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Rosa de Lima, Santa
Rosa de Lima, Santa

Patrona de Perú, América y las Filipinas

Agosto 30




Etimológicamente significa” rosa, jardín florido”. Viene de la lengua latina.


La primera mujer declarada santa de todo el continente americano


El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.


Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.


En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe.


Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas".


Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al oír a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.


Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:


Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.


A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.


Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta.


Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión.


Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".-


Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.


Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.


Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-


Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".


Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.


Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo


Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.


Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica.


Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración.


Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.


Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".


Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente.


Santa Rosa de Lima


Himno


Cuando, Señor, en quieta lotananza


Se encienden los fulgores de este día,


No dejes avivar nuestra esperanza,


Atiende al corazón que en ti confía.


Van a pasar por manos laboriosas


Los granos de un rosario de ilusiones,


Acógelas, Señor, que son hermosas,


Amor y don de nuestros corazones.


Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,


Vivir para el Señor, para el Amado,


Fue el ansia de tu amor, gracia divina,


Llevada de su fuerza y de su mano.


No olvides los que vamos de camino


Siguiendo en el desierto tus pisadas,


Aboga ante el Señor favor divino,


Seguir como seguiste sus llamadas.


Proclamen nuestros labios la grandeza


Del Padre qu en el Hijo nos dio gozo,


Y, siendo nuestra herencia la pobreza,


Nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén


ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA


Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú", encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias.


Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús. Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando tu cuerpo... Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


ORACIÓN


Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de vuestras virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección acudimos para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón desprendido de las vanidades del mundo y lleno de amor divino.


¡Oh flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros las bendiciones del Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo cristiano las tinieblas de los errores para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe y para que Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de todos los hombres y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. Amén.


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Martirologio Romano: En Todi, de la Umbría, san Felipe Benizi, presbítero de Florencia, varón de gran humildad y propagador de la Orden de los Siervos de María, que consideraba a Cristo crucificado su único libro (1285).

El hijo más ilustre y el más ardiente propagador de la congregación de los servitas en Italia nació en el seno de una noble familia de Florencia el 15 de agosto de 1233. A los 13 años fue a vivir a París a estudiar medicina. De París pasó a Padua donde a los 19 años obtuvo el grado de doctor en medicina y filosofía, regresando a su ciudad natal y ejerciendo por un año su profesión. Durante ese tiempo, estudió las Sagradas Escrituras y, frecuentaba las iglesias de su ciudad natal, especialmente La Anunciata, que estaba a cargo de la Orden de los Servitas (siervos de María), así llamados por la gran devoción que tenían a nuestra Señora, que allí era particularmente reverenciada.


Una epístola de la semana de pascua refiere que uno de los discípulos y diácono de la primitiva comunidad de Jerusalén, llamado FeIipe, recibió de Dios el encargo de acercarse al carruaje del mayordomo de la reina de Etiopía e intentar convertirla a la fe católica. Dijo el Espíritu Santo: "Acércate y sube a este carro".


Pues bien, estando Felipe Benicio, el l6 de abril de 1254, jueves de pascua, oyendo la misa conventual en la cercana ciudad de Fiésole, al proclamarse aquellas palabras: "Felipe, acércate y sube a este carro", tomadas de los Hechos de los apóstoles, interpretó que iban dirigidas a él. Y después en su casa, orando, tuvo una visión en medio de un éxtasis: vio venir a su encuentro a la Virgen, Madre de Dios, quien mostrándole el hábito negro de los servitas, le sonrió diciéndole: "Felipe, acércate y sube a este carro". Comprendió entonces que la reina del cielo lo invitaba a ponerse bajo su protección.


Ocultando su condición de noble y su profesión, Felipe pidió la admisión en Monte Senario y recibió de manos de San Bonfilio el hábito de los hermanos lego. Los superiores le ordenaron trabajar en el huerto, pedir limosna y algunas faenas duras y difíciles del campo. El santo se entregó por completo a dichas labores, orando incansablemente durante todas ellas. En 1258 fue enviado al convento de Siena, y durante el camino intervino en una polémica discusión sobre los dogmas de la fe, en la cual Felipe supo intervenir brillantemente aclarando y dando el verdadero sentido sobre lo dicho. Dos miembros de su congregación, que viajaban con él, dieron cuenta al prior general, quien al constatar la sabiduría del santo, lo ordenó sacerdote, y en 1262, fue nombrado maestro de novicios del convento de Siena, y Vicario asistente del prior general. En 1267, por voto unánime, el santo fue elegido prior general de la orden religiosa. Como primera labor, visitó todos los conventos de la orden que estaban en el norte de Italia invitando a las gentes a convertirse y someterse a la protección de la Virgen Madre. Luego, y al finalizar un intenso y largo retiro espiritual, San Felipe decidió visitar los conventos de Alemania y Francia.


En el Concilio de Lyon, San Felipe impresionó a todos por su sabiduría y don de las lenguas, don que fue utilizado por el santo para la conversión de los pecadores y reconciliación de los cismáticos de muchos lugares del mundo a donde iba a predicar el Evangelio; sin embargo, toda su fama no era suficiente para obtener la aprobación pontificia para la Orden de los Siervos de María.


En 1284, San Alejo puso bajo la dirección de San Felipe a su sobrina Santa Juliana, la cual fundó la tercera orden de las Siervas de María. El santo se encargó también de enviar a los primeros misioneros servitas al oriente, algunos de ellos, derramaron su sangre por mantenerse firmes en su fe a Cristo.


Cuando comprendió que se acercaba la hora de su muerte, en el año 1285, San Felipe decidió retirarse descansar al convento más sencillo y humilde de la orden religiosa, donde pasó sus últimos días, orando y postrado ante la imagen de la Virgen María. Falleció durante el angelus vespertino, y en 1761 fue canonizado. Su fiesta fue extendida a toda la Iglesia occidental en 1694.



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Se sabe que esta santa fue del País de Gales. Llevada por la transparencia que siempre da el Evangelio a quien se deja llevar por la vida que encierra, escala la santidad. Es lo que le ocurrió a Tidfil.

Es la patrona de Merthyr (Mid Glamorgan). En este bello y pintoresco lugar, se encuentran sus restos. El pueblo apenas ella murió, allá por el año 480, comenzó de inmediato a darle culto, a venerarla como una santa mártir.


La leyenda dice que era hija de Brycham. Llevaba una vida apostólica ejemplar y digna de una profunda discípula de Jesucristo. Todo lo que no fuera la figura del Señor, lo consideraba como algo vano y sin ninguna importancia.


Dada su entrega al apostolado y su dedicación a misionar entre los habitantes de su región, los paganos – que eran abundantes – veían con malos ojos que esta chica se dedicara a hablar del Dios verdadero y tuviera en menosprecio los dioses a los que ellos le tributaban el culto debido.


Irritados hasta más no poder, tomaron la decisión de acabar con su vida. Y efectivamente, uno de ellos le dio muerte de forma brutal y salvaje.


La enterraron en el lugar de donde es patrona. Se dice y se cuenta que fueron los paganos británicos quienes la llevaron al cielo. No hay muchos datos de ella, pero lo cierto es su fiesta se celebra hoy.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com



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Martirologio Romano: En España, Andrés de Palazuelo (en el siglo: Miguel Francisco González González), Sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos y 31 Compañeros; asesinados por odio a la Fe. ( 1936)

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.



El Hermano Gabriel nació el 10 de agosto de 1880, en Aróstegui (Navarra). Tenía cuatro hermanos, Sus padres lo bautizaron como Lorenzo, pero eligió Gabriel para ingresar en el convento de los Hermanos Capuchinos de Monte Hano (Santander), donde el 31 de diciembre de 1910, vistió el hábito, y dos años más tarde hizo la profesión de fe.Luego fue destinado al convento de El Pardo (Madrid), donde, después de vivir grandes tormentos a causa de su fe, fue asesinado.

El 21 de julio de 1936, los milicianos asaltaron el convento. La excusa era acusar a los religiosos de posesión de armas. Los religiosos intentaron huir, entre ellos el H. Gabriel, quien saltó por las tapias de la huerta para huir, pero, apenas puso los pies en tierra, fue detenido por los milicianos.


Después de insultarlo y maltratarlo, bajo amenaza de muerte, le exigieron blasfemar, “si no lo hacía le matarían allí mismo”.El religioso fiel a su fe dio un no por respuesta: “Hagan de mí lo que quieran; mátenme, pero yo no blasfemo”.


“Aquí comenzó su martirio y aquí también su clara y valiente confesión de fe”, explica el postulador.


Unos días más tarde, el 25 de julio, fue puesto en libertad y se escondió en casa de unos amigos.


Diez días después, los milicianos lo encontraron y fue juzgado por un comité en el pueblo que lo sentenció a la muerte. Sin embargo, un guardia decidió que no se procediese a la ejecución y lo liberaron por segunda vez.


Gabriel volvió a su trabajo en el colegio del convento, siempre vigilado por milicianos con fusil. El 23 de agosto de ese mismo año, 1936, después de sus faenas, un miliciano lo invitó a salir. Apenas atravesó la puerta, tres milicianos del pueblo, dispararon contra él. Murió desangrado y su cuerpo fue enterrado en una fosa común que aún no ha sido localizada.


El 28 de marzo de 2013 S.S. Francisco firmó el decreto reconociemdo el martirio de este grupo de mártires lo cual permitirá su próxima beatificación que se realizará, Dios mediante, el 13 de octubre de 2013.


