Por: . | Fuente: santiebeati.it
El odio racial forjado por el nazismo, provocó más de cinco millones que víctimas entre la población civil polaca, muchos de ellos eran religiosos, sacerdotes, obispos y laicos católicos comprometidos.
Recopilando información y testimonios se pudo abrir varios procesos de beatificación, el primero fue abierto por el obispo de Wloclawek, donde un gran número de víctimas padeció el martirio; a este proceso confluyeron luego otros y el número de Siervos de Dios, que inicialmente era de 92 paulatinamente llegó a 108.
De entre esos nombres destaca el día de hoy el de la religiosa profesa dominicana Julia Rodzinska, que nación el 16 de marzo de 1899 en Polonia y que en la pila bautismal recibió el nombre de Stanislava.
De ella se sabe que ingresó a la orden dominica en el año 1916 y realizo su profesión solemne el 5 de agosto de 1924. Como educadora fue conocida como la madre de los huérfanos, además era llamada la apóstol del Rosario.
Fue arrestada el 12 de julio de 1943, sufrió por dos años en el campo de concentración de Stutthof, dónde murió el 20 de febrero de 1945, después de haber contraído el tifus, enfermedad que azotaba el campo de concentración ya que carecía de elementales condiciones higiénicas. Contrajo la enfermedad mientras daba consuelo y apoyo a las prisioneras judías ya contagiadas y aisladas.
Es la única religiosa dominica incluida en este numeroso grupo de.
responsable de la traducción: Xavier Villalta
Por: . | Fuente: sagradafamilia.devigo.ne
Martirologio Romano: En Catania, de Sicilia, san León, obispo, que se ocupó sobre todo del cuidado de los pobres († c. 787).
Breve Biografía
San León, obispo de Catania, en Sicilia, había nacido en Rávena, hacia la mitad del siglo VIII. Fue llamado el Taumaturgo, por los muchos milagros que hacía. Sus padres le educaron para las glorias humanas.
Pero eran distintas las aspiraciones de León. Se puso bajo la dirección del obispo de Rávena, quien viendo su pureza de costumbres y su celo apostólico, decidió conferirle la ordenación sacerdotal.
Pudo disfrutar de él poco tiempo, pues muerto Sabino, obispo de Catania, se decidieron los electores por León, no sin antes haber pedido a Dios acierto en la elección. León se oponía, pero le obligaron a aceptar.
Después de su resistencia, puso todo su empeño en cumplir su misión apostólica. Se dedicó a la reforma de costumbres, a la instrucción religiosa de sus fieles, a defender la verdad ante los herejes, al cuidado de todos.
Vivía, como dichas para él, las recomendaciones de San Pedro en su primera Carta: "Apacentad el rebaño de Dios que os ha sido confiado, no por fuerza sino con blandura, según Dios. Ni por sórdido lucro, sino con prontitud de ánimo. No como dominadores sobre la heredad, sino sirviendo de ejemplo al rebaño. Así recibiréis la corona inmarcesible de la gloria".
De todas partes acudían a verle y oírle. Todos querían tocar su manto para ser curados. Los emperadores consiguieron que acudiera a Constantinopla, para tenerle cerca, para escuchar sus sabios consejos y pedirle oraciones ante Dios.
Rigió la diócesis como un verdadero sucesor de los apóstoles durante 16 años y hacia finales del siglo VIII, lleno de merecimientos, se durmió en el Señor. El pueblo lloró su muerte como la de un padre y celoso pastor. Fue sepultado en un monasterio que él mismo había hecho construir fuera de las murallas de Catania. Su sepulcro fue muy venerado, sobre todo antes que los árabes ocupasen Sicilia. La fama de sus virtudes y de sus muchos milagros lo convirtió en centro de muchas peregrinaciones.
Por: . | Fuente: Franciscanos.net
Martirologio Romano: En Sirolo, Ancona (Italia), beato Pedro de Treia, presbítero de la Orden de Frailes Menores, quien armonizó en su vida su natural tendencia a la contemplación con una intensa actividad apostólica († 1304).
Fecha de beatificación: Culto aprobado el 11 de septiembre de 1793 por el Papa Pío VI
Breve Biografía
En Treia, antiguo municipio romano, en la Provincia de Macerata, hacia 1225, nació otro de los santos franciscanos que poblaron una época los campos de Italia, sobre todo la región de las Marcas.
Aunque las virtudes son siempre las mismas, la personalidad de estos personajes medievales franciscanos siempre es diversa e interesante, y constituyen un vasto florilegio de tipos humanos y fisonomías espirituales. El beato Pedro de Treia representa el tipo del contemplativo, cuya mayor gloria está en sus conquistas ascéticas. También fue religioso activo, sobre todo en el ministerio de la palabra, como predicador irresistible. Las Florecillas lo califican como “estrella brillante en la provincia de la Marca y hombre celestial”. Y el martirologio franciscano dice de él que fue “célebre por su santidad y su predicación, insigne por su devoción y sus milagros”. Por algún tiempo participó del movimiento religioso de la Congregación Celestina, pero no adhirió a la corriente secesionsita de los “herejes fratricelos”.
