Ártículos Más Recientes

1:43 a.m.

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net



Noviembre 12


Etimológicamente significa “ augusta”. Viene de la lengua latina.


Cuando se va teniendo la experiencia del trato profundo con los seres humanos, se da uno cuenta de que Dios mira a cada uno con una infinita ternura y una gran compasión.


Estas palabras se hicieron realidad en esta joven, nacida en 1864 y fallecida tal día como hoy del 1894.


Es una de las tantas gloria de las Hijas de la Caridad de san Vicente Paúl.


A sus 22 años floridos se consagró a Dios para servirle mejor y para ponerse a total disposición de los enfermos.


Hay de todo en la vida. No sólo va a haber matrimonios – que son santos y buenos porque Dios los ha instituido.


Y lo que son las cosas: Un enfermo al que cuidaba, la asesinó a puñaladas en el hospital del Espíritu Santo en Roma. Murió pidiendo compasión por su alma.


Estuvo su vida entera, desde que entró en la congregación en el hospital de Roma, dedicada a los niños enfermos y a los tuberculosos.


Y justo en 1894 contrajo esta enfermedad.


Prefirió quedarse en el hospital antes que irse a una casa de reposo.


Estaba feliz y dichosa con su trabajo, su acción apostólica con los enfermos, con el cuidado y atenciones a los familiares que iban a visitarlos. Era el ángel del hospital.


Nadie podía suponer que el ingrato Giuseppe Romanelli la iba a dar muerte a puñaladas a la que tantas veces atendió con amor y total gratuidad.


Ya le habían avisado las superioras que tuviera cuidado con este señor, pues la amenazaba continuamente. Sin embargo, ella permanecía impertérrita. Lo cuidaba si es posible mejor.


En el fondo, sabía lo que le esperaba. Juan Pablo II la proclamó santa en 1999.


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com


¡Felicidades a quien lleve este nombre!



1:43 a.m.

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net



Monje

Noviembre 12


Etimológicamente significa “amable”. Viene de la lengua latina.


Jesús, tomando consigo a Juan, santiago y Pedro, subió a la montaña para orar. Y ocurrió mientras oraba que el aspecto de su rostro cambió. Se formó una nube que los cubría, y de ella salió una voz que proclamaba: Este es mi Hijo, mi elegido. Escuchadlo”.


Emiliano fue monje en el siglo VI.


El santo que hoy veneramos y recordamos se llamaba Emiliano de la Cogolla o Cocola.


Nació en Castilla, en la provincia de Logroño – hoy la comunidad autónoma de la Rioja - cerca del monte llamado Cocola.


La vida de este santo español nos la cuenta otro monje, Braulio, que después sería obispo de Zaragoza.


Por ese tiempo la península ibérica estaba dominada por los Visigodos.


Su familia era pobre. Cuando cumplió los 20 años, se marchó de anacoreta.


Cuando su santidad llegó a oídos de la gente, no cesaba de hacerle visitas.


Entonces tomó la decisión de irse a otra parte que fuera inaccesible, en lo alto de una montaña.

Aquí se pasó la friolera de 40 años. El obispo de Tarazona, enterado de su virtud, lo ordenó de sacerdote.


Fue un apóstol entre la gente del campo, de donde él provenía. Su caridad era tan grande que se quedaba sin comer con tal de ver feliz al pobre.


Acusado injustamente de que robaba en la parroquia, se fue a la soledad hasta que murió en el año 574.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!



1:14 a.m.

Por: . | Fuente: www.carmelitasmisionerasteresianas.org



Religiosos y Mártires


Martirologio Romano: En Tarragona, España, Beatos Manuel Borrás Ferré Obispo Auxiliar de Tarragona, Agapito Modesto religioso lasallista y 145 compañeros, asesinados por odio a la fe. ( 1936-39)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



Natural de Castroceniza (Burgos). Nació el 28 de mayo de1911, hijo de Mateo y Brígida, labradores. Bautizado el 30 del mismo mes y año con el nombre de Julio, dándole por patrón a San Fernando III, rey de España. Recibió el sacramento de la confirmación el 30 de junio de1923.

Según el padrón de habitantes de Tarragona de 1936 figura con 10 años de residencia en el convento de Carmelitas, C/ Augusto 23, lo que situaría su ingreso en el Instituto de Hermanos Carmelitas de la Enseñanza en 1926 a los 15 años. Esta fecha es confirmada por el sacerdote Victor Subiñas, que confiesa ser el que le llevó a Tarragona como postulante en abril de ese año desde Covarrubias. Según carta de su hermano Maximiano Alameda (Madrid, 7 de junio de 1939) pertenecía al Instituto desde abril de 1928, posiblemente se considere esta fecha como su ingreso en el noviciado a los 17 años.


El H. Julio escribió desde Tarragona su última carta a su familia en junio de 1936. Estallado el alzamiento nacional el 18 de julio de 1936, la guerra civil hizo presa del suelo español. El 21 del mismo mes el H. Julio se refugió junto con los demás miembros de su comunidad menos el superior general Cosme de Ocerín, en la casa de los padres del H. Buenaventura Toldrá en Tarragona. La policía registró la casa sin consecuencias, pero el 25 de julio de 1936 se presentaron en ella seis milicianos en su busca y los llevaron presos al vapor-cárcel Río Segre, donde permanecieron cuatro meses pasando calamidades y tortura física y moral.


El 10 de noviembre de 1936 a las 10:30 de la mañana, el supuesto comandante del barco y miembro de la FAI, Juan Ballesta, junto con el miliciano Recasens, conocido con el mote El Sec de la Matinada y famoso por sus atrocidades, visitaron a los prisioneros. La indicación fue ésta: Aquí están todos. Al día siguiente un grupo de milicianos encabezados por El Sec hicieron formar en cubierta a los presos examinando detenidamente si tenían o habían tenido tonsura. Al pasar el H. Julio Alameda y ser interrogado por su estado, contestó con valentía: Soy religioso ante Dios y los hombres. Esta confesión fue como confirmar su sentencia de muerte, pero un amigo de los Hermanos Carmelitas consiguió que no los incluyeran en la lista. Al constatar que no los llamaban para formar la fila, los Hermanos, de común acuerdo, dijeron: Nosotros somos carmelitas. Y los milicianos los agruparon en la fila. El testigo don Timoteo Zanuy declaró que los oía rezar una especie de salmo. En efecto, se trataba del salmo 50: Misericordia, Dios mío por tu bondad, por tu inmensa compasión..