Este grupo de mártires está integrado por:


1. ANDRÉS DE PALAZUELO, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: MIGUEL FRANCISCO GONZÁLEZ-DÍEZ GONZÁLEZ-NÚÑEZ

nacimiento: 08 Mayo 1883 en Palazuelo de Torío, León (España)

martirio: 31 Julio 1936 en Pradera San Isidro, Madrid (España)


2. FERNANDO DE SANTIAGO, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: FERNANDO OLMEDO REGUERA

nacimiento: 10 Enero 1873 en Santiago de Compostela, La Coruña (España)

martirio: 02 Agosto 1936 en Cuartel de la Montaña, Madrid (España)


3. LUIS DE VALENCINA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: GERONIMO LIMÓN MÁRQUEZ

nacimiento: 27 Marzo 1885 en Valencina del Alcor (ahora Valencina de la Concepción), Sevilla (España)

martirio: 03 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


4. ÁNGEL DE CAÑETE LA REAL, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: JOSÉ GONZÁLEZ RAMOS CAMPOS

nacimiento: 24 Febrero 1879 en Cañete la Real, Málaga (España)

martirio: 06 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


5. GIL DE PUERTO DE SANTA MARÍA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: ANDRÉS SOTO CARRERA

nacimiento: 29 June 1883 en Puerto de Santa María, Sevilla (España)

martirio: 06 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


6. IGNACIO DE GALDÁCANO, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: JOSÉ MARÍA RECALDE MAGÚREGUI

nacimiento: 07 Febrero 1912 en Galdácano, Vitoria (España)

martirio: 06 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


7. JOSÉ DE CHAUCHINA, diacono profeso, Capuchino

en el siglo: ALEJANDRO CASARE MENÉNDEZ

nacimiento: 24 Febrero 1897 en Chauchina, Granada (España)

martirio: 06 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


8. CRISPÍN DE CUEVAS DE SAN MARCOS, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: JUAN SILVERIO PÉREZ RUANO

nacimiento: 27 Diciembre 1875 en Cuevas de San Marcos, Málaga (España)

martirio: 06 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


9. PACIFICO DE RONDA, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: RAFAÉL SEVERIANO RODRÍGUEZ NAVARRO

nacimiento: 08 Noviembre 1882 en Ronda, Málaga (España)

martirio: 07 Agosto 1936 en Antequera, Málaga (España)


10. BERARDO DE VISANTOÑA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: JOAQUÍN FRADE EIRAS

nacimiento: 05 Abril 1878 en Visantoña, Lugo (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Jove, Asturias (España)


11. ILDEFONSO DE ARMELLADA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: SEGUNDO PÉREZ ARIAS

nacimiento: 02 Mayo 1874 en Armellada, León (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Jove, Asturias (España)


12. ARCÁNGEL DE VALDAVIDA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: ÁNGEL DE LA RED PÉREZ

nacimiento: 26 Febrero 1882 en Valdavida, León (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Jove, Asturias (España)


13. ALEJO DE TERRADILLOS, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: BASILIO GONZÁLEZ HERRERO

nacimiento: 14 June 1874 en Terradillos, León (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Jove, Asturias (España)


14. EUSEBIO DE SALUDES, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: EZEQUIEL PRIETO OTERO

nacimiento: 19 Febrero 1885 en Saludes, León (España)

martirio: 14 Agosto 1936 en Jove, Asturias (España)


15. ALEJANDRO DE SOBRADILLO, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: JUAN FRANCISCO BARAHONA MARTÍN

nacimiento: 10 Enero 1902 en Sobradillo, Salamanca (España)

martirio: 15 Agosto 1936 en Madrid (España)


16. AURELIO DE OCEJO, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: FACUNDO ESCANCIANO TEJERINA

nacimiento: 04 Febrero 1881 en Ocejo, León (España)

martirio: 17 Agosto 1936 en Madrid (España)


17. JOSÉ MARÍA DE MANILA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: EUGENIO SANZ-OROZCO MORTERA

nacimiento: 05 Septiembre 1880 en Manila (Filipinas)

martirio: 17 Agosto 1936 en Cuartel de la Montaña, Madrid (España)


18. GABRIEL DE ARÓSTEGUI, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: LORENZO ILARREGUI GOÑI

nacimiento: 10 Agosto 1880 en Aróstegui, Pamplona (España)

martirio: 23 Agosto 1936 en El Pardo, Madrid (España)


19. GREGORIO DE LA MATA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: QUIRINO DÍEZ DEL BLANCO

nacimiento: 25 Marzo 1889 en La Mata de Monteagudo, León (España)

martirio: 27 Agosto 1936 en Madrid (España)


20. SATURNINO DE BILBAO, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: EMILIO SERRANO LIZARRALDE

nacimiento: 25 Mayo 1910 en Bilbao, Vizcaya (España)

martirio: 26 Agosto 1936 en Madrid (España)


21. EUSTAQUIO DE VILLAQUITE, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: BERNARDO CEMBRANOS NISTAL

nacimiento: 20 Agosto 1903 en Villaquite, León (España)

martirio: 31 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)


22. DOMITILO DE AYOÓ, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: FELIPE LLAMAS BARRERO

nacimiento: 03 Septiembre 1907 en Ayoó de Vidriales, Zamora (España)

martirio: 06 Septiembre 1936 en Peón cemeterio, Gijón, Asturias (España)


23. NORBERTO CEMBRANOS DE LA VERDURA, oblato Capuchino

nacimiento: 06 June 1891 en Villalquite, León (España)

martirio: 23 Septiembre 1936 en Madrid (España)


24. ELOY DE ORIHUELA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: ANDRÉS FRANCISCO SIMÓN GÓMEZ

nacimiento: 30 Noviembre 1876 en Orihuela, Alicante (España)

martirio: 07 Noviembre 1936 en Crevillente, Alicante (España)


25. RAMIRO DE SOBRADILLO, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: JOSÉ PÉREZ GONZÁLEZ

nacimiento: 05 Enero 1907 en Sobradillo, Salamanca (España)

martirio: 27 Noviembre 1936 en Paracuellos de Jarama, Madrid (España)


26. HONORIO DE ORIHUELA, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: RAMÓN JUAN COSTA

nacimiento: 23 Noviembre 1888 en Orihuela, Alicante (España)

martirio: 30 Noviembre 1936 en Elche, Alicante (España)


27. JUAN CRISÓSTOMO DE GATA DE GORGOS, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: IGNACIO CASELLES GARCÍA

nacimiento: 18 Noviembre 1874 en Gata de Gorgos, Alicante (España)

martirio: 24 Diciembre 1936 en Orihuela, Alicante (España)


28. AMBROSIO DE SANTIBÁÑEZ, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: ALEJO PAN LÓPEZ

nacimiento: 24 Octubre 1888 en Santibáñez de la Isla, León (España)

martirio: 27 Diciembre 1936 en Santander, Cantabria (España)


29. MIGUEL DE GRAJAL, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: APRONIANO DE FELIPE GONZÁLEZ

nacimiento: 02 Febrero 1898 en Grajal de Campos, León (España)


30. DIEGO DE GUADILLA, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: JACINTO GUTIÉRREZ TERCIADO

nacimiento: 03 Julio 1909 en Guadilla, Burgos (España)

martirio: 29 Diciembre 1936 en el cruce Santoña-Escalante, Cantabria (España)


31. CARLOS DE ALCUBILLA DE NOGALES, sacerdote profeso, Capuchino

en el siglo: PABLO MERILLAS FERNÁNDEZ

nacimiento: 17 Julio 1902 en Alcubilla de Nogales, Zaragoza (España)

martirio: 14 Enero 1937 en El Escorial, Madrid (España)


32. PRIMITIVO DE VILLAMIZAR, religioso profeso, Capuchino

en el siglo: LUCINIO FONTANIL MEDINA

nacimiento: 12 Febrero 1884 en Villamizar, León (España)

martirio: 19 Mayo 1937 en Madrid (España)



11:17 p.m.
Ladislao Findysz nace en Krościenko Niżne cerca de Krosno (Polonia) el 13 de diciembre de 1907 de Estanislao Findysz y Apolonia Rachwal, campesinos de antigua tradición católica. Al día siguiente, 14 de diciembre de 1907, nace a la vida de Gracia en la Iglesia parroquial de la Stma. Trinidad en Krosno.

En el año 1919 termina la Escuela Primaria, bajo la dirección de las Hermanas Felicianas (CSSF) en Krościenko Niżne e inicia los estudios de Secundaria en el Liceo Estatal. En esta época, de joven estudiante, entra en la Congregación Mariana. En mayo de 1927 realiza los exámenes de madurez y participa en un retiro espiritual para estudiantes. En el otoño de 1927 llega a Przemyśl, ingresa en el Seminario Mayor y comienza los estudios filosófico-teológicos en el mismo. Su formación sacerdotal tiene lugar bajo la guía del Rector, el Beato Juan Balicki. Como culminación de la misma recibe la ordenación sacerdotal el 19 el junio de 1932 en la Catedral de Przemyśl de manos de Mons. Anatol Nowak, Obispo de la Diócesis.


Tras un mes de vacaciones, el 1 de agosto de 1932, asume el encargo de segundo vicario parroquial en la Parroquia de Borysław (en la actual Ucrania). El 17 de septiembre de 1935 es nombrado vicario parroquial de Drohobycz (hoy perteneciente a Ucrania), y el 1 de agosto de 1937 es trasladado, también como vicario, a la Parroquia de Strzyżow, donde, el 22 de septiembre de 1939, es nombrado administrador de la misma. Seguidamente, el 10 de octubre de 1940, recibe el nombramiento de vicario en Jasło y el 8 de julio de 1941 el de administrador de la Parroquia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Żmigród Nowy, siendo nombrado párroco de la misma al año siguiente, el 13 de agosto de 1942.


Entre el asiduo trabajo pastoral y las experiencias dolorosas de la guerra, han pasado para D. Ladislao tres años de vida pastoral en Żmigród Nowy. El 3 de octubre de 1944, como todos los habitantes, es expulsado por los alemanes. A su regreso, el 23 de enero de 1945, se dedica a reorganizar la parroquia.


Después de la guerra, bajo el gobierno comunista, son tiempos difíciles para su labor. Continua con la tarea de renovación moral y religiosa de la parroquia, se esfuerza por proteger a los fieles, sobre todo a los jóvenes, del programado e intensivo proceso de adoctrinamiento ateísta impulsado por el comunismo. Ayuda a todos los habitantes de la parroquia, incluso de forma material, independientemente de su nacionalidad o confesión religiosa. Además salva a numerosas familias de Łemki (greco-católicos) severamente perseguidos por la autoridad comunista que los amenazaba con expulsarlos sin piedad de sus casas.


El trabajo pastoral del Rvdo. Findysz se va haciendo muy incómodo para las autoridades comunistas. Hasta el año 1946, es vigilado por los servicios secretos. En 1952 las autoridades académicas lo suspenden del ejercicio de la enseñanza de la catequesis en la escuela. Además no se le permite trabajar en todo el territorio de su parroquia porque las autoridades del distrito rechazan por dos veces (en 1952 y en 1954) su petición del permiso de residencia en la zona fronteriza, donde se encontraba una parte de la parroquia.


Por parte de la autoridad eclesiástica es considerado un párroco de gran celo apostólico, recibe los honores del Expositorio Canonicali (1946), el Roquete y el Manteo (1957), año en el cual es nombrado Vicearcipreste del Arciprestazgo de Nowy Żmigród, siendo posteriormente, en 1962, Arcipreste del mismo.


