacidad sea un instrumento activo en la manos de la Virgen para la Gloria de Dios y la salvación de todos los hombres. Activo por su vida de gracia, vivida sin tristeza ni añoranza por lo que no puede hacer; activo para la obra de conquista que debe hacer alrededor de El".

"La inmaculada quiere que las personas enfermas y con discapacidad se hagan apóstoles y anuncien el plan de la redención."

Su amor a la cruz

"Mira el mundo como lo ha mirado Jesús desde lo alto: hay quien lo maldice, quien soporta, mas esta el bien enorme que parte de vuestra cruz y se desborda sobre el mundo. Esta al lado de vuestra cruz, el modo particular, María Santísima, nuestra Madre, que bella, es fiel que nos ama, por que ve en nosotros a Jesús que ilumina su Calvario. ¡Con fuerza mis queridos hermanos! Breve es el sufrimiento, eterno el premio".

En la luz de María, Monseñor Novarese ha intuido la fuerza salvífica del misterio del dolor humano y ha tenido una sola preocupación, que cada sufrimiento del hombre fuera malgastado por la falta de una concreta propuesta cristiana que tuviera un sentimiento de un amor materno: sufrimiento como medio de redención, para realizar la tranquilidad del corazón y un camino glorioso al seguimiento de Jesús crucificado y resucitado. Y a sus Silenciosos Operarios de la Cruz ha trazado un estupendo itinerario espiritual: los siete grados del silencio interior, para restituir totalmente la disponibilidad al servicio de la Inmaculada, de los hermanos que sufren y de la Iglesia.

Un cambio en la pastoral del sufrimiento

La vida y la obra de Monseñor Luis Novarese son una respuesta concreta al problema del sufrimiento humano y ha dejado un gran cambio en la pastoral del sufrimiento. Con la asociación "Silenciosos Operarios de la Cruz" y los "Voluntarios del Sufrimiento", Monseñor Novarese ha colocado las bases de una acción capilar en el grande y misterioso mundo del dolor humano, para que sea encendida una luz de esperanza y sea fermento del Evangelio de Cristo crucificado y resucitado.

Partiendo del mensaje que la Virgen ha dejado en Lourdes y de Fátima, Mons. Novarese ha tenido desde el inicio de su actividad la colaboración preciosísima y escondida de la Hermana Myriam. Juntos han trazado a todas las personas con sufrimiento (sacerdotes y laicos enfermos, discapacitados físicos, sensoriales y mentales de cada edad...) un luminoso y entusiasta camino en el corazón de la Iglesia que se articulan en las siguientes etapas:

• la especifica vocación de las personas enfermas y con discapacidad a la santidad y al apostolado. Definida de Juan Pablo II "vocación al sufrimiento, es decir vocación al amor".

• Su actividad apostólica, concretizada en el principio "el enfermo por medio enfermo".

• El rol insustituible en de la Iglesia, en la familia y en la sociedad, ser "sujetos de acción" y no objetos de caridad, de lastima y de asistencia. La actuación de esta actividad viene constantemente y progresivamente ofrecida de los interventos directos con los Sumos Pontífices, desde Pió XII a Benedicto XVI, que han alargado este discurso asociativo a todas las personas enfermas y con discapacidad de todo el mundo.

Luis Novarese muere a la edad de 70 años, el 20 de julio de 1984 en Rocca Priora (Roma), dejando un gran apostolado y una obra que esta difundiendo por todo el mundo.

El sábado 27 de marzo de 2010, el Papa Benedicto XVI ha dado su aprobación para la publicación del Decreto sobre la heroicidad de las virtudes de Mons. Luigi Novarese.

S.S. Benedicto XVI firmó el 19 de diciembre de 2011 el decreto con el cual se reconoce un milagro gracias a la intercesión del Venerable Luis Novarese lo cual permitirá su próxima beatificación que se realizará, Dios mediante, el 11 de mayo de 2013.

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Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Obispo y Mártir

Martirologio Romano: San Apolinar, obispo, que al mismo tiempo que propagaba entre los gentiles las insondables riquezas de Cristo, iba delante de sus ovejas como buen pastor, y es tradición que honró con su ilustre martirio a la iglesia de Classe, cerca de Rávena, en la vía Flaminia, pasando al banquete eterno el día veintitrés de julio (c. s. II)

Breve Biografía


SAN APOLINAR DE RÁVENA nació probablemente en Antioquía, en la actual Turquía, en la época de mayor auge del Imperio Romano, apenas después de la muerte de Jesús.

Según la tradición, San Apolinar fue uno de los principales discípulos del Apóstol San Pedro. Cuando San Pedro se trasladó a Roma para fundar ahí la Iglesia, San Apolinar lo habría acompañado hasta la capital del Imperio.


Durante el reinado del emperador Claudio, San Apolinar recibió la comisión de viajar al norte de Italia como embajador de la fe para empezar a evangelizar y a ganar adeptos para el cristianismo.

San Apolinar se convirtió así en el primer obispo de Rávena, cargo que ejerció durante veinte años. Se le ha atribuido el poder de curar a los enfermos en el nombre de Cristo, y de haber realizado otros milagros.

La relativa tranquilidad de su labor apostólica cambió con el ascenso al trono imperial de Vespasiano, en 69, quien cuenta con el dudoso honor de haber organizado las primeras persecuciones con lujo de crueldad contra los cristianos.