Muy joven entró en la Orden, deseoso de imitar las virtudes de San Francisco, seguía sus pisadas inclusive materialmente, permaneciendo por largo tiempo en el monte Alvernia, opción que presentaba un claro signo, por cuanto fue el Calvario místico de San Francisco, que allí había recibido las Llagas, y sobre esas rocas se dedicó, más que a la enseñanza y a la predicación, a la meditación y a la ascesis, entre éxtasis y visiones.
Pedro fue también apóstol de la predicación, recorrió la región de las Marcas fascinando con su sagrada elocuencia a las multitudes. Tuvo el don de conmover a los pecadores, que mediante una buena confesión, arrepentidos, eran por él conducidos a Dios.
Son famosos sus éxtasis y visiones. En Ancona el superior del convento lo encontró en la iglesia en oración, elevado de la tierra. Más tarde, en el convento de Forano, fue Pedro quien observó una escena admirable en la cual la Santísima Virgen colocaba afectuosamente el niño Jesús en manos del cohermano Conrado de Ofida. Pedro de Treia y Conrado de Ofida, ambos de las Marcas, ambos franciscanos, ambos honrados como beatos, no solamente fueron cohermanos y compañeros de apostolado, sino también verdaderos compañeros de alma, cuya santidad procedía por caminos iguales, y se alentaban mutuamente en una santa emulación. Vivió en los conventos de San Francisco de Ancona, en Forano y en Sirolo. Pedro murió el 20 de febrero de 1304, en el convento de Sirolo, a los 79 años de edad. Sus restos reposan en la iglesia del Rosario de Sirolo (AN).
Por: . | Fuente: santiebeati.it
Fecha de canonización: En el año 1702 el Papa Clemente XI confirmó su culto para la Orden cisterciense en todo el mundo.
El 11 de marzo de 1231 fue nombrado obispo de Lausana. El entusiasmo puesto por él en la renovación de las costumbres de los fieles y el clero, pero, especialmente, la fortaleza con que defendió los derechos de la Iglesia le valieron ser el objetivo del odio de algunos poderosos. El emperador Federico II mandó soldados a Lausana con la orden de matarlo y el beato, herido, se salvó milagrosamente. Considerando, que ya no podía obtener frutos de su trabajo, el 15 de julio de 1239 renunció a la diócesis y se retiró a Chambre, cerca de Bruselas, fungiendo de capellán en un monasterio de monjas cistercienses. Pese a que su estilo de vida era monástico Bonifacio no vistió nunca el vestido cisterciense, y a menudo colaboró con el obispo Robert de Thorote en la administración de la gran diócesis de Lieja. En 1245 toma parte del concilio de Lione.
El 19 de febrero de 1260 murió en Chambre. Su culto fue reconocido en el 1702 para la orden cisterciense, que celebra su fiesta el día aniversario de la muerte. Sus reliquias que habían permanecido en Bruselas fueron transportadas a Chambre en 1935.
responsable de la traducción: Xavier Villalta
Según su hagiografía (que fue escrita algún tiempo después), él recibió una educación cristiana, y pasó mucho tiempo estudiando las Sagradas Escrituras. Recibió la orden sacerdotal en cuanto pudo, e inmediatamente fue aprovechado por el obispo local como predicador, una tarea para la cual él tenía considerable talento. Poco tiempo después fue nombrado coadjutor de la Iglesia de la San Basilio en Morcone. A los feligreses de allí les disgustó que Barbado les recordara lo lejos que ellos estaban de alcanzar el ideal cristiano, y trataron de persuadirlo para que callara. Él continuó por el mismo sendero, y ellos optaron por difamarlo. Eventualmente fue obligado a cesar su labor pastoral debido a esos falsos testimonios.
Regresó a Benevento, donde fue bienvenido por la gente que lo conocía. En ese tiempo, la gente de Benevento vivía en medio de muchos comportamientos idólatras, incluyendo la veneración a una víbora de oro y a un árbol local, y también estaba muy involucrado en juegos que eran seriamente objetados por Barbado. El príncipe lombardo local, Romualdo I, hijo del rey lombardo Grimoaldo I, estaba seriamente involucrado en esas actividades. Barbado predicaba regularmente contra ellos aunque ellos cerraban sus oídos.
Anunció a la gente que la ciudad sería sometida a grandes pruebas a manos del Emperador Romano Constante II y su ejército, muy poco tiempo después los regimientos romanos llegaron a la zona y sitiaron Benevento. La gente, llena de miedo, renunció a las prácticas que Barbato había criticado, entonces él taló el árbol que los vecinos habían adorado y fundió la víbora para hacer con ese oro un cáliz para usarlo en la iglesia.
El obispo que presidía Benevento, Hildebrando, murió durante el sitio. Y una vez que se retiraron los invasores, el 10 de marzo de 633, Barbado fue nombrado obispo. Aprovechando su nueva posición ordenó destruir todos los amuletos y objetos de idolatría que el príncipe y la población tenían ocultos.
En 680, participó en el concilio convocado por el Papa Agatón, el tema central del concilio fue la condena de la herejía monotelista. Murió, el 19 de febrero de 682, poco después de finalizado el concilio, tenía aproximadamente setenta años.
Él es recordado en el Martirologio Romano como uno de los patronos principales de la ciudad de Benevento.
Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, Italia, san Mansueto, obispo, que luchó firmemente contra la herejía de los monotelitas (c. 680).