En 1963 inicia la actividad pastoral de las “obras conciliares de bondad” (para el mantenimiento espiritual del Concilio Vaticano II), envía cartas a los feligreses en situación religiosa y moral irregular animándoles vivamente a poner sus vidas nuevamente en orden. Las autoridades comunistas reaccionan a esta acción con gran severidad y lo acusan de obligar a los fieles a prácticas y ritos religiosos. El 25 de noviembre de 1963, interrogado por el fiscal de Voivodato en Rzeszów, es arrestado y conducido a la cárcel en el Castillo de Rzeszów. Durante los días del 16 y 17 de diciembre de 1963 se desarrolla el proceso donde es condenado a dos años y seis meses de reclusión. El motivo de la investigación, acusación y condena se fundaba en el Decreto de tutela de la libertad de conciencia y de confesión del 5 de agosto de 1949 que, en manos de las autoridades comunistas, era un mero instrumento para la limitación y eliminación de la fe y de la Iglesia católica de la vida pública y privada de Polonia. Además es públicamente desacreditado, calumniado y condenado a través de publicaciones falsas en la prensa. En la cárcel del Castillo de Rzeszów es sometido a malos tratos y humillaciones físicas, psíquicas y espirituales. El 25 de enero de 1964 es trasladado a la Cárcel Central en la calle Montelupich de Cracovia.


Poco antes de ser arrestado (en septiembre de 1963), mediante una peligrosa operación, le habían extirpado el tiroides en el Hospital de Gorlice, quedando en un estado delicado de salud por el riesgo de complicaciones. Convaleciente, queda bajo observación médica a la espera de una segunda intervención, prevista para diciembre del mismo año, para extraerle un carcinoma en el esófago. La investigación, el proceso y las pruebas en la cárcel colaboran, sin duda, al desarrollo de la enfermedad, teniendo que ser ingresado en el hospital de la cárcel. Debido a la falta de cuidados y médicos especialistas y, sobre todo, al haberle impedido ser intervenido quirúrgicamente del carcinoma, su salud empeora notablemente, en pocas palabras, es condenado a una muerte lenta. La enfermedad, como certifican los exámenes médicos hechos en los hospitales de las cárceles de Rzeszów y de Cracovia, avanza continuamente. Ya en los resultados de los primeros exámenes clínicos (9 de diciembre 1964), el médico de la cárcel constataba un acceso en la garganta consecuencia, probablemente, del carcinoma que tenía en el esófago.


Desde el inicio de su condena a prisión, el abogado y la Curia Episcopal de Przemyśl recurrieron a la fiscalía y al tribunal de Rzeszów solicitando la suspensión del arresto por el estado precario de salud que amenazaba de muerte al Siervo de Dios. Las peticiones tantas veces denegadas, serán, sin embargo, aceptadas tan solo a finales de febrero de 1964 por parte del Tribunal Supremo de Varsovia.


Debido a las graves condiciones de salud en que se encontraba, el 29 de febrero de 1964 regresa desde la cárcel a Nowy Żmigród. Con gran paciencia y sumisión a la voluntad de Dios, soportando los sufrimientos de la enfermedad y el agotamiento, permanece en la casa parroquial. En abril es ingresado en el hospital especializado de Wrocław. A pesar de los cuidados, los exámenes clínicos confirman el diagnóstico del carcinoma entre el esófago y el estómago. Las investigaciones, las observaciones del hospital y los exámenes complementarios confirman que éste se encuentra en un estado que impide la intervención quirúrgica. A causa de un enfisema pulmonar recae en una fuerte anemia que lo destinaba a la muerte, el Rvdo. Findysz regresa a su casa.


Durante los meses de verano, en el Seminario Mayor de Przemyśl, participa en el retiro espiritual para sacerdotes: es su último retiro en preparación a su muerte.


La mañana del 21 de agosto de 1964, después de haber recibido los Sacramentos, muere en la casa parroquial de Nowy Żmigród, siendo enterrado en el cementerio parroquial de la misma el 24 de agosto. La misa del funeral fue presidida por Monseñor Estanislao Jakiel, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Przemyśl, con la participación de 130 sacerdotes y numerosos fieles.


El 27 de junio de 2000, el Obispo di Rzeszów, Mons. Kazimierz Górny, tras numerosas peticiones por parte de los fieles, abre el proceso diocesano para la Beatificación del Rvdo. Ladislao Findysz. Tras la clausura del mismo, las actas son enviadas a Roma, a la Congregación de la Causa de los Santos, el 18 de octubre de 2002.


Durante la etapa romana de la causa de beatificación, los consultores teólogos así como los miembros de la Congregación reconocen que el Rvdo. Ladislao Findysz fue arrestado y condenado por las autoridades del régimen comunista por anunciar el Evangelio. Su encarcelamiento así como los sufrimientos físicos y espirituales soportados causaron su muerte, lo que permite reconocerlo como mártir de la fe. Esta decisión fue presentada y aprobada por el Santo Padre, en presencia del cual, el 20 de diciembre de 2004, se promulga el decreto de la Congregación de la Causa de los Santos que reconoce al Rvdo. Findysz mártir de la fe.


Esta es la primera causa de beatificación, ya concluida, presentada por el martirio de un Siervo de Dios que fue víctima del régimen comunista en Polonia. Además, es la primera causa de beatificación instruida por la Diócesis de Rzeszów.


Fue beatificado el 19 de junio de 2005.



11:35 p.m.
Martirologio Romano: Memoria del papa san Pío X, que fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza, promoviendo entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la sagrada liturgia y la integridad de la doctrina (1914).

Etimología: Pío = piadoso. Viene de la lengua latina.


Giuseppe Melchiorre Sarto, quien luego sería el Papa Pío X nació el 2 de Junio de 1835 en Riese, provincia de Treviso, en Venecia. Sus padres fueron Giovanni Battista Sarto y Margarita Sanson. Su padre fue un cartero y murió en 1852, pero su madre vivió para ver a su hijo llegar a Cardenal. Luego de terminar sus estudios elementales, recibió clases privadas de latín por parte del arcipreste de su pueblo, Don Tito Fusarini, después de lo cual estudió durante cuatro años en el gimnasio de Castelfranco Veneto, caminando de ida y vuelta diariamente.


En 1850 recibió la tonsura de manos del Obispo de Treviso y obtuvo una beca de la Diócesis de Treviso para estudiar en el seminario de Padua, donde terminó sus estudios filosóficos, teológicos y de los clásicos con honores. Fue ordenado sacerdote en 1858, y durante nueve años fue capellán de Tómbolo, teniendo que asumir muchas de las funciones del párroco, puesto que éste ya era anciano e inválido. Buscó perfeccionar su conocimiento de la teología a través de un estudio asiduo de Santo Tomás y el derecho canónico; al mismo tiempo estableció una escuela nocturna para la educación de los adultos, y siendo él mismo un ferviente predicador, constantemente era invitado a ejercer este ministerio en otros pueblos.


En 1867 fue nombrado arcipreste de Salzano, un importante municipio de la Diócesis de Treviso, en donde restauró la iglesia y ayudó a la ampliación y mantenimiento del hospital con sus propios medios, en congruencia con su habitual generosidad hacia los pobres; especialmente se distinguió por su abnegación durante una epidemia de cólera que afectó a la región. Mostró una gran solicitud por la instrucción religiosa de los adultos. En 1875 creó un reglamento para la catedral de Treviso; ocupó varios cargos, entre ellos, el de director espiritual y rector del seminario, examinador del clero y vicario general; más aún, hizo posible que los estudiantes de escuelas públicas recibieran instrucción religiosa. En 1878, a la muerte del Obispo Zanelli, fue elegido vicario capitular. El 10 de Noviembre de 1884 fue nombrado Obispo de Mantua, en ese entonces una sede muy problemática, y fue consagrado el 20 de Noviembre. Su principal preocupación en su nuevo cargo fue la formación del clero en el seminario, donde, por varios años, enseñó teología dogmática y, durante un año, teología moral. Deseaba seguir el método y la teología de Santo Tomás, y a muchos de los estudiantes más pobres les regaló copias de la “Summa Theologica”; a la vez, cultivó el Canto Gregoriano en compañía de los seminaristas. La administración temporal de la sede le impuso grandes sacrificios. En 1887 celebró un sínodo diocesano. Mediante su asistencia en el confesionario, dio ejemplo de celo pastoral. La Organización Católica de Italia, conocida entonces como la “Opera dei Congressi”, encontró en él a un celoso propagandista desde su ministerio en Salzano. En el consistorio secreto celebrado en Junio de 1893, León XIII lo creó Cardenal, con el título de San Bernardo de las Termas; y en el consistorio público, tres días más tarde, fue preconizado Patriarca de Venecia, conservando mientras tanto el título de Administrador Apostólico de Mantua. El Cardenal Sarto fue obligado a esperar dieciocho meses, antes de tomar posesión de su nueva diócesis, debido a que el gobierno italiano se negaba a otorgar el exequatur, reclamando que el derecho de nominación había sido ejercido por el Emperador de Austria. Este asunto fue tratado con amargura en periódicos y panfletos; el Gobierno, a manera de represalia, rehusó extender el exequatur a los otros obispos que fueron nombrados durante este tiempo, por lo que el número de sedes vacantes creció a treinta. Finalmente, el ministro Crispi, habiendo regresado al poder, y la Santa Sede, habiendo elevado la misión de Eritrea a la categoría de Prefectura Apostólica en atención a los Capuchinos Italianos, motivaron al Gobierno a retractarse de su posición original. Esta oposición no fue causada por ninguna objeción contra la persona de Sarto. En Venecia el cardenal encontró un estado de cosas mucho mejor que el que había hallado en Mantua. También allí puso gran atención en el seminario, donde logró establecer la facultad de derecho canónico. En 1898 celebró el sínodo diocesano. Promovió el uso del Canto Gregoriano y fue gran benefactor de Lorenzo Perosi; favoreció el trabajo social, especialmente los bancos en las parroquias rurales; se dio cuenta de los peligros que entrañaban ciertas doctrinas y conductas de algunos Cristiano-Demócratas y se opuso enérgicamente a ellas. El Congreso Eucarístico Internacional de 1897, en el centenario de San Gerardo Sagredo (1900), la bendición de la primera piedra del nuevo campanario de San Marcos y la capilla conmemorativa en el Monte Grappa (1901) fueron eventos que dejaron una profunda impresión en él y en su gente. A la muerte de León XIII, los cardenales se reunieron en cónclave y, después de varias votaciones, Giuseppe Sarto fue elegido el 4 de Agosto al obtener 55 de 60 votos posibles. Su coronación tuvo lugar el siguiente Domingo, 9 de Agosto de 1903.