Por su cargo y sus actividades en Rávena, San Apolinar fue perseguido inmediatamente. Algunas fuentes cuentan que fue capaz de escapar hacia Dalmacia, donde habría predicado el Evangelio y habría puesto fin milagrosamente a una hambruna.

Sin embargo, al final San Apolinar fue apresado, torturado y martirizado.

Sobre su tumba, en Rávena, se edificó siglos más tarde la célebre Basílica de San Apollinare in Classe, de tres naves, consagrada en 549. Más tarde, en el siglo nueve, fue construida también ahí la iglesia de San Apollinare Nuovo.

SAN APOLINAR DE RÁVENA nos ofrece un ejemplo de la cruenta vida que tuvieron que padecer los santos fundadores del cristianismo.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!
 

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Santa Liberata era hija de Lucio Castelio Severo quien fue gobernador romano del noreste de la península ibérica (Gallaecia y Lusitania) en el año 122.

Su esposa Calsia, quien da a luz en un solo parto a nueve niñas, mientras su marido esta fuera recorriendo sus dominios, temiendo ser repudiada por infidelidad conyugal decide deshacerse de las criaturas y se las encomienda a su fiel servidora Sila, ordenándole que bajo el mayor secreteo las ahogara en el río Miñor.

Sila cristiana a carta cabal, lejos de cometer tan horrible crimen, las deja en casa de familias amigas y las criaturas fueron bautizadas por el obispo San Ovidio y criadas en la fe cristiana.

Los nombres de estas niñas fueron: Ginebra, Victoria, Eufemia, Germania, Marina, Marciana, Basilisa, Quiteria y Liberata.

Llegado el momento tuvieron que comparecer ante su propio padre acusadas de ser cristianas, el cual al saber que eran sus hijas las invita a que renuncien a Cristo a cambio de poder vivir rodeadas de los lujos y comodidades propias de su nacimiento.

Las encarcela tratando de atemorizarlas pero logran huir de las garras de la cárcel y se dispersaron.

Todas ellas, no obstante acabarían siendo mártires cristianas.

La devoción popular sitúa a Liberata mártir en la cruz a la edad de 20 años el 18 de enero del 139.

Su fiesta se celebra el 20 de Julio por ser la fecha en que se trasladaron sus reliquias desde la ciudad de Sigüenza a la Baiona gallega en el año 1515.

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Por: . | Fuente: santiebeati.it

Penitente

Martirologio Romano: En Foligno, de la Umbría, Italia, beato Pedro Crisci, el cual, distribuidos todos sus bienes entre los pobres, se puso al servicio de la catedral y llevó vida humilde y penitente en la torre del campanario. ( 1323)

En el antiguo Martirologio Romano se lo recordaba el 15 de junio.

Nos encontramos ante la figura de un eremita urbano en la Umbría cristiana. Pedro Crisci, llamado popularmente “Pedrillo”, nació en Foligno de un tal Pedro, de la familia de los Cresci, en fecha incierta, pero que los estudios la ubican en el año 1243.

A la edad de 30 años vendió todos los bienes heredados de su padre y distribuyó lo recaudado entre los pobres, y empezó a vivir al servicio de la catedral de Foligno, durmiendo en un pequeño hueco del campanario, haciendo oración y ayuno. En aquellos días no era raro encontrar personas penitentes que decidían vivir al amparo de un templo, ofreciendo sus servicios cuando hacían falta, manteniéndose con la limosna, y llevando una vida casi eremítica en el contexto de la ciudad; a esta particular categoría también perteneció. Teobaldo Roggeri, que vivió al amparo de la iglesia de Alba en Piamonte, son testimonios de que la santidad se puede alcanzar en cualquiera condición de vida.

El beato Pedro Crisci en el período de los movimientos a religiosos umbrenses de la primera mitad del siglo XIV, fue acusado e investigado por la Inquisición. Su espiritualidad es cercana a la de la Beata Ángela de Foligno y a la de Santa Clara de Montefalco, entregado a las más ásperas penitencias; también realizó algunas peregrinaciones a Roma y a Asís.

Es muy probable que aquel "Pedro de Foligno" que junto al beato Cecco de Montegranaro, terciario franciscano, edificó la iglesia de Santa Maria de Montegranaro cerca de Pesaro.

Pedro murió en Foligno el 19 de julio de 1323 con fama de santidad; el padre dominico Juan Gorini de San Geminiano recibió del obispo Agneletti de Foligno el encargo de escribir la «Vita» o «Legenda» del santo, que es la única fuente biográfica que poseemos, y que es la fuente de todas las biografías escritas posteriormente.

El beato fue muy venerado durante todo la edad media, y ya en el siglo XIV los estatutos municipales, insertaron el 19 de julio entre las fiestas importantes, día en el que también se tenía una feria, la que todavía existe.

En mayo del 1400 el papa Bonifacio IX concedió indulgencia a quienes ese día o los tres siguientes hubiesen visitado la iglesia catedral de San Feliciano. En la actualidad su cuerpo se encuentra en una urna de madera tallada que los fieles pueden visitar en una capilla de la catedral de Foligno, capilla dedicada que fuera construida en 1385 y restaurada en 1870.