En la madrugada del 11 de noviembre de 1936, el H. Julio Alameda, de 25 años, era fusilado con un total de 23 personas más, religiosos, sacerdotes y seglares, en la tapia del cementerio de Torredembarra (Tarragona). Junto al estruendo de las balas se escucharon dos voces: ¡Viva Cristo Rey!. Los restos fueron inhumados en una fosa común en el cementerio de la mencionada población y allí permanecieron hasta el 14 de noviembre de 1941 en que se hizo solemne traslado a la iglesia de los Carmelitas Descalzos en Tarragona junto a los otros mártires del Carmelo Teresiano.


Integran este grupo de mártires:





1.- Manuel Borrás Ferré, Obispo Auxiliar de Tarragona

66 sacerdotes diocesanos y 2 seminaristas



2.- Magín Albaigés Escoda, sacerdote diocesano;

3.- Ramón Artiga Aragonés, sacerdote diocesano;

4.- Josep Badía Minguella, sacerdote diocesano;

5.- Joaquim Balcells Bosch, sacerdote diocesano;

6.- Pablo Bertrán Mercadé, sacerdote diocesano;

7.- Jocund Bonet Mercadé, sacerdote diocesano;

8.- Josep Bru Boronat, sacerdote diocesano;

9.- Josep María Bru Ralduà, sacerdote diocesano;

10.- Tomás Capdevila Miquel, sacerdote diocesano;

11.- Joan Ceró Cedó, sacerdote diocesano;

12.- Magín Civit Roca, sacerdote diocesano;

13.- Josep Civit Timoneda, sacerdote diocesano;

14.- Josep Colom Alsina, sacerdote diocesano;

15.- Francisco Company Torrelles, sacerdote diocesano;

16.- Lluìs Domingo Mariné, sacerdote diocesano;

17.- Jerónimo Fábregas Camí, sacerdote diocesano;

18.- Isidre Fàbregas Gils, sacerdote diocesano;

19.- Pere Farrés Valls, sacerdote diocesano;

20.- Joan Farriol Sabaté, sacerdote diocesano;

21.- Narcís Feliu Costa, sacerdote diocesano;


22.- Pau Figuerola Rovira, sacerdote diocesano;

23.- Josep Garriga Ferrer, sacerdote diocesano;

24.- Josep Gassol Montseny, seminarista;

25.- Joan Gibert Galofré, sacerdote diocesano;

26.- Pau Gili Pedrós, sacerdote diocesano;

27.- Enric Gispert Domènech, sacerdote diocesano;

28.- Josep Gomis Martorell, sacerdote diocesano;

29.- Agapito Gorgues Manresa, sacerdote diocesano;

30.- Miguel Grau Antolí, sacerdote diocesano;

31.- Agustí Ibarra Anguela, sacerdote diocesano;

32.- Lluís Janer Riba, sacerdote diocesano;

33.- Dalmau Llebaria Torné, sacerdote diocesano;

34.- Josep Mañé March; sacerdote diocesano;

35.- Ramon Martí Amenós, sacerdote diocesano;

36.- Rafael Martí Fugueras, sacerdote diocesano;

37.- Josep Masquef Ferré, sacerdote diocesano;

38.- Francesc Mercader Randé, sacerdote diocesano;

39.- Josep Mestre Escoda, sacerdote diocesano;

40.- Aleix Miquel Rossell, sacerdote diocesano;

41.- Joan Montpeó Masip, seminarista;


42.- Antoni Nogués Martí, sacerdote diocesano;

43.- Josep M. Panadés Tarré, sacerdote diocesano;

44.- Josep Padrell Navarro, sacerdote diocesano;

45.- Antoni Pedro Minguella, sacerdote diocesano;

46.- Eladi Peres Bori, sacerdote diocesano;

47.- Andreu Prats Barrufet, sacerdote diocesano;

48.- Antoni Prenafeta Soler, sacerdote diocesano;

49.- Joan Roca Vilardell, sacerdote diocesano;

50.- Pere Rofes Llauradó, sacerdote diocesano;

51.- Joan Rofes Sancho, sacerdote diocesano;

52.- Pau Roselló Borgueres, sacerdote diocesano;

53.- Josep Roselló Sans, sacerdote diocesano;

54.- Miquel Rué Gené, sacerdote diocesano;

55.- Miquel Saludes Ciuret, sacerdote diocesano;

56.- Pio Salvans Corominas, sacerdote diocesano;

57.- Josep M. Sancho Toda, sacerdote diocesano;

58.- Jaume Sanromà Solé, sacerdote diocesano;

59.- Estanislau Sans Hortoneda, sacerdote diocesano;

60.- Lluís Sans Viñas, sacerdote diocesano;

61.- Sebastià Tarragó Cabré, sacerdote diocesano;




62.- Jaume Tarragó Iglesias, sacerdote diocesano;

63.- Joan Tomàs Gibert, sacerdote diocesano;

64.- Isidre Torres Balsells, sacerdote diocesano;

65.- Joan Vernet Masip, sacerdote diocesano;

66.- Francesc Vidal Sanuy, sacerdote diocesano,

67.- Miquel Vilatimó Costa, sacerdote diocesano;

68.- Pau Virgili Monfà, sacerdote diocesano;

69.- Francesc Vives Antich, sacerdote diocesano;

2 sacerdotes y 5 religiosos claretianos





70.- Jaume Mir Vime, sacerdote claretiano;

71.- Frederíc Vila Bartolì, sacerdote claretiano;

72.- Antoni Capdevilla Balsells, religioso claretiano;

73.- Sebastián Balcells Tonijuan, religioso claretiano;

74.- Antoni Vilamassana Carulla, religioso claretiano;

75.- Pau Castellá Barberá, religioso claretiano;

76.- Andreu Felíu Bartomeu, religioso claretiano;

3 sacerdotes y 4 religiosos carmelitas descalzos





77.- Vicente Gallen Ibañez (Vicente de la Cruz), sacerdote carmelita descalzo;

78.- Felipe Arce Fernández (Elipio de Santa Rosa), sacerdote carmelita descalzo;

79.- Pedro De Eriz Eguiluz (Pedro de San Elías), sacerdote carmelita descalzo;

80.- Joan Fort Rius (Àngel de San José), religioso carmelita descalzo;

81.- Carles Barrufet Tost (Carles de Jesús María), religioso carmelita descalzo;

82.- José Alberich Lluch (José Cecilio de Jesús María), religioso carmelita descalzo;

83.- Damián Rodríguez Pablo (Damián de la Santísima Trinidad), religioso carmelita descalzo;

12 sacerdotes, 3 clérigos y 5 religiosos benedictinos





84.- Àngel Maria Rodamilans Canals, sacerdote benedictino;

85.- Joan Costa Canal (Odiló Maria), sacerdote benedictino;

86.- Josep Maria Fontseré Masdeú, sacerdote benedictino;

87.- Cipriano González Millán (Domingo), sacerdote benedictino;

88.- Joan Roca Bosch, sacerdote benedictino;