Breve Biografía
Entre los tantos y delicadas asuntos cristológicas sobre los que debatía la teología en los primeros siglos de la Iglesia, se encontraba aquella que investigaba sobre si en Cristo hay una o dos voluntades. En el primer caso se habla de "monotelismo", y en el segundo de "duotelismo".
El problema explotó en el siglo VII, con un Oriente preponderantemente monotelista. A tal grado llegó la disputa, que incluso hubo intervenciones imperiales que llegaron a prohibir bajo penas severas la continuación de la disputa.
En diversos Concilios, en cambio, la cuestión se abordó condenando la posición monotelita como un error pernicioso, ya que el monotelismo era en realidad una sutil respuesta herética sobre la verdadera naturaleza de Jesús: la de ser verdadero Dios y verdadero hombre, dogma proclamado por la Iglesia. La doctrina de la presencia de dos voluntades en Cristo, la divina y la humana, fue reafirmada por el Concilio de Letrán (octubre de 649), convocado por el Papa San Martín I, lo que le costó la muerte, ordenada por el emperador, ya que la convocatoria tenía una clara orientación duotelista.
La discusión se prolongó algún tiempo, y entre los que tomaron parte en ella se encuentra san Mansueto, cuadragésimo obispo de Milán. Su intervención en el Concilio de Roma (marzo de 680) tuvo exactamente ese sentido: desaprobar el monotelismo y dejar claro cómo las dos voluntades coexisten en Cristo, la voluntad humana sujeta a la divina, pero permaneciendo activa, como verdadero hombre.
San Mansueto estaba tan convencido de que estando de parte de Jesús se estaba de parte del hombre que luchó valientemente contra el monotelismo en todas sus actividades, sea como obispo, como organizador o escritor. Contra esta herejía (que, si ponemos algo de atención notaremos que incluso en nuestros días aun existe, algunas veces algo escondida), escribió un importante libro de argumentación doctrinal.
Aunque su celebración es el 19 de febrero, en la liturgia ambrosiana su fiesta se traslada al 2 de septiembre, para que no caiga en Cuaresma.
responsable de la traducción: Xavier Villalta
Martirologio Romano: En Coimbra, en Portugal, san Teotonio (o Theodón), que peregrinó dos veces a Jerusalén y, después de renunciar a la custodia del Santo Sepulcro, volvió a su patria y fundó la Congregación de Canónigos Regulares de la Santa Cruz (c. 1162).
Fecha de canonización: Su culto fue confirmado por Benedicto XIV en el año 1167.
Breve Biografía
Don Teotonio nació hacia el año 1086 en Ganfei en Portugal. Recibió su educación en el monasterio de Benedictino de Ganfei. Inmediatamente después viajó a Coimbra para estudiar humanidades y teología. Posteriormente su tío Cresconio, obispo de Coimbra, lo envió a Viseu donde aprendió, bajo la guía del archidiácono Tello, el arte de la lectura y el canto según la usanza de aquelos tiempos. Fue en esta ciudad donde recibió la ordenación sacerdotal.
Llegó a ser prior de Nuestra Señora de Viseu, y en su período mejoró la situación material del convento y su testimonio de vida contribuyó mucho al clero; predicaba con el ejemplo y era un excelente consejero espiritual para muchas personas. Terminado su período emprendió una peregrinación a Jerusalén.
Rehusó el obispado y se entregó al ministerio de la Palabra y al sacramento de la confesión, en medio de un pueblo corrompido, dando pruebas –en muchas circunstancias– de su fidelidad a la virtud de la castidad.
Emprendió una segunda peregrinación a Jerusalén. Al regresar a Coimbra fundó, con 11 compañeros, la Congregación de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz. El 28 de junio de 1131, con la presencia del rey Don Alfonso, quien lo tenía en gran estima, se colocó la primera del nuevo monasterio. El 24 de febrero del año siguiente es elegido prior de ese monasterio, puesto que ejerció durante casi veinte años. San Teotonio se propuso convertir al monasterio de la Santa Cruz en un foco de santidad y cultura, y para este fin trabajó tenazmente para dotarlo de todas aquellas obras que consideraba indispensables para la formación teológica de sus monjes, lo que pudo llevar a término gracias a la magnificencia de su gran amigo y penitente: el rey Alfonso, gesto que más tarde imitó Don Sancho I, el cual, en 1192, ordenó que se entregaran anualmente al Monasterio 400 maravedís de oro para que se pudieran mandar religiosos a las Universidades de Francia, París y Montpellier. De hecho, el impulso científico que dio a su Monasterio San Teotonio no fue frívolo ni momentáneo, puesto que por varios años el Monasterio de la Santa Cruz mantuvo su prestigio de centro cultural de primer orden, contando entre sus monjes con hombres eminentes en ciencia y virtud que fueron lumbreras de la Iglesia de Portugal.
Fiel a las oraciones diarias nunca permitió que los monjes rezasen los oficios con premura, El Rey Alfonso atribuyó sus victorias a las oraciones de Teotonio y en muestra de gratitud concedió la libertad a todos los Cristianos mozárabes. Teotonio dejó el cargo de prior a los 70 años de edad.