En su primera Encíclica, deseando revelar hasta cierto punto su programa de trabajo, mencionó el que sería el lema de su pontificado: “instaurare omnia in Christo” (Ef 1,10). En consecuencia, su mayor atención giró siempre sobre la defensa de los intereses de la Iglesia. Pero ante todo, sus esfuerzos también se dirigieron a promover la piedad entre los fieles, y a fomentar la recepción frecuente de la Sagrada Comunión, y, si era posible, hacerla diariamente (Decr. S. Congr. Concil., 20 de Diciembre, 1905), dispensando a los enfermos de la obligación de ayunar para poder recibir la Sagrada Comunión dos veces al mes, o incluso más (Decr. S. Congr. Rit., 7 de Diciembre, 1906). Finalmente, mediante el Decreto “Quam Singulari” (15 de Agosto, 1910), recomendó que la Primera Comunión en los niños no se demorara demasiado tiempo después de que alcanzaran la edad de la discreción. Fue por deseo suyo que el Congreso Eucarístico de 1905 se celebró en Roma, mientras que aumentó la solemnidad de los congresos Eucarísticos posteriores mediante el envío de cardenales legados. El quincuagésimo aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue una ocasión que supo aprovechar para impulsar la devoción a María (Encíclica “Ad illum diem”, Febrero 2,1904); y el Congreso Mariano junto con la coronación de la imagen de la Inmaculada Concepción en el coro de la Basílica de San Pedro fueron una digna culminación de la solemnidad. Fuera como simple capellán, como obispo, y como patriarca, Giuseppe Sarto fue siempre un promotor de la música sacra; como Papa publicó, el 22 de Noviembre de 1903, un Motu Proprio sobre música sacra en las iglesias, y, al mismo tiempo, ordenó que el auténtico Canto Gregoriano se utilizara en todas partes, mientras dispuso que los libros de cantos se imprimieran con el tipo de fuente del Vaticano bajo la supervisión de una comisión especial. En la Encíclica “Acerbo nimis” (Abril 15, 1905), planteó la necesidad de que la instrucción catequética no se limitara a los niños, sino que también fuera dirigida hacia los adultos, dando para ello reglas detalladas, especialmente en lo referente a escuelas adecuadas para la impartición de la instrucción religiosa a los estudiantes de escuelas públicas, y aun de universidades. Promovió la publicación de un nuevo catecismo para la Diócesis de Roma.


Como obispo, su principal preocupación había sido la formación del clero, y de acuerdo con este propósito, una Encíclica dirigida al Episcopado Italiano (Julio 28, 1906) hacía énfasis en la necesidad de tener mayor cuidado en la ordenación de sacerdotes, llamando la atención de los obispos sobre el hecho de que, entre los clérigos más jóvenes, se manifestaba cada vez con mayor frecuencia un espíritu de independencia que era una amenaza para la disciplina eclesiástica. En beneficio de los seminarios italianos, ordenó que fueran visitados regularmente por los obispos, y promulgó un nuevo programa de estudios que había estado en uso en el Seminario Romano. Por otra parte, como las diócesis del Centro y Sur de Italia eran tan pequeñas que sus seminarios respectivos no podían prosperar, Pío X estableció el seminario regional, que es común para las sedes de una región dada; en consecuencia, muchos seminarios, pequeños y deficientes, fueron cerrados.


Para una mayor eficacia en la asistencia a las almas, a través de un Decreto de la Sagrada Congregación del Consistorio (Agosto 20, 1910), promulgó instrucciones concernientes a la remoción de párrocos como un acto administrativo, cuando tal procedimiento requería de graves circunstancias que podían no constituir una causa canónica para la destitución. Con motivo de la celebración del jubileo de su ordenación sacerdotal, dirigió una carta llena de afecto y prudentes consejos a todo el clero. Por un Decreto reciente (Noviembre 18, 1910), el clero había sido impedido de tomar parte en la administración temporal de organizaciones sociales, lo cual era causa frecuente de graves dificultades.


Pero por sobre todas las cosas, la principal preocupación del Papa era la pureza de la fe. En varias ocasiones, como en la Encíclica con respecto al centenario de San Gregorio Magno, Pío X resaltaba los peligros de ciertos métodos teológicos nuevos, los cuales, basándose en el Agnosticismo y el Immanentismo, por fuerza suprimían la doctrina de la fe de sus enseñanzas de una verdad objetiva, absoluta e inmutable, y más aun cuando estos métodos se asociaban con una crítica subversiva de las Sagradas Escrituras y de los orígenes del Cristianismo. Por esta razón, en 1907, publicó el Decreto “Lamentabili” (llamado también el Syllabus de Pío X), en el que sesenta y cinco proposiciones modernistas fueron condenadas. La mayor parte de estas se referían a las Sagradas Escrituras, su inspiración y la doctrina de Jesús y los Apóstoles, mientras otras se relacionaban con el dogma, los sacramentos, la primacía del Obispo de Roma. Inmediatamente después de eso, el 8 de Septiembre de 1907, apareció la famosa Encíclica “Pascendi”, que exponía y condenaba el sistema del Modernismo. Este documento hace énfasis sobre el peligro del Modernismo en relación con la filosofía, apologética, exégesis, historia, liturgia y disciplina, y muestra la contradicción entre esa innovación y la fe tradicional; y, finalmente, establece reglas por las cuales combatir eficazmente las perniciosas doctrinas en cuestión. Entre las medidas sugeridas cabe señalar el establecimiento de un cuerpo oficial de “censores” de libros y la creación de un “Comité de Vigilancia”. Posteriormente, mediante el Motu Proprio “Sacrorum Antistitum”, Pío X llamó la atención en los interdictos de la Encíclica y las disposiciones que habían sido establecidas previamente bajo el pontificado de León XIII sobre la predicación, y sancionó que todos aquellos que ejercieran el sagrado ministerio o quienes enseñaran en institutos eclesiásticos, así como canónigos, superiores del clero regular, y aquellos que servían en oficinas eclesiásticas, deberían tomar un juramento en el que se comprometían a rechazar los errores que eran denunciados en la Encíclica o en el Decreto “Lamentabili”. Pío X retomó este asunto vital en otras ocasiones, especialmente en las Encíclicas que fueron escritas en conmemoración de San Anselmo (Abril 21, 1909) y de San Carlos Borromeo (Junio 23, 1910), en la segunda de las cuales el Modernismo Reformista fue especialmente condenado. Como el estudio de la Biblia es, a la vez, el área más importante y más peligrosa de la teología, Pío X deseaba fundar en Roma un centro especial para esos estudios, que les diera la garantía inmediata de una ortodoxia incuestionable y un valor científico; en consecuencia, y con el apoyo de todo el mundo católico, se estableció el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, bajo la dirección de los jesuitas.


Una necesidad sentida durante mucho fue la de codificar la Ley Canónica, y con la intención de llevarla a cabo, el 19 de Marzo de 1904, Pío X creó una congregación especial de cardenales, de la que Gasparri, convertido en cardenal, sería el secretario. Las más eminentes autoridades en derecho canónico de todo el mundo, colaboraron en la formación del nuevo código, algunas de cuyas prescripciones ya habían sido publicadas, como por ejemplo, las modificaciones a la ley del Concilio de Trento en lo referente a los matrimonios secretos, las nuevas reglas para las relaciones diocesanas y para las visitas episcopales ad limina, y la nueva organización de la Curia Romana (Constitución “Sapienti Consilio”, Junio 29, 1908). Anteriormente, las Congregaciones para las Reliquias e Indulgencias y de Disciplina habían sido suprimidas, mientras que la Secretaría de Asuntos Menores había sido unida a la Secretaría de Estado. La característica del nuevo reglamento es la completa separación de los aspectos judiciales de los administrativos; mientras que las funciones de algunos departamentos habían sido determinadas con mayor precisión y sus trabajos más equilibrados. Las oficinas de la Curia se dividieron en Tribunales (3), Congregaciones (11), y Oficinas (5). Con respecto a los primeros, el Tribunal de Signatura (constituido exclusivamente por cardenales) y el de la Rota fueron revividos; al Tribunal de la Penitenciaría le fueron dejados únicamente los casos del fuero interno (conciencia). Las Congregaciones permanecieron casi como estaban al principio, con la excepción de que una sección especial fue agregada al Santo Oficio de la Inquisición para las indulgencias; la Congregación de Obispos y Regulares recibió el nombre de Congregación de Religiosos y tendría que tratar únicamente los asuntos de las congregaciones religiosas, mientras los asuntos del clero secular serían derivados a la Congregación del Consistorio o a la del Concilio; de este último fueron retirados los casos matrimoniales, los cuales serían ahora enviados a los tribunales o a la recientemente creada Congregación de los Sacramentos. La Congregación del Consistorio aumentó grandemente su importancia debido a que tendría que decidir sobre cuestiones que eran competencia de las otras Congregaciones. La Congregación de Propaganda perdió mucho de su territorio en Europa y América, donde las condiciones religiosas habían comenzado a estabilizarse. Al mismo tiempo, fueron publicadas las reglas y regulaciones para empleados, y aquellas para los diferentes departamentos. Otra Constitución reciente presenta una relación de las sedes suburbicarias.


La jerarquía Católica incrementó grandemente su número durante los primeros años del pontificado de Pío X, en los que se crearon veintiocho nuevas diócesis, la mayoría en los Estados Unidos, Brasil y las Islas Filipinas; también una abadía nullius, 16 vicariatos Apostólicos y 15 prefecturas Apostólicas.


León XIII llevó la cuestión social dentro del ámbito de la actividad eclesial; Pío X también deseó que la Iglesia cooperara, o, mejor aún, desempeñara un papel de liderazgo en la solución de la cuestión social; sus puntos de vista en esta materia fueron formulados en un syllabus de diecinueve proposiciones, tomadas de diferentes Encíclicas y otras Actas de León XIII, y publicadas en un Motu Proprio (Diciembre 18, 1903), especialmente para la orientación en Italia, donde la cuestión social era un asunto espinoso a principios de su pontificado. Buscó especialmente reprimir ciertas tendencias que se inclinaban hacia el Socialismo y promovían un espíritu de insubordinación a la autoridad eclesiástica.