89.- Agustí Busquets Creixell (Ambrosio Maria), sacerdote benedictino;

90.- Càndid Feliu Soler (Placido Maria), sacerdote benedictino;

91.- León Alesanco Maestro (Luis Gonzaga), sacerdote benedictino;

92.- Luis Palacios Lozano, sacerdote benedictino;

93.- Josep Albareda Ramoneda (Fulgencio), sacerdote benedictino;

94.- Joan Grau Bullich (Robert), sacerdote benedictino;

95.- Pere Vallmitjana Abarca, sacerdote benedictino;

96.- Pere Vilar Espona (Narcíso Maria), clérigo benedictino;

97.- Lluis Casanovas Vila (Hildebrand Maria), clérigo benedictino;

98.- Francesc Maria De Paula Sánchez Solé, clérigo benedictino;

99.- Aleix Civil Castellví (Ildefonso), religioso benedictino;

100.- Josep Maria Jordá y Jordá, religioso benedictino;

101.- José Erausquin Aramburu (Eugenio María), religioso benedictino;

102.- Ignasi Guilà Ximenes (Emiliano María), religioso benedictino;

103.-Jaume Vendrell Olivella (Bernat), religioso benedictino;

39 religiosos lasallistas





104.- Modesto Pamplona Falguera (Agapito Modesto), religioso del Instituto de Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle (FSC);

105.- Alejandro Arraya Caballero (Alejandro Antonio), religioso de FSC La Salle;

106.- Bernabé Núñez Alonso (Alfeo Bernabé), religioso de FSC La Salle;

107.- Joan Baptista Urgell Coma (Benet Joan), religioso de FSC La Salle;

108.- Jaume Jardí Vernet (Fulbert Jaume), religioso de FSC La Salle;

109.- Pedro José Cano Cebrían (Arístides Marcos), religioso de FSC La Salle;

110.- Gabriel Albiol Plou (Justí Gabriel), religioso de FSC La Salle;

111.- Ildefonso Alberto Flos (Luis Alberto), religioso de FSC La Salle;

112.- Miguel Alberto Flos (Exuperio), religioso de FSC La Salle;

113.- Clemente Vea Balaguer (Clemente Adolfo), religioso de FSC La Salle;

114.- Patricio Gellida Llorach (Rafaél José), religioso de FSC La Salle;

115.- Fermín Gellida Cornelles (Alejandro Juan), religioso de FSC La Salle;

116.- Pascual Escuin Ferrer (Marciano Pascual), religioso de FSC La Salle;

117.- Andrés Pradas Lahoz (Andrés Sergio), religioso de FSC La Salle;

118.- Francesc Casademunt Ribas (Benild Josep), religioso de FSC La Salle;

119.- Pere Sisterna Torrent (Elm Miquel), religioso de FSC La Salle;

120.- Josep Maria Tolaguera Oliva (Faust Lluís), religioso de FSC La Salle;

121.- Josep Camprubí Corrubí (Jacint Jordi), religioso de FSC La Salle;

122.- Cesáreo España Ortiz (Eladio Vicente), religioso de FSC La Salle;

123.- Modest Godo Buscato (Anselmo Fèlix), religioso de FSC La Salle;




124.- Javier Pradas Vidal (Elías Paulino), religioso de FSC La Salle;

125.- Nicolás Rueda Barriocanal (Daniel Antonino), religioso de FSC La Salle;

126.- Manuel Mateo Calvo (Claudio José), religioso de FSC La Salle;

127.- Maximiano Fierro Pérez (Ángel Amado), religioso de FSC La Salle;

128.- Pio Ruiz De La Torre (Buenaventura Pio), religioso de FSC La Salle;

129.- Joaquim Pallerola Feu (Leonci Joaquim), religioso de FSC La Salle;

130.- Francesc Trullen Gilisbarts (Hugo Bernabé), religioso de FSC La Salle;

131.- Herman José Fernández Sáenz (Clemente Faustino), religioso de FSC La Salle;

132.- Lucas Martín Puente (Anastasio Lucas), religioso de FSC La Salle;

133.- Sebastián Obeso Alario (Honorio Sebastián), religioso de FSC La Salle;

134.- Juan Pérez Rodrigo (Nicolás Adriano), religioso de FSC La Salle;

135.- Antonio Gil Monforte (Antonio Gil), religioso de FSC La Salle:

136.- Francisco Vicente Edo (Félix Adriano), religioso de FSC La Salle;

137.- Arsenio Merino Miguel (Augusto María), religioso de FSC La Salle;

138.- Mariano Navarro Blasco (Jenaro), religioso de FSC La Salle;

139.- Josep Boschdemont Mitjavila (Gilberto De Jesús), religioso de FSC La Salle;

140.- Joan Font Taulat (Arnau Ciril), religioso de FSC La Salle;

141.- Alberto Linares De La Pinta (Alberto Joaquín), religioso de FSC La Salle;

142.- Francesc Salla Saltó (Pere Magí), religioso de FSC La Salle;

4 terciarios carmelitas de la enseñanza





143.- Julio Alameda Camarero, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);

144.- Lluís Domingo Oliva, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);

145.- Isidre Tarsá Giribets, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);

146.- Bonaventura Toldrà Rodon, Religioso Terciario Carmelita de la Enseñanza (comunidad ahora inexistente);

1 religioso capuchino





147.- Enric Salvà Menescal (Carmelo de Colomers), Religioso Capuchino.

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Por: . | Fuente: Corazones.org


Fue el Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, quien instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Es una verdad que siempre la Iglesia a profesado y por la que todo fiel está dispuesto a morir.

Cristo es rey del universo porque es Dios. El Padre lo puso todo en sus manos y debemos obedecerle en todo. No se justo apelar al amor como pretexto para ser laxo en la obediencia a Dios. En nuestra relación con Dios, la obediencia y el amor son inseparables.


El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.» -Juan 14,21


Nadie y ninguna ley esta por encima de Dios. El Pontífice León XIII enseñaba en la "Inmortale Dei" la obligación de los Estados en rendir culto público a Dios, homenajeando su soberanía universal.


Diferente a los hombres, Dios ejerce siempre su autoridad para el bien. Quien confía en Dios, quien conoce su amor no dejará de obedecerle en todo, aunque no comprenda las razones de Dios.


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Por: . | Fuente: virgenperegrinalosangeles.blogspot.com



Cofundadora del Instituto de las

Hermanas de la Misericordia de Verona


Martirologio Romano: En Verona, Italia, beata Vincenta María (Luisa) Poloni, virgen, fundadora, junto con el beato Carlos Steeb, del Instituto de Hermanas de la Misericordia de Verona, para ayuda de los afligidos, pobres y enfermos. ( 1855)

Fecha de beatificación: 21 de septiembre de 2008, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.