El Beato Pedro Crisci ha sido representado, desde los primeros años después de su muerte, vestido con un grueso costal, de rodillas con las manos alzadas hacia el sol y la aureola sobre su cabeza; en la ´Vida´ antes mencionada, se dice que durante la oración él levantaba la mirada hacia el sol, y en ese momento tenía el regalo de entrever en el globo ardiente, el verdadero sol, que es Cristo y que por su gracia él pudo mirar, la cegadora luz, sin padecer daños en sus ojos.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

responsable de la traducción: Xavier Villalta


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Por: Lamberto de Echeverría, Bernardino Llorca y José Luis Repetto Betes | Fuente: AÑO CRISTIANO Edición 2005

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Chester, en Inglaterra, san Juan Plessington, presbítero y mártir, que habiendo sido ordenado sacerdote en Segovia, al volver a Inglaterra fue condenado por ello a la horca, siendo rey Carlos II. ( 1679)

Fecha de canonización: 20 de octubre de 1970 por el Papa Pablo VI como uno de los Cuarenta Mártires de Inglaterra y Gales.

Parece que su nombre originario era Guillermo, pero luego se lo cambió por el de Juan, con el que ha subido a la gloria de la canonización. Su apellido también ha fluctuado: Plessington, Pleasington y Scarisbrick. Es bien sabido que los sacerdotes de la misión inglesa usaban alias pata, pasar mejor inadvertidos. Su nacimiento se sitúa en Dimples Hall, junto a Garstang, condado de Lancaster, y se supone el año 1637 el de su nacimiento.

Se ha hablado de que su familia podía ser protestante, pero más se diría católica toda vez que aun niño fue enviado a una escuela que privadamente llevaban los jesuitas en Scarisbrick Hall junto a Ormskirk. De ahí pasó al colegio de St. Omer en Flandes y posteriormente al Colegio Inglés de Valladolid, donde se ordena sacerdote en 1662. Al año siguiente vuelve a Inglaterra y comienza su tarea misionera: velar por la permanencia en la fe de los católicos y reconciliar con la Iglesia a cuantos vivían fuera de ella.

Inicialmente vivió en Holywell en el norte de Gales, que fue el campo de su acción apostólica. Su candor, bondad y sencillez le hicieron ser apreciado y querido por todos. Luego, en 1670, pasó a vivir con Mr. William Massey en Puddington, condado de Chester, tomando a su cargo la preceptoría de los hijos de esta familia. Como la década 1660-1670 fue un tiempo de paz relativa para los católicos, Plessington pudo realizar sin problemas su ministerio de forma casi abierta. Pero la década de los 70 ya no sería igual.

En efecto, en 1673 se aprobó la Test Act para tratar de ayudar a diferenciar entre anglicanos y católicos. Los funcionarios quedaron obligados a prestar un juramento (Oath of Allegiance) en el que se reconocía al monarca como cabeza de la Iglesia de Inglaterra y a aceptar la comunión bajo el rito protestante. La intención de esta Test Act era excluir a los católicos de los cargos públicos. El duque de York, y futuro rey Jacobo II, hermano y presunto heredero del monarca Carlos II, que carecía de hijos, hubo de dejar su cargo de almirante porque, siendo católico, se negaba a prestar el citado juramento.

En 1678 tuvo lugar la denuncia por parte de Titus Oates del llamado complot papista, una conjura dirigida -decía su delator- a matar al rey e imponer el catolicismo como religión del Estado. Titus Oates, nacido el 15 de septiembre de 1649 y muerto el 12 de julio de 1705, había nacido en Oakham en el seno de una familia baptista. Su padre era pastor. Educado en el Caius College, se hizo clérigo anglicano y llegó a vicario de la parroquia de Bobbing, pero fue expulsado bajo la acusación de alcoholismo y homosexualidad. Pasó como capellán al barco Adventurer pero hubo de hacer frente a nuevas acusaciones.

Entonces abandonó el protestantismo y se presentó a los jesuitas en Valladolid y St. Omer diciendo que quería abrazar la vida de la Compañía, que finalmente hubo de abandonar. Despechado vuelve a Inglaterra e intima con el furioso anticatólico Israel Tonge, clérigo anglicano. Y fue entonces cuando ideó acusar a los católicos de una conjura para asesinar al rey y poner en su lugar un gobierno católico. En agosto de 1678 se le hizo saber esta noticia al rey Carlos II, y como no hubo la esperada reacción real, Tonge insistió ante el monarca, afirmando que estaba implicada Francia en el complot así como los jesuitas y los católicos ingleses. El rey no se lo tomó muy en serio pero se lo contó al conde de Danby, muy enemigo de los católicos, y éste se puso en contacto con Oates. Éste insistió ante otras personalidades, como el magistrado sir Edmund Berry Godfrey, en que el complot se dirigía a poner en el trono al duque de York y a sustituir a todos los líderes protestantes que serían asesinados.