Murió el 18 de febrero de 1162, con ochenta años de edad. Su cadáver descansa en el monasterio de Santa Cruz. Su culto fue aprobado por Benedicto XIV en 1167. Fue el primer santo portugués en ser canonizado en los tiempos modernos.
La Congregación que él presidió tuvo un gran florecimiento por 700 años, hasta que finalmente en el año 1834 fue suprimida violentamente por un gobierno enemigo de la Iglesia.
Fue designado como el patrono de Viseu.
Fuentes bibliográficas:
Franciscanos.org: Artículo de Luis Arnaldich, o.f.m.
Santiebeati.it: Artículo de Fabio Arduino
Cademeusanto.com.br
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
La polémica sobre el culto de las imágenes, la llamada lucha iconoclasta, contó entre sus protagonistas a los emperadores bizantinos León III el Isáurico, Constantino V Coprónimo y León IV Khazaras por una parte, y por otra a San Juan Damasceno y a los patriarcas Germán de Constantinopla y a Tarasio. En realidad, junto a un conflicto ideal, que trataba sobre la ortodoxia, sobre la legitimidad de representar a Dios y al mundo celeste, prohibido por la ley judía pero no observado por los cristianos, los historiadores hacen notar que había muchas cuestiones de carácter político y hasta económico: en efecto, los defensores de las imágenes eran los monjes, los únicos verdaderos opositores del poder imperial. Pero, como decíamos, Tarasio tiene también otras glorias. Era de familia noble y había sido revestido de la dignidad de senador y jefe de la cancillería imperial.
Aunque era un simple laico, por designación del difunto patriarca Pablo, fue elegido para recibir una difícil herencia, que aceptó con la condición de que la emperatriz Irene y el senado se comprometieran a consentir la convocación de un concilio: solo así seria posible restablecer la ortodoxia y la paz eclesiástica. Esto se logró, no sin dificultad, en el concilio de Nicea del 787. Tarasio fue también un fuerte defensor de la moral cristiana y sobre todo del matrimonio, oponiéndose con energía al mismo emperador Constantino VI, que pretendía de él la sentencia de divorcio para poder contraer nuevas nupcias. Tarasio fue también un gran devoto de la Virgen María, a quien saludaba así: Salve, oh Mediadora de todo lo que hay bajo el cielo; salve, reparadora de todo el universo; salve, oh llena de gracia, el Señor es contigo, él que existía antes que tú y nació de ti, para vivir con nosotros. San Tarasio murió a la edad de 76 años, en el 806 y fue sepultado en el santuario Todos los mártires del monasterio fundado en el Bósforo.
Por: . | Fuente: santiebeati.it
Fecha de canonización: 26 de abril de 2009 por el Papa Benedicto XVI
Convertida en una mujer sabia, rica en capacidades humanas y en sensibilidades interiores, dueña de una espiritualidad profunda y a una creciente atención a las necesidades educativas de las "jovencitas" y de los enfermos de San Gervasio, madura cada vez más en ella el ideal de fundar un Instituto entregado a la adoración y a la educación, que se concreta con el encuentro en Bérgamo con el Padre Francisco Spinelli. En el siglo XIX era necesario un sacerdote Superior que garantizara el buen funcionamiento de un Instituto femenino, puesto que se pensaba que las mujeres no eran capaces de gobernar y administrar. Del 1879 al 1882 el proyecto se va implementando y, después de le haber sido sometido para su aprobación al obispo de Bérgamo Mons. Gaetano Camillo Guindani, el instituto es fundado el 15 de diciembre1882. En la ciudad y en la diócesis la iniciativa es bien acogida, porque es lo única sobre el territorio bergamasco con el objetivo primario de la adoración perpetua. La Casa Matriz se abre en Bérgamo, al poco tiempo otras casas se abren en Lombardía y en Véneto.
Un derrumbamiento financiero forzó a la separación de los dos Fundadores y por lo tanto a la división en dos Institutos. El 19 de enero 1889 la Madre Gertrudis escribe: "Este es el día de la terrible catástrofe Mi Jesús, de aquí a pocos minutos estarán aquí, vienen a clausurar todo... sustentadme en la dura prueba, ayudadme por caridad. Los hombres clausuran nuestras cosas. Vos sellad mi corazón dentro de vuestro dulce y amable Corazón, ya no me sacaréis siempre tenedme con Vos, mi querido Jesús, hágase Tu voluntad. Amén.". " mi pobre instituto, si es de Vuestro agrado lo sustentaréis. "Tan sólo Vos podéis levantarme, tan sólo Vos ayudarme. Tan sólo confío en Vos. ¡único Dios!". (Los Escritos, p. 57, 59; Brescia1981).
El siniestro acontecimiento parece llevar todo a la ruina, pero la Madre Gertrudis, después de un fugaz pesimismo, lo considera una prueba permitida por Dios y reacciona con fuerte fe y tenacidad, confiada en la Divina Providencia, aunque tenga que refugiarse junto con las monjas que le quedan en Lodi, llena de dolor, con paciencia y con la esperanza de la reconstrucción. Sometiéndose totalmente a la Voluntad de Dios "Haced lo que a Os complazca mi Dios, conque quedéis glorificado acepto el sufrir cualquiera pena. Vuestra voluntad, no la mía busco la pura gloria de mi Dios; Amén (Los Escritos, p. 58, Brescia1981).