Etimológicamente: Vicenta = Aquella que es vencedora, es de origen latino.


Etimológicamente: María = Aquella señora bella que nos guía, es de origen hebreo.



Vicenta María Poloni, fundadora del Instituto Hermanas de la Misericordia de Verona, nacida en Verona el 26 de enero de 1802 y muerta el 11 de noviembre de 1855.

La casa donde nació Luisa (Luigia) Poloni se encuentra en el número 8 de la “Piazza delle Erbe”, donde los padres atienden un negocio de comestibles y herboristería. Su familia, sustentada por profundos principios cristianos y tocada por muchos acontecimientos dolorosos, es para Luigia el lugar más rico de estímulos y de formación. Su inteligencia práctica y concreta, su actitud reservada y amable, cualidades que la caracterizan, facilitan su disposición al servicio serio y gratuito. Desde muy joven, se entrega a los hermanos en grave necesidad y a los numerosos sobrinos que la ven como a una mamá. Tras la muerte del padre, graves problemas económicos desequilibran a la familia. Luigia entonces desarrolla y practica cualidades de manager, en la conducción y en lo administrativo de la familia, sin descuidar la asistencia como voluntaria, en la Institución del Asilo de ancianos de la ciudad. El sacerdote Carlos Steeb, su director espiritual, que la aprecia mucho y confía en sus cualidades, le dice: “Hija mía, el Señor la quiere Fundadora de un Instituto de Hermanas de la Misericordia, ninguna dificultad la atemorice o la detenga, para Dios nada es imposible”. Luigia, segura de que su camino, ya marcado por una caridad insomne, va hacia un designio que solo Dios conoce, con sencillez y confianza filial en el Padre misericordioso, contesta: “Yo soy la más incapaz de todos pero el Señor se sirve, a veces, de los instrumentos más débiles para llevar a cabo sus designios: que se cumpla su voluntad”.


El 2 de noviembre de 1840, Luigia Poloni, avalada y acompañada por el padre Carlos Steeb, inicia el Instituto de Hermanas de la Misericordia. Su servicio humilde y precioso a las personas ancianas y a los huérfanos abandonados, encuentra su más alta expresión en el servicio de Madre y Maestra de numerosas jóvenes que, imitando su ejemplo, aprenden a donar en la humildad, sencillez y caridad su vida a Dios como hermanas de la Misericordia. Luigia Poloni, que al emitir los votos religiosos toma el nombre de hermana Vicenta María, muere el 11 de noviembre de 1855, dejando como último testamento de su afecto hacia sus hermanas una sola cosa: La caridad.


Instituto Hermanas de la Misericordia de Verona, fundado el 2 de noviembre de 1840 en Verona, Italia, por el beato Carlos Steeb (su conmemoración el 15 de diciembre), y la beata Madre Vicenta María Poloni, el Instituto Hermanas de la Misericordia de Verona tiene como carisma honrar a Nuestro Señor Jesucristo, sirviéndolo corporal y espiritualmente en las personas de los pobres, niños, jóvenes, ancianos, enfermos, encarcelados y abandonados, mediante sus actividades y obras en escuelas, parroquias, hospitales, asilos para ancianos, salas de primeros auxilios en barrios necesitados, cárceles.



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Por: Mario Sgarbossa y Luigi Giovannini | Fuente: Un santo para cada d? Ediciones San Pablo



Obispo

Conocido también como San Martín Caballero


Martín de Tours es uno de aquellos hombres que han hecho hablar de sí a muchas generaciones por haber sido protagonista de episodios aptos para despertar la fantasía popular. Es frecuente la narración del episodio de San Martín que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.


SAN MART?Martín, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, en Panonia, hacia el 315. A los quince años ya vestía el uniforme militar. El episodio del manto hay que colocarlo en este periodo, porque a los 18 años recibió el bautismo y abandonó la milicia para seguir a San Hilario de Poitiers, su maestro. Después de un breve noviciado de vida eremítica en la Isle Galinaria, Martín fundo dos monasterios: Ligugé, el más antiguo de Europa, y Marmoutier, que se convertiría en un gran centro de vida religiosa.


Después del paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice, soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de vida episcopal se ganó el amor entusiasta de los pobres, de los necesitados y de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de su clero que querían vivir tranquilamente. De hecho fue acusado por un sacerdote llamado Bricio. Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no debería yo soportar a Bricio?”


Murió el 8 de noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día, el 11, se conmemora su memoria. Se puede considerar como el primer santo no mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha quedó también como punto de referencia en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de compraventas, en el mundo agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en muchas regiones de Italia y de Francia.

La mitad del manto que – según la leyenda – San Martín compartió con el pobre de Amiens, se conserva celosamente en una capilla. Al custodio de la capilla se llama “capellán”, sin ser lo, porque es el protector de la “capa” del Obispo de Tours.



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Por: O. C. Moreno | Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04


San Platón, Abad del monasterio de Simbóleon en el Monte Olimpo, en Bitinia, tenía un cuñado cuyos tres hijos fueron a establecerse en sus posesiones de Sakkoudion, cerca del Monte Olimpo, para llevar ahí vida eremítica.

El más fervoroso de los tres hermanos era el mayor de ellos, Teodoro, quien iba cumplir veintidós años. Los jóvenes persuadieron a San Platón para que renunciase al gobierno de su abadía y se encargase de gobernar a los ermitaños de Sakkoudion. Más tarde, San Teodoro fue enviado a Constantinopla para recibir la ordenación sacerdotal. El joven hizo tales progresos en la virtud y el saber, que su tío Platón le confió la dirección de la comunidad con el consentimiento unánime.


El joven emperador Constantino IV se divorció de su esposa y se casó Teódota, que era pariente de San Platón y San Teodoro. Ambos protestaron contra ese abuso. Constantino, que deseaba ganarse a Teodoro, le hizo promesas y trató especialmente bien a sus parientes. Como no obtuvo ningún resultado, Constantino fue entonces a los baños de Brusa, cerca Sakkoudion, con la esperanza de que San Teodoro fuese a hacerle una visita de cumplimiento; pero ni el abad, ni ninguno de sus monjes se presentaron a recibirle.


El emperador regresó furioso a su palacio e inmediatamente envió pelotón de soldados con órdenes de desterrar a Teodoro y a sus demás seguidores. Todos fueron desterrados a Tesalónica, donde se publicó un edicto que prohibía a los habitantes darles asilo y ayudarlos, de suerte que ni los monjes de la región se atrevieron a tenderles la mano.


San Platón, ya muy anciano, fue encerrado en una celda en Constantinopla. San Teodoro le escribió desde Tesalónica un relato del viaje, en el que le contaba las vicisitudes por las que habían atravesado él y sus compañeros y expresaba su admiración por su antiguo maestro.