El consejo real interrogó a Oates, que el día 23 de septiembre hizo 43 alegaciones contra varios miembros de las órdenes religiosas (541 jesuitas) y nobles católicos. Empezaron los primeros arrestos, siendo el guía el propio Oates. El Lord Chief Justice, sir William Scroggs, dio comienzo al proceso contra el Popist Plot (complot papista). Y sucedió entonces que el 12 de octubre desapareció sir Edmund Berry Godfrey y apareció estrangulado cinco días más tarde. Oates explotó el suceso para una pública campaña de difamación contra los católicos, acusando a los jesuitas del asesinato. El rey Carlos II decidió convocar al Parlamento. Aunque el monarca no creía en el complot, el Parlamento le obligó a ordenar una investigación. Cundió la histeria. La gente hablaba de la necesidad de defenderse y la Cámara de los Comunes fue registrada por si había una nueva conspiración de la pólvora. Cinco lores católicos fueron arrestados y llevados a
la Torre y se llegó a pedir públicamente que el duque de York fuera excluido de la sucesión.

En este clima tuvo lugar el arresto de Plessington y de otros sacerdotes. Tres católicos renegados acusaron a Plessington, que fue arrestado y llevado a juicio y se le aplicó el vigente estatuto 27 de Isabel I, según el cual todo sacerdote ordenado en el extranjero era reo de alta traición. Nueve sacerdotes, uno de ellos Plessington, fueron condenados a muerte. De estos sacerdotes cuatro fueron mandados a Londres para que fueran interrogados y a ser posible hacerles confesar el complot denunciado por Oates. Amenazas, promesas, recompensas fueron inútiles. El Parlamento entonces pidió al rey que fueran ejecutados todos los sacerdotes condenados. El rey se resistió, pero como el Parlamento insistió, el 10 de julio de 1679 ya no tuvo más remedio que consentir. El 11 de julio el Consejo Real, al que el monarca no asistió, dio un mandato de que los jueces de los respectivos juzgados dieran las oportunas instrucciones para hacer ajusticiar a los sacerdotes condenados. El primero en ser ajusticiado fue el P. Plessington, que el 19 de julio fue llevado del castillo de Chester a Gallows Hill, en Chester. El mártir llegó sereno al lugar de la ejecución, y como le dejaron hablar, dijo estas palabras:

«Queridos conciudadanos: Estoy aquí para ser ejecutado no por hurto u homicidio ni por alguna otra cosa contra la ley divina o por haber hablado contra la Monarquía y el Gobierno civil. Supongo que alguno de los presentes estuvieron en mi proceso en los últimos juicios y pueden atestiguar que no se me pudo hacer cargo de otra cosa que la de ser sacerdote. Estoy seguro que pensáis que el sacerdocio no va de suyo contra la monarquía ni contra el gobierno del país. Si queréis consultar el Antiguo o el Nuevo Testamento, que son la base de la Religión, (veréis) que si no hay sacerdotes no hay religión. Lo dice San Pablo en el capítulo VII, 12 de la carta a los Hebreos. Si el sacerdocio se cambia, se cambia también la Ley, y por ello al quedar el sacerdocio abolido, la Ley y la Religión vienen absolutamente a menos.

Que el Papa tenga poder para deponer a los reyes o para dar licencia de matar no es punto de nuestra fe. Yo protesto en presencia de Dios y de la Corte celestial que soy absolutamente inocente de la conjura de la que tanto se habla y que aborrezco propósitos tan sanguinarios y dañosos, y si bien han pasado nueve semanas desde que fui condenado a muerte no he sido acusado de semejante cosa, así que puedo confortarme con las palabras de San Pedro IV, 15-16: "Que ninguno de vosotros sufra como homicida o ladrón o malhechor, o como avaro de las cosas materiales, pero si alguno sufre por ser cristiano que no se avergüence o lo lamente".

Yo he merecido una muerte peor, porque aunque he sido un leal y fiel súbdito de mi rey, pero he pecado muchas veces contra Dios. Quizás ladrones y bandidos que asaltan por los caminos tienen mayor perfección que yo en su servicio a Dios, toda vez que yo he recibido tan grandes favores de Él. Pero como no ha habido pecador del que él no se haya compadecido si acude a la misericordia de Jesús, así yo espero, por los méritos de su pasión, que él tendrá misericordia de mí que estoy arrepentido de corazón de haberlo ofendido. Sed testigos los que me escucháis de que yo profeso sin dudar y firmemente todos los artículos de la fe católica romana y que por la verdad de cada uno de ellos, con la ayuda de Dios, yo estoy dispuesto a morir, y que prefiero morir antes que poner en duda algún punto de la fe enseñada por nuestra Santa Madre la Iglesia Católica Romana...

En qué condiciones Margarita Plat, uno de los principales testigos contra mí, estaba antes o después que estaba conmigo, díganlo los más próximos parientes de ella.

George Massey, otro testigo, juró en falso cuando juró que yo le di el sacramento y celebré la misa en el lugar y tiempo recordado por él, y yo verdaderamente creo que ni él me habló jamás ni yo le hablé ni nos vimos sino en la semana del juicio. El tercer testigo, Robert Wood; murió repentinamente. Pero ¿por qué debo hablar de muertos? Estos fueron todos los testigos, al menos los que depusieron. Yo de corazón y libremente perdono a todos los que han sido o son en alguna manera causa de mi muerte y de todo corazón les deseo que los que viven se puedan arrepentir cordialmente.

Que Dios bendiga al Rey y a la familia real y le dé un próspero reinado aquí y una corona de gloria en la otra vida. Que Dios les dé paz a sus súbditos y que ellos vivan y mueran en la verdadera fe, esperanza y caridad. No queda sino que yo me encomiende a mí mismo a la misericordia de Jesús, por cuyos méritos yo espero alcanzar misericordia. Oh Jesús, sé para mí Jesús».