Como resultado del aumento constante de divergencias, la “Opera dei Congressi”, la asociación Católica más grande de Italia, fue disuelta. No obstante, inmediatamente después la Encíclica “Il fermo proposito” (Junio 11, 1905) provocó la formación de una nueva organización, constituida por tres grandes uniones, la Popular, la Económica y la Electoral. La firmeza de Pío X logró la eliminación de, por lo menos, los elementos más discrepantes, posibilitando, ahora sí, una verdadera acción social Católica, aunque subsistieron algunas fricciones. El deseo de Pío X es que la clase trabajadora sea abiertamente Católica, como lo expresó en una memorable carta dirigida al Conde Medolago-Albani. También en Francia, el Sillon, después de un origen prometedor, había dado un giro que lo acercaba a la ortodoxia del extremismo democrático social; y los peligros de esta relación fueron expuestos en la Encíclica “Notre charge apostolique” (Agosto 25, 1910), en la cual los Sillonistas fueron conminados a mantener sus organizaciones bajo la autoridad de los obispos.


En sus relaciones con los Gobiernos, el pontificado de Pío X tuvo que mantener luchas dolorosas. En Francia el papa heredó disputas y amenazas. La cuestión “Nobis nominavit” fue resuelta con la condescendencia del papa; pero en lo referente al nombramiento de obispos propuestos por el Gobierno, la visita del presidente al Rey de Italia, con la consiguiente nota de protesta, y la remoción de dos obispos franceses, deseada por la Santa Sede, se convirtieron en pretextos del Gobierno en París para el rompimiento de las relaciones diplomáticas con la Corte de Roma. Mientras tanto la ley de Separación ya había sido preparada, despojando a la Iglesia de Francia y prescribiendo, además, una constitución para la misma , la cual, si bien no era abiertamente contraria a su naturaleza, por lo menos entrañaba grandes peligros para ella. Pío X, sin prestar atención a los consejos oportunistas de quienes tenían una visión corta de la situación, rechazó firmemente consentir en la formación de las asociaciones cultuales. La separación trajo cierta libertad a la Iglesia de Francia, especialmente en materia de la elección de sus pastores. Pío X, sin buscar represalias, todavía reconoció el derecho francés de protectorado sobre los Católicos en el Este. Algunos párrafos de la Encíclica “Editae Saepe”, escrita en ocasión del centenario de San Carlos Borromeo, fueron mal interpretadas por los Protestantes, especialmente en Alemania, por lo que Pío X elaboró una declaración refutándolos, sin menoscabo a la autoridad de su alto cargo. En ese tiempo (Diciembre, 1910), se temían complicaciones en España, así como la separación y persecución en Portugal, para lo cual Pío X ya había tomado las medidas oportunas. El Gobierno de Turquía envió un embajador ante el Papa. Las relaciones entre la Santa Sede y las repúblicas de América Latina eran buenas. Las delegaciones en Chile y la República Argentina fueron elevadas a la categoría de internunciaturas, y se envió un Delegado Apostólico a Centroamérica.


Naturalmente, la solicitud de Pío X se extendió a su propia estancia, realizando un gran trabajo de restauración en el Vaticano; por ejemplo, en las habitaciones del cardenal-secretario de Estado, el nuevo palacio para los empleados, una nueva galería de pinturas, la Specola, etc. Finalmente, no debemos olvidar su generosa caridad en las calamidades públicas: durante los grandes terremotos de Calabria, pidió la ayuda de todos los Católicos del mundo, logrando reunir, al momento del último sismo, aproximadamente 7’000,000 de francos, que sirvieron para cubrir las necesidades de quienes fueron afectados y para la construcción de iglesias, escuelas, etc. Su caridad no fue menor en ocasión de la erupción del Vesubio y de otros desastres fuera de Italia (Portugal e Irlanda). En pocos años, Pío X obtuvo resultados magníficos y duraderos en interés de conservar la doctrina y disciplina Católicas, aún enfrentando grandes dificultades de todo tipo. Hasta los no Católicos reconocen su espíritu apostólico, su fortaleza de carácter, la precisión de sus decisiones y su búsqueda de un programa claro y explícito.


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PioX por Jesús Martí Ballester



11:35 p.m.
Martirologio Romano: En Auvernia, en Aquitania, san Sidonio Apolinar. Era prefecto de la ciudad de Roma cuando fue ordenado obispo de Clermont, y muy bien formado en lo divino y lo humano, y dueño de gran fortaleza cristiana, se enfrentó a la ferocidad de los bárbaros, como padre de la Iglesia y doctor insigne (c. 479).

Este ilustre francés vino al mundo en la populosa e industrial ciudad de Lyon en el 430 y murió Clermont-Ferrand (Puy-de-Dôme) en el 480.


Tuvo, pues, 37 años para llenar su vida de aventuras en las que estuvo siempre presente el amado Cristo.


Este joven había alcanzado toda la fama que se puede desear en la vida. Se casó con la hija del emperador Avito. En aquellos tiempos la sucesión de los emperadores era rápida. El conoció nada menos que ocho.


El sabía cuándo tenía que comprometerse y cuándo no. E n el 456 hizo el elogio de su suegro Avito en el Senado. Y así tuvo que realizarlo por varias veces.


El último del que hizo el panegírico fue asesinado. Fue entonces cuando se retiró a Auvergne a vivir tranquilo con su mujer y sus dos hijos. Se distraía con la caza y la pesca y escribiendo poemas y cartas.


Fueron los cinco años más felices de su vida.


Todo, sin embargo, iba a cambiar para él cuando los Visigodos invadieron las fronteras y asaltaron Clermont-Ferrand.


Durante este tiempo, fue nombrado gobernador y obispo. Animó a los ciudadanos a que aguantaran el asedio y que nunca se rindieran..


Hasta entonces no supo lo que era pasar hambre. Sin embargo, llevado de su celo apostólico como obispo, fue un ejemplo para todos.


Luchó con todas sus fuerzas para mantener a su pueblo alejado de las herejías que traían los invasores.


Su amor por los pobres le llevaba hasta entregarle sus propios muebles y su vajilla.


La tristeza y la añoranza les hicieron morir de forma prematura.


Se dice que fue uno de los mejores escritores de su tiempo.


¡Felicidades a quien leve este nombre!



2:26 a.m.
Martirologio Romano: Conmemoración de san Samuel, profeta, quien llamado por Dios, siendo aún niño, fue después juez en Israel y, por mandato divino, ungió a Saúl como rey de su pueblo, pero rechazado éste por su falta de fidelidad, confirió también la unción real a David, de cuya descendencia había de nacer Cristo.

Fecha de canonización: Fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, por lo que su culto fue aprobado por un obispo como consecuencia de la devoción popular.





En la S. Biblia la historia de Samuel es una de las más interesantes y hermosas. Está narrada en los libros que se titulan 1º y 2º de Samuel, en el Antiguo Testamento.

Era hijo de Elcaná y Ana, que fue el último gran juez de Israel y uno de los primeros profetas. Al nacer Samuel, quedó atendida la ardiente oración de Ana pidiendo un hijo.


A su vez, ella mantuvo la promesa de Dios y llevó a Samuel al santuario de Siló para que le educara el sacerdote Elí.


Una noche, Samuel recibió un mensaje de Dios de que la familia de éste sería castigada por la maldad de sus hijos.


Al morir Elí, Samuel tuvo que enfrentarse con una difícil situación. Israel había sido derrotado por los filisteos y el pueblo pensaba que Dios no se preocupaba ya de él.


Samuel le ordenó destruir los ídolos y obedecer a Dios.


Samuel gobernó Israel toda su vida y bajo su mandato hubo paz. Cuando era ya anciano, nombró a sus hijos jueces y les confió su obra.


Pero el pueblo no estaba contento y pidió un rey. Al principio, Samuel se opuso; pero Dios le indicó que ungiera a Saúl.


Cuando Saúl hubo desobedecido a Dios, Samuel ungió a David como el rey siguiente. Todos en Israel lloraron la muerte de Samuel.


Del canto de Ana podemos destacar estas palabras:"Mi corazón se regocija en el Señor, porque no hay santo como nuestro Dios, pues él da a la mujer estéril hijos.

El Señor hunde en el abismo y levanta; da pobreza y riqueza; humilla y enaltece. El levanta del polvo al desvalido; alza de la basura al pobre. El guarda los pasos de sus amigos. El es un Dios que sabe; él es quien pesa todas las acciones".


Samuel decía al final de su vida: "Durante 40 años los he guiado espiritualmente. Ahora les pido que su alguno tiene alguna queja contra mí, la diga claramente." (Véase 1 Samuel 1-4; 7-16; 18,18 s; 25,1).


¡Felicidades a quien lleve este nombre!


Comentarios al P. Felipe Santos: fsantossdb@hotmail.com



2:26 a.m.
Martirologio Romano En Roma, santa María de Matías, virgen, que fundó el Instituto de las Hermanas de la Adoración de la Preciosísima Sangre del Señor (1866).

Fecha de canonización: Fue canonizada el 18 de mayo de 2003 por el Papa Juan Pablo II, día en que además Su Santidad cumplió 83 años de edad.



Nació el 4 de febrero de 1805 en Vallecorsa (Italia) en una familia acomodada y de profunda fe cristiana. Ya desde niña se familiarizó con la Sagrada Escritura, y sintió un gran amor a Jesús, Cordero inmolado por la salvación de la humanidad. Tuvo especial devoción por la Sangre de Cristo, derramada por amor a los hombres.

Por las costumbres de la época, vivió su niñez y adolescencia relativamente aislada, con pocos contactos y relaciones exteriores. En su interior, sin embargo, buscaba el sentido de su vida, que esperaba encontrar en un amor sin confines.


Se encomendó a la Virgen María para que la iluminara y Dios la hizo experimentar la belleza de su amor, que se manifestó con plenitud en Cristo crucificado, en Cristo que derramó su preciosísima sangre por nuestra salvación. Esta experiencia fue la fuente, la fuerza y la motivación que la llevó a difundir por doquier el amor misericordioso del Padre celestial, y el amor de Jesús crucificado.


Estaba convencida de que la reforma de la sociedad nace del corazón de las personas y que los hombres se transforman cuando llegan a comprender cuán valiosos son a los ojos de Dios, cuando caen en la cuenta del inmenso amor de que han sido objeto: Jesús dio toda su sangre para rescatarlos.


Cuando tenía 17 años, san Gaspar del Búfalo predicó en Vallecorsa una misión popular y María vio cómo se transformaba el pueblo, con la conversión de muchas personas. En su interior surgió el deseo de contribuir, como ese santo, a la transformación espiritual de las personas.


Bajo la guía de un compañero de san Gaspar, el venerable don Giovanni Merlini, el 4 de marzo de 1834 fundó la congregación de las Religiosas Adoratrices de la Sangre de Cristo.