El exilio sólo duró algunos meses. La forma en que terminó, es un ejemplo característico de la ambición brutal que reinaba ahí en aquélla época. En efecto, el año 797, Irene, la madre del emperador, destronó a su hijo y mandó sacarle los ojos. Irene, que reinó seis años, llamó del destierro a Teodoro y sus compañeros.


El santo regresó a Sakkoudion y reorganizó el monasterio, pero el año 799, como el monasterio era una presa fácil para los árabes, los monjes se refugiaron dentro las murallas de la ciudad.


Entonces, se confió a San Teodoro la dirección del célebre monasterio de Studios, que el cónsul Studius había construido el año 463, en un viaje que hizo de Roma a Constantinopla. Constantino Coprónimo había expulsado a los monjes, de suerte que cuando llegó San Teodoro apenas había una docena.


Bajo su gobierno, el monasterio llegó a tener un millar de habitantes, entre monjes y criados. En materia de legislación monástica, Teodoro fue quien más contribuyó a desarrollar la tradición procedente San Basilio. San Atanasio el Lauriota aplicó la legislación de San Teodoro en el Monte Athos y de ahí se extendió a Rusia, Bulgaria y Servia, donde todavía es la base de la vida monástica.


San Teodoro fomentó los estudios y las artes; la escuela de caligrafía que fundó fue famosa durante largo tiempo. Los escritos del santo constituyen una serie de sermones, instrucciones, himnos litúrgicos y tratados de ascética monástica, en los que se muestra muy moderado, si se le compara con otros orientales.


El santo dijo en cierta ocasión a un ermitaño: "No practiquéis la austeridad para satisfacer vuestro amor propio. Comed pan, bebed alguna vez, usad zapatos en invierno y comed carne cuanto os haga falta." Teodoro gobernó apaciblemente el monasterio durante ocho años, en medio del remolino de la política imperial, hasta que la cuestión del adulterio de Constantino volvió a surgir.


El emperador Nicéforo I eligió al futuro San Nicéforo, que era entonces laico, para ocupar la sede patriarcal de Constantinopla. Como San Nicéforo no había recibido las órdenes, San Teodoro, San Platón y otros monjes se opusieron al nombramiento. El emperador los tuvo presos durante veinticuatro días, al cabo de los cuales, a instancias de Nicéforo y de un reducido grupo de obispos, restituyó la jurisdicción al sacerdote José, que había sido degrado por haber bendecido el matrimonio de Constantino IV con Teódota. San Teodoro y otros se negaron a mantener la comunión con José y a aceptar la decisión de que el matrimonio había sido válido. Así pues, San Teodoro, San Platón y José (que era hermano de San Teodoro y arzobispo de Tesalónica) , fueron aprisionados en la Isla de la Princesa. Teodoro explicó el asunto por carta al Papa, y San León III le, contestó alabando su prudencia y su constancia. Los enemigos de Teodoro habían hecho correr en Roma el rumor de que este había caído en la herejía y estaba despechado por no haber sido nombrado patriarca, de suerte que San León III prefirió abstenerse de un juicio definitivo. Los monjes estuditas fueron dispersados en diferentes monasterios y muy matratados. El destierro de San Teodoro y sus compañeros duró dos años, hasta la muerte del emperador Nicéforo, ocurrida el año 811


Teodoro y el patriarca Nicéforo se reconciliaron, ya que su actitud en el doloroso problema de la veneración de las imágenes era idéntica. En nuestro artículo sobre San Nicéforo (13 de marzo) hemos dado ya ciertos detalles sobre la segunda persecución iconoclastaque tuvo lugar durante el reinado de Leo V, el Armenio. San Teodoro negó abiertamente que el emperador tuviera derecho a inmiscuirse en los asuntos eclesiásticos y, el Domingo de Ramos cuando San Nicéforo había sido ya expulsado, ordenó a sus monjes que saliesen a la calle en solemne Procesión con las sagradas imágenes, cantando un himno que comienza así: "Reverenciamos tu sagrada imagen, bendito santo." Desde ese momento, San Teodoro se convirtió en el jefe del movimiento ortodoxo. Como continuase en la defensa del culto a las imágenes, el emperador le desterró a Misia, desde donde continuó exhortando a los fieles por cartas de las que se conservan algunas. Cuando se descubrió su correspondencia, el emperador le desterró a Bonita, en la Anatolia, y mandó decir al carcelero, Nicetas, que flagelase a su víctima. Aquél vio conmovido la alegría con que San Teodoro se despojaba de su túnica y ofrecía al látigo su cuerpo consumido por los ayunos y, lleno de compasión, hizo salir de la mazmorra a todos los presentes, colocó una zalea de borrego sobre el lecho del santo y descargó sobre ella los golpes para que los oyesen los que se hallaban afuera. Finalmente, Nicetas se rasguñó los brazos para manchar con su sangre el látigo y salió a mostrarlo a los otros. San Teodoro pudo escribir más cartas a los fieles, a los patriarcas y una al Papa Pascual, a quien decía: "Escucha, obispo apostólico, pastor que Dios ha puesto para guiar el rebaño de Jesucristo: tú has recibido las llaves del Reino de los Cielos, tú eres la piedra sobre la que ha sido edificada la Iglesia, tú eres Pedro, puesto que ocupas su sede. Ven en ayuda nuestra". El Pontifice escribió a Constantinopla algunas cartas, que resultaron infructuosas.


Entonces, San Teodoro le escribió para agradecerle con estas palabras: "Tú has sido desde el principio la fuente pura de la ortodoxia, tú eres el puerto seguro de la Iglesia universal, su amparo contra las acometidas de los herejes y la ciudad de refugio que Dios nos ha dado".


San Teodoro y su fiel discípulo Nicolás, estuvieron presos en Bonita du :rante tres años. Sus sufrimientos eran indecibles: en el invierno, el frío era muy intenso; en el verano, se ahogaban de calor y padecían hambre y sed, pues los guardias sólo les echaban por una claraboya un trozo de pan cada tercer día. San Teodoro afirma que muchas veces creyó morir de hambre y añade: Pero Dios es todavía demasiado misericordioso con nosotros." Probablemente hubiesen muerto de hambre, si un oficial de la corte que visitó la cárcel por casualidad, no hubiese ordenado que se les diese bien de comer. El emperador interceptó una carta en la que el santo exhortaba a los fieles a desafiar a la infame secta de los iconoclastas, ordenó al prefecto del oriente que castigase al autor. El prefecto no se dejó ganar por la compasión, como el carcelero Nicetas y mandó azotar al monje Nicolás, a quien Teodoro había dictado la carta, y a éste le condenó a sufrir cien azotes. Después de la tortura, los verdugos dejaron al santo tirado en el suelo durante largo tiempo, expuesto a los rigores del frío de febrero. San Teodoro no pudo comer ni dormir durante muchos días y, si escapó con vida, fue gracias a Nicolás que olvidó sus propios sufrimientos, le alimentó gota a gota con una cucharita y le vendó sus heridas, no sin antes cortarle los trozos de carne infectada en las llagas. San Teodoro sufrió lo indecible durante tres meses. Antes de que estuviese totalmente restablecido, se presentó un oficial imperial con el encargado de conducirle a Esmirna, junto con Nicolás. Durante el día caminaban a marchas forzadas y, por la noche, se los encadenaba.