El mártir terminó su discurso. Subió serenamente la escalera, dejó mansamente que le pusieran la soga al cuello. Se recogió en oración. Quitaron la escalera y colgó por un tiempo en el aire. Luego cortaron la soga, cayó al suelo y los verdugos le abrieron el pecho, le sacaron el corazón y las entrañas y descuartizaron su cuerpo. Pudo más tarde su familia enterrar sus restos.

AÑO CRISTIANO Edición 2005
Autores: Lamberto de Echeverría (†), Bernardino Llorca (†) y José Luis Repetto Betes
Editorial: Biblioteca de Autores Católicos (BAC)
Tomo VII Julio ISBN 84-7914-763-6

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12:17 a.m.

Por: . | Fuente: santiebeati.it

Discípulo de San Pablo

Martirologio Romano: Conmemoración de san Epafras, que en Colosas, Laodicea y Hierápolis, trabajó mucho en la difusión del Evangelio, y a quien san Pablo llama nuestro consiervo amado, compañero de cautiverio y fiel ministro de Cristo. ( c.s.I)
Era nativo de Colosas y pagano, fue convertido por San Pablo durante los años de apostolado en Efeso. Es el fundador y representante de la iglesia de Colosas. En su carta a la iglesia evangelizada por Epafras el Apóstol lo nombra dos ves: en la Col. 1, 7 y ss. "nuestro querido consiervo y fiel ministro de Cristo", y luego en Col. 4, 12 ss. "Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Cristo Jesús, que se esfuerza siempre a favor vuestro en sus oraciones, para que os mantengáis perfectos cumplidores de toda voluntad divina. Yo soy testigo de lo mucho que se afana por vosotros, por los de Laodicea y por los de Hierápolis” (ciudades en la cuenca del Lico que, muy posiblemente, también fueron evangelizadas por Epafras).

En la Epístola a Filemón (v. 23) San Pablo lo llama "mi compañero de cautiverio por Cristo Jesús" Epafras, de hecho, estaba en Roma con él, viajó desde Colosas para visitarlo y consolarlo asegurándole el profundo afecto de todos los fieles. En el fervor de su celo apostólico, Epafras también informó a s. Paolo que la herejía trataba de penetrar en aquellas Iglesias y para preservarlas del peligro pidió al Apóstol que les escribiera.

Según algunos estudiosos, dado que el nombre Epafras es una contracción de Epafrodito, llegan a la conclusión que nuestro Epafras y el Epafrodito mencionado en la Epístola de San Pablo a los Filipenses (2: 25-28, 4, 18) serían la misma persona. Esta identificación, se basa únicamente en la similitud del nombre, sin ningún otra prueba que la respalde, por ello es lícito excluirla.

Según la tradición Epafras padeció el martirio en Colosas. Baronio refiere que las reliquias de San Epafras se conservan en Roma en la Basílica de San María la Mayor.

responsable de la traducción: Xavier Villalta

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Obispo

Martirologio Romano: En Metz, ciudad de Austrasia, en lo que hoy es Francia, san Arnulfo, obispo, consejero de Dagoberto, rey de Austrasia, cargo al que renunció para abrazar la vida eremítica en los Vosgos. (640)

Etimología: Arnulfo = Aquel que es fuerte y astuto, es de origen alemán.

Breve Biografía


Hombre de Estado y obispo bajo la dinastía Merovingia, nacido por el año 580, muere alrededor del 640.

Sus padres pertenecían a una distinguida familia franca y vivía en la sección este del reino fundado por Clodoveo I. En la escuela donde fue puesto durante su infancia sobresalió por su talento y su buen comportamiento. De acuerdo a las costumbres de la época fue enviado a su debido tiempo a la corte de Teodeberto II; rey de Austrasia (595-612) para ser iniciado en las diversas ramas del gobierno. Bajo la guía de Gondulfo, el Alcalde del Palacio, pronto se volvió tan hábil que fue colocado en la lista regular de oficiales reales y entre los primeros ministros del rey. El se distinguió como comandante militar y en la administración civil; al mismo tiempo el tuvo bajo su cuidado seis provincias diferentes.


A su debido tiempo, Arnulfo se casó con una mujer franca de linaje noble, de quien tuvo dos hijos, Ansegis y Clodulfo. Mientras Arnulfo estaba disfrutando emolumentos y honores mundanos no se olvidó de cosas más elevadas y espirituales. Sus pensamientos daban vueltas frecuentemente en monasterios y con su amigo Romarico, oficial de la corte al igual que él, planeó hacer un retiro a la abadía de Lérins, evidentemente con el propósito de dedicar su vida a Dios. Pero, mientras tanto, la sede Episcopal de Metz quedó vacante. Arnulfo fue designado universalmente como un candidato valioso para el oficio y fue consagrado obispo de esa sede cerca del 611. En su nueva posición el estableció el ejemplo de una vida virtuosa para sus súbditos y atendía asuntos del gobierno eclesiástico. En el 625 tomó parte en un concilio llevado a cabo por los obispos francos en Reims. Con todo esto, Arnulfo retuvo su puesto en la corte del rey y tomó una destacada parte en la vida nacional de su gente. En el 613, después de la muerte de Teodoberto, él, con Pipino de Landen y otros nobles llamaron a Austrasia a Clotario II, Rey de Neustria. Cuando en el 625 el reino de Austrasia le fue confiado a Dagoberto el hijo del rey, Arnulfo se convirtió no sólo en el tutor, sino también en Ministro en Jefe del joven rey. En el momento del alejamiento entre los dos reyes en el 625, Arnulfo junto a otros obispos y nobles trató de efectuar una reconciliación. Pero Arnulfo temía las responsabilidades de la oficina episcopal y se cansó de la vida de la corte. Cerca del año 626 obtuvo la designación de un sucesor a la oficina Episcopal de Metz. Él y su amigo Romarico se retiraron a un lugar solitario en las montañas de los Vosgos. Allí vivió en comunión con Dios hasta su muerte. Sus restos, enterrados por Romarico, fueron transferidos cerca de un año más tarde por el obispo Goerico, a la basílica de los Santos Apóstoles en Metz.