Además de promover la educación de las niñas, reunía a las madres y a las jóvenes para catequizarlas, para hacer que se enamoraran de Jesús, impulsándolas a vivir cristianamente, según su estado de vida. Muchos hombres, a los que no podía hablar, a causa de las costumbres de la época, acudían espontáneamente a escucharla.


A pesar de su carácter tímido e introvertido, el celo por la causa de Cristo la convirtió en una gran predicadora, que convencía tanto a las personas sencillas como a las cultas, tanto a los laicos como a los sacerdotes, porque cuando hablaba de los misterios de la fe daba la impresión de que había experimentado personalmente esas realidades. Su gran deseo era que no se perdiera ni siquiera una gota de la Sangre de Cristo, sino que llegara a todos los pecadores para purificarlos y para que, lavados en aquel río de misericordia, volvieran al buen camino.


Este celo arrastró a muchas jóvenes. Así, pudo fundar cerca de setenta casas religiosas, principalmente en Italia, pero también en Alemania e Inglaterra. Casi todas sus casas se abrían en pequeñas aldeas abandonadas del centro de Italia, a excepción de Roma, a donde fue llamada por el Papa Pío IX para dirigir el Hospicio de San Luis y una escuela en Civitavecchia.


Vivió toda su vida con el único deseo de agradar a Jesús, que le había robado el corazón desde su juventud, y con el compromiso gozoso de difundir al máximo el conocimiento del amor de Dios por la humanidad. Para ello no escatimó esfuerzos, ni se dejó abatir por las dificultades. Siempre actuó en profunda comunión con la Iglesia universal y particular, y por amor a ella.


Murió en Roma el 20 de agosto de 1866. Fue beatificada por el Papa Pío XII el 1 de octubre de 1950.


El 20 de agosto se recuerda el nacimiento al cielo de Santo Domingo Savio, siendo el 4 de marzo la fecha fijada para la celebración litúrgica de su fiesta.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!


Reproducido con autorización de Vatican.va



2:26 a.m.
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, Alemania, Beato Georg Häfner, quien fuera víctima del odio a la fe ( 1942)

Fecha de beatificación: 15 de mayo de 2011 durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.



Murió el 20 de agosto de 1942 en el campo de concentración de Dachau; fue torturado, puesto en solitario, condenado al hambre, el Padre Georg Hafner (1900-1942) es uno de los mártires del Siglo XX.

Georg Hafner nació el 19 de Octubre 1900 en Würzburg. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, después de haber prestado el servicio militar como ayudante por un año, ingresó a estudiar teología y a formar parte de la asociación católica estudiantil “Unitas”. Luego se adhirió a la tercera orden del monte Carmelo.


El 13 de abril de 1924 fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Bamberg James von Hauck. Durante los cuatro primeros años como sacerdote (1924-1928) fue capellán en Motten, Goldbach, Mürsbach y Altglashütten. El 12 de Noviembre de 1934 se lo designó párroco en Oberschwarzach (Baviera) al pie de las colinas de Steigerwald.


El Padre Hafner vive modestamente, centrado en la oración y el sacrificio. Ante la pretendida obligatoriedad del saludo nazi, dada su condición de sacerdote, él se opone a realizar tal saludo y entra en conflicto con el régimen nacional socialista. Su escuela es cerrada, pero Hafner continuó enseñando usando para ello la torre superior de la iglesia. El 28 de agosto de 1941 esta alternativa también es prohibida. La situación del sacerdote es cada día más arriesgada, sus iniciativas molestan al régimen nazi.


El 31 de octubre de 1941 Hafner fue detenido. La Policía Secreta del Estado lo acusaba de haber incitado a la población contra los abusos cometidos por esa oficina causando un debilitamiento en el “frente interno”. El Vicario General Franz Miltenberger inmediatamente pidió la libertad del detenido, pero apenas seis semanas después ya estaba llegando a Dachau.


Cuando el Padre Hafner llegó a Dachau, dos guardias le cayeron encima y lo golpearon en la cara, hasta hacerlo sangrar. Así lo relató el P. August Eisenmann: “Fue golpeado varias veces con los puños y con puntapiés, de modo que quedó ensangrentado y cayó al suelo. Al día siguiente todo se repetía una vez más”, Hafner nunca se quejó. Los sobrevivientes de Dachau lo evocan como un hombre sensible y profundamente religioso, Franz Geiger lo recuerda como alguien muy tranquilo, un sacerdote muy piadoso y humilde que nunca renegó de su cruz, "Nadie ha escuchado una mal comentario sobre él. Rezaba mucho. Era respetado por todos los sacerdotes de la prisión y se convirtió en un modelo a seguir".


En el campamento Hafner se sentía constantemente atacado por el hambre durante el invierno de 1941-42. Todo lo soportó hasta que a las 7:20 de la mañana del 20 de agosto de 1942, víctima del maltrato, la desnutrición, los flemones y otras múltiples enfermedades posiblemente causadas por la calidad del agua, en la más absoluta soledad entregó su alma al creador quien para los nazis era tan solo el prisionero 28876.


Apenas seis meses antes había escrito: "la comodidad, la fuerza y todo lo que necesitamos lo encontramos en la oración y en la devoción a Dios… No queremos ni condenar un ser humano, ni sembrar el rencor contra quien quiera que sea. Más bien queremos ser buenos con todos".


Si usted tiene información relevante para la canonización del Beato Georg Hafner escriba a:

Dr Andrea Ambrosi

Bistum Würzburg

Domerschulstraße 2

97070 Würzburg, GERMANY



1:23 a.m.
Martirologio Romano: Memoria de san Bernardo, abad y doctor de la Iglesia, el cual, habiendo ingresado con treinta compañeros en el nuevo monasterio del Cister, fue después fundador y primer abad del monasterio de Clairvaux (Claraval), dirigiendo sabiamente a los monjes por el camino de los mandamientos del Señor, con su vida, su doctrina y su ejemplo. Recorrió una y otra vez Europa para restablecer la paz y la unidad e iluminó a la Iglesia con sus escritos y sabios consejos, hasta que descansó en el Señor cerca de Langres, en Francia (1153).

Etimológicamente: Bernardo = corazón de oro. Viene de la lengua alemana


Fecha de canonización: Fue canonizado el año 1170 por el papa Alejandro III, y posteriormente el papa Pío VIII lo proclamó Doctor de la Iglesia.



En orden cronológico, o sea en cuanto al tiempo, San Bernardo es el último de los llamados Padres de la Iglesia. Pero en importancia es uno de los que más han influido en el pensamiento católico en todo el mundo.

Nace en Borgoña, Francia (cerca de Suiza) en el año 1090. Sus padres tuvieron siete hijos y a todos los formaron estrictamente haciéndoles aprender el latín, la literatura y, muy bien aprendida, la religión.


La familia que se fue con Cristo


Esta familia ha sido un caso único en la historia. Cuando Bernardo se fue de religioso, se llevó consigo a sus 4 hermanos varones, y un tío, dejando a su hermana a que cuidará al papá (la mamá ya había muerto) y el hermanito menor para que administrara las posesiones que tenían. Dicen que cuando llamaron al menor para anuanciarle que ellos se iban de religiosos, el muchacho les respondió: "¡Ajá! ¿Conque ustedes se van a ganarse el cielo, y a mí me dejan aquí unicamente en la tierra? Esto no lo puedo aceptar". Y un tiempo después, también él se fue de religioso. Y más tarde llegaron además al convento el papá y el esposo de la hermana (y ella también se fué de monja). Casos como este son más únicos que raros.


La personalidad de Bernardo


Pocos individuos han tenido una personalidad tan impactante y atrayente, como San Bernardo. El poseía todas las ventajas y cualidades que pueden hacer amable y simpático a un joven. Inteligencia viva y brillante. Temperamento bondadoso y alegre, se ganaba la simpatía de cuantos trataban con él. Esto y su físico lleno de vigor y lozanía era ocasión de graves peligros para su castidad y santidad. Por eso durante algún tiempo se enfrió en su fervor y empezó a inclinarse hacia lo mundano y lo sensual. Pero todo esto lo llenaba de desilusiones. Las amistades mundanas por más atractivas y brillantes que fueran lo dejaban vacío y lleno de hastío. Después de cada fiesta se sentía más y más desilusionado del mundo y de sus placeres.


A mal grave, remedio terrible


Como sus pasiones sexuales lo atacaban violentamente, una noche se revolcó entre el hielo hasta quedar casi congelado. Y el tremendo remedio le trajo mucha paz.


Una visión cambia su rumbo: una noche de Navidad, mientras celebraban las ceremonias religiosas en el templo se quedó dormido y le pareció ver al Niño Jesús en Belén en brazos de María, y que la Santa Madre le ofrecía al Niñito Santo para que lo amara y lo hiciera amar mucho por los demás. Desde este día ya no pensó sino en consagrarse a la religión y al apostolado.


Un hombre que arrastra con todo lo que encuentra


Bernardo se fue al convento de monjes benedictinos llamado Cister, y pidió ser admitido. El superior, San Esteban, lo aceptó con gran alegría pues, en aquel convento, hacía 15 años que no llegaban religiosos nuevos.


Bernardo volvió a su familia a contar la noticia y todos se opusieron. Los amigos le decían que esto era desperdiciar una gran personalidad para irse a sepultarse vivo en un convento. La familia no aceptaba de ninguna manera.


Pero aquí sí que apareció el poder tan sorprendente que este hombre tenía para convencer a los demás e influir en ellos y ganarse su voluntad. Empezó a hablar tan maravillosamente de las ventajas y cualidades que tiene la vida religiosa, que logró llevarse al convento a sus cuatro hermanos mayores, a su tío y casi a todos los jóvenes de los alrededores, y junto con 31 compañeros llegó al convento de los Cistercienses a pedir ser admitidos de religiosos. Pero antes en su finca los había preparado a todos por varias semanas, entrenándolos acerca del modo como debían comportarse para ser unos fervorosos religiosos. En el año 1112, a la edad de 22 años, se fue de religioso al convento.


El papá, el hermano Nirvardo, el cuñado y la hermana, ya irán llegando uno por uno a pedir ser recibidos como religiosos.


Formidable poder de atracción. En toda la historia de la Iglesia es difícil encontrar otro hombre que haya sido dotado por Dios de un poder de atracción tan grande para llevar gentes a las comunidades religiosas, como el que recibió Bernardo. Las muchachas tenían terror de que su novio hablara con el santo, porque lo mas probable era que se iría de religioso. En las universidades, en los pueblos, en los campos, los jóvenes al oírle hablar de las excelencias y ventajas de la vida en un convento, se iban en numerosos grupos a que él los instruyera y los formara como religiosos. Durante su vida fundó más de 300 conventos para hombres, e hizo llegar a gran santidad a muchos de sus discípulos. Lo llamaban "el cazador de almas y vocaciones". Con su apostolado consiguió que 900 monjes hicieran profesión religiosa.