El arzobispo de Esmirna, que era un iconoclasta furibundo, mandó vigilar estrechamente al santo y llegó a decirle que iba a pedir que el emperador le mandase decapitar o, por lo menos, cortarle la lengua. Pero la persecución terminó el año 820 con el asesinato de quien la había provocado. El sucesor de Leo, Miguel el Tartamudo, fingió al principio suma moderación y levantó las sentencias de destierro. San Teodoro el Estudita regresó al cabo de siete años de prisión y escribió una carta de agradecimiento al emperador, exhortándole permanecer unido a Roma -la primera de las Iglesias- y a permitir el culto de las imágenes. Pero Miguel se negó a permitir el culto de las imágenes y a devolver sus cargos al patriarca, al abad de Studios y a todos los prelados ortodoxos que no estuviesen de acuerdo con esa medida. San Teodoro, después de hacer vanos intentos por convencer al emperador, partió de Constantinopla (en realidad era una forma de destierro) e hizo un recorrido por los monasterios de Bitinia para alentar y reconfortar a sus partidarios, "El invierno ha pasado ya -les decía-, pero aún no ha llegado la primavera. El cielo se despeja hay buenas esperanzas. El fuego está ya apagado, pero las cenizas humean todavía." La influencia de San Teodoro llegó a ser tan grande, que los monjes en general y los estuditas en particular se convirtieron en el baluarte de la ortodoxia. Algunos de los discípulos del santo fueron a reunirse con él en monasterio de la península de Akrita. A principios de noviembre de 826, San Teodoro enfermó ahí. Al cuarto día de su enfermedad, pudo ir hasta la iglesia a celebrar el santo sacrificio, pero el mal fue en aumento, y el santo dictó a su secretario sus últimas instrucciones. Dios le llamó a Sí el siguiente domingo 11 de noviembre. Sus restos fueron transportados al monasterio de Studios dieciocho años más tarde.


En el oriente hay gran veneración por San Teodoro el Estudita. El Matirologio Romano dice que es "famoso en toda la Iglesia". El santo merece elogio como legislador monástico, como defensor de la suprema autoridad Roma y como valiente propugnador del culto de las imágenes, por el que sufrió. San Teodoro hizo la guerra a los iconoclastas por motivos teológicos no porque considerara las imágenes como un adorno esencial de las iglesias, ya que desaprobaba absolutamente la representación pictórica de los vicios, de las virtudes y otros "excesos injustificados de la fantasía religiosa". Por otra parite, no creía que la devoción a las imágenes fuese absolutamente necesaria (él mismo parece haberla practicado muy poco), sino sólo una ayuda para los "hermanos más débiles". En sus instrucciones sobre la oración habla de la unión de mente y el corazón con Dios sin la ayuda exterior de las imágenes. Pero comprendía claramente que negar la validez del culto a las imágenes, equivalía negar la validez de ciertos principios teológicos esenciales. Se conservan muchos escritos de San Teodoro, entre los que hay cartas, tratados sobre la vida monástica y el culto de las imágenes, sermones y cierto número de himnos. Dichos escritos reflejan su integridad y despego del mundo, que rayan en ese puritanismo que caracterizó a muchos de sus discípulos y que en algunos de sus sucesores llegó a extremos que turbaron la paz de la Iglesia.


En PG., vol. XCIX, hay dos biografías de San Teodoro y otros documentos relerentes a él, así como sus escritos. Su vida estuvo tan íntimamente relacionada con las controversias de la época que, para comprenderla, hay que referirse a las obras de historia general de Iglesia. Véase Pargoire, L´Eglise Byzantine de 527 a 874 (1923); Hefele-Leclercq, Histoire des Concites, particularmente lib. 18, vol. III, pte. 2; Mons. Mann, Lives of the Popes vol. II, pp. 795-858; y Bréhier, La Querelle des lmages (1904). Entre las obras más directamente relacionadas con San Teodoro, mencionaremos a J. Hausherr, St Théodore.,. d´apres ses catécheses (1926), en la colección Orientalia Christiana, n. 22; Alice Gardner Teodore of Studium (1905); H. Martin, St Théodore (1906); Dobschütz, Methodius una Studiten, en Byzantinische Zeitschrilt, vol. XVIII (1909), pp. 41-105; y G. A. Schn´ Der hl. Theodor van Studion (1900). En Analecta Bollandiana hay varios artículos San Teodoro. El P. C. Van de Vorst publicó por primera vez el elogio del santo Teófanes (vol. XXXI, 1912) y otro texto griego sobre la traslación de sus reliquias ( XXXII), así como un estudio de sus relaciones con Roma y otro sobre el "catecismo breve de San Teodoro (vol. XXXIlI). Véase también en DAR., el artículo sobre la actitud del santo en la controversia iconoclasta (vol. VII, cc. 272-284). El príncipe Max de Sajonia publicó una excelente semblanza de tipo popular, titulada Der hl. Theodor (1929); y cf. N. H. Baynes y C. L. B. Moss, Brzantium (1948).



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Por: Carmen Elena Villa (Zenit.org) || Bernhard Groten (luebeckermaertyrer) | Fuente: Zenit.org || LuebeckerMaertyrer.de



Sacerdotes y Márires


Martirologio Romano: En Hamburgo, Alemania, beato Johannes Prassek, y dos compañeros, todos sacerdotes diocesanos, que por enfrentarse a un régimen contrario a la dignidad humana y a la religión, fueron encarcelados y luego asesinados por odio a la fe. ( 1943)


Fecha de beatificación: 25 de junio de 2011, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI



En Lübeck, ciudad costera del Mar Báltico alemán, cuatro religiosos formaron en 1941 el único grupo ecuménico de resistencia al Tercer Reich que se ha conocido, se trata de tres sacerdotes católicos y de un pastor protestante, juzgados por el “Tribunal del Pueblo” (Volksgerichtshof) fueron condenados a muerte y ejecutados el 10 de Noviembre de 1943 en la guillotina.