De los dos hijos de Arnulfo, Clodulfo se convirtió en su tercer sucesor en la sede de Metz. Ansegis permaneció al servicio del estado; de su unión con Begga, hija de Pipino de Landen, nació Pipino de Heristal, el fundador de la dinastía Carolingia. De esta forma Arnulfo fue el ancestro de los poderosos soberanos de esa casa. La vida de Arnulfo muestra hasta cierto punto la oficina episcopal y la carrera en el Estado Merovingio. Los obispos eran muy considerados en la corte; sus consejos eran escuchados, ellos tomaban parte en el reparto de justicia por los tribunales, tenían una voz en la designación de oficiales reales; fueron usados frecuentemente como embajadores del rey y sostenían altas posiciones administrativas. Para la gente bajo su cuidado, eran protectores de sus derechos, sus portavoces frente al rey y el vínculo uniendo a la realeza con sus súbditos. Las oportunidades para el bien eran por lo tanto ilimitadas; y Arnulfo las usó para buen provecho.

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Por: . | Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa

Obispo

Martirologio Romano: En Segni, en el Lacio, san Bruno, obispo, que trabajó intensamente en la reforma de la Iglesia, por lo que tuvo que sufrir mucho y se vio incluso obligado a dejar su diócesis, encontrando refugio en Montecasino, monasterio del que fue abad durante un tiempo (1123).

Etimología: Bruno = coraza, del alemán

Obispo de Segni, en Italia, nació en Solero, Piemonte (tierras bajas), alrededor del año 1048; murió en el año 1123.

Recibió educación elemental en un monasterio benedictino de su lugar natal. Después de concluir sus estudios en Bolonia y recibir la ordenación sacerdotal, fue designado canónigo de Siena. Como agradecimiento a su gran aprendizaje y piedad inminente, fue llamado a Roma, donde, como consejero capaz y prudente, cuatro Papas sucesivos buscaron su consejo.

Durante un sínodo en Roma en 1079 obligó a Berengario de Tours, que negaba la presencia real de nuestro Señor en la Santa Eucaristía a retractarse de su herejía. Disfrutó de la amistad personal de Gregorio VII, y fue consagrado Obispo de Segni por él en la “Campagna di Roma”, en 1080. Su humildad le llevó a declinar el cardenalato. Se le conoce como "el brillante defensor de la iglesia" por el coraje invencible que mostró ayudando a Gregorio VII y a sus sucesores en sus esfuerzos para la reforma eclesiástica, especialmente en denunciar la investidura laica, que inclusive declaró como herética.

Acompañó al Papa Urbano II en 1095, al Concilio de Clermont en el que se inauguró la Primera Cruzada. En 1102 se convirtió en monje de Monte Casino y fue electo abad en 1107, sin renunciar a su cargo episcopal. Junto a muchos Obispos de Italia y Francia, Bruno rechazó el tratado conocido por la historia como el "Privilegium", el cual Enrique V de Alemania había extraído del Papa Pascual II durante su encarcelamiento.

En una misiva dirigida al Papa lo censuró francamente por concluir una convención que le concedió al rey Alemán el inadmisible reclamo al derecho a la investidura del anillo y del crucifijo exclusivo de obispos y abades, y exigió que el tratado fuera anulado. Irritado por su oposición, Pascual II ordenó a Bruno a renunciar a su abadía y regresar a su sede episcopal. Con un celo incansable continuo la labor en favor de su grey, así como el interés común de toda la Iglesia, hasta su muerte. Fue canonizado por el Papa Lucio III el 5 de septiembre del año 1183.

Su fiesta se celebra el 18 de Julio. San Bruno fue el autor de numerosas obras, principalmente Escriturísticas. De estas se deben mencionar sus comentarios sobre el Pentateuco, el Libro de Job, los Salmos, los cuatro Evangelios y el Apocalipsis.

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Por: Fr. Luca M. De Rosa, OFM, Postulador General | Fuente: Franciscanos.org

Sacerdote Franciscano

Martirologio Romano: En Cracovia, ciudad de Polonia, san Simón de Lipnica, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, insigne por su predicación y por su devoción al nombre de Jesús, que, impulsado por su caridad, se entregó al cuidado de los apestados moribundos, deseando ardientemente incluso morir por ellos (1482).

Etimología: Simón = Aquel a quien Dios escucha, es de origen hebreo.