Renace el instituto lozano y vivo como un tierno árbol que ha encontrado sus raíces en el terreno fértil de la oración, del sufrimiento, de la fe y de la humildad; renace gracias a la energía y al equilibrio de la Madre Gertrudis, de las monjas que han colaborado con todas sus fuerzas y con todo el amor de que fueron capaces para la realización de un sueño que ya les pertenecía; renace gracias al concreto y atento sostén del obispo de Lodi, Mons. Giovanni Baptista Rota, natural de Chiari, en cuya familia Catalina Comensoli fue doméstica; renace gracias al obispo de Bérgamo que en 1889 encomienda con diligencia a las Monjas Sacramentinas a Mons. Rota, el que toma la determinación de reconocer, con el decreto del 8 de septiembre de 1891, el Instituto de las Monjas Sacramentinas de Bérgamo, canónicamente erigido en Lodi con Casa Matriz temporal en Lavagna de Comazzo.
La finalidad del instituto es doble: Adorar a Jesús Sacramentado y Atender obras de caridad hacia lo próximo según las disposiciones de la Divina Providencia, teniendo como objetivo especial "el educar a la juventud".
En el 1892 la Madre Comensoli reconquista, aunque sea por alquiler, la primera casa de Bérgamo y vuelve con las monjas, después de dos años, a la amada Casa Matriz, cuna de la Congregación a la que da un decisivo y vital impulso.
La Madre Gertrudis abre 21 casas antes de su muerte. Las monjas, a su muerte, son 179. Atienden: a las huérfanas, a las niñas menores de edad, a las estudiantes en los pensionados, a los ancianos en los hospitales, los enfermos de pelagra1 y las empleadas domésticas. Además colaboran en las parroquias y en los oratorios, abren centros de estudio y de labores, enseñan en muchas escuelas municipales.
La Madre Gertrudis ve el primer reconocimiento pontificio del Instituto en el Decreto del 11 de abril de 1900 promulgado por Leo XIII.
¡La obra de Dios estaba cumplida!
La madre Gertrudis había dado todas las garantías de continuidad para la adoración pública y perpetua a Jesús Sacramentado, había infundido en sus monjas el precioso patrimonio espiritual de la oración, de humildad y de caridad, sobre todo hacia los pobres, por lo tanto podía ir al encuentro con su esposo Jesús.
El 18 de febrero de 1903, al mediodía, mientras estaba en adoración a su amado en la iglesia, muere. Tenía tan sólo 56 años.
Los Decretos de reconocimiento pontificio al instituto en el 1906 y de sus Constituciones en el 1910, ambos suscritos por Pío X, no los verá sobre la tierra, pero estarán presentes "siempre" sus Monjas Sacramentinas, que se empeñan en difundir el Carisma Eucarístico y en expandir el Reino del Corazón Eucarístico en el mundo.
El instituto en el 2007 está presente en toda Italia, en Brasil, en Ecuador, en Malawi, en Kenia, en Bolivia, en Croacia. Entre 1939/1940 las Monjas Sacramentinas también estuvieron en Etiopía y China, pero como consecuencia de los trastornos políticos, las Monjas fueron internadas en campos, maltratadas y ridiculizadas y luego expulsadas en 1943 de Etiopía y en 1951 de China.
El 26 de abril de 1961 S. S. Juan Pablo II reconoce las virtudes heroicas de la Madre Gertrudis.
Un milagro fue atribuido a la intercesión de la Madre Gertrudis, mismo que le abrió las puertas de su beatificación: el 26 de julio de 1979 nació de parto podálico (sentado), un pequeño que presentaba sus miembros inferiores totalmente plegados en alto, de modo irreductible. El diagnóstico era contractura congénita de las articulaciones inferiores, debido a la prolongada inmovilidad del feto en tales condiciones. El 9 de agosto, al término de la novena a la sierva de Dios Gertrudis Comensoli y, sin que hubiera habido ninguna clase de terapia, espontáneamente, todo se normalizó y cesaron los dolores del recién nacido. Hasta la fecha sigue bien de sus piernas. Lo cual fue considerado médicamente inexplicable por la comisión médica de la Congregación para las causas de los santos, sobre todo, debido a la rapidez de la curación sin terapia alguna.
El Papa Juan Pablo II beatificó a Sor Gertrudis Comensoli el 1 de octubre de 1989.
El 26 de abril de 2009 fue canonizada por S.S. Benedicto XVI, en dicha ceremonia se canonizó también a los santos: Arcangelo Tadini; Bernardo Tolomei; Nuño de Santa Maria Álvares Pereira y Caterina Volpicelli.
traducido por Xavier Villalta
1 Esta enfermedad es común en ciertas partes del mundo (por ejemplo, en personas que consumen excesivas cantidades de maíz). Suele denominarse como la enfermedad de las tres D: dermatitis, diarrea y demencia, ya que se caracteriza por úlceras cutáneas escamosas, diarrea, cambios en la mucosa, además de confusión mental y alucinaciones. La pelagra puede ser consecuencia del acoholismo debido a las dietas pobres en nutrientes, en este caso la Niacina (vitamina B3). Por consiguiente este padecimiento puede ser mortal o llegar a tal caso a la demencia.