Johannes Prassek, Eduard Müller, Hermann Lange y Karl Friedrich Stellbrink (pastor de la Iglesia Evangélica Luterana del Estado de Lübeck, misma que posteriormente fue integrada a la Iglesia Luterana del Norte de Elba), por caminos individuales y diferentes, llegaron a colisionar con el régimen nazi. Sin embargo, los cuatro, algo tenían en común: No se dejaron amedrentar ni por sus superiores eclesiásticos, ni por los poderosos del régimen. Sólo se dejaron llevar por la fe y sus consciencias. Compartían la misma admiración por el Obispo de Münster, Clemens August Graf von Galen. Con extraordinaria valentía informaron a los feligreses de sus parroquias del contenido de los sermones y cartas pastorales del obispo, denunciando la ideología y los programas de eutanasia del régimen nazi. También sugirieron a sus feligreses de confianza, la escucha de emisoras enemigas “Feindsender”.


Los cuatro religiosos se sentían muy unidos. El mutuo aprecio y estímulo fue muy importante, ante todo para el pastor Stellbrink, que se había quedado totalmente aislado dentro de su Iglesia Evangélica Regional, simpatizante del nazismo. Sin este lazo de amistad que superó todas las diferencias confesionales, seguramente este grupo de resistencia no hubiera podido mantenerse unido hasta el final.


El primero que cayó en las redes de la Gestapo fue el Pastor Stellbrink. En la noche anterior al Domingo de Ramos de 1942, Lübeck sufrió un bombardeo devastador por la Royal-Air-Force. Gran parte de la ciudad quedó destruida por las llamas. A los pocos días fue detenido "para su protección" (Schutzhaft) por la Gestapo.


Pocos días después de este arresto, fueron también detenidos los tres sacerdotes. Y con ellos, 18 laicos, la mayoría católicos.


Después de un año de detención preventiva, en unas condiciones de salud ruinosas, fueron juzgados por el Segundo Senado del “Tribunal del Pueblo” que dictó la sentencia de muerte "debido a la desmoralización del ejército en conexión con el amedrentamiento de parte del enemigo considerado traición al país y el delito de escuchar radios del enemigo".


Johannes Prassek: prisionero por decir la verdad


El día que fue ordenado sacerdote, se definió como "la persona más feliz". El padre Prassek nació hace 100 años en Hamburgo. Estudió en la universidad de los Jesuitas St. Georgen en Frankfurt. En 1935 entró al seminario mayor de Osnabrück y dos años más tarde recibió el sacramento del orden.


Su primera misión fue la de vicario de Wittenburg en Meclenburgo y en 1939 pasó a ser vicario de la comunidad de Herz-Jesu en Lübeck y luego fue nombrado capellán.


Pronto se ganó el cariño de sus fieles: "Prassek atraía hacia él a las personas difíciles y extrañas, desfavorecidas y oprimidas", dice el postulador de la causa (Ab. Andrea Ambrosi). "Su pastoral lo comprometía hasta el límite de su capacidad física y psíquica", comenta.


Rápidamente fue conocido por su fama de predicador: "Sus impresionantes homilías dominicales no sólo atraían a numerosos fieles, sino también a los espías de la Gestapo", reconoce el postulador.


Algunos amigos le hablaban sobre las críticas que hacía, le advertían que quizás podrían ser demasiado imprudentes contra la ideología nacional socialista pero Prassek no se dejó influenciar, pensaba que debía decir la verdad.


El padre Prassek, además de sus críticas se dedicó a estudiar polaco para ayudar a los que estaban forzados a ir a Lübeck.


En 1941 conoció un joven pastor protestante con quien tuvo gran afinidad y quien le mostró su anhelo de conocer la fe católica. Sin embargo este hombre resultó siendo un espía de la Gestapo y la información que consiguió fue clave para que el padre Johhanes fuese arrestado el 18 de mayo de 1942.


Así, fue llevado al edificio de Burgkloster (hoy museo que lleva el mismo nombre). Esperó más de un año para ser procesado en condiciones infrahumanas de hambre y frío, que lo afectaron gravemente, pues tenía una enfermedad estomacal. Durante ese tiempo escribió numerosas cartas.


A pesar del duro período de prisión y de la perspectiva de la propia ejecución, Prassek no perdió su conciencia de fe, su cordialidad volcada a consolar a los compañeros de prisión.


El día de su ejecución le permitieron escribir una carta de despedida a sus familiares, la cual fue destruida después por las duras palabras contra el régimen nacional – socialista. "La guillotina puso fin a la agonía soportada con valentía y fe", dice el postulador.


Hermann Lange, gran intelectual y mártir


El abogado Ambrosí lo define como un "sacerdote muy erudito e intelectual no sólo en cuestiones teológicas".


Nació en 1912 en Frisia oriental. Formó parte de una asociación católica juvenil denominada Nueva Alemania.


Era un fiel seguidor del escritor Romano Guardini, cuya obra lo influenció notablemente. Estudió en 1931 en la facultad de teología en la universidad de Münster. Luego entró al seminario mayor de Osnabrück.


Se ordenó sacerdote en 1938. En Junio 1939 comenzó su labor pastoral en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Lübeck, donde sus homilías preparadas en modo absolutamente preciso. Era un sacerdote decidido, gentil y de sentimientos nobles -desde el punto de vista humano- era perfectamente íntegro.


Sobresalía por su gran sensibilidad, humanidad y preparación teológica. Era un gran opositor del nacional – socialismo.


En ese entonces tuvo un diálogo con un joven soldado que servía a este régimen. Lange le dijo claramente que un cristiano no podía estar con los alemanes en la guerra.


Difundía sin miedo sus escritos en contra del Régimen y en 1942, cuando Lübek sufrió los primeros bombardeos, sin importar el riesgo que corría su vida se preocupó de que sus feligreses estuvieran a salvo.


Fue arrestado el 16 de junio de 1942 por la Gestapo. "El segundo senado del tribunal popular lo condenó a muerte junto con otros sacerdotes por disgregación del potencial militar, por apoyo al enemigo con traición a la patria y por delitos radiofónicos", explica Ambrosi, pues en un programa de radio difundían las ideas contra el régimen.


El postulador destacó así la "compostura admirable" que tuvo el padre Lange en prisión. Compartió la celda con el pastor Stellbrink, a quien, según varios testigos trató "como a un hermano".


Sus cartas testimonian una admirable sumisión a lo que Dios permitiera y una profundidad religiosa: "Cuando recibáis esta carta ya no estaré más en el mundo de los vivos", escribió a sus padres el día de su condena.


"Hoy será el gran retorno al Reino del Padre, y luego veré a todos aquellos que estuvieron cerca a mí en la tierra", expresó.


Sobre esta carta, el escritor alemán Thomas Mann (1875 - 1955), premio nobel de literatura en 1929, dijo que se trata "del testimonio más bello por el don de la fe cristiano – católica".