Fundador de Claraval. En el convento del Císter demostró tales cualidades de líder y de santo, que a los 25 años (con sólo tres de religioso) fue enviado como superior a fundar un nuevo convento. Escogió un sitio sumamente árido y lleno de bosques donde sus monjes tuvieran que derramar el sudor de su frente para poder cosechar algo, y le puso el nombre de Claraval, que significa valle muy claro, ya que allí el sol ilumina fuerte todo el día.


Supo infundir del tal manera fervor y entusiasmo a sus religiosos de Claraval, que habiendo comenzado con sólo 20 compañeros a los pocos años tenía 130 religiosos; de este convento de Claraval salieron monjes a fundar otros 63 conventos.


La oratoria de santo. Después de San Juan Crisóstomo y de San Agustín, es difícil encontrar otro orador católico que haya obtenido tantos éxitos en su predicación como San Bernardo. Lo llamaban "El Doctor boca de miel" (doctor melífluo) porque sus palabras en la predicación eran una verdadera golosina llena de sabrosura, para los que la escuchaban. Su inmenso amor a Dios y a la Virgen Santísima y su deseo de salvar almas lo llevaban a estudiar por horas y horas cada sermón que iba a pronunciar, y luego como sus palabras iban precedidas de mucha oración y de grandes penitencias, el efecto era fulminante en los oyentes. Escuchar a San Bernardo era ya sentir un impulso fortísimo a volverse mejor.


Su amor a la Virgen Santísima.


Los que quieren progresar en su amor a la Madre de Dios, necesariamente tienen que leer los escritos de San Bernardo, porque entre todos los predicadores católicos quizás ninguno ha hablado con más cariño y emoción acerca de la Virgen Santísima que este gran santo. Él fue quien compuso aquellas últimas palabras de la Salve: "Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María". Y repetía la bella oración que dice: "Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir, que alguno a Ti haya acudido, sin tu auxilio recibir".


El pueblo vibraba de emoción cuando le oía clamar desde el púlpito con su voz sonora e impresionante. "Si se levantan las tempestades de tus pasiones, mira a la Estrella, invoca a María. Si la sensualidad de tus sentidos quiere hundir la barca de tu espíritu, levanta los ojos de la fe, mira a la Estrella, invoca a María. Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte al abismo de la desesperación, lánzale una mirada a la Estrella del cielo y rézale a la Madre de Dios. Siguiéndola, no te perderás en el camino. Invocándola no te desesperarás. Y guiado por Ella llegarás seguramente al Puerto Celestial". Sus bellísimos sermones son leídos hoy, después de varios siglos, con verdadera satisfacción y gran provecho.


Viajero incansable. El más profundo deseo de San Bernardo era permanecer en su convento dedicado a la oración y a la meditación. Pero el Sumo Pontífice, los obispos, los pueblos y los gobernantes le pedían continuamente que fuera a ayudarles, y él estaba siempre pronto a prestar su ayuda donde quiera que pudiera ser útil. Con una salud sumamente débil (porque los primeros años de religioso, por imprudente, se dedicó a hacer demasiadas penitencias y se le daño la digestión) recorrió toda Europa poniendo la paz donde había guerras, deteniendo fuertemente las herejías, corrigiendo errores, animando desanimados y hasta reuniendo ejércitos para defender la santa religión católica. Era el árbitro aceptado por todos.


Exclamaba: A veces no me dejan tiempo durante el día ni siquiera para dedicarme a meditar. Pero estas gentes están tan necesitadas y sienten tanta paz cuando se les habla, que es necesario atenderlas (ya en las noches pararía luego sus horas dedicado a la oración y a la meditación).


De carbonero a Pontífice. Un hombre muy bien preparado le pidió que lo recibiera en su monasterio de Claraval. Para probar su virtud lo dedicó las primeras semanas a transportar carbón, y el otro lo hizo de muy buena voluntad. Después llegó a ser un excelente monje, y más tarde fue nombrado Sumo Pontífice: Eugenio III. El santo le escribió un famoso libro llamado "De consideratione", en el cual propone una serie de consejos importantísimos para que los que están en puestos elevados no vayan a cometer el gravísimo error de dedicarse solamente a actividades exteriores descuidando la oración y la meditación. Y llegó a decirle: "Malditas serán dichas ocupaciones, si no dejan dedicar el debido tiempo a la oración y a la meditación".


Despedida gozosa. Después de haber llegado a ser el hombre más famoso de Europa en su tiempo y de haber conseguido varios milagros (como por ej. Hacer hablar a un mudo, el cual confesó muchos pecados que tenía sin perdonar) y después de haber llenado varios países de monasterios con religiosos fervorosos, ante la petición de sus discípulos para que pidiera a Dios la gracia de seguir viviendo otros años más, exclamaba: "Mi gran deseo es ir a ver a Dios y a estar junto a Él. Pero el amor hacia mis discípulos me mueve a querer seguir ayudándolos. Que el Señor Dios haga lo que a Él mejor le parezca". Y a Dios le pareció que ya había sufrido y trabajado bastante y que se merecía el descanso eterno y el premio preparado para los discípulos fieles, y se lo llevó a sus eternidad feliz el 20 de agosto del año 1153. Solamente tenía 63 años pero había trabajado como si tuviera más de cien. El sumo pontífice lo declaró Doctor de la Iglesia.


¡Felicidades quienes lleven este nombre!



1:23 a.m.
Martirologio Romano: En el monasterio de Noirmoutier, en la isla de Hero, en la costa de Aquitania, san Filiberto, abad, que, educado en la corte del rey Dagoberto, y todavía adolescente, se hizo monje. Fundó y dirigió primeramente el cenobio de Jumièges y después el de Hero (c. 684).

Fecha de canonización: Fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, por lo que su culto fue aprobado por un obispo como consecuencia de la devoción popular.



San Filiberto nació en Eauze en Gascogne (Francia), en 617 o 618. Era hijo de Filibaud, conde y obispo de Vic o de Aire en Gers. A los diez y seis años, partió para la corte de Dagoberto, donde fue colocado entre los "pajes". Allí recibió una educación palaciega y se relacionó con Dadon, el futuro obispo de Rouen, al que se le conoce mejor como San Ouen. Después de cuatro años de formación al lado de Dagoberto, podría haber accedido a un cargo real importante que le hubiera asegurado un sobresaliente porvenir social, pero Filiberto no es hombre de contentarse con una herencia de facilidades debidas a su nacimiento. Rechaza entonces las comodidades y abandona los fastos de la corte.

Al enterarse de que San Aile, llegado de la Abadía de Luxeuil, acaba de fundar la de Rebais, cerca de Meaux, se decide: en 636, entra como novicio en el monasterio de Rebais. Allí empieza a estudiar las nuevas reglas religiosas que el fundador ha traído de sus numerosos viajes. Después de un aprendizaje de catorce años, se convierte en el segundo abad de Rebais. Filiberto intenta imponer las rigurosas reformas de disciplina religiosa en el monasterio, en donde el fervor de los monjes le parece demasiado superficial. Pero los monjes hostiles a las reformas, que son la mayoría, lo echan. Esta primera experiencia le resulta sumamente dolorosa. Más que culpar a los monjes rebeldes, se achaca a sí mismo el no haber sabido infundir en ellos una piedad profunda. Decide entonces averiguar de qué forma es infundida y aplicada en los diferentes conventos.


Para preparar su viaje, va primero a Luxeuil. Quiere estudiar la regla de San Colomban, no por el placer de conocerla, sino para comprender cómo pueden ser aplicados sus preceptos.


Es en Italia, en los Apeninos, en la Abadía de Bobbio, en donde se sigue la regla de San Colomban. Su desición es firme: debe ir allí con toda urgencia. Nada podrá apartar al infatigable peregrino que desea ver practicar la doctrina fiel a la idea que él tiene sobre la religión. Después de ese periplo transalpino, vuelve a Francia y visita numerosos monasterios que siguen la regla de San Benito. Entre las experiencias vividas por otros, busca una nueva forma de regir y administrar la congregación benedictina que proyecta fundar. Espera así superar el doloroso fracaso sufrido en la abadía de Rebais. Habiendo hecho suyos los principios benedictinos, y viviendo en armonía con la ascética que éstas sustentan, finalmente se siente listo para cumplir la misión que se ha propuesto.


En ese estado de espíritu llega a Neustrie (la actual Normandía). No es la casualidad que ha guiado sus pasos hasta allí. En efecto, San Ouen, que se ha convertido en el obispo de Rouen el 13 de mayo de 641, invita al monje a demostrar los talentos que ha adquirido en el curso de su periplo de estudio. Quiere, por ese medio, juzgar los conocimientos de Filiberto y su capacidad para ponerlos en práctica.


San Ouen sabe que los ríos favorecen eventuales invasiones si no están estrechamente vigilados. No existía muralla ni ninguna otra protección real en el río Sena, entre Caudebec y Rouen, y San Ouen, quiere seguridad. Igualmente se interesa por las poblaciones rurales. Busca cristianizarlas y civilizarlas, como así también convertirlas en potenciales defensoras de su obispado. Clovis II y la reina Bathilde han concedido a San Ouen un dominio sobre el que se encuentran Jumièges en la orilla derecha del Sena. En 647, San Wandrille había establecido allí el monasterio de Fontenelle.


En 654, le concede a Filiberto el dominio de Jumièges, que es una isla casi en estado salvaje, sobre la que se extiende un gran bosque situado en un promontorio de malezas podridas y malsanas regadas por aguas irregulares de diferentes brazos del Sena. Filiberto acepta el poco tentador ofrecimiento de San Ouen. Sabe que tendrá que gastar sus energías para rescatar esa tierra inculta, pero él no le huye al trabajo. Durante sus numerosos viajes por las diferentes abadías ha encontrado monjes constructores y participó en distintos desmontes de campos. Su austero carácter se adapta también al trabajo rústico, que lleva a cabo con el mismo fervor que emplea para orar. Los resultados de su labor no deben ser inferiores a los de San Wandrille. Lo primero que debe hacer es encontrar mano de obra.


Frecuentemente se ha enfrentado a la dificultad de dirigir hombres para que lleven a cabo obras que los sobrepasan. Resuelve buscar la mano de obra que necesita entre la gente del lugar. Sabe que es inútil tentarlos ofreciéndoles montes y maravillas, pero quiere inculcarles que el trabajo es lo único que saben hacer, y que al mismo tiempo, es su única riqueza.