Por: . | Fuente: santiebeati.it
Ellos son san Alferio el fundador y primer abad (1050), san León I (1050-79), san Pedro I Pappacarbone (1079 -1123) y san Constable (1122-24), sus reliquias descansan en la iglesia de la abadía en la ´Capilla de los Santos Padres´.
Constable nació hacia el 1070 en Tresino en Lucania (hoy Basilicata) de la noble familia Gentilcore; cuando tenía siete años le fue confiado al abad de Cava san León I, convirtiéndose luego en monje en la misma abadía. Demostró una perseverancia encomiable en la Regla Benedictina en su vida monástica, tal, que fue considerado un ejemplo para sus cofrades y encargado por el abad de importantes negociaciones para la abadía.
El 10 de enero de 1118, con el pleno consentimiento de los monjes, el abad san Pedro I lo nombró su adjutor en el gobierno de la abadía que había crecido notablemente, sucediéndole como abad el 4 de marzo de 1122.
Su obra la ejercitó con amabilidad, comprensión a cada uno de los monjes y a sus individuales problemas, sin abusar de su autoridad.
Murió el 17 de febrero de 1124 a los 53 solos años y fue enterrado en la parte de la iglesia colindante a la gruta ´Arsicia´ usada por san Alferio. Después de su muerte apareció varias veces a los abades sucesores, viniendo a ellos para ayudarlos en las contingencias, se habla de sus intervenciones prodigiosas por la salvación de los botes que pertenecían a la Abadía, al punto que durante la Edad Media fue nombrado el protector de los marineros de la abadía.
Su fiesta es el 17 de febrero; es el santo patrón de la ciudad de Castellabate en el Cilento, que fue fundada en 1123.
responsable de la traducción: Xavier Villalta
Por: . | Fuente: Franciscanos.org
Etimologicamente: Lucas = Aquel que es luminoso, es de origen latino.
Fecha de beatificación: 18 de mayo de 1927 por el Papa Pío XI.
En la humilde residencia de la Arcella pasó el ya sacerdote Lucas años de oración y penitencia, a la vez que comenzaba a perfilar sus sermones. El año 1227, san Antonio, que había estado predicando en el sur de Francia, regresó a Italia y fue elegido Ministro provincial del norte de Italia. Por entonces, tal vez en el mismo año, Antonio se encontró con Lucas, y éste sería en adelante el discípulo y compañero inseparable del Santo, en sus correrías apostólicas y en la redacción de sus Sermones. Cuando después de la intensísima Cuaresma que predicó en Padua el año 1231, san Antonio se retiró al eremitorio de Camposampiero, cerca de Padua, allí lo atendió y cuidó el beato Lucas. El 13 de junio de 1231, durante la comida, Antonio sufrió un colapso y se sintió morir; pidió que lo trasladaran a Padua y, una vez más, Fr. Lucas fue su compañero inseparable; lo asistió durante el viaje en carreta y permaneció a su lado en la Arcella hasta que expiró aquella misma tarde. Después, nuestro Beato fue uno de los editores de los sermones del Santo, testigo de su santidad y promotor de su glorificación mediante la pronta canonización y la construcción de su Basílica en Padua. Tan estrecha fue la relación entre el Santo y nuestro Beato, que a éste se le llama también «Lucas de San Antonio».
En la vida del beato Lucas se suele destacar sobre todo el haber sido compañero y colaborador de san Antonio; pero, además, fue un hombre de gran talento y profunda espiritualidad, un verdadero sabio, famoso predicador, de vida sencilla y sana doctrina. Fue elegido Ministro provincial varias veces. Después de la muerte de san Antonio, el beato Lucas fue uno de los editores de sus Sermones; por otra parte, Lucas es también autor de sus propios Sermones Dominicales y otros, que se conservan inéditos en la Biblioteca Antoniana de Padua.
Murió en el hospicio de la Arcella (Padua) el 17 de febrero de 1286. Su cuerpo fue depositado, en la Basílica de San Antonio, en el mismo sepulcro en que estuvo sepultado al principio el Santo, su amigo y maestro. En 1971 los restos del Beato fueron trasladados a otra tumba dentro de la misma Basílica, donde reposan en la actualidad.
Fue beatificado por Pío XI el 18 de mayo de 1927. Entre los lugares de la Basílica paduana que merecen visitarse se encuentra la Capilla del Beato Lucas Belludi, totalmente pintada al fresco por Giusto de´ Menabuoi (1382). Aún hoy son muchos estudiantes que acuden a su sepulcro para pedirle su intercesión a la hora de los exámenes.
Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com
Un nuevo concilio confirmó las decisiones del sínodo anterior. Crisafio, humillado pero no vencido, trató de conseguir sus fines por otros medios. Así pues escribió a Dióscoro, sucesor de San Cirilo en la sede de Alejandría, prometiéndole su amistad y apoyo a condición de que se constituyera en defensor de Eutiques contra Flaviano y Eusebio. Dióscoro aceptó la proposición y ambos se valieron de la emperatriz Eudocia, la cual pensaba que, haciendo daño a Flaviano, molestaría a su cuñada Pulquería, a la que detestaba, Eudocia logró persuadir a Teodosio de que convocara a un concilio en Efeso. El emperador invitó a Dióscoro de Alejandría a presidir el concilio; con él acudieron algunos obispos africanos y un grupo de laicos. A lo que parece, se trataba simplemente de una banda organizada de malhechores. Al concilio fueron también otros obispos de oriente, y San León envió delegados.