Simón nació en Lipnica Murowana, en la Polonia meridional, entre los años 1435 y 1440. Sus padres, Gregorio y Ana, supieron darle una sana educación, inspirada en los valores de la fe cristiana, y, a pesar de su modesta condición, se preocuparon de asegurarle una adecuada formación cultural. Simón creció con un carácter piadoso y responsable, una natural predisposición a la oración y un tierno amor a la Madre de Dios.

En 1454, se trasladó a Cracovia para asistir a la famosa Academia Jagellónica. En ese tiempo san Juan de Capistrano entusiasmaba a la ciudad con la santidad de su vida y el fervor de su predicación, atrayendo a la vocación franciscana a un nutrido grupo de jóvenes generosos. El 8 de septiembre de 1453 el santo italiano había fundado en Cracovia el primer convento de la Observancia, bajo el título de «San Bernardino de Siena», santo que había sido canonizado poco tiempo antes. Por tal motivo los frailes menores de aquel convento fueron llamados por el pueblo «bernardinos».

En 1457, también el joven Simón, fascinado por el ideal franciscano, prefirió adquirir la preciosa perla del Evangelio, interrumpiendo un rico acontecer de éxitos. Junto con otros diez compañeros de estudios, pidió ser admitido en el convento de Stradom.

Bajo la sabia guía del maestro de novicios, P. Cristóforo de Varese, religioso eminente por su doctrina y santidad de vida, Simón recorrió con generosidad la vida humilde y pobre de los frailes menores, y recibió la ordenación sacerdotal hacia el año 1460. Ejerció su primer ministerio en el convento de Tarnów, donde fue Guardián de la fraternidad. A continuación, se estableció en Stradom (Cracovia), dedicándose incansablemente a la predicación evangélica, con palabra limpia, llena de ardor, de fe y de sabiduría, que dejaba entrever su profunda unión con Dios y el prolongado estudio de la Sagrada Escritura.

Como san Bernardino de Siena y san Juan de Capistrano, Fr. Simón difundió la devoción al Nombre de Jesús, obteniendo la conversión de innumerables pecadores. En 1463, primero entre los Frailes Menores, ocupó el oficio de predicador en la catedral de Wawel. Por su entrega a la predicación evangélica, las fuentes biográficas antiguas le confirieron el título de «Predicador ferventísimo».

Deseoso de rendir homenaje a san Bernardino de Siena, inspirador de su predicación, el 17 de mayo de 1472, junto con otros frailes polacos, llegó a L´Aquila para participar en el solemne traslado del cuerpo del santo al nuevo templo erigido en su honor. Volvió a Italia en 1478 con ocasión del Capítulo general celebrado en Pavía. En esta ocasión pudo satisfacer su deseo profundo de visitar las tumbas de los Apóstoles, en Roma, y proseguir después su peregrinación a Tierra Santa. Vivió esta experiencia en espíritu de penitencia, de verdadero amante de la Pasión de Cristo, con la oculta aspiración de derramar la propia sangre por la salvación de las almas, si así agradara a Dios. Imitando a san Francisco en su amor a los Santos Lugares santos y por si fuera capturado por los infieles, antes de emprender el viaje quiso aprender de memoria la Regla de la Orden «para tenerla siempre delante de los ojos de la mente».

El amor de Simón a los hermanos se puso de manifiesto de manera extraordinaria en el último año de su vida, cuando una epidemia de peste devastó Cracovia. De julio de 1482 al 6 de junio de 1483 la ciudad estuvo bajo el flagelo de la enfermedad. En la desolación general, los franciscanos del convento de San Bernardino se prodigaron incansablemente en el cuidado de los enfermos, como verdaderos ángeles del consuelo.

Fr. Simón afrontó aquella situación como un «tiempo propicio» para ejercitar la caridad y para llevar a cabo la ofrenda de la propia vida. Por todas partes pasó confortando, prestando ayuda, administrando los sacramentos y anunciando la consoladora Palabra de Dios a los moribundos. Pronto resultó contagiado. Soportó con extraordinaria paciencia los sufrimientos de la enfermedad y, próximo a la muerte, expresó el deseo de ser sepultado en el umbral de la iglesia, para que todos pudieran pisotearlo. El 18 de julio de 1482, sexto día de enfermedad, sin temor a la muerte y con los ojos fijos en el crucifijo, entregó su alma a Dios.

Ha gozado de un culto «inmemorial», confirmado por el papa Inocencio XI el 24 de febrero de 1685. Su causa de su canonización, retomada por el Santo Padre Pío XII el 25 de junio de 1948, culminó el 3 de junio del año 2007 día en que fue canonizado, después del reconocimiento de la curación prodigiosa acaecida en Cracovia el año 1943, y atribuida a la intercesión del beato Simón, con decreto del Santo Padre Benedicto XVI del 16 de diciembre de 2006.

San Simón de Lipnica supo armonizar admirablemente el compromiso de la evangelización y el testimonio de la caridad, que brotaba de su gran amor a la Palabra de Dios y a los hermanos más pobres y que más sufren.

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3:49 a.m.

Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com

Martirologio Romano: En Pavía, ciudad de la Liguria, Italia, san Ennodio, obispo, que compuso himnos en honor de los santos y de sus lugares de culto, y repartió generosamente sus bienes. ( 521)
Magno Félix Enodio pertenecía a una ilustre familia establecida en la Galia. Por una alusión suya, se puede deducir que nació en Arles; en todo caso, pasó sus primeros años en Italia y se educó en Milán, bajo la tutela de una tía.