En esa época, las condiciones de vida de las poblaciones rurales son extremadamente difíciles y precarias. Filiberto debe convencer a los autóctonos para que lo ayuden a construir su monasterio a cambio de la protección que él puede darles. Con ese propósito que en la isla él es el representante del rey y del obispo que tienen todos los poderes sobre ellos. Sin arriesgarse a decepcionarlos, puede convencerlos de que él posee los medios para conducirlos a la autarcía frente a los dirigentes del lugar. Sin embargo, debe persuadir para poder regir y administrar Jumièges a su modo.


El obispo acepta, pues el proyecto del monje le parece totalmente utópico y, sobre todo, las tierras son tan pobres que no le proporcionan ninguna utilidad.


Para obtener la confianza de la gente del lugar, Filiberto debe demostrar que es capaz de vivir como ellos y de integrarse a su comunidad.


Filiberto ya ha conseguido la parte más difícil. No le resta más que llevar a cabo su proyecto concebido y elaborado a través de sus tribulaciones monásticas. Tiene treinta y siete años y ha madurado. Frecuentemente recorre sus dominios para entrar más aún en contacto con la gente y hacer relevamientos llevar a buen término su programa.


Decide primero construir tres capillas sobre las ruinas de un antiguo La primera la dedicará a Nuestra Señora, la segunda a San Pedro y la tercera a San Denis y a San Germán. Además de la mano de obra local, de la que ahora puede disponer, pide y obtiene el apoyo de algunos monjes de Luxeuil. En pocos meses la construcción rudimentaria y austera del monasterio, es llevada a cabo. Está situada a ciento cincuenta metros del Sena, sobre un brazo muerto que lo protege de las crecientes. La elección de ese emplazamiento le permitirá construir un puerto al abrigo de los eternos desbordes del río.


Todos los días, los pobladores lo ven trabajar duramente, desde la mañana a la noche. Otros hecho los van a impresionar aún más. En efecto, Filiberto no tarda en adquirir la reputación de monje "sanador". La primera vida de Filiberto, escrita alrededor de un siglo después de su muerte, revela que nuestro santo curaba las afecciones intestinales.


Sobre un brazo muerto del Sena, construye el Puerto Jumièges. El monasterio recibe los derechos de pasaje de todos los barcos que navegan por allí. Lo más frecuente, es que les cobre en especies, según la carga. Esto le permite acumular provisiones.


Construye una escuela para los habitantes de la región. El piadoso monje, asceta, piadoso, austero y generoso, atrae a numerosos monjes que no encuentran su vocación religiosa en la vida desarreglada casi disoluta que reina en la mayoría de los conventos. Filiberto es la respuesta que esperaban a los votos que han pronunciado. Varios centenares de monjes pueblan esta comunidad.


Sin embargo, este éxito excepcional crea envidias. En 676, Filiberto entra en conflicto con el maestro del palacio, Ebroino, que después de un exilio en Luxeuil, había reaparecido en la escena política. Ebroino prefiere no enfrentarse directamente con Filiberto y se dirige a Audoeno, que accede a poner al abad de Jumièges bajo vigilancia.


Recuperando pronto la libertad, Filiberto no puede aún reintegrarse a Jumièges y se va entonces a Poitiers, cerca del obispo Ansoaldo, quien lo anima en su apostolado. Empezó con la restauración del monasterio de Quincay a nueve kilómetros de Poitiers; después Ansoaldo, que no deseaba tenerlo muy cerca de su ciudad episcopal, le concede la isla de la isla de Her o Herio, para establecer un monasterio, El primitivo nombre del mismo: Hermoutier (Herimonasterium) fue más tarde transformado en Noirmoutier. Algunos monjes de Jumièges vinieron a poblar esta nueva abadía que además de convertirse en un foco apostólico, lo fue también económico, pues Filiberto enseñó a los habitantes de la costa a preparar salinas.


Después de la muerte de Ebroino (683) y de la de San Audoeno (684), Filiberto pudo volver a Jùmièges. Los monjes, la mayor parte de los cuales le habían permanecido fieles, lo acogieron triunfalmente; el nuevo maestro de palacio, Varatone, le ofreció una propiedad en Montivilliers, cerca de Le Havre, para establecer a sus monjes. Filiberto no pasó, pues, más que unos pocos meses en Jumièges: tenía prisa por volver a ver su nueva abadía de Noirmoutier; pasando por Quincay, nombró a Acardo, superior del monasterio, abad de Jumièges. Regresando finalmente a Noirmoutier, murió en paz el 20 agosto, de 685 o más probablemente en uno de los años siguientes, dejando el recuerdo de una figura de abad enérgico y emprendedor. Sus restos fueron inhumados en Noirmoutier. En 836 los monjes, temiendo las incursiones de los Normandos, transportaron su cuerpo a la propiedad de Déas, hoy Saint-Philibert-de-Grand-Lieu, a veinticinco kilómetros al sudoeste de Nantes, donde para ponerlo, se construyó que aún existe. Pero los Normandos al poco tiempo cayeron sobre el continente, y los monjes, para proteger el cuerpo de su fundador de cualquier profanación, lo transportaron primero al monasterio de Cunault en Anjou (858), después a Messay en el Poitou (862), a Saint-Pourcain-sur-Sioule en el Allier (872), y finalmente a Tournus (Saone-et-Loire), donde llegó el 14 de mayo de 875. Esta peregrinación, acompañada por milagros, contribuyó a difundir el nombre y el culto de Filiberto por Normandía y por Poitou hasta Borgogna, donde la iglesia de Tournus y de Charlieu, y una iglesia de Digione, llevan su nombre. Trece comunas de Francia también llevan su nombre bajo la forma de Philbert o Philibert.


¡Felicidades a quien lleve este nombre!



1:23 a.m.

Abad y Fundador

de la Congregación de Santa María del Monte de los Olivos

según la Regla de san Benito

(Congregación Olivetana)


Martirologio Romano: En Siena, de la Toscana, muerte del san Bernardo Tolomei, abad y fundador de la Congregación Olivetana según la Regla de san Benito. Trabajó con gran empeño por la disciplina monástica y, cuando la peste asolaba Italia, murió entre los monjes de Siena, expuestos al mismo peligro (1348).

Etimológicamente: Bernardo = Aquel que es valiente y batallador, es de origen germánico.


Fecha de canonización: Fue canonizado el 26 de Abril de 2009 por S.S. Benedicto XVI.



Nació en Siena el 10 de mayo de 1272. En el bautismo recibió el nombre de Giovanni. Fue educado en el colegio de Santo Domingo de Camporeggio, en Siena, por los frailes predicadores (dominicos). Estudió derecho en su ciudad de origen, donde también formó parte de la Cofradía de los Disciplinados de Santa María de la Noche, que asistían a los enfermos en el hospital del lugar. Una ceguera progresiva, casi total, le obligó a renunciar a una carrera pública.

En una época de luchas entre facciones ciudadanas, para realizar su ideal cristiano y ascético, en el año 1313, casi a los cuarenta años, se retiró, junto con otros dos nobles de Siena, a la soledad, en Accona, a cerca de 30 km de la ciudad. Allí, llevó una vida eremítica en grutas. Tomó el nombre de Bernardo, por veneración al santo abad cisterciense. La vida penitente de estos laicos eremitas se caracterizaba por la oración, la lectio divina, el trabajo manual y el silencio. Poco a poco se les fueron uniendo otros compañeros de Siena, Florencia y las regiones vecinas.


Para consolidar la posición jurídica del nuevo grupo, Bernardo acudió al obispo de Arezzo, en cuya jurisdicción se encontraba Accona, y el 26 de marzo de 1319 obtuvo un decreto de erección para el futuro monasterio de Santa María de Monte Oliveto, que debía ponerse "sub regula sancti Benedicti", con algunos privilegios y exenciones. El obispo, a través de un legado, recibió su profesión monástica. Al elegir la Regla de san Benito, Bernardo tuvo que mitigar el rigor eremítico primitivo adoptando el cenobitismo benedictino. Por el deseo de honrar a la Virgen, los fundadores vistieron un hábito blanco.


Así, el 1 de abril de 1319 nació el monasterio de santa María de Monte Oliveto Maggiore, con la bendición y colocación de la primera piedra de la iglesia. Desde entonces, el desierto de Accona cambió su nombre por el de "Monte Oliveto" en recuerdo del Monte de los Olivos, a donde el Señor Jesús solía retirarse con sus discípulos y donde oró antes de su pasión.


El 1 de septiembre de 1319, en el momento de la elección de abad —cargo que por decisión del capítulo general debía durar un año solamente—, Bernardo no quiso aceptar, aduciendo su creciente ceguera, y fue elegido Patrizio Patrizi. Sin embargo, después de un segundo abad, Simone di Tura, Bernardo no logró oponerse al deseo de sus monjes y el 1 de septiembre de 1322 fue elegido abad del monasterio que él mismo había fundado, cargo que ocupó hasta su muerte, pues era tal su prestigio y santidad que los monjes lo volvieron a elegir durante veintiséis años consecutivos.


Con el paso del tiempo el cenobio de Santa María de Monte Oliveto se fue convirtiendo en el centro de una congregación monástica. El número cada vez mayor de personas que acudían desde varias ciudades al nuevo monasterio permitió a Bernardo acoger las peticiones de obispos que querían que sus monjes se establecieran también en sus ciudades y aldeas. Por eso, pudo fundar otros diez monasterios, íntimamente unidos a la abadía principal, todos con el mismo nombre; la congregación era dirigida por un solo abad, mientras que los monasterios estaban sólo bajo la autoridad de un prior. El 21 de enero de 1344, desde Aviñón, el Papa Clemente vi aprobó la congregación, ya formada entonces por esos diez monasterios.


Bernardo dejó a sus monjes un ejemplo de vida santa, de práctica de las virtudes en grado heroico y de una vida entregada al servicio de los demás y a la contemplación. Durante la gran peste del año 1348, el santo abad abandonó la soledad de Monte Oliveto para acudir al monasterio de San Benito en Porta Tufi, en Siena. Allí, a los 76 años, asistiendo a sus conciudadanos y a sus monjes afectados por la infección fuertemente contagiosa, murió víctima él mismo de la peste, junto con 82 monjes, en una fecha que la tradición fijó el 20 de agosto de 1348.


Fue canonizado el 26 de abril de 2009 por el Papa Benedicto XVI.


¡Felicidades a quienes llevan este nombre!



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