La asamblea, conocida generalmente con el nombre de Latrocinium o "conciliábulo de bandidos," como la llamó más tarde San León a causa de las violencias a que dio lugar, se abrió en Efeso, el 8 de agosto de 449. Eutiques estuvo presente, así como dos oficiales del emperador, acompañados por un fuerte contingente de soldados. Las deliberaciones, en las que predominaban los partidarios de Eutiques, se desarrollaron en un ambiente de violencias, se impidió a los legados papales que leyesen las Cartas de San León al concilio y se terminó, en medio del mayor desorden, con la sentencia de deposición de Flaviano y Eusebio, a pesar de las protestas de los legados del Papa. Cuando Dióscoro empezó a leer la sentencia, varios obispos pidieron a gritos que se callase. Dióscoro interrumpió la lectura y dio voces para llamar a los enviados del emperador, Elpidio y Eulogio. Estos mandaron al punto que se abrieran las puertas de la iglesia y Proclo, el procónsul de Asia, entró escoltado por soldados y seguido por una multitud armada con palos. Esta incursión intimidó tanto a la asamblea, que prácticamente ningún obispo tuvo el valor de negarse a firmar la sentencia, excepto los legados papales que se retiraron decepcionados.
San Flaviano hizo una apelación al Papa San León y a otros obispos del occidente, y entregó sus cartas a los legados papales. Pero cuando se disponía a abandonar la sala en medio del tumulto que siguió a la asamblea, la turba le derribó y, según cuentan Dióscoro y el abad Barsumas, fue tan salvajemente golpeado a puntapiés por los soldados y malhechores, que murió poco después, no en Efeso (como suponen algunos autores) sino en Sardis de Lidia, a donde había sido desterrado.
El triunfo de Crisafio fue de corta duración. El emperador murió al año siguiente y Marciano mandó ejecutar a Crisafio. Santa Pulquería, la esposa de Marciano, mandó llevar a Constantinopla el cuerpo de San Flaviano para que fuera sepultado, con gran pompa en la sede episcopal, junto a sus predecesores. El Concilio de Calcedonia que tuvo lugar en 451, reivindicó su memoria, restituyó a Eusebio de Dorileo y depuso y desterró a Dióscoro de Alejandría.
¡Felicidades a quienes llevan este nombre!
Por: . | Fuente: santiebeati.it || donmarianoarciero.com || l´Osservatore Romano
Fecha de beatificación: 24 de junio de 2012, bajo el pontificado de S.S. Benedicto XVI
A los 22 años se trasladó a Nápoles, frecuentando la Congregación Eucarística fundada por el jesuita Francesco Pavone de Catanzaro (1568-1585) y que tomaría el nombre de "Conferencia de las Santas Misiones" (una sociedad sacerdotal), institución a la que él se incorporaría el 21 de diciembre de 1729.
Estudio literatura y filosofía en el Colegio Máximo de los jesuitas en Nápoles, mientras Don Emanuele le enseñaba teología y le constituía un patrimonio, logrando ser ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1731.
En poco tiempo Don Mariano Arciero se volvió modelo para el clero napolitano, por su inclinación a la caridad, labrada ya desde los primeros años de su juventud, fue activo apóstol en los almacenes, callejones, hospitales y en los astilleros.
Genaro Fortunato, canónico de la catedral de Nápoles, al ser nombrado obispo de Cassano en 1729, lo quiso en su diócesis, dándole plena libertad tanto para las misiones cuanto para la constante reforma del clero y los institutos religiosos femeninos.
Dedicaba hasta seis horas al día para la educación de los niños y la predicación, logrando conversiones atronadoras, la fama de su incansable labor traspasó los límites de la diócesis de Cassano, por lo que fue invitado a llevar a cabo su misión, incluso en las diócesis vecinas, por lo que fue llamado el "Apóstol de Calabria".
El obispo Fortunato lo convirtió en el primer párroco de la iglesia de Altomonte, luego de la iglesia de la Anunciación que estaba construyéndose en Maratea y finalmente director espiritual de la congregación de clérigos y laicos.
Con particular detalle se ocupa de las Clarisas de Castrovillari para quienes construye un nuevo convento, en la misma ciudad fundó el Retiro de penitentes, al que asistió siempre con ayudas, incluso luego de dejar la diócesis de Cassano, en efecto después de la muerte del obispo en 1751, él regresó a Nápoles.
El Arzobispo Cardenal Sersale le confió la dirección del Seminario Diocesano, labor que realizaría durante treinta años, siendo un formador sabio y apreciado. La fuerza y la solidez de sus argumentos conmovían a sus oyentes, animándolos a la vida buena del Evangelio; en cuanto a la instrucción de los sacerdotes, estaba convencido de que, si se convertían en lámparas luminosas en la casa del Señor, podían alumbrar a todos aquellos que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte.
En 1768 fue nombrado padre espiritual de la Conferencia de las Santas Misiones, en esta función, con la ayuda de amigos y devotos construyó para esta sociedad- una iglesia más grande, más adecuada para dar cabida al creciente número de miembros, este templo fue dedicado a la Asunción. Su deseo era ser enterrado en esta iglesia.