Después de la muerte de ésta, el joven contrajo matrimonio, pero muy pronto se sintió llamado a las sagradas órdenes. Su esposa, mujer muy rica, que lo había sacado de la pobreza, accedió a la separación y ella misma ingresó en un convento. Enodio, que era ya un orador consumado, recibió la ordenación de diácono por parte de san Epifanio de Pavia y, desde entonces, se consagró al estudio de las ciencias sagradas y a la enseñanza.

Escribió por aquel tiempo una apología del papa san Símaco y del sínodo que había condenado el cisma de los partidarios de Lorenzo. «Dios -dice San Enodio- quiere ciertamente que los hombres juzguen a los hombres; pero se ha reservado para sí mismo el juicio del Pontífice de la Sede Suprema». Enodio fue elegido para pronunciar el panegírico del rey Teodorico, a quien sólo alabó por sus victorias y éxitos temporales. San Enodio escribió la vida de san Epifanio de Pavia, quien murió el año 496, y la de san Antonio de Lérins; dejó, además, otras obras en prosa y en verso. Fue uno de los últimos representantes de la antigua retórica: aunque sus escritos no carecen de valor histórico, tienden a la verbosidad, son ininteligibles por momentos y están llenos de los convencionalismos de la literatura mitológica de la Roma pagana. Según cuenta el propio autor, durante una violenta fiebre de la que los médicos le desahuciaron, recurrió al Médico Celestial, por la intercesión de su patrono, san Víctor de Milán y recobró la salud. Para perpetuar su testimonio de gratitud, escribió una obra titulada «Eucharisticón» («Acción de gracias»), en la que, imitando las Confesiones de san Agustín, cuenta brevemente su vida y, sobre todo, su propia conversión.

Hacia el año 514, san Enodio fue elegido obispo de Pavia y gobernó su diócesis con un celo y una autoridad dignos de un discípulo de san Epifanio. El papa san Hormisdas le envió dos veces a Constantinopla, donde el emperador Anastasio II estaba favoreciendo a los monofisitas. Ambas misiones fracasaron. Al fin de la segunda embajada, el santo se vio obligado a hacerse a la mar en un viejo navío destartalado, con grave peligro de naufragar, y con el veto para desembarcar en algún puerto del imperio de oriente. A pesar de todo, llegó sano y salvo a Italia y regresó a Pavia. La gloria de haber sufrido por la fe con celo y constancia, le espoleó aún más en el camino de la perfección. Así pues, se consagró a la conversión de las almas, al socorro de los pobres, a la construcción y ornamentación de las iglesias y a la composición de poemas religiosos sobre Nuestra Señora, sobre san Ambrosio y santa Eufemia, sobre los misterios de Pentecostés y la Ascensión, sobre un bautisterio adornado con las pinturas de los mártires cuyas reliquias se hallaban ahí, etc.

Otros de sus poemas son simplemente mitológicos, como por ejemplo, el de Pasifae y el toro. Alguien ha dicho a propósito de sus poemas que: «Enodio temía escribir con claridad para no caer en los lugares comunes». El santo compuso dos himnos que debían cantarse en el momento de encender el cirio pascual, en los que implora la protección divina contra los vientos, las tempestades y todas las amenazas del enemigo. Su muerte ocurrió el año 521, cuando tenía apenas cuarenta y ocho años de edad.

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3:49 a.m.

Por: . | Fuente: santiebeati.it

Mártir

Martirologio Romano: En el monasterio de Winchelcumbe, en la región de Mercia, en Inglaterra, san Kenelmo, príncipe de este territorio, que, según la tradición, está considerado mártir. ( c.812)
Es muy lo difícil hacer emerger del olvido de la historia la figura de este santo mártir. Según una leyenda medieval, cuando Kenelmo tuvo 7 años murió su padre Kenulfo (Coenwulf), y el joven príncipe se convirtió así en el heredero los tronos de Mersia, Sussex, Wessex y de Anglia Oriental. Su hermana Quendreda (Cynefrith o Quoenthryth) pagó a su tutor, Asceberto, para que lo asesinase en los bosques de Clent y así ella pudría exigir su derecho al trono. Asceberto ejecutó el encargo. Más cuando el cuerpo sin vida fue descubierto y enterrado en Winchcombe en Glastonbury, numerosos prodigios comenzaron a suceder sobre su tumba.

En realidad este relato tiene mucho de ficción, ya que Kenelmo no murió cuando tenía apenas 7 años. Está comprobado que él vivió al menos hasta a su adolescencia y murió entre los años 812 y 821 durante una batalla. Su muerte ocurrió antes que la de su padre, por lo que nunca pudo ser heredero de su trono.

En el Edad Media Kenelmo fue muy venerado en Inglaterra como santo y mártir y todavía sus reliquias son objeto de veneración en Gloucester y Winchcombe, donde aquellas reposan. La iconografía suele representarlo como un joven príncipe que tiene en una mano una lámpara encendida, en otras imágenes se lo presente con una paloma que lleva una carta en el pico.

El nuevo Martirologio Romano lo recuerda como mártir cada 17 de julio, siguiendo una antigua tradición que lo señala como tal.

responsable de la traducción: Xavier Villalta


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Hermanos Franciscanos

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