Eduard Müller y la santidad en las cosas sencillas


De este grupo de mártires, él fue quien tuvo una juventud más difícil. Nació en agosto de 1911 en el seno de una familia humilde. Estudió en la escuela católica de Neumünster. Era el menor de siete hijos y su padre abandonó su familia. Fue monaguillo y después carpintero. Desde pequeño mostró su deseo de ser sacerdote.


Gracias al apoyo de unos bienhechores de la parroquia pudo concluir sus estudios secundarios y luego estudió teología católica en Münster.


En 1940 fue ordenado sacerdote en Osnabrück. Trabajó en la parroquia del Sagrado Corazón de Lübeck.


"Su modo de ser calmado, gentil y no autoritario fue muy estimado por los testigos de aquella época", dice el abogado Ambrosi.


Particularmente célebre fue su capacidad de identificación con la vida de los trabajadores, artesanos, de hecho no era difícil para él identificarse porque provenía de este ambiente al cual estuvo siempre unido.


De los mártires en Lubek era el menos político. Aún así fue arrestado en julio de 1942.


Después de ser condenado a muerte escribió: "Tengo la esperanza de que no seré nunca defraudado, más bien, con toda franqueza como siempre, también ahora Cristo será glorificado con mi amor, tanto en la vida como en la muerte".


Estos tres beatos, junto al pastor Stellbrink, fueron asesinados con un intervalo de sólo tres minutos. Supieron derramar su sangre dando sus vidas como sacrificio supremo del amor de Cristo.



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Abad

Mayo 5


El siglo VII es, sin ninguna clase de duda, el siglo de oro, en la comunidad cristiana de Mérida. Consecuentemente la vida monástica fue floreciente: cuna de futuros prelados y cantera de santos. En tiempos del rey Leovigildo, vino de las regiones del África a la provincia de Lusitania un abad por nombre Nancto. Fray Justo Pérez de Urgel amplía noticias sobre este personaje y su monasterio. Por el libro de "Las Vidas de los Santos Padres de Mérida" sabemos de su vida monástica: por una parte, su aislamiento del mundo, en especial de las mujeres, como revela el encuentro a través del diácono Redempto en la Basílica eulaliense con la piadosa y noble viuda, llamada Eusebia, tras mucho rogarle; por otra, su retirada a un lugar desértico con unos pocos hermanos. Empezó a brillar por su fama de santidad debido a sus muchas virtudes. El calendario español de Sainz de Baranda lo incluye entre los santos.



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Ermitaño


Martirologio Romano: En la aldea de Foro, en el Piamonte (Italia), san Baudelino, ermitaño (s. VIII).

Nacido en la nobleza, donó toda su fortuna a los pobres y vivió como un ermitaño en una cabaña en las orillas del río Tanaro.


Dios le otorgó los dones la profecía y la clarividencia; animales salvajes se acostumbraron a ir a su choza para oirle hablar de Dios.


Una leyenda, cuenta que por el año 1174 un campesino luego de pedirle ayuda al protector de la ciudad, alimentó a una vaca con el último grano que quedaba y luego la llevó fuera de las murallas hasta encontrar al ejecito enemigo. Las fuerzas imperiales lo capturaron y la vaca fue sacrificada para cocinarla. Cuando los imperiales encontraron el estómago de la vaca lleno de grano, preguntaron a Gagliaudo el motivo de alimentar al animal con tan codiciado alimento. respondió que se había visto forzado a hacerlo, ya que había tanto cereal acumulado, que no había más sitio donde guardarlo en la ciudad. El Emperador, temiendo que el asedio se prolongara demasiado, lo dio por terminado, y la ciudad se salvó.


Muchas historias giran en torno a él, algunas de ellas indican que fue nombrado Obispo.


Murió por causas naturales hacia el año 740



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Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com



Obispo


Martirologio Romano: En Canterbury, en Inglaterra, san Justo, obispo, enviado a esta isla por el papa san Gregorio I Magno juntamente con otros monjes, para ayudar a san Agustín en la evangelización de Inglaterra, aceptando más tarde el episcopado de esta sede (627).

Etimología: Justo = Aquel que es justo, honrado, integro y probo, es de origien latino


San Justo formaba parte del grupo de misioneros que el Papa San Gregorio Magno envió el año 601 a ayudar a San Agustín en Inglaterra.


Dados sus méritos, tres años después San Agustín lo consagró primer obispo de Rochester.


El rey Etelberto construyó allí una iglesia dedicada a San Andrés, porque los misioneros romanos venían de la iglesia de San Andrés de la Colina Coeli.


Cuando San Lorenzo sucedió a San Agustín en la sede de Canterbury, San Justo escribió junto con él y con San Melitón de Londres una carta a los obispos y abades irlandeses, invitándolos a adoptar ciertas costumbres romanas.


Dichos santos escribieron otra semejante a los británicos cristianos. A propósito de esta última, dice irónicamente Beda: "Todavía puede verse lo que en realidad consiguieron con eso".


En el año 616. después de la muerte del rey Etelberto, se desató una reacción de los paganos en Kent y entre los sajones del este.


Viendo eso, San Lorenzo, San Justo y San Melitón, decidieron retirarse algún tiempo, pues no podían hacer ningún bien en tanto que durase la oposición de los príncipes paganos.


San Justo y San Melitón partieron a la Galia. Un año más tarde, San Justo volvió a Inglaterra, ya que San Lorenzo, movido por una aparición de San Pedro, había conseguido convertir al rey Edbaldo de Kent.


San Justo fue elegido arzobispo de Canterbury el año 624.


El Papa Bonifacio V le envió el palio, junto con una carta en la que le delegaba el derecho patriarcal de consagrar obispos para Inglaterra. En dicha carta, el Pontífice deja ver la estima que profesaba a Sam Justo, pues habla de la "perfección a que ha llegado vuestra obra", de la promesa de Dios de estar con quienes le sirven fielmente ("su misericordia se ha complacido en manifestar particularmente en vuestro ministerio el cumplimiento de esa promesa") y de la "gran paciencia" de San Justo.


La carta concluye de esta manera: "Así pues, hermano mío, debéis esforzaros por conservar con perfecta lealtad lo que la Santa Sede os ha confiado, en prenda de lo cual os enviamos este símbolo de autoridad (es decir, el palio) para que lo llevéis sobre los hombros... Que Dios os guarde, queridísimo hermano".


San Justo murió poco después. Antes de morir, consagró a San Paulino y le mandó acompañar a Etelburga de Kent cuando ésta partió al norte a contraer matrimonio con el rey Edwino de Nortumbría, que era pagano. Como lo hace notar Beda, esa alianza fue la ocasión para que el país abrazara la fe". La diócesis de Southwark celebra la fiesta de San Justo.



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