Murió el 16 de febrero de 1788. Santa María Francisca de las Cinco Llagas, la mística terciaria napolitana, vio que el alma de Don Mariano era llevada al cielo por los ángeles. Su cuerpo fue expuesto durante tres días por el continuo acudir de los fieles napolitanos, que querían darle un último saludo.
En 1951 su cuerpo fue trasladado a Contursi, su ciudad natal, en la que se llevó a cabo la ceremonia de beatificación el 24 de junio de 2012.
responsable de la traducción: Xavier Villalta
Por: . | Fuente: www.antenamisionera.org
Fecha de beatificación: 7 de octubre de 1990 por el Papa Juan Pablo II.
El 20 de Septiembre de 1873 se ordena sacerdote. Tiene 22 años. Los seis primeros años de sacerdote los pasa de formador en el seminario. Su mayor deseo es ir a una parroquia.
En 1880 se le abren nuevos caminos El arzobispo busca un rector para el Santuario de Ntra. Sra. de la Consolata, patrona de Turín; que por aquel tiempo estaba casi abandonado, tanto material como espiritualmente. En 1882, junto con su amigo el P. Santiago Camisassa (que lo consideramos el confundador de los Misioneros y de las Misioneras de la Consolata), comienza la recuperación y embellecimiento del Santuario. Como también recuperan el Convictorio eclesiástico (que está junto al Santuario) donde se formarán los jóvenes sacerdotes.
En 1900 cae gravemente enfermo, y gracias al empuje del Cardenal Richelmy y las oraciones a la Consolata, se cura milagrosamente. Diez años antes, el Allamano había escrito una carta al Cardenal de Turín pidiendo la fundación de un instituto misionero pues le preocupaba la gran cantidad de clero en la diócesis, y como muchos de ellos querían ser misioneros, y las grandes necesidades de clero en las misiones La autorización a este proyecto le llegó el 29 de Enero en 1901, justo un año después de su milagrosa curación. En 1902 parten los primeros cuatro misioneros: dos sacerdotes y dos hermanos.
La fundación de las Misioneras de la Consolata será nueve años mas tarde, el 29 de Enero de 1910. La audiencia con el Papa Pío X, en 1909, le ayudó a ver claramente la voluntad de Dios: .Si no tienes vocación para fundar religiosas, yo te la doy. En 1913 salen el primer grupo de hermanas para las misiones.
Hoy día, los Misioneros y las Misioneras, están unidos por una misma vocación Ad Gentes, de primera evangelización, teniendo el mismo Fundador, la misma madre La Consolata- y el mismo lema: Anunciaran mi gloria a las naciones (Is 66,19).
Se definen como hombres y mujeres consagrados a Dios para la evangelización con los votos de obediencia, castidad y pobreza para: Formar comunidades eclesiales adultas; evangelizar desde el contacto personal con las familias y por medio de una promoción humana; llevar adelante un dialogo interreligioso; por medio de un trabajo de justicia y paz en los pueblos o grupos no evangelizados; y promover el espíritu misionero y las vocaciones misioneras en la Iglesia.
La Eucaristía y María Consolata son el centro de nuestra espiritualidad que se centra en:
el Espíritu de familiaEl Bto. José Allamano, resume la espiritualidad de los Misioneros y de las Misioneras de la Consolata en estas dos frases: Primero santos y después misioneros y el bien no hace ruido, y el ruido no hace bien.
el Espíritu de fe
el Espíritu de caridad
el Espíritu de sacrificio
Y en la comunión con la Iglesia local y Universal.
Si usted tiene información relevante para la canonización del Beato José, contacte a:
Rev. Francesco Pavese, IMC
Missionari della Consolata
Viale delle Mura Aurelie 11-13
00165 Roma, ITALIA
Por: . | Fuente: AcademiaHumanidades.cl
Martirologio Romano: En Perusa, de la Umbría, conmemoración del beato Nicolás Paglia (o Palea), presbítero de la Orden de Predicadores, que recibió de santo Domingo el hábito y la misión de predicar (1256).
Fecha de beatificación: Su culto fue confirmado por León XII el 26 de marzo de 1828.
Breve Biografía
Nació a finales del siglo XII en Giovinazzo, cerca de Bari (Italia). Cuando estudiaba en Bolonia fue conquistado por la palabra vibrante de santo Domingo, al que pidió ingresar en su Orden, siendo inmediatamente compañero de su predicación.
La limpieza de alma que irradiaba su rostro era un atractivo irresistible para tantos jóvenes a los que atrajo a la vida dominicana. Su palabra era agradabilísima, «gratiosissimus praedicator» según sus contemporáneos, y fue confirmada por numerosos milagros. Fue dos veces prior provincial de la provincia Romana de la Orden, que entonces comprendía desde Roma hacia el Sur de Italia y contribuyó a la fundación de numerosos conventos. Promovió especialmente el estudio de la Sagrada Escritura y de modo especial contribuyó a la compilación de las concordancias bíblicas.
Gregorio IX le encargó la visita de algunos monasterios y la predicación de la cruzada contra los sarracenos. Murió en el convento de Perusa, fundado por él, y allí fue sepultado en el año 